Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Archive for the ‘De La Guerra’ Categora

Murió el perro de guerra Bob

Monday, October 15th, 2007

Robert DenardRobert Denard murió el pasado sábado a los 78 años en su cama . El Alhzeimer que le fue diagnosticado hace unos años, borró parte de sus memorias de guerra. Porque el comandante Bob, el Viejo Bob o Said Mustapha Mahdjoub (todos ellos apodos de guerra, sin contar con los numerosos nombre falsos que usó) vivió de la guerra y para la guerra: Denard era un dog of war, un perro de guerra, un mercenario, que sirvió como inspiración para el personaje de Forsyth, Cat Shannon.

En su ficha de combate cuenta con numerosos golpes de Estado en el continente africano y la península Arábiga, con intervenciones en Zimbabwe (la antigua Rodhesia), Nigeria, Benin, Yemen, Angola, Gabon, el antiguo Zaire, un largo etcétera y sobre todo Comoras.

El viejo Bob nació en Francia en 1929. Su padre era un militar que desarrolló su carrera en las colonias. Con 16 años, se unió a la resistencia durante la II Guerra Mundial; luego Denard se fue como voluntario a Indochina, a luchar contra el comunismo, su primera batalla, porque él se declaraba ante todo anticomunista.

Hasta 1952 estuvo enrolado en el ejército francés; luego se trasladó a Marruecos, formando parte de la Policía del protectarado hasta la independecia del país. Denard dejaba los uniformes y se convertía en un perro de guerra.

El comandante Bob vivió en los procesos de descolonización, en plena Guerra Fría. Había que parar al comunismo en África, y mantener los intereses de Francia, pero respetando siempre las apariencias de no ingerencia. Para eso les services de renseignement tenía a tipos como Denard.

Si hubo un destino y un objetivo predilecto para el viejo Bob ese era Comoras. Hasta cinco golpes de Estado protagonizó Denard y sus chicos en el pequeño país desde 1975.

En 1995, el comandante Bob, salió de su retiro, y al frente de un grupo de treinta combatientes (todos ellos europeos), derrocó al presidente Said Mohamed Yoharr. Bob y sus chicos (sobre todo Dominique Malacrino) saltaron a las páginas de todos los periódicos.

Denard detenido por tropas francesas en 1995Yohar, a quien Bob había llevado al poder tras asesinar en 1989 al anterior presidente (también ayudado por Denard, con guardia pretoriana incluída), fue hecho prisionero. Era el aparante seguro del comandante, ya que, pese a que todo señalaba que detrás del golpe estaban los servicios secretos galos, Francia se lavó las manos y decidió intervenir, enviando a 1.000 efectivos a los que Denard y sus chicos se rindieron. “No comprendo lo que ha pasado. Seguramente me neutralizarán para que no hable. Tengo enfrente, como enemigos, a compañeros de armas. Estoy descorazonado. Los servicios secretos no están envueltos en esto. Por eso se ha formado este lío”, decía Denard en declaraciones recogidas por El País el 5 de octubre de 1995.

Francia mandó al presidente Yohar al exterior para que se recuperara del susto, pero luego no le dejó volver. Denard había cumplido su misión, en el siempre teatro de falsedades y apariencias.

En febrero del 2006, el teatro de las apariencias llegaba a los tribunales: Denard, ya enfermo, era juzgado en Absentia por este último golpe de Estado. La sentencia se conoció el pasado mes de julio: cuatro años de prisión que nunca iba a cumplir. En proceso, con documentos, entrevistas y demás, en Comores95.

Navajas suizas made in China

Friday, August 3rd, 2007

Navaja SuizaLas navajas suizas (también conocidas como SAK, Swiss Army Knife) es “el arma predilecta del neutral ejército suizo”; es una muestra, además, del nacionalismo suizo, ese país que, parafraseando a Orson Wells en el Tercer Hombre, después de 500 años de democracia y paz solo dio el reloj de cuco, los Swacht y estas navejas.s

De hecho, el origen del SAK viene de que a un tal Karl Elsener le sentó mal que los saldados suizos fueran pertrechados con navajas hechas en Alemania, e inventó y desarrolló las navajas suizas, que desde el siglo XIX fabrica la empresa Victorinox.

