Guerra y Paz

autor

Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

  • March 2024
    M T W T F S S
     123
    45678910
    11121314151617
    18192021222324
    25262728293031
  • Buscar

  • CATEGORÍAS


  • ARCHIVO





  • ADMINISTRACIÓN

  • Instagram
  • Twitter

Archive for the ‘Cine’ Categora

Viñeta: Los Oscar contra los Goya

Tuesday, January 25th, 2011

Los Oscar contra los Goya
Una viñeta de Afiches

Una de cine: Celda 211

Monday, November 9th, 2009

Lo bueno. Una historia de buenos y malos, en una cárcel, donde un motín deja a un recién llegado funcionario de prisiones (Alberto Ammann) en medio del jaleo. Hábilmente se hace pasar por un preso y seduce a Malamadre, el líder del levantamiento, interpretado por un soberbio Luis Tosar. El guión tiene bastantes giros acertados y los diálogos hace que la historia fluya.

 Fotograma de la película con Alberto Ammann y Luis Tosar.

Lo malo. Nadie se puede creer determinados momentos de la historia, en la que la situación se ve muy forzada para llevar al personaje de Ammann al extremo. Este responde muy bien con su interpretación. Por cierto, es un clon bien hecho (y mejorado) de Eduardo Noriega, otro guaperas del cine español. Algunos de los personajes de las cárceles son muy exagerados en su caracterización: no son solo malos, tienen defectos físicos exagerados, tatuajes por todas partes, extranjeros, minorías… lo que viene a ser un malo en el “ideario colectivo”.

Y puestos a apelar a la imagen de cliché, deja por el suelo a los maderos, a los funcionarios de prisiones, que reparten tortas a mansalva y a las cárceles como instrumento de inserción en la sociedad. Los amotinados parecen condenados a perpetuidad y a pudrirse en una celda oscura y húmeda. Flaco favor si el espectador no tiene en mente que es tan solo una película que exagera la realidad.

En resumen, una película entretenida, bien hecha, que no es una ‘españolada’, con momentos buenos, con algunos fallos si uno se pone rigorista, pero que se salva para ser vista.

Una de cine, una mala adaptación

Sunday, May 31st, 2009

Un productor tiene medio camino recorrido cuando decide adaptar un libro de éxito (comúnmente llamados bestseller) a las pantallas; los lectores irán a ver al cine, y arrastrarán a algún que otro perezoso de pasar las páginas. El otro medio camino es hacer una buena película.

Los hombres que no amaban a las mujeres (adaptación del exitoso libro de Larsson), se queda en el medio camino: cosechará el éxito de los lectores que tienen curiosidad de ver cómo se adaptado la novela, porque la película es sencillamente mala.

Confieso que me sedujo la imagen previa de la protagonista Lisbeth Salander: los pircings, tatuajes, aspecto rebelde…la actriz Noomi Rapace parecía haber clavado el personaje de la novela. Pero uno llega al cine, en versión doblada (ante la imposibilidad de entender sueco) y ve que a la actriz le han plantado una voz repelente que te dan ganas de decirle: “chata, mejor comunícate por gestos”.

Del resto de actores decir que están mal maquillados, con granos y cicatrices en la piel, y que su interpretación no es poco creíble. Quizá porque sean demasiado suecos, con gestos nórdicos incomprensibles para una mente mediterránea. La película dura demasiado, y eso que acelera la trama dejando en el camino detalles interesantes del libro.

La mejor crítica queda resumida en un diálogo oído al final de la proyección: “El libro es mucho mejor”, le dice una espectadora a otra. “¡Dónde va ir a parar!”, asiente la otra. Mi recomendación para los ya iniciados en el universo Millenium es que, si pueden esperar, esperen al DVD para saciar la curiosidad de ver por ojos propios si está bien adaptada; para los vírgenes en este menester, tienen tiempo para leer el libro antes de que puedan hacerse con una copia. En todo caso, tal y cómo esta la economía, gastarse la entrada en esta adaptación es irresponsable.

