Guerra y Paz

autor

Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

  • April 2009
    M T W T F S S
     12345
    6789101112
    13141516171819
    20212223242526
    27282930  
  • Buscar

  • CATEGORÍAS


  • ARCHIVO





  • ADMINISTRACIÓN

  • Instagram
  • Twitter

La sombra del poder, una excusa para hablar de periodismo

Moeh Atitar de la Fuente - Tuesday 21 de April de 2009

El congresista Stephen Collins (Ben Affleck) investiga a una empresa de seguridad (de parecido razonable a la real Blackwater Worldwide)  cuando muere una de sus ayudantes (a la par que amante) en un sospechoso accidente de metro. El affaire entre la congresista y la actritiva ayudante salta a las páginas de los periódicos. El veterano reportero de papel Cal McAffrey (interpretado por Russell Crowe) acude en ayuda de su amigo el congresista, mientras una blogger recién llegada a su periódico (The Washington Globe), trata de sacar una historia sensacionalista sobre los devanéos sexuales del político. Las ventas en un periódico en tiempos de crisis (con lavado de imagen incluida) son cruciales y la editora (equivalente al puesto de director en un periódico español) Cameron Lynne (interpretada por una sensacional Helen Mirren, ) presiona al veterano McAffrey (whisky Jameson al cante, coche viejo, desastroso y desordenado, a la par que un aspecto tan desaliñado como la comida basura que engulle)  para que ayude a la blogger Della Frye (Rachel McAdams) a escribir historias que vendan papel, aunque para ello tengan que saltarse unas cuantas leyes del buen periodismo.

La sombra del poder (State of play) lo tiene todo para ser una película que uno puede recomendar: Guión bueno, escenas trepidantes, personajes reales que mantienen diálogos calcados a la realidad y sobre todo un espejo de la situación que se está viviendo actualmente en muchas redacciones, a saber: un periodismo del bueno, del toda la vida, del de contrastar fuentes, que no vende tantos ejemplares como antes, y que le echa la culpa a Internet y a los modos de hacer de unos tantos periodistas digitales (contrasentido, ya que el periodismo siempre se ha hecho, en gran medida, con los dedos). Los blogs son, en esto, el paradigma de la crítica, que se repite ya en el imaginario colectivo de Hollywood y de unas tantas series estadounidenses (un buen ejemplo sería el Ala Oeste de la Casa Blanca, que coloca a los blogs a la altura del betún), y a los que se les acusa de publicar solo chismes y historias reales [aquí en España tenemos ciertos confidenciales para este menester].

Para un periodista la historia de La sombra del poder es solo una excusa para ver retratado los males de su profesión en estos tiempos de crisis en lo económico, pero también, en lo sustancial, una crisis de su profesión / oficio. De hecho yo fui al cine motivado principalmente porque varios compañeros me la recomendaron, y porque se dedicaron un buen rato a hablar de ella (para consternación de quienes aún no la habíamos visto).

El periodista de toda la vida se queja de que ya no puede hacer bien su trabajo por cuestiones empresariales (no se venden periódicos, las historias son caras de investigar y solo se quieren grandes titulares para historias sensacionales que sirven para atrapar al lector, con el menor coste posible), mientras mira con recelo a unos jóvenes entusiastas que han nacido profesionalmente y mal pagados en Internet, sin otra capacidad de llegar a los hechos que a través del click del ratón (en esto también aparece la empresa, que le exige un trabajo desde la mesa, con el monitor como única ventana a la realidad, en pos de ahorrar costes) .

Y los diálogos son el hilo conductor de este particular guión paralelo de la película. Saco aquí algunos fragmentos:

La blogger y recién llegada a la redacción se presenta McAffrey y le pide información sobre el congresista

FREY: Bueno, ¿tu crees que tenía una aventura con esa chica?
MCAFFREY:  A ver, Della, no lo sé. Tendría que leerme un par de blogs antes de formarme una opinión

 En el despacho de la editora, hablando sobre la blogger Frey

MCAFFREY: Tengo entendido que nuestra versión online va fenomenal. No soy del tipo de personas que se daría cuenta de algo así, pero llevo aquí, ¿cuántos? ¿15 años? Uso el mismo ordenador desde hace 16 años. Ella lleva aquí 15 minutos y ya podría lanzar un puto satélite con toda la tecnología que maneja.
LYNNE: Es ambiciosa, barata y produce un artículo tras otro sin parar.
MCAFFREY: Y yo estoy sobrealimentado, soy demasiado caro y tardo mucho en redactar.
LYNNE: Eso es.

En la redacción, tras atar todos los cabos de la noticia, el veterano redactor de papel y la novel periodista de Internet.

MCAFFREY: ¿Sigues aquí? Creía que ya estarías publicando la primicia en Internet.
FREY: Es que una noticia de este calibre es mejor que la gente la lea en un periódico de papel.

Se imaginarán que por supuesto la guapa periodista digital (con su iphone incluido) se unirá al trabajo periodístico del aguerrido periodista de papel, para ganarse finalmente su reconocimiento. Sin embargo poco aprende el redactor de papel de la guapa periodista blogger. Pero hay que quedarse con ese trasfondo: al final se trata de periodismo, da igual que se haga en Internet, en papel, o con tantán.

PS: siguiendo la recomendación de Tormento [mi crítica de cine de cabecera] me quedé para ver los créditos finales, en el que se muestra la parte industrial del periodismo de papel: la imprenta. Parece que todo el mundo en la sala había leído la recomendación de Tormi, porque nadie se movió.

PS2: sobre esta película también ha hablado Ramón Lobo, con ésta reflexión final que suscribo: “En nuestro mundo en crisis quizá no dependamos tanto de la llegada de superhéroes que defiendan este oficio de nosotros mismos, sea impreso o digital, quizá basten periodistas sensatos y buenos que hablen solo de periodismo y no de presupuestos y que crean profundamente en este hermoso negocio de contar historias veraces.”

PS3: La película State of Playe está basada en la serie de la BBC con el mismo título.