Si Elsner levantara ahora la cabeza, le volvería a dar un ataque aún mayor de nacionalismo, si finalmente el ejército suizo encarga estas navajas no a la empresa que siempre las ha fabricado, sino a una empresa china. De momento, han sacado a concurso la fabricación de 65.000 navajas, en cumplimiento de las normas de la Organización Mundial del Comercio.

Puede que las navajas suizas se fabriquen en China o, porque no, en Albacete. ¡Cosas de la globalización!

Mercenarios, el segundo ejército en Irak

Tuesday, July 17th, 2007

Faluya, 31 de marzo 2004: dos vehículos en los que viajan varios agentes de seguridad privada son atacados por la insurgencia; escoltaban un convoy con alimentos para el ejército de EE.UU. Mueren cuatro de ellos (todos vinculados anteriormente con el ejército estadounidense), y sus cuerpos quemados son arrastrados y colgados de un puente por una multitud enfurecida.

Cinco días más tarde, el 4 de abril Najaf, los medios de comunicación se hacen eco de que el cuartel general de los EE.UU en Nayaf fue defendido no por soldados sino por otros agentes de seguridad privada.

Tanto los que murieron en Faluya, como los que hicieron frente a los ataques de la milicas chiíes en Nayaf pertenecían a la misma compañía de seguridad privada: Blackwater.

La mayoría de los medios se refirió (y se refiere) a ellos como “contratistas”. En este término genérico se engloba a todo aquel civil contratado por EE.UU o la Coalición para llevar acabo alguna función, principalmente en Irak o Afganistán; una gran parte de estos contratistas son agentes de seguridad privada, considerados por muchos como simples mercenarios.

El Departamento de Estado reconoce que tiene contratos con al menos 28 compañías de seguridad privada; por su parte, el Departamento de Defensa, no ha hecho pública ninguna relación de empresas con las que tiene contratos en vigor.

Blackwater en la Zona Verde de Bagdad

La privatización de la guerra no es un fenómeno nuevo, pero, tal y cómo relata un informe de junio de 2007 realizado por el CRS para el Congreso de los EE UU (informe en pdf) , es la primera vez que EE.UU tiene que recurrir a contratistas para labores de seguridad.

Se calcula que sólo en Iraq hay entre 20.000 y 30.000 contratistas encargados de tareas de seguridad, pertrechados con las más modernas armas, vehículos blindados, helicópteros y la más alta tecnología en comunicación. Sea cual sea la cifra verdadera, el número supera a los 9.000 efectivos que tiene desplegados en el Reino Unido en Irak.

Hacen funciones que van desde la escolta a personalidades, pasando por distribución de logistica para el ejército, la vigilancia de recintos oficiales, hasta llegar a la vigilancia de los campos de petróleo. Dos ejemplos son esclarecedores: la seguridad del recinto de la embajada de los EE UU, situada en la Zona Verde, corre a cargo de la compañía de seguridad privada Triple Canopi, mientras que el embajador es escoltado por la ya citada Blackwater.

Esta última empresa es el paradigma de la empresa de seguridad privada que opera en Irak. Con un campus de entrenamiento de 970 hectáreas en Carolina del Norte, la empresa cuyo emblema es una huella de oso, no solo proporciona seguridad, sino que también es una especie universidad, con cursos sobre manejo de armas, conducción de vehículos, primeros auxilios, y hasta iniciación al árabe iraquí y urdú.

Las ofertas para trabajar en estas empresas son sustanciosas: un empleado estadounidense o británico de estas compañías puede llegar ganar entre unos 1.000 y 1.500 dólares al día (los mejores pagados son antiguos miembros de cuerpos de élite de los EE UU o el Reino Unido), frente a los entre 140 y 190 dólares que gana un soldado bajo pabellón estadounidense. No es de extrañar que las ofertas de trabajo por Internet, con intermediarios, proliferen por la Red; tampoco debe extrañar que los soldados estadounidenses y británicos prefieran licenciarse y ser contratados por estas empresas de seguridad.

Paul Bremer escoltado por guardaespaldas de Blackwater

Pero ni los estadounidenses ni los británicos son mayoría entre las filas de este segundo ejército en Irak. Muchos de los empleados son iraquíes, o proceden de terceros países que ni tan siquiera tienen tropas desplegadas ni en su día apoyaron la guerra.