No tan al margen:Alguien que parecía amar a las mujeres fue el fotógrafo Helmut Newton. Es uno de los mejores retratistas de mujeres, con un erotismo exquisito que emana de sus fotografías. La editorial Taschen ha decidido sacar una versión económica (100 euros, nada más, nada menos) de Sumo, un libro cuyo original pesa 35 kilogramos.

La sombra del poder, una excusa para hablar de periodismo

Tuesday, April 21st, 2009

El congresista Stephen Collins (Ben Affleck) investiga a una empresa de seguridad (de parecido razonable a la real Blackwater Worldwide)  cuando muere una de sus ayudantes (a la par que amante) en un sospechoso accidente de metro. El affaire entre la congresista y la actritiva ayudante salta a las páginas de los periódicos. El veterano reportero de papel Cal McAffrey (interpretado por Russell Crowe) acude en ayuda de su amigo el congresista, mientras una blogger recién llegada a su periódico (The Washington Globe), trata de sacar una historia sensacionalista sobre los devanéos sexuales del político. Las ventas en un periódico en tiempos de crisis (con lavado de imagen incluida) son cruciales y la editora (equivalente al puesto de director en un periódico español) Cameron Lynne (interpretada por una sensacional Helen Mirren, ) presiona al veterano McAffrey (whisky Jameson al cante, coche viejo, desastroso y desordenado, a la par que un aspecto tan desaliñado como la comida basura que engulle)  para que ayude a la blogger Della Frye (Rachel McAdams) a escribir historias que vendan papel, aunque para ello tengan que saltarse unas cuantas leyes del buen periodismo.

La sombra del poder (State of play) lo tiene todo para ser una película que uno puede recomendar: Guión bueno, escenas trepidantes, personajes reales que mantienen diálogos calcados a la realidad y sobre todo un espejo de la situación que se está viviendo actualmente en muchas redacciones, a saber: un periodismo del bueno, del toda la vida, del de contrastar fuentes, que no vende tantos ejemplares como antes, y que le echa la culpa a Internet y a los modos de hacer de unos tantos periodistas digitales (contrasentido, ya que el periodismo siempre se ha hecho, en gran medida, con los dedos). Los blogs son, en esto, el paradigma de la crítica, que se repite ya en el imaginario colectivo de Hollywood y de unas tantas series estadounidenses (un buen ejemplo sería el Ala Oeste de la Casa Blanca, que coloca a los blogs a la altura del betún), y a los que se les acusa de publicar solo chismes y historias reales [aquí en España tenemos ciertos confidenciales para este menester].

Para un periodista la historia de La sombra del poder es solo una excusa para ver retratado los males de su profesión en estos tiempos de crisis en lo económico, pero también, en lo sustancial, una crisis de su profesión / oficio. De hecho yo fui al cine motivado principalmente porque varios compañeros me la recomendaron, y porque se dedicaron un buen rato a hablar de ella (para consternación de quienes aún no la habíamos visto).

El periodista de toda la vida se queja de que ya no puede hacer bien su trabajo por cuestiones empresariales (no se venden periódicos, las historias son caras de investigar y solo se quieren grandes titulares para historias sensacionales que sirven para atrapar al lector, con el menor coste posible), mientras mira con recelo a unos jóvenes entusiastas que han nacido profesionalmente y mal pagados en Internet, sin otra capacidad de llegar a los hechos que a través del click del ratón (en esto también aparece la empresa, que le exige un trabajo desde la mesa, con el monitor como única ventana a la realidad, en pos de ahorrar costes) .

Y los diálogos son el hilo conductor de este particular guión paralelo de la película. Saco aquí algunos fragmentos:

La blogger y recién llegada a la redacción se presenta McAffrey y le pide información sobre el congresista

FREY: Bueno, ¿tu crees que tenía una aventura con esa chica?
MCAFFREY:  A ver, Della, no lo sé. Tendría que leerme un par de blogs antes de formarme una opinión

 En el despacho de la editora, hablando sobre la blogger Frey

MCAFFREY: Tengo entendido que nuestra versión online va fenomenal. No soy del tipo de personas que se daría cuenta de algo así, pero llevo aquí, ¿cuántos? ¿15 años? Uso el mismo ordenador desde hace 16 años. Ella lleva aquí 15 minutos y ya podría lanzar un puto satélite con toda la tecnología que maneja.
LYNNE: Es ambiciosa, barata y produce un artículo tras otro sin parar.
MCAFFREY: Y yo estoy sobrealimentado, soy demasiado caro y tardo mucho en redactar.
LYNNE: Eso es.

