Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Archive for the ‘Fotografía’ Categora

#fotógrafos1n5t4: entrega 1

Sunday, March 22nd, 2015

Me gusta Instagram. Mucho. Creo que para el mundo de la fotografía, como lo fueron (y siguen siendo) Flickr o 500px, es un escaparate para el talento. Se diferencia de estos en que ‘soltamos’ las fotos más alegremente.

Hay de todo en la fauna de Instagram. Es la pura democratización de la fotografía que empezó hace más en siglo un señor llamado Eastman con una marca llamada Kodak. Y en esa fauna hay de todo: desde simples usuarios que comparten platos que se zampan, exhibidores de abdominales y ropa, hasta sesudos creadores de arte. Arte, con mayúsculas, perdón.

Cómo editor gráfico #fotógrafos1n5t4 busca compartir aquellos fotógrafos que más me han llamado la atención. Se trata de ir, un poco, en el contrasentido de Instagram, y frenar para ver el trabajo que exhiben en esta plataforma. Para mí solo solo es una entrada a sus trabajos, proyectos, que no se limitan ni mucho menos a Instagram.

Cada día en mi twitter (@guerraypaz) subo una recomendación diaria. Y cada domingo, publicaré en un post los fotógrafos de la semana. Aquí va la primera entrega. Espero que os sirva.

Boogie: fotógrafo serbio, que como Goran Tomasevic, empezó a retratar la realidad de la guerra en los Balcanes. Su trabajo en Instagram se mueve en la dureza de la vida urbana. Ayuda mucho su estética de colores contrastados, tanto en color como en blanco y negro.

 

Miguel Ángel Sánchez: para mi es uno de los retratistas actuales que más me llama la atención y del que no me canso de ver sus trabajos. En Instagram despliega su faceta de cazador urbano de momentos, con un estilo espontáneo y una búsqueda incesante de lo llamativo. Ahora está inmerso buscando financiación para este proyecto en ciernes sobre violencia contra mujeres en El Congo.

#madrid #darness

Una foto publicada por www.masg.es (@studiomasg) el

Gideon Mendel: descubrí a este veterano fotógrafo sudafricano gracias a sus retratos que hace de personas que han sufrido devastadoras inundaciones. Su trabajo habla solo.

Joao Pereira de Araujo outsidre his home in Rio Branco. While flooding is a regular event in this poor community situated in a loop on the River Aceh, residents have never seen water levels this high. Even the houses built on stilts were flooded up to the roof on their top level. As you can see I have been busy over the six days of shooting here, but today I had my first mishap- While walking through the water shooting video I managed to stand on a nail which went through the boot of my waders and pierced my foot. So it looks like I will be hobbling through my last two days of shooting in leaking waders. I am now in my 9th year of working on this #drowningworld project and I am so pleased to be starting a collaboration with Blue Media Lab whose support made this trip possible. #climatechange #globalwarming #gideonmendel #brazil

Una foto publicada por @gideonmendel el

Lauren Marek: es una fotógrafa de Texas, EEUU. Su fotografía emana la cotidianidad americana. Invita a ello una coherencia estética y un posicionamiento frontal ante la realidad, sin renunciar detalles de objetos.

The mascot. #artistinitiative #vsco

Una foto publicada por Lauren Marek (@laurenmarek) el

Andrew McConnell: fotógrafo representado por la agencia Panos, una de las agencias que tiene un plantel de fotógrafos más interesantes. McConnell es un fotógrafo irlandés dedicado al  documentalismo, especialmente de conflictos.

Emily Soto: si queréis emborracharos de belleza, de moda, de buen gusto…no dejéis de lado el trabajo de esta fotógrafa neoyorkina. La mayor parte de su trabajo lo realiza en estudio y va dirigido a la moda.


Ray Collins: “Encontrado en el mar” es el lema de este cazador de olas australiano. Forjado como fotógrafo especialista en surf, sus fotografías de olas son sencillamente espectaculares.

I've been equal parts scared and fascinated in the ocean lately… Is there a line between nature and art? #goldenratio #davinci #water #light

Una foto publicada por Found At Sea (@raycollinsphoto) el

 

Engañar y de dejarse engañar

Thursday, March 5th, 2015

Los World Press Photo ha decidido retirarle el premio al fotógrafo italiano Giovanni Troilo. Y lo hacen tan solo dos días después de haberle ratificado el premio tras la denuncia de falsedad presentada por el alcalde de Charleroi.

¿Qué ha cambiado en unas horas? Que el Jurado ha podido confirmar que una de las fotos no fue hecha en Charleroi, sino en Molenbeek, otro municipio belga. El propio Troilo, según WPP, les ha confirmado que mintió en el pie de foto, y el jurado ha decidido, finalmente, retirarle el premio.

Las dudas eran tan serias y las declaraciones del propio fotógrafo, situándose más en la estela del artista metido a documentalista que recrea,  invitaban a pensar a una descalificación. Los WPP se empeñaron en mantener el premio, pese a las serias dudas y prácticas de este reportaje, como colocar a un primo y a su novia en un coche para obtener una fotografía mientras mantenían relaciones sexuales, con un flash remoto para inmortalizar la escena, algo que viola las bases de concurso.