Ya en enero de 2004, el periódico La Tercera de Chile recogía un oferta de trabajo de la empresa RedTáctica para ex miembros de las fuerzas armadas (“preferentemente de fuerzas especiales, con salud compatible, y con dominio del inglés”); su destino iba a ser Irak, y la empresa iba a ser acusada de mantener campos de entrenamiento clandestinos en territorio chileno, por no hablar de la fuga de dos hermanos que lograron escapar de Irak y denunciaron los impagos además de las pésimas condiciones de trabajo. El sueldo iba a ser entorno a los 3.000 dólares, cantindad notablemente inferior al que cobraban los soldados de fortuna ingleses, estadounidenses, gurkas nepalíes, filipinos, colombianos o españoles, como daba cuenta el periódico ABC en septiembre de 2004. De nuevo, la empresa que estaba detrás de la contratación era Blackwater, a través de un intermediario chileno.

Mercenario_irak

Pero el negocio no es solo personal: quienes se lucran con la prestación de estos “servicios de seguridad”, son la empresas: el informe del CRS para el Congreso señala que solo la empresa británica Aegis Defence Services Limited ha acumulado contratos por valor de 292 millones de dólares, y espera otros por valor de 400 millones de dólares.

Otro informe, este de la Cámara de Representantes, calcula que solo las actividades que realiza la empresa Blackwater cuesta entre tres y diez veces más si esas mismas actividades de seguridad fueran realizadas por tropas regulares estadounidenses. Es, por tanto, un negocio más que ha proliferado alrededor de la invasión de Irak.

No se sabe cuántos de estos soldados de fortuna han fallecido en Irak. Iraq Coalition casualities tiene recogidas 411 muertes recogidas por medios de comunicación. El propio Congreso de los EE.UU eleva esa cifra a 917 fallecidos (146 en los primero meses de 2007), y unos 12.000 heridos.

La impunidad es otro punto controvertido junto al mero negocio: estos mercenarios o agentes de seguridad no pueden ser juzgados por los tribunales iraquíes; el propio Congreso de los EE.UU duda si los tribunales internacionales pueden considerarlos como mercenarios, y esacapan de la definición de la Convención de Ginebra de 1977, de la que, además EE UU no es firmante; así, los ciudadanos estadounidenses dedicados a estas labores de seguridad solo podrían ser juzgados por tribunales federales estadounidenses o tribunales militares.

De la impunidad con la que algunos de estos agentes operan (ni tan siquiera tienen el freno de una cadena de mando oficializada), da cuenta un vídeo que muestra a supuestos empleados de Aegis disparando contra vehículos de civiles iraquíes sin mediar ni amenazas ni palabras, cómo si de un deporte se tratara.

Un caso similar es el de Washbourne (el que aparece en la fotografía con el brazo tatuado apuntando a un objetivo), un ex marine que trabaja para una de estas empresas: “Quiero matar a alguien hoy“, dijo a su unidad un día por ser el último antes de sus vacaciones. Y terminó disparando contra dos vehículos de iraquíes.

Otra dos firmas de seguridad, Titan y Caci International, estuvieron implicados en los abominables casos de tortura y abusos de la prisión de Abu Ghraib. Pese a que tres de sus empleados fueron acusados formalmente de tener “una conducta abusiva hacia los prisionerios” (es decir, torturas), el Pentágono siguió firmando contratos con las dos empresas.

Estos mercenarios no solo operan en Irak: Afganistán también ha sido su destino. En junio de 2004 las autoridades afganas detuvieron a Jonathon Keith Idema, un ciudadano estadounidesne acusado de mantener una carcel ilegal y de someter a los prisioneros a torturas; EE UU, a través de un comunicado, se disviculó del detenido. Condenado a 10 años por un tribunal afganos, fue amnistiado por el presidente Karzai, y ya está de vuelta en EE.UU.

La privatización de la guerra es tan antigua como la misma guerra; siempre hubo soldados dispuestos a ofrecerse por una buena soldada que por los fines propios de la guerra; pero la privatización de la guerra es un fenómeno en auge desde el final de la Guerra Fría, con la reducción de los efectivos en los ejércitos, el cambio de la naturaleza misma de las guerras, donde las línea entre población civil y ejércitos se ha diluído y de un proceso de privatización generalizada de todo lo estatal, como señala el profesor Peter W. Singer en Outsourcing War.

Irak ya es el paradigma de la privatización de la guerra: el segundo ejército en efectivos desplegado no pertenece a una nación, sino a empresas privadas.

La primera fotografía es cortesía de El Tirador Solitario.

Post publicado simultáneamente en Blog de Bloggers de El País.

