Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Archive for the ‘De La Guerra’ Categora

¡Iguales! La propaganda de Putin en primera

Tuesday, March 4th, 2014

El atónito lector verá en la prensa española la misma foto en todas las cabeceras.

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La foto no solo ha triunfado en España. Es la foto elegida, por ejemplo,  el NYT, FT o la Gazeta Wyborcza.


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La foto en cuestión está firmada por Mikhail Klimentyev, fotógrafo del Kremlin. En ninguno de los periódicos anteriores se avisa de este extremo. En el caso español, cada periódico la firma exclusivamente a la agencia por donde le ha llegado, sea Reuters, AP o AFP, pero ninguna mención a que es una fotografía propagandística pura y dura procedente de la fuente interesada, que es el Kremlin, que es Putin. La importancia de esto es máxima. Tenemos que creernos que esa foto fue tomada ayer y que está tomada donde dicen que está tomada (en la región de San Petersburgo). No sabemos, además, si Putin y compañía han posado para lograr esta composición que ha seducido a tanto editor gráfico.

Es quizá más llamativo en el caso del NYT que ha puesto siempre el grito en el cielo (con razón) ante la falta de acceso de sus fotógrafos a Obama, negándose a publicar las fotos de Pete Souza, fotógrafo oficial, salvo casos excepcionales y avisando que la procedencia ha sido la Casa Blanca. En la portada de papel, simplemente mencionan un Pool, que es cuando las agencias y/o medios mandan a un representante de todos para hacer una foto que todos distribuyen posteriormente. No es el caso. Y sin embargo, en la web, la firmaron comme il faut: 

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Esta foto no es periodismo; esta foto es propaganda. Puede incluso que tenga cierta importancia: es la primera aparición pública de Putin y rodeado de militares. Pero al menos tengamos la prudencia de avisarle al lector que esa imagen fue producida por el Kremlin.

Otra cosa, larga, es la falta de originalidad de los editores gráficos, preocupados más por empatar con la competencia (¡que no se me escape la foto!) que por estrujarse la cabeza para tener la foto.

Actualización (15:07): Apunta a través de Twitter  Javier Paredes, el paralelismo con la foto de Obama hablando con Putin y que el sábado también arrasó en los medios. En ese caso, en la mayoría de los casos se avisó de la procedencia de la foto. Otro debate es este tipo de fotos, tienen  valor periodístico.

El niño Marwan o cómo una omisión inventa una historia

Tuesday, February 18th, 2014

Desde el mismo momento en el que la foto del niño sirio Marwan fue publicada por el representante de la ACNUR en Jordania, la historia estaba completa.

Fotografía de Marwan, publicada por Andrew Harper.

Fotografía de Marwan, publicada por Andrew Harper.

El texto que acompañaba la foto era claro: “Aquí el niño de 4 años Marwan, que estaba TEMPORALMENTE separado de su familia, asistido por miembros del UNCHR para cruzar”. Las mayúsculas son mías. Harper no hablaba en ningún momento de que el niño había cruzado solo todo el desierto. Como el propio Harper señalaba más tarde, el nunca dijo que estuviera solo:

“Nunca se dijo que estuviera solo. Fueron las agencias las que lo dijeron. Por favor lee mis twitts”, respondía Harper en su twitter.

La omisión de parte de la historia por las agencias y de los medios hace que se configure la historia que luego se difundió por todas las redes sociales: un niño de 4 años atraviesa en plena soledad todo un desierto huyendo de la guerra.

Una de las primeras periodistas que se hace eco de la imagen es esta de la CNN. Según ella, el niño había cruzado la frontera solo, separado de su familia.

TELE5 le daba por perdido.

“Lo primero que contó Marwan es que se había perdido y que viajaba con toda su familia rumbo a los campos de refugiados en Jordania.”

El Periódico titulaba: Marwan, la verdadera historia del niño sirio que se perdió en el desierto . Y añadía: “El menor, de solo 4 años, se desorientó entre un millar de refugiados en la frontera entre Siria y Jordania”.