“Los fotoperiodistas que quieren representar no llaman a sus primos para fornicar en un coche”, resumía Jean François Leroy, el cabeza del reputado festival Visa Pour L’Images en su página de Facebook. Y añadía el bombazo: “Después de unos días reflexión, hemos tomado la decisión de no exponer los WPP este año en Perpiñán. Es una decisión dura. Pero los valores que defendemos no son negociables”.

En el comunicado de descalificación de los WPP se puede leer:

“Based on the mixture of reactions we’ve received over the past week, it is clear to me that the debate taking place about the definitions of press photography, photojournalism and documentary photography is necessary, and it will have implications for the professional ethics of practitioners. We find ourselves right in the middle of this debate, and we aim to use this as a learning experience, to give focus to the discussion and bring it to the next level. In order to do this, we are organizing a discussion about image integrity that will take place during the Awards Days in Amsterdam and we also plan to hold a debate about ethics in the profession during the same event at the end of April.”

Las negritas son mías. No hay un problema en cuanto a definición de fotoperiodismo ni la ética que lo debe sustentar. El problema está en que se da pábulo a la recreación y a la fantasía de los fotógrafos para recrear una realidad. El aplauso de los falsos documentales y documentalistas (propio de fotoartistas) ha contaminado al fotoperiodismo. Todo vale, todo se confunde, cuando lo que está claro es lo que es periodismo y lo que es fantasía (o al menos huele a ello).

Siempre me llamó la atención cómo la ambición por un premio puede, si no arruinar, dejar en entredicho la carrera de un fotógrafo. Nunca lo he llegado a entender. Él se dice hoy apenado.

Los WPP siempre acarrean este tipo de polémicas. Tal vez les vendría bien un poco más de sosiego y no tener tanta prisa y tanto secretismo en el proceso.¿Por qué no aumentar las exigencias del concurso y que no ‘cualquiera’ con ‘cualquier cosa’ se pueda presentar? ¿Por qué no publicar una lista de 10 trabajos finalistas por categoría para someterlo no a una votación pública sino a un escrutinio generalizado? Hoy en día el escrutinio del público ayuda mucho más que un puñado de expertos.

Seguirá habiendo mentirosos y tramposos, pero al menos se lo pondrían un poco más difícil. De eso se trata. Nada más.

‘Distorsionar’ la realidad

Friday, February 27th, 2015

No hay World Press Photo (WPP) sin polémica. Con el cacareado 20% de descalificados en la ronda final por manipulación y trampas digitales que se saltaron las normas del concurso, el debate se sitúa ahora en la otra manipulación: la del fotógrafo que coloca la realidad para construir una historia. Su historia. Este extremo es más serio que la de da por subir o bajar de forma exagerada las luces y las sombras para darle dramatismo a una foto plana.

Giovanni Troilo se alzó con el primer premio en la categoría de temas contemporáneos con un reportaje sobre Charleroi, titulado nada más y nada menos que ‘El corazón negro de Europa‘. Charleroi es un pueblo situado a unos cuantos kilómetros de Bruselas y que conocemos de paso todos los que hemos ido a la capital de Europa Ryanair mediante. Fue uno de esos trabajos del WPP que a mí no me llamó nada la atención.

La polémica salta ahora a la palestra porque el alcalde, ejerciendo de alcalde, se ha sentido ofendido. Dice que el reportaje no representa para nada la realidad del pueblo. “El sujeto fotográfico construido por el fotógrafo es una seria distorsión de la realidad que mina la ciudad y a sus habitantes, así como la profesión de fotoperiodista”, escribe el ofendido regidor al miembro del jurado de los WPP Michele McNally, del NYT. Si cada alcalde marcara lo que es fotoperiodismo en función de cómo se retrata a su pueblo íbamos aviados.

El señor alcalde (“Alcalde, todos somos contingentes, pero usted es necesario“) se agarra un argumento sólido: el propio Troilo, sobre una de sus fotografías en la que se ve un coche mientras unos brazos, piernas y cabezas se contorsionan, admite que uno de los contorsionistas es su primo contorsionando con su novia en el vehículo aparcado, algo que según él es todo muy normal en el postindustrialmente deprimido pueblo de Charleroi. Y de esto infiere el alcalde que si ha puesto a su primo a fornicar en un coche, que el resto a saber si es ‘verdad’ o es también fingido [Hasta el momento no sabemos hasta dónde llega el fingimiento del contorsionismo].

¿Y el fotógrafo que ha dicho? Se preguntarán a hasta altura de la historia. Al principio guardó silencio y luego pensó que lo mejor era pasar al ataque: “Ma non è un reportage investigativo. È storytelling…“. Lo que viene a ser que no era un reportaje sino una historieta…Y añade: “Mi reportaje no es un reportaje clásico, es un historia, es mi historia de lo que he visto, que conozco, que sé que ha sucedido”. También se le pregunta por la suerte de bodegón con armas y dinero, algo que él asegura que es muy frecuente en el postindustrialmente deprimido, perverso y oscuro Charleroi. “Nadie va a la cárcel por una foto mía”.