Un plan secreto para desestabilizar al gobierno iraní

Wednesday, May 23rd, 2007

La CIA ha recibido el visto bueno presidencial para montar una “operación negra” secreta para desestabilizar al gobierno iraní.

Por operación negra se entiende: una operación secreta no atribuible a la organización que la ha aprobado.

Según The Blotter — blog de la cadena ABCNews que da la noticia como exclusiva — dicha operación  es   no letal, lo que quiere decir que no planean matar al presidente Ahmadinejad.

La contestación de la Casa Blanca, a través de Gordon Johndroe, portavoz del Consejo de Seguridad de EE UU: “La Casa Blanca no comenta materias relacionadas con la inteligencia”.

El plan no es una sorpresa, y no es el primero no será el último. No hay que olvidar que el lunes representantes de EE UU e Irán se reúnen para hablar sobre Irak.
Vía| The Blotter

Desastre en Somalia, éxodo en Mogadiscio

Sunday, March 25th, 2007

Mogadisico, la capital de Somalia, se va vaciando día a día con el resurgimiento – tal vez nunca cesaron – de los combates entre las milicias y el gobierno provisional.

Los combates se intensificaron el pasado miércoles, con escenas que recordaban a 1993: un grupo de insurgentes arrastraba por las calles sin pavimentar los cuerpos de soldados.

Las tropas etíopes, aquellas que lanzaron el ataque en la madrugada de la Nochebuena pasada, siguen en Somalia. Y seguirán porque ya dijeron que hasta que no lleguen los 8.000 efectivos prometidos por la Unión Africana (UA) no se piensan mover. De momento la UA solo ha enviado a 1.500 y se ha comprometido a que la cifra alcance los 4.000. Como desde otras latitudes no se está dispuesto a enviar tropas a Somalia – por extensión a África, de forma reconocida y pública , aunque de medio tapadillo presencia hay para aburrir – alguien le tendrá que sufragar a estos países el envío de tropas.

El viernes, un avión bielorruso se hacía añicos, falleciendo los 11 tripulantes de la nave, que asistían a las tropas la UA. El gobierno provisional somalí, se apresuró a decir que había sido un accidente, mientras que desde Bielorrusia se aseguraba que había sido derribado por un misil. Al gobierno somalí no le interesa que sea un misil, ya que se quedaría sin éste tipo de ayuda.

La falta de seguridad no afecta solo a la capital. Las costas somalis siguen estando repletas de piratas que campan a sus anchas. Prueba de ello es que desde hace un mes un barco fletado por la ONU permanece secuestrado frente a las costas del país africano. La tripulación la componen seis ciudadanos de Sri Lanka y seis keniatas, tal vez por eso el secuestro se dilate tanto.

El gobierno somalí suspende ordena las actividades de Al Jazeera en el páis, sin explicación alguna. Es fácil remitirse a lo que dijeron la vez anterior: “la televisión Al Jazeera es proclive a los insurgentes”. En verdad era una de los pocas cadenas internacionales con presencia en el país, así que mejor no vaya nadie a contar lo mal que van las cosas por esas latitudes

Unidad Militar de Emergencias, bajo mando del ministerio del Interior

Thursday, March 22nd, 2007

Artículo publicado en El País de hoy:

La Unidad Militar de Emergencias (UME), la fuerza de élite creada por el Ministerio de Defensa para hacer frente a catástrofes, actuará “bajo la dependencia del ministro del Interior” en los supuestos de emergencias declaradas de interés nacional, mientras que en los restantes casos dependerá de los responsables de protección civil de las comunidades autónomas. El ministro de Defensa se reserva la potestad de autorizar caso a caso la intervención de la UME, a petición del ministro del Interior, según el decreto que prevé aprobar mañana el Gobierno.Continúa leyendo el artículo de Miguel González en El País.

La Unidad Militar de Emergencias, desfilando el pasado 12 de octubre en el paseo de la Castellana. Foto Moeh

Cuando se creó esta unidad, algunos la bautizaron como”la guardia pretoriana de Zapatero”, ya que su intervención tiene lugar “cuando lo decida el Presidente del Gobierno, o el ministro en quien delegue, para contribuir a la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas”, según el dossier de prensa del ministerio de Defensa para el desfile del 12 de octubre.

No debería escandalizar a nadie que actúe bajo decisión del presidente del Gobierno – ahora el ministerio del Interior – ya que en la gestión de catástrofes y desastres entran en juego múltiples ministerios y administraciones tanto autonómicas como locales.

En el decreto, se insiste en que la unidad se encuadra dentro del organigrama de las Fuerzas Armas, dependiente del ministerio de Defensa. De hecho será el ministerio de Defensa quien ordene su intervención, por delegación del presidente del gobierno.

En el supuesto de que una comunidad autónoma pida la intervención de la UME por catástrofe, será el ministerio del Interior quien decida primero la conveniencia del envío de efectivos, seguida del ministerio de Defensa.

La unidad tendrá 4.310 efectivos a finales de 2008, cuando esté plenamente operativa, y “en el cumplimiento de sus misiones, gozarán del carácter de agente de la autoridad”, pudiendo utilizar recursos tanto públicos como privados y requisar temporalmente bienes con derecho a indemnización de los propietarios.

Su bautismo de fuego será precisamente apagando fuegos este verano.

Japón y los crímenes sexuales de la II Guerra Mundial

Wednesday, March 7th, 2007

Japón es el país que más perdón ha pedido por los crímenes que cometió en la II Guerra Mundial, pese a haber pasado más de 60 años. Ahora se le solicita que pida perdón – a golpe de indemnización – por los crímenes sexuales cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha asegurado que Japón no va a volver a pedir perdón por estas prácticas del pasado. Se calcula que unas 200.000 mujeres fueron explotadas sexualmente por Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

Un informe sobre estas prácticas

Esa explotación fue sufrida básicamente por ciudadanas chinas y coreanas. Fue una explotación sistemática, pensada y reglada. Algunas de las llamadas “chicas de confort” trabajaban ya en el mundo de la prostitución, y las mafias hicieron su “agosto” con la presencia del ejército japonés.

Otras, fueron engañadas y enviadas a otros frentes, firmando un contrato por el que se ponían “al servicio del señor de la casa”, que no era otra cosa que, con el perdón, el chulo de turno. A las coreanas y chinas, junto a otras nacionalidades, según obra en un informe redactado por militares estadounidenses después de la guerra, se les prometió que iban a trabajar como enfermeras. Se puede hablar, por tanto, de esclavas sexuales:

Muy temprano, en mayo de 1942, agentes japoneses llegaron a Corea con el propósito de enlistar chicas coreanas para el “servicio de confort” en los nuevos territorios japoneses conquistados en el Sureste Asiático. La naturaleza de este “servicio” no era especificado pero se presumía que sería un trabajo relacionado con la visita de heridos en los hospitales, poniendo vendajes y en general haciendo que los soldados se sintieran felices. La inducción usada por estos agentes comprendía gran cantidad de dinero, una oportunidad para pagar las deudas familiares, trabajo fácil y el prospecto de una nueva vida en una nueva tierra, Singapur. Sobre la base de esa falsa presentación muchas chicas se enlistaron para el trabajo en ultramar siendo premiadas con un adelanto de varios cientos de yenes.La mayoría de las chicas eran ignorantes y sin educación, aunque algunas estuvieron relacionadas antes con “la profesión más antigua de la tierra.” El contrato que firmaban las ligaba a los reglamentos del Ejército y a luchar por el “señor de la casa” por un período de seis meses a un año dependiendo de la deuda de la familia, por la cual habían recibido un adelanto…Aproximadamente 800 de esas chicas fueron reclutadas de esa manera y desembarcaron con el “señor de la casa” en Rangún a medidos del 20 de agosto de 1942. Llegaron en grupos de ocho a veintidós. De ese lugar fueron distribuidas en varios lugares de Birmania, generalmente en pueblos de buen tamaño cerca a los campamentos del Ejército Japonés.
Eventualmente cuatro de esas chicas llegaron a Myitkyina. Ellas fueron Kyoei, Kinsui, Bakushinro, y Momoya. La casa Kyoei fue llamada “Maruyama Club”, pero fue cambiado cuando las chicas llegaron a Myitkyina dado que el comandante de la defensa de Myitkyina Coronel Maruyama, objetó el nombre.

El sistema de organización de las meretrices – con independencia de que fueran forzadas o no – era el que se siguió en otras guerras, y el que se sigue y seguirá en las guerras de hoy. Las meretrices se dividían en categorías, para los soldados y oficiales de distinto rango.

Además, era importante mantener un sistema sanitario paralelo de control sobre las meretrices, para evitar el contagio de enfermedades venéreas e infeccione, ya que el peor soldado es el muerto, seguido del que deserta, y terminando por el que está enfermo.

“Las chicas del confort” no hacían el trabajo gratis, sino que el sistema estaba montado para que los soldados pagaran al “señor de la casa” por cada servicio. El dinero podía o no revertir en la meretriz, dependiendo del grado de explotación que sufría.

Una práctica generalizada

La violencia sexual es algo que acompaña al intrínseco horror de las guerras. Algunos ejércitos sistematizan estos “servicios” al entenderlos como una necesidad intrínseca al soldado, “contratando” y “controlando sanitariamente” a las prostitutas.

Otros ejércitos optan por raptar y esclavizar a las víctimas de la guerra, algo común en muchas guerras africanas. Y a ello añadir como las mafias que controlan la prostitución en los territorios cercanos al frente – o en la lejana retaguardia – se nutren de ésta circunstancia.

Como ejemplo, en la guerra de ex-Yugoslavia, uno de estos chulos iba con una furgoneta que se aparcaba a la puerta de los cuarteles de las tropas internacionales. En la parte trasera, la prostituta hacía sus servicios, con los mandos, mirando para otro lado.

Las visitadoras

Por último quiero recomendar una novela, sobre esa sistematización de la prostitución en la guerra: Pantaleón y las visitadoras, de Mario Vargas Llosa – inminente, espero, y merecido premio Nobel de literatura.

Es una novela brillante, realizada en muchos fragmentos a golpe de informes, telegramas y correspondencia de un joven oficial, Pantaleón Pantoja, al que sus superiores le mandan poner en funcionamiento un servicio de meretrices o “visitadoras”.

El capitán Pantoja, se lo toma tan en serio, que establece un sistema científico para saber cuantos servicios demandarían cada uno de los soldados, haciéndoles un test de situación.

La novela puede parecer exagerada – por las dosis de humor con las que se trata el tema -, pero es sabido que casos como este existieron, existen y existirán en las guerras

Diamantes de sangre

Sunday, February 11th, 2007

DiCaprio lleva dos películas seguidas sorprendiéndome. Aquí borda el papel ,salvo por el guión y el director que alargan demasiado ciertas escenas lacrimógenas, tal vez para compensar por el metraje salpicado de sangre y alguna que otra amputación. Su compañero de reparto, Djimon Hounsou, le va a la par. Por si fuera poco nos ponen a unos imponentes ojos azules – Jennifer Connelly – haciendo de periodista.
La película está ambientada en la guerra de Sierra Leona, año 1999, donde el donante fue precisamente el control de las minas diamantes, con protagonismo de mercenarios extranjeros y combatientes sin escrúpulos que dejaron un país con miles de amputados a golpe de machetes.

Diamantes de sangre es una película en la línea de Syriana o el Señor de la Guerra, ese cine que pretende mover algo conciencias, mostrando lo más podrido de lo que consumios y en parte somos. Sin embargo, Diamantes de sangre quiere dejar claro quienes son los malos desde el principio, dos personajes que se mueven en la City londinense, que solo desfilan al principio y al final de la cinta. Es curioso, pero tras ver tanta muerte y destrucción, el castigo que se llevan los malos malísimos es un escarnio público – reportaje periodístico mediante – y consabidas protestas de grupos con estética antiglobalización a las puertas de sus empresas. El espectador tiene que quedarse conforme con esta justicia tan asimétrica, y sale del cine pensando que los malos malísimos se han llevado la peor pena para ellos: el descrédito público. Nos autoabsolvemos, porque resulta que al final nadie compra diamantes, ni su coche usa gasolina ni su PC necesita un mineral que solo se encuentra en determinadas regiones de África que da la casualidad que es donde más guerras hay. Lo mismo harán las actrices que luzcan preciosos diamantes en sus cuellos, la noche de los Oscar, donde Di Caprio ha sido nominado por su interpretación de traficante de diamantes y soldado de fortuna.
Toca la película muy de lleno el tema de los niños soldados, esos pífanos del siglo XXI al que aquí me refería tan solo hace unas horas. El proceso de captación y adiestramiento es simplemente estremecedor.
Hay escena que no me resisto a contar: los dos protagonistas entran a un poblado que acaba de ser arrasado por los rebeldes y entablan conversación con un anciano desquiciado que se ha salvado de la jauría. El anciano, en medio de un país asolado y destruido, suelta una frase brillante: “si encuentran petróleo aquí, entonces si que estaremos perdidos.”

Enlaces de interés:
Entrevista a DiCaprio en La Vanguardia
Documental sobre la posguerra en Sierra Leona, siguiendo al fotógrafo Pep Bonet

Los pífanos del siglo XXI

Saturday, February 10th, 2007

El pífano es tanto el nombre de un tipo de flauta, como de quien la toca. Ha sido un instrumento esencialmente militar, que, junto al tambor, marcaba el ritmo a la tropa durante la batalla, al tiempo que servían de elemento de comunicación. Estos músicos-soldados se solían colocar en la avanzadilla, y por tanto era los que probablemente caían primero en combate.
Si bien es cierto que obtenían una mayor soldada que el resto de sus compañero, también era usual que el pífano fuera un niño proveniente de una baja clase social o un huerfano cuya única salida era alistarse con las tropas. Nada tenía que perder más que la vida.
Quien mejor ha reflejado esa mirada de niño acobardado antes de entrar en la batalla ha sido Édouard Manet en el cuadro titulado precisamente Pífano. La mirada del niño lo dice todo.

El Pífano fue exibido en el Salón de París en 1860; otro genio, como un joven Zola, fascinado por el cuadro, lo defendió en un artículo periodístico.

Concebimos – y bien está hecho por nuestra parte – que la infancia debe de ser ajena a la guerra. Sin embargo, son las victimas más vulnerables de los conflictos armados. En muchos lugares, la infancia, además de ser víctimas se convierten en actores de esas guerras, y combaten en los ejércitos regulares e irregulares de distintos bandos: son los niños de la guerra.
En esta semana que dejamos atrás se han reunido en Paris 60 representantes de distintos países, comprometiéndose a poner no usar a los soldados niños en la guerra. Un avance reciente ha sido el juicio del Tribunal Penal Internacional contra el líder de la milicia Unión de Congoleses Patriotas, acusado de reclutar a niños soldados.


Herfried Münkler, quizá una de las mayores autoridades sobre conflictos armados actuales, escribe en su libro Viejas y nuevas guerras:

El hecho de que los niños, muchos de los cuales tienen menos de catorce años, pueden ser empleados en combates, tiene que ver con el desarrollo técnico de las armas de fuego ligeras que cada vez pesan menos, al tiempo que aumenta claramente su frecuencia de disparos; algunas tienen el aspecto de haber sido fabricadas más para niños que para adultos. Por tanto, es posible utilizar como combatientes a niños sin una formación militar ni entrenamientos prolongados. Su conciencia del riesgo, comparativamente poco desarrollado, y su relativa falta de exigencias, los convierten a la vez en el más eficaz instrumento del uso de la violencia. Los jemeres rojos de Camboya se sirvieron de estos niños no menos que los distintos grupos de combatientes afganos y las bandas de casi todas los señores de la guerra del África negra. Para los adolescentes, la posesión de un arma es a menudo la única posibilidad de conseguir comida y ropa, o apoderarse por la vía más sencilla de los ansiados bienes de consumo y los símbolos de condición social.

Los pífanos del siglo XXI no están para tocar la flauta, sino para disparar un arma ligera adapatada a su peso y medida, fabricadas y diseñadas lejos de esos campos de batalla.

Michelin firma un contrato con el ejército de los EE.UU

Friday, January 26th, 2007

Es sabido por los seguidores de la Fórmula 1, que Michelín dejaba éste año la Formula 1. En cambio, la compañía multinacional francesa se ha convertido en proveedora del ejército de los EE.UU, firmando un contrato de 1.700 millones de dólares con el Departamento de Defensa. Los neumáticos Michelín lucirán “en todos los vehículos de todas las ramas del ejército (Ejército de tierra, Armada, Fuerza Aérea y Marines)” Según informa un comunicado de la filial francesa en Estados Unidos. A este contrato hay que añadir el reciente contrato de 700 millones destinado a los aviones de la Fuerza Aérea. De cambiarle el nombre a las patatas fritas – recordar que dejaron de ser French Fries, para ser denominadas Freedom Fries por la oposición francesa a la guerra de Irak – a que ahora el caucho francés rueda por Irak. Ya se sabe, cosas de la globalización: nada tiene que ver las empresas privadas con la Política de su Estado.
Michelin XZL para equipamiento de transporte pesado. Foto: Michelin.