En la redacción, tras atar todos los cabos de la noticia, el veterano redactor de papel y la novel periodista de Internet.

MCAFFREY: ¿Sigues aquí? Creía que ya estarías publicando la primicia en Internet.
FREY: Es que una noticia de este calibre es mejor que la gente la lea en un periódico de papel.

Se imaginarán que por supuesto la guapa periodista digital (con su iphone incluido) se unirá al trabajo periodístico del aguerrido periodista de papel, para ganarse finalmente su reconocimiento. Sin embargo poco aprende el redactor de papel de la guapa periodista blogger. Pero hay que quedarse con ese trasfondo: al final se trata de periodismo, da igual que se haga en Internet, en papel, o con tantán.

PS: siguiendo la recomendación de Tormento [mi crítica de cine de cabecera] me quedé para ver los créditos finales, en el que se muestra la parte industrial del periodismo de papel: la imprenta. Parece que todo el mundo en la sala había leído la recomendación de Tormi, porque nadie se movió.

PS2: sobre esta película también ha hablado Ramón Lobo, con ésta reflexión final que suscribo: “En nuestro mundo en crisis quizá no dependamos tanto de la llegada de superhéroes que defiendan este oficio de nosotros mismos, sea impreso o digital, quizá basten periodistas sensatos y buenos que hablen solo de periodismo y no de presupuestos y que crean profundamente en este hermoso negocio de contar historias veraces.”

PS3: La película State of Playe está basada en la serie de la BBC con el mismo título.

El día en el que se fue Paul Newman

Saturday, September 27th, 2008

El mejor actor, la mejor mirada – toda azul –, el mayor seductor, el más bueno de los buenos…nos quedamos sin Paul Newman.

Hoy ha sido un día raro. La primera noticia que me han dado nada más llegar al trabajo ha sido la de su muerte, adelantada por una fundación italiana que el actor ayudó a montar. Los medios estadounidenses han tardado en despertar para dar la noticia. El triste adelanto lo han dado los medios europeos, especialmente los españoles e italianos, y sin piscinazo de por medio.

Decía que ha sido un día raro porque cuando das la noticia de la muerte de una persona como éstas te viene a la retina grandes recuerdos vividos frente a la pantalla. “Hay actores a los que recordaremos por sus personajes y hay actores a los que recordaremos por su persona, hay actores a los que echaremos de menos en la ficción y actores a los que echaremos de menos en la realidad”, escribe Guillermo Altares en un perfil que me ha retrotraído escenas y momentos del celuloide protagonizados por esta actor. Me he acordado especialmente de Cortina Rasgada, una de las películas de Hitchcock que teníamos grabada en cinta y que era una de las veía gripe mediante. También de la escena de La Leyenda del Indomable en la que se apuesta que es capaz de comer huevos cocidos a mansalva. O el papel que hacía en El hombre de Mackintosh.

Fotografía de la Agencia Magnum, que ha publicado una galería con las típicas fotones la agencia; lo tenían fácil:Newman salía siempre perfecto.

Los comentarios en ELPAÍS.com a la noticia de su muerte han sido todos conmovedores. Gente que confesaba que había llorado al conocer la muerte de este actor, que se le iba casi uno de su familia. Yo no llego a tanto, pero confieso que en momentos he tenido un nudo en la garganta.

Esta noche, como homenaje me tragaré algunas de sus buenas películas. Aún no las tengo decididas, pero seguro que acertará y me vendrán recuerdos de otros tiempos.