WPP ha anunciado que abre una investigación.  El jurado y la organización han alardeado este año de ser implacables con la manipulación digital y parece ser que se les ha colado la manipulación de toda la vida: la de colocar frente al objetivo la realidad recreada.

Unos premios de fotografía, pero más en concreto de fotoperiodismo, no se puede permitirse el lujo de tener a un ganador que alardee de que su trabajo no es un “reportaje clásico”, sino una recreación de una realidad presumiblemente vivida por él. [Podrían optar también por abrir una nueva sección llamada ‘falso documental’ y todos tan contentos].

Pero también hay que añadir que es algo normal que sucedan estas cosas, cuando al fotoperiodista se le dice que es ante todo un artista, que tiene que sacar de sus entrañas todo su ser y plasmarlo en su fotografía, que tiene que ser una fotografía conceptual, recreada, que lo de la realidad es lo de menos, que todo es ficción, que todo es pose, que todo son efectos especiales, que el reportaje tiene que ser ficción basada en hechos reales… y que encima todo el elenco de críticos, galeristas y medios de comunicación aplaudan fuerte ante el género del falso documental.

Pues no. El fotoperiodismo es real.  Llámenme clásico.

Actualización, 2 de marzo 2015. Los WPP han decidido mantener el premio a Giovanni Troilo: 

“The conclusion of this investigation is that World Press Photo finds no grounds for doubting the photographer’s integrity in carrying out his work. No misleading facts have been uncovered in the caption information that was made available for the jury. As a result Giovanni Troilo’s award stands in the 2015 Photo Contest”. 

Queda admitido el posado de un primo y las historietas que uno se monta a partir de la realidad.

PS: La banda sonora del post la propone Lara Hermoso.

World Press Photo 2015

Thursday, February 12th, 2015

El fotógrafo danés Mads Nissen ha sido hoy galardonado con el World Press Photo, considerado el máximo reconocimiento en fotoperiodismo.

World Press Photo 2015

World Press Photo 2015

La fotografía retrata a una pareja gay, Jon, 21, Alex, 25, “en un momento íntimo” en Rusia. La imagen fue tomada con una Canon Mark III y un objetivo 35 mm.

Nissen trabaja actualmente como fotógrafo de plantilla de Politiken. La fotografía, lo más seguro que un posado, con una luz medida y trabajada, se aleja de los canónes del fotoperidismo clásico, que busca más lo espontáneo que lo preparado. Cuando los World Press Photo se alejan de este canon, suelen suscitar ciertas críticas entre los más clasicorros de la profesión. La imagen, de una excelente calidad compositiva, con un claro oscuro tan medido como trabajado, tiene una carga política-social clara, en un momento donde los homosexuales son perseguidos por las leyes represivas de Putin.

“Es un tiempo histórico para la imagen…la imagen ganadora necesita ser estética, para tener impacto, para tener el potencial de convertirse en icónica. Esta foto es estéticamente poderosa, y tiene humanidad”, declara en el comunicado la presidenta del jurado, Michele McNally.

El ébola, el tema que parecía iba a estar omnipresente, tan solo ha sido reconocido con este reportaje de Peter Muller en el primer premio en la categoría de ‘noticias generales’. El gran ausente es John Moore, fotógrafo de Gettyimages que ha seguido como nadie la crisis del ébola. Si Moore se ha postulado para los galardones — tienen que inscribirse– es incomprensible que no esté entre los premiados.

Si que está presente entre los reconocidos la fotografía de Massimo Sestini, que captó la llegada de una barcaza repleta de refugiados en las costas italianas.

 

Foto de Massimo Sestini, galardonada en los World Press Photo 2015.

Foto de Massimo Sestini, galardonada en los World Press Photo 2015.

También ha sido premiado en el terce puesto de la categoría ‘retratos’, el trabajo ‘Cadetes’, del italiano Paolo Verzone.

 

Foto de la serie Cadetes, de P.Verzone

Foto de la serie Cadetes, de P.Verzone

Otro trabajo que me ha llamado la atención, y que estaría más en la linea del fotoperiodismo clásico, es el reportaje de la iraní F.Behboudi, que captura la vida de madres que perdieron a sus hijos en la guerra Iran-Irak.

 

Foto de la serie 'Madres de la paciencia', de la iraní F.Behboudi.

Foto de la serie ‘Madres de la paciencia’, de la iraní F.Behboudi.

 

También ha sido reconocida la serie del iraní Arash Khamooshi en el que una madre perdona al asesino de su hijo en la misma horca. Un trabajo brutal y estremecedor.

 

 

Cabe destacar, como si ya fuera algo desgraciadamente normal, la ausencia de cualquier trabajo publicado o financiado por algún medio español  ¿La razón? La prensa de este país, la de siempre y la digital más moderna, pasa olímpicamente de la fotografía, y cubre con plantillas cada vez más reducidas el trabajo del ‘día a día’. Este año tampoco ha habido ningún galardonado español, que tiene que ver no solo