HUFFINGTON POST no se pilla los dedos, aunque omite que el niño simplemente se había separado unos metros del grupo que atravesaba el desierto:

Miren la imagen de abajo. El niño que porta una bolsa en su mano izquierda se llama Marwan, tiene apenas 4 años y acaba de cruzar la frontera de Siria con Jordania huyendo de la barbarie de la guerra, que le había separado de su familia.

Por suerte se encuentra con un equipo de ACNUR, que le ayuda a llegar a un campo de refugiados. Según la propia ACNUR, allí Marwan se ha encontrado con su familia.

El Mundo cuenta que el niño siguió su camino sin su familia. Y titulaba: “Huir de la guerra en Siria solo con cuatro años”.

El responsable de ACNUR en Jordania, Andrew Harper difundió la imagen de Marwan en Twitter, que ha dado la vuelta al mundo. Parece que al final, Marwan pudo reunirse con su familia, que en la confusión de la huida, le había perdido. El niño siguió adelante sin ellos y finalmente, consiguió llegar a donde estaba la ayuda.

En otra pieza, El Mundo añade: “Marwan cruzó solo el desierto”, pese a que se incluye la imagen donde se ve al niño cerrado el grupo con el que cruzó el desierto.

Esto son solo unos ejemplos de cómo alguna omisión puede alterar significativamente una historia. A todo esto añadan miles de twitter sobre Marwan, donde todo se resumía en “Marwan, el niño que atravesó solo el desierto”.

Pero el drama de los refugiados sirios no se desvanece. Que un niño de 4 años tenga que atravesar el desierto, solo o en compañía de toda su familia, es ya un drama en sí. También el de los menores que atraviesan el desierto sin su familias, confiados a un grupo que huye.  No le hace falta aderezos ni épica. La ACNUR hace un trabajo inconmensurable, y no hace falta que se invente una historia, que de hecho, como vemos, ni siquiera se ha inventado. Si quieren ver el día a día de lo que de los refugiados sirios, les recomiendo seguir el twitter del campo de refugiados Za’atari.

Parece que nos empeñamos en esta máxima: que la realidad no te estropee un buen titular. Añadamos que, a toro pasado, y desde la barrera, todo es más fácil.

Actualización. Me avisa Soledad Alcaide de este twitt  ACNUR  Comité Español:

 

Parece que el Comité Español no leen a sus compañeros, y desde luego contribuyeron a la confusión. Desde la ACNUR Comité Español me aclaran que ellos enlazaron al perfile de Harper, donde se contaba toda la historia .

 

Pam, la mujer que engañó a Franco y Hitler

Tuesday, January 14th, 2014

Una joven posa en una playa. Viste ropa de baño. Y mira con dulzura a la cámara, casi diría que hasta con amor. Responde al nombre de Pam. Quizá estemos ante una de las fotos que más cambió la historia, al menos la de la Segunda Guerra Mundial.

 

Jean Gerard Leigh, 'Pam', posando en un playa/ Foto: The National Archives UK.

Jean Gerard Leigh, ‘Pam’, posando en un playa/ Foto: The National Archives UK.

La fotografía fue encontrada en la cartera que llevaba encadenada el comendante William Martin a su cintura. Martin, con su uniforme de los Royal Marines británicos, había aparecido en la playa de El Potril, Huelva, el 30 de abril de 1943. Las autoridades franquistas comunicaron enseguida el hallazgo a sus homólogos alemanes. En el interior se encontraba, junto a correspondencia donde se revelaban el plan de invasión de Grecia por parte de los aliados, cartas de amor entre Martin y Pam. Los forenses que examinaron el cuerpo determinaron que el hombre había muerto ahogado.

Pero todo, incluido el amor entre Martin y Pam, era mentira. La operación Mincemeat, orquestada por el Servicio de Inteligencia Naval británico, bajo el mando del capitán Ewen Montagu, buscaba hacer creer a los alemanes que el desembarco aliado se iba a producir en Grecia, y no en Sicilia. Los nazis picaron y trasladaron el grueso de las fuerzas hacia Grecia. Los aliados no tuvieron muchos problemas para desembarcar en Sicilia.

William Martin era en realidad Glyndwr Michael, un vagabundo que había muerto de neumonía por ingesta de raticida, tal vez en un caso de suicidio. El cuerpo presentaba los mismos síntomas que alguien muerto por ahogamiento (aquí podéis ver una foto del cuerpo preparado para el engaño). Su cuerpo había sido lanzado a una milla de la costa española por el submarino británico HMS Seraph. Fue enterrado en el cementerio de Huelva, con todos los honores, y con su nomnbre ficticio. ‘Dulce et Decorum est pro Patria Mori'(‘Es dulce y apropiado morir por la patria’), se podía leer en su lápida. Hasta el año 1998 el Gobierno británico no reveló su verdadera identidad.

Pam se llamaba, en realidad, Jean Gerard Leigh (20 de noviembre de 1923- 3 de abril de 2012) , y era una funcionaria dentro del Mi5, el servicio secreto británico. Había sido reclutada a los 18 años para formar parte de la sección de contrainteligencia. Fue seleccionada por el capitán Montagu entre las funcionaras del Mi5, la única rama de la inteligencia británica que tenía mujeres atractivas en su plantilla. Montagu le explicó que tenía que hacerse pasar por la novia de un oficial, sin darle más detalles. Para que todo fuera más creía posible, Montagu tomó el papel de Martin, y empezó a cortejarla, enviándole cartas de amor. Ella le correspondió, salieron por bares y clubes y montaron su romance de engaño, o no tanto, porque, con la esposa de Montagu en EEUU durante la guerra, se sospechó que los dos habían mantenido una suerte de escarceo real, más allá del engaño a los nazis.

Acabada la guerra, Jean fue siempre reacia a que se publicaran las fotos del engaño y que alguien la reconociera. Montagu siguió en contacto con ella tras la contienda. Las cartas siempre arrancaban con un “Querida Pam”, y acababan con un “Siempre tuyo, Ewen (alias Major William Martin)”.

Cuando una ‘gran’ historia se basa en un único testimonio (anónimo)

Wednesday, October 2nd, 2013

‘Jihad sexual’ fue el gancho para que muchos reporteros escribieran sobre el supuesto viaje de “miles” de mujeres (así cifraba una fuente en uno de los reportajes) a Siria para servir de meretrices a los combatientes más radicales. Para que la relaciones sexuales tuvieran un marco legal, se forjaba un matrimonio exprés y ancha es Siria.

Toda la historia se basaba en el testimonio de una joven tunecina a una televisión del país (o eso es lo que nos contaron). En realidad no era la joven la que contaba la historia, sino el padre, que aseguraba que su hija se quedó embarazada en un viaje a Siria, y explicaba todo el proceso. El ministro del Interior de Túnez se lanzó a hacer declaraciones, y los periodistas acudieron a expertos, muchos de ellos expertos en exagerar temas relacionados con el mundo árabe y barbudo. La bola, basada en un solo testimonio, crecía y crecía. Un solo testimonio. ¿Dónde quedaba el mínimo de tres fuentes distintas? El fenómeno era plausible, pero no había certezas.

Ayer reapareció Leila, la chica cuyo padre denunciaba que su hija se había ido a Siria convertida en una suerte de prostituta. Había algo de verdad: la joven se había ido a Siria, pero como enfermera, según cuenta Sheera Frenkel, y se había casado con un rebelde, algo que los padres no aceptaban:

Leila, who asked that her real name and details of her identity remain private, says that the entire story is a lie. The only part that is true is that two years ago she left her small village in Tunisia to volunteer as a nurse among the Syrian rebels fighting against Syrian President Bashar al-Assad.
It was there that she met her husband.
“We met and we got married – in an Islamic wedding recognized by the court – and we made a home together,” said Leila. “My family in Tunisia did not accept this, and this is very hard. But they know I am a married woman and not some prostitute on a sex jihad!”
Her husband is currently in Syria fighting among the rebels in Homs. Leila shares a small apartment in the northern Jordanian city of Ramthe with three other Syrian families.
“It was a scandal and some people maybe they believed these lies. But most people knew these were disgusting things said by the regime to try and make our fighters, our husbands, look dirty,” said Leila. “We do not know of any sex jihad here and we have not seen it. It is something invented in the mind of perverted people.”

El reportaje de Frenkel desmonta otros reportajes sobre la ‘Jihad Sexual’, cuyo origen procede del régimen sirio. En el se recoge también el testimonio de Lauren Wolfe, directora de la ONG Woman Under Siege Project:

“We are spending all this time looking at something that has zero evidence behind it. And in the meantime we are ignoring actual rapes that are actually happening,” said Wolfe. “There is something really upsetting to me about this particular story. It’s sensationalizing, almost fetishizing the rape that is happening in Syria, instead of looking at real, prosecutable cases that we know about.”

Con historias sensacionalistas como estas se tapan casos reales de violaciones a mujeres que están sucediendo en Siria, dando incluso la apariencia de un ejército sexual, de voluntarias al fin y al cabo, cuando en realidad suceden simple y llanamente violaciones en los bandos implicados.

Esta historia se lleva desmontando varias veces en distintos reportajes, como este de FP,  o este otro de PolicyMic. El de hoy desmonta, además, el único testimonio que soportaba toda esta ‘gran’ historia.

Un típico caso de propaganda

Sunday, September 15th, 2013

Llego a este información: “Arabia Saudí envió a 1.200 condenados a muerte a la guerra de Siria“. Me sobresalto. Arabia Saudí es uno de los países que más aplica la pena de muerte y de manera más cruel si cabe. Busco datos de cuántos presos hay ahora en el corredor de la muerte, porque la cifra es más que disparatada. Hay en estos momentos unos 147 según esta ONG. La información ya es falsa.

Sigo leyendo la información:

“Según un memorándum secreto, Arabia Saudí ha enviado unos 1.200 condenados a muerte de varias naciones a luchar contra el régimen de Al-Assad en Siria a cambio de conmutar sus condenas, según informa la Agencia Internacional de Noticias Siria”

Primera fuente de esta falsa noticia: “un memorándum secreto”. ¿Y quién lo dice? “La Agencia Internacional de Noticias Siria”. Rastreamos un poco, y nos encontramos esta otra información. No es la Agencia Internacional Siria, sino la Agencia Internacional ASIRIA. Y vamos ya por curiosidad de ver el origen de la noticia, a la agencia en si. Lo mejor de todo es que este teletipo, estrambótico, sin fuente alguna, todo secreto y anónimo, es de enero pasado. Uno se pregunta: ¿y por qué no salen por patas una vez llegan a Siria? El teletipo tiene la respuesta: los saudíes tienen secuestradas a todos los miembros de su familia, así que no les queda otra que ponerse a dar tiros en una guerra ajena. Se olvidan que Arabia Saudí tiene una dura política migratoria, que hace imposible que esos 1.200 extranjeros tuvieran todos a sus familias en el país.

Hay una base fundamental para la propaganda: hinchar las cifras. Mucho. Si hubieran dicho 120, aún podía colar, pero no es tan llamativo como 1.200.  La noticia original habla de 1.239. Inconscientemente, al ver ese 39, tendemos a creer que es precisa. Y si encima hay un documento redactado con membrete como prueba fehaciente, pues mejor que mejor.

Dicen que la primera víctima de la guerra es la verdad. Los periodistas, muchas veces de manera inconsciente, nos convertimos en colaboradores necesarios de ese homicidio.

La muerte en Malí

Wednesday, January 23rd, 2013

Hemos visto la primera imagen de la muerte en Malí:

El soldado francés, cubierto con un pañuelo con forma de calavera. / ISSOUF SANOGO (AFP)

El soldado francés, cubierto con un pañuelo con forma de calavera. / ISSOUF SANOGO (AFP)

La polémica sobre esta foto saltó en origen porque se hizo eco de ella el periódico Metro, y empezó a crecer conforme otros medios se hicieron eco de ella. Tanto que el Ejército francés tuvo que salir al paso, tirarle de las orejas al militar en cuestión y decir que eso de matar con una máscara de la muerte es muy feo.

El fotógrafo explica en el blog de AFP:

“A helicopter was coming in to land and churning up tremendous dust clouds. Instinctively, all the soldiers grabbed their scarfs to avoid getting a mouthful of sand. It was evening, and rays of sunlight were pushing through the trees and into the dust clouds. It was a lovely light. I spotted this soldier wearing a strange scarf and took the photo. At the time, nothing about the scene seemed especially unusual or shocking. The soldier wasn’t posing and there was nothing staged about the image. He was just standing there, protecting his face from the dust, waiting for the chopper to land. No one tried to stop me shooting the picture.”

A los soldados no les pareció raro que le fotografiara de esta guisa, porque no es nada raro. Aquí, por ejemplo, un soldado iraquí con un pañuelo-calavera muy parecido, además de unos guantes a juego:

Como editor gráfico a mi la imagen no me llamó especialmente la atención. De hecho la incluí para cerrar la fotogalería sobre las imágenes del avance francés, un día antes de esta polémica. Tal vez no me llamó la atención porque desde siempre los soldados y guerreros se disfrazan para, entre otras cosas, atemorizar aún más a quien tienen delante. Eso hacían, por ejemplo, los aztecas, que creyeron que sus ropajes guerreros eran invencibles hasta que aparecieron los conquistadores a lomos de sus caballos y la cosa acabó como acabó. Lo de afeitarse e ir impoluto es un cosa muy moderna.

Es la primera imagen que hace referencia directa a la muerte en Malí. Es una guerra sin cadáveres. Los fotógrafos como Sanogo viajan empotrados con los soldados franceses. Cuando llegan a las poblaciones recuperadas, ya no queda ningún fiambre. Todos son escenas de la población civil recibiendo con alegría (presumimos que nada fingida) a los soldados franceses y hasta ahora los ineptos soldados malienenses, los mismos que no fueron capaces de hacer frente a las milicias islamistas y/o tuareg del norte.

No hay fotos de muertos con los que polemizar. Pero sí montamos una polémica con una máscara, cuando lo preocupante que en esta, como en todas las guerras, la censura gana aupada por la propaganda. No vemos la prueba de los abusos, de la suciedad, de la miseria humana que es una guerra. Vemos una guerra limpia, casi sin destrozos y menos sin muertos con las tripas fuera.

La comunicación por parte del Ejército francés está siendo de manual: paso restringido a la prensa, que solo puede acceder a las zonas de combate una vez ya no lo son. “Es por vuestra seguridad”, les soltarán a los reporteros. Por eso las primeras imágenes de muerte que veamos en Malí, si las llegamos a ver, causarán estupor y nos alejaremos de la trivialidad de ver a un soldados disfrazado como el personaje de un videojuego (aquí te explican cómo hacertela en casa). Tal vez no queremos ver que los referentes heroicos que tienen hoy los soldados vienen precisamente de ese universo en el que la guerra es un juego en bytes.  

PS: Recomiendo la lectura de ‘Las más de la guerra’, post de Hernán Zin:

Presentar a la violencia armada solo como algo noble, quirúrgico, profesional, es un intento de enmascarar la verdad. Y, lo que resulta peor aún, es dar argumentos para que las guerras se perpetúen y multipliquen. Sigan existiendo.

 

 

Harry, el capitán matatalibanes

Tuesday, January 22nd, 2013

He matado en Afganistán, pero papá quería que actuara cómo un príncipe (…)He tomado una vida para salvar otra vida.  Si hay gente que trata de hacer cosas malas a nuestros chicos, entonces los ponemos fuera de juega (…); “nuestro trabajo aquí es asegurarnos que los chicos en tierra está seguros, y si eso significa que hay que disparar a alguien que les dispara, pues lo haremos (…)

Estas palabras han sido pronunciadas por el capitán Wales, de 28 años. No sería noticia si no fuera el tercero en la línea de sucesión a la corona del Reino Unido.  Harry ha terminado su despliegue en Afganistán con estas declaraciones a la prensa, mantenidas en secreto hasta que ha estado fuera de Afganistán para no poner en peligro su seguridad.

 

Harry, a la carrera en Afganistán

Harry es un auténtico descelebrado: recuerden sus disfraces de nazi, su coqueteo con la droga o su juerga en Las Vagas… cosas de poca importancia (y de mal gusto) si no fuera quien es. Ahora reconoce sin despeinarse que ha matado desde los mandos un helicóptero Apache. Ni siquiera existe un atisbo de lamento, de conciencia. Lo que más perturba es esa naturalidad con la que reconoce que ha matado.  Un porte de chulo matón, de superhéreo, un Tom Cruise en Top Gun y encima con sangre azul.

Lo extraño no es que este niño de papá — acuérdense del cabreo que se pilló cuando no le dejaron ir a la guerra en Irak, y luego como se le fabricó en secreto una tour para que el niño fuera a la guerra de Afganistán — lo diga, lo piense y lo asimile. Lo extraño es que nadie le haya frenado, que ningún asesor le haya aconsejado que eso niño no se dice, que mejor cuenta cualquier milonga o frase tópica sobre la guerra, diciendo que si, pero sobre todo diciendo que no, y todo lo contrario. Una respuesta acorde con los asesores:  una cínica. Así no le damos munición propagandística tan buena al enemigo taliban.

Así que todo ese aparataje mediático que rodea a una institución tan propagandística como es la monarquía ha querido que nos enteráramos todos que su príncipito cumple con su deber, que es un buen soldadito, y que subido a su Apache (eso si, no a cara de perro) mata a nuestros malos. No es nuevo: su tío Andrew combatió en La guerra de Las Malvinas, también a bordo de un helicóptero (la infantería no es cosa de príncipes)  y por empecinamiento de la propia reina que se negó en redondo a que su hijo permaneciera en la retaguardia. Son save the Queen. 

No sé que pensaría Lady Diana: ella lanzándose a desminar el mundo y su vástago matando hombres.

Por cierto, no me resisto a copiar el arranque de este análisis de H.Freeman en The Guardian:

Is it a bird? Is it a plane? Probably a Chinook? Yes! It’s the return of Captain Wales! That superhero who flies into Britain’s life sporadically, straight out of the ebony shadows of an agreed media omerta and into the carefully controlled lights of a single media interview, replete with photos that can’t help but look like an especially sloaney university’s production of Top Gun (it’s the sunglasses).

 

Apuntes sobre Mali (I)

Thursday, January 17th, 2013

Una guerra asimétrica. La estrategia y la táctica de los grupos rebeldes de Malí responden a la configuración de una guerra asimétrica: frente a un ejército regular, estos se mueven con la ventaja y la adaptación del terreno. No puede faltar un clásico en gran parte de las guerras africanas: los vehículos pickup donde los rebeldes tienen instaladas armas que pueden trasladar con gran facilidad.

Francia se enfrenta a un enemigo que no entiende de filas ni de ‘teatro de operaciones’. El asalto a una planta de gas en Argelia es la mejor prueba: golpeará donde puede y con la mayor resonancia, no siempre buscando el mayor número de bajas. Es una de las características más claras de un conflicto asimétrico. Frente a este enemigo, la guerra convencional que parece haber iniciado Francia, no sirve de mucho si no hay estrategias de respuesta también asimétricas.

¿Todo es Al Qaeda? Bajo la ‘marca’ Al Qaeda se circunscribe distintos grupos terroristas que responden a una estrategia global muy genérica, que mantienen su propia estrategia particular. En el norte de Malí actúan distintos grupos que comparten una ideología islamista radical; gran parte de estos grupos han contado con el apoyo de Al Qaeda para el Magreb Islámico (AMI), que ha encontrado en el norte del país su mejor refugio. ¿Todos son Al Qaeda? No parece: por ejemplo, el grupo que realizó el ataque y secuestro en una planta de gas en el sur de Argelia se escindió de AMI porque su lider, Mokhtar Bel Mokhtar (alias El Tuerto), prefería actuar por libre y seguir moviéndose con demasiada frecuencia en el mundo del contrabando. El ataque sería un golpe encima de la mesa del resentido exlíder de AMI, pero siempre enmarcado en la causa: una venganza porque Argelia ha permitido el uso de su espacio aéreo a Francia.

Los intereses. No parece que, a priori, esta guerra tenga algún interés económico. Malí es un país pobre, y los datos de comercio entre la excolonia y Francia no parece que sea el factor determinante. Las minas de oro suponen un porcentaje importante para la economía malinense, pero irrisorio para París¿Una guerra sin interés económico alguno? No hay guerra en la historia donde no haya siempre un factor económico: nadie manda ‘a morir y matar a sus hijos’ por nada, ni siquiera por el honor.
Malí es importante para Francia por su localización: es frontera con Níger, donde se extrae más de un tercio de todo el uranio usado en las plantas nucleares galas, que proporcionan más del 75 % de toda la energía del país vecino. Tener un ‘Afganistán africano’, con grupos afines al Al Qaeda, amenaza todos esos recursos fundamentales para la seguridad energética de Francia.

Las armas. La caída de Gadafi supuso que todo el arsenal que le habían proporcionado los países occidentales desde su rehabilitación como país ‘amigo’ y no patrocinador del terrorismo quedaba sin control. Partes de esas armas han pasado a estar en el mercado negro, así como bajo el posible control por parte de grupos afines a los rebeldes malinenses y/o de Al Qaeda. Entre ese armamento podrían estar los misiles antitanque Milan, vendidos por Francia al régimen de Gadafi, y que ahora habrían llegado a los grupos afines a Al Qaeda en Malí, aunque no está claro que sepan usarlos.

El fracaso. Malí ha formado parte de la estrategia que lanzó EE UU después del 11-S. Washington patrocinó y entrenó a las tropas de países africanos como Malí para hacer frente a la presencia cada vez más importante de grupos afines a Al Qaeda. Parte del nacionalismo tuareg (población nómada, distinta a la árabe) ha encontrado apoyo en AMI, que se ha ido desplazando hasta el norte de Malí y del Sahel, ante el empuje de las fuerzas argelinas (no siempre eficiente, como demuestra el asalto perpetrado en Argelia a 2.000 km de la frontera de Malí). La retórica de los distintos grupos rebeldes a Bomako coincide en defender un estado islámico muy parecido al impuesto por los talibanes en Afganistán.

Paralelismo afgano. En un conflicto solemos cometer el error y el acierto de acudir a paralelismo con conflictos parecidos. En este caso, Afganistán ha sonado desde el principio en el imaginario de todos los analistas. Quizá no se  hayan aprendido las lecciones que se deberían haber extraído de Afganistán.

Los rebeldes del norte se adaptan muy bien a un terreno hostil: solo el norte de Malí es 1,5 veces mayor que toda Francia y en desierto. Los expertos militares hablan que cuanto más suba la temperatura en la zona, más difícil, por ejemplo, será usar los helicópteros, arma clave para responder a un enemigo difuso.

Pero también se puede parecer a un Afganistán bien remoto, el de los grupos mujahidines, que actuaba casi cada uno por si cuenta frente al enemigo soviético ¿AMI controla a todos los grupos?¿Responden a todos los grupos a una estrategia más común? Una respuesta que se irá definiendo con el tiempo, porque en la actualidad hay que reconocer que el desconocimiento gana a cualquier certeza.

La salida. Francia sostiene que estará el tiempo necesario y que piensa contar con el apoyo de otros países africanos. No parece que de momento eso se vaya a cumplir en un espacio de tiempo relativamente corto, y el Ejército de Malí no ofrece desde luego las mejores garantías para los intereses de Francia

La semántica. No oirán al gobierno galo hablar de islamistas. Para París son terroristas. La semántica está siendo clave dentro de esta guerra, para atenuar una frente interno: Hollande quiere evitar a todo costa que esta guerra sea vista como una guerra contra el Islam que pueda levantar a la población musulmana francesa.

ISSOUF SANOGO (AFP)

Ciegos.  De cara a la comunicación, París tiene ganado, de momento, todo el espacio informativo: controla la zona de guerra y no hay presencia significativa de periodistas en las zonas de combate. No vamos a ver imágenes desagradables, y  solo podemos ver como esperan los soldados franceses a entrar en combate desde Bamako. Los rebeldes y grupos terroristas implicados solo tienen una estrategia posible: mostrar todo el aspecto descarnado de la intervención así como su propio ensañamiento con el enemigo.

Irak, se van los militares, volverán los mercenarios

Thursday, December 15th, 2011

EE UU se retira hoy de Irak ocho años después sin haber alcanzado una clara victoria. Es posible que hayamos asistido a la última gran invasión por parte de un ejército regular en mucho tiempo.

La guerra de Irak ha dejado patente que la victoria en las guerras es fácil de declarar, pero difícil de demostrar. Es paradójico que 8 años después, Obama, que se opuso a esta guerra, acudiera ayer al mismo argumento que Bush: los iraquíes están ahora mejor que en tiempos del execrable dictador Sadam Hussein. Solo un dato: en el año 2000 la esperanza de vida era de 70,74 años; en 2009, de 68,09, según datos del Banco Mundial. Irak sin Sadam es desde luego un mejor Irak, pero no es una disyuntiva ante los ocho años de invasión.

También Obama le copió a Bush en el discurso de ayer otra laguna: Hizo referencia a los soldados heridos — más de 30.000 — y sobre todo a los cerca de 4.500 muertos que ha dejado esta guerra entre sus filas, y ninguna referencia a los más de 100.000 muertos iraquíes.

La invasión de Irak y posterior ocupación ha sido un buen paradigma de las nuevas guerras (acudir siempre en estos casos al libro de referencia de Herfried Münlker): un ejército regular es incapaz de cubrir todos los frentes de una guerra y acude a la contratación de empresas privadas, para dar abastecimiento a sus tropas y sobre todo hacer funciones de seguridad. El ejemplo más mediatico ha sido Blackwater, pero fueron muchas las protagonistas de esta privatización de la guerra, de este negocio ya intrínseco de los nuevos conflictos, cuya presencia se incrementó aún más bajo la administración del premio Nobel de la Paz Barak Obama.

EE UU retira hoy a sus soldados de Irak, pero en enero siguiente habrá una fuerza similar a una brigada (entre 3.000 y 5.000 efectivos) compuesta por empleados de empresas privadas para proveer de seguridad a todo el cuerpo diplomático estadounidense acreditado en Bagdad.

Los protagonistas, ocho años después, siguen siendo los mismos. Blackwater, tras cambiarse el nombre por Xe Service (todo por el tiroteo de la plaza Nisour) y ahora pasar a llamarse Academi, pretende volver a Irak, para dar entrenamiento a las fuerzas de seguridad iraquí, y quizá de nuevo arrancar algún tipo de contrato de seguridad, pese a que el Gobierno iraquí vetó a todos estos mercenarios de su territorio. Sin las fuerzas de EE UU, veremos cuanto tiempo tarda Irak en echar mano de estas compañías — ¿quizá con empleados iraquíes? — para dar seguridad.

La guerra, nunca ha dejado de ser un gran negocio.

El fútbol, hasta en la guerra

Friday, August 26th, 2011

Un rebelde, con la camiseta del Real Madrid; dos combatientes pro Gadafi, con la camiseta del Barça (uno de ellos con el 10 de Messi), son detenidos tras rendirse. Si todo fuera tan sencillo como el fútbol.

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Fotos de FILIPPO MONTEFORTE (AFP) y DANIEL BEREHULAK (GETTY)