“¡Coño! ¿No os dais cuenta de la suerte que tenéis? ¡Soy contemporáneos de los grandes clásicos del cine”, repetía en sus clases J.A Porto. Siempre que se va uno de ellos me acuerdo de esta frase…

Una de cine: Che, el argentino

Saturday, September 6th, 2008

“Es imposible hacer una película sobre el Che pero nosotros lo intentamos”, dijo apenas hace unos días Benicio del Toro en una entrevista con motivo de la presentación de Ché, el argentino en España. Sí, lo han intentado.

Che, el argentino, es una película centrada en el personaje histórico convertido en símbolo de muchas causas, excusas y culpas. Un personaje complejo, interpretado por un Benecio del Toro correcto y metido en el personaje, pero sin tirar cohetes.

Todo el mundo espera a un personaje que cuestiona a Fidel Castro, pero encontramos a un dócil Ernesto Guevara que solo cumple órdenes y hace cumplir las órdenes. Se espera también ver contra quien es la revolución, pero la dictadura de Batista no aparece retratada y el acento se carga contra un difuso imperialismo estadounidense, tomando como base los discursos del Ché en la ONU unos años más tarde de los combates en Sierra Maestra, donde transcurre gran parte de la trama.

Si irrita al régimen cubano es por ganas de irritarse: la película no entra en ninguna polémica. El retrato que hace de Fidel Castro es fidedigno, reconocible, pero sin profundizar: Fidel habla con sus gestos, abruma con los datos y todos escuchan. El esbozo del personaje es ideal, pero no deja de ser un esbozo. Quizá sean los que vivieron de cerca esta esta los que deben decir si los personajes son tan fidedignos.

Es una película sosa, (insistimos) sin conflicto, dejando de lado incluso el aspecto humano — solo una mención a la mujer e hijos del Ché en toda la película –, las dudas, y con toda esta receta uno espera que se opte por el mito. Pero huye tanto del mito, como de la humanización, y se queda practicamente nada.

Después de dos horas de película — que llega a hacerse larga porque (insistimos) no tiene trama, y es solo una sucesión de misiones que Fidel le encarga a Ernesto hasta que de repente triunfa la revolución — la historia se suspende en la carretera que lleva la Che hasta la Habana, el 2 de enero de 1959. Le queda a Soderbergh una segunda oportunidad para enmendar la plana.

Magister Dixit: la paz y el reloj de Cuco

Thursday, July 31st, 2008

El tercer hombre es una de las mejores películas de la historia. Retrata la Viena de después de la II Guerra Mundial, con el tráfico de penicilina como trasfondo. La película tiene grandes frases. Pero hay un pasaje ya mítico, en el que Harry Lime (Orson Wells, en su mejor papel) le suelta a su amigo Holly Martins está frase:

 

“En italia cuando mandaban los Borgia hubo mucho terror, guerras y matanzas, pero también fue la época de Miguel Ángel, de Loenardo y del Renacimiento. En Suiza pasó lo contrario: hubo 500 añps de democracia, de amor y de paz. ¿Y cuál fue el resultado? El reloj de cuco. Adiós Holly”

 

Y he aquí la versión original:

 

 

Don’t be so gloomy. After all it’s not that awful. Like the fella says, in Italy for 30 years under the Borgias they had warfare, terror, murder, and bloodshed, but they produced Michelangelo, Leonardo da Vinci, and the Renaissance. In Switzerland they had brotherly love – they had 500 years of democracy and peace, and what did that produce? The cuckoo clock. So long Holly.

Una de cine: Tropa de Elite

Saturday, July 19th, 2008

Un héroe decide retirarse de la guerra porqué está apunto de tener un hijo; por algunos que otros azares se le presenta dos candidatos: este es el esqueleto de Tropa de Elite, película trepidante de José Padilha.

El Capitan Nascimento interpretado por Wagner Moura -que recuerda a Charlie Sheen pero a la brasileña – es el capitán de un batallón del cuerpo de élite de la policía, BOPE (Batalhão de Operações Policiais Especiais, or Special Police Operations Battalion). Además de ser los que entran en las favelas donde no llegan los policías convencionales, es la única parte del sistema que no está invadida por el cáncer de la corrupción. Pero el capitan Nascimento, cansado de jugarse la vida y con su primer hijo por camino, tiene que buscarse un sustituto honrado, y encuentra dos candidatos: el impulsivo Neto ( Caio Junqueira) y el aparentemente más sensato André Matias ( André Ramiro).

Pero el sensato André quiere ser abogado (además de algo raro: ¡un policía de elite con gafas convencionales!), va a la facultad, y sin decir que es policía se mete en lo más hondo de las favelas. El resto es la película, una muy buena película de acción, pero no solo.

La película, basada en un libro escrito por un sociólogo y un ex oficial que contaba por primera vez la dinámica de este cuerpo de élite, refleja múltiples aristas de un contexto difícil de entender: una policía corrupta que se alimenta de su propia corrupción, la sociedad de clase media metiéndose la droga con la que se alimenta las favelas (en seguida te viene a la cabeza la película Ciudad de Dios), estas gobernadas por los señores de la droga, y un punto limpio en medio del caos: un grupo de élite de la policía, todos honrados, que entra, mata y no muere, pero imparte su justicia con un tiro en la nuca. El director consigue que enfatices con ese modo de justicia, porqué presenta todo como si solo esos chicos fueron los únicos de discernir el bien del mal, al más estilo western, pero sin duelos, sin sherif, y con pinceladas de realidad que te trae a la memoria, por ejemplo, los llamados batallones de la muerte.

Un aviso final: la mayoría de las sinopsis aseguran que la película tiene muchos rasgos del documental. No seré yo que lo niegue, pero esos rasgos son anecdóticos.

El Trailer de la película:

Otras opiniones:

Datos de la jungla, crítica de Carlos Boyero.

Cámaras de denuncia, reportaje publicado en Babelia.

Una de cine Indiana Jones IV, solo para convencidos

Saturday, May 24th, 2008

Cuando repites más de diez veces a lo largo de la película la coletilla “es Indiana” para justificar la suerte, la destreza y las peripecias de este héroe, te das cuenta que la película solo gustará a aquellos que han visto con insistencia las otras tres películas de la saga. Esta no es la peor de todas, pero tampoco la mejor, aunque es cierto que la espera de 19 años tampoco ha merecido tanto la pena.

En esta entrega los malos ya no son los nazis, sino los comunistas de la URSS. Los malos son malos hasta en la interpretación, incluida la disolución de Kate Balnchett con un personaje de mala con guantes. Los buenos, los que acompañan a Indy, mejoran el papel de los malos, con puñetazos, patadas, navajazos, esgrima… La ex novia y el jovenzuelo rebelde salen bien parados si se les compara con unos torpes rusos.

Y Harrison Ford es Indy, el de siempre, salvo que se le ve mayor. Uno espera que los guionistas hubieran explotado más esa vertiente de hombre ya a punto de la jubilación, pero no: Indy — el antiarqueólogo que se va cargando los yacimientos milenarios base de pedradas y navajazos — sigue manejando el látigo como siempre, buscando la salida más ingeniosa, aunque en esta ocasión, ni una sola gota de latín.

Pues eso, no es buena ni mala: es Indiana Jones para convencidos.

Otros opinan: Tormento en Chiquiworld; El onanismo melancólico,, la música , la contundencia: M’a encantao.…Y para los que ya la han visto, un destripe de Álavaro Pérez, que anda muy cabreado con Lucas y Spielberg .

Frase del día: el destino para el exilio

Wednesday, April 16th, 2008

Arturo Pérez Reverte recibió ayer de la República de Francia la Orden Nacional al Mérito. En la entrega recordó lo que le decía su abuelo : “Arturín, aprende francés, que alguna vez en la vida los españoles siempre tendremos que exiliarnos (…) Es bueno tener un lugar en el cual uno sabe que hay un refugio. Francia sigue siendo un lugar cuya bandera acoge todas las culturas”.

Vía EL PAÍS.

Ya lo dijo Humphrey : “We’ll Always Have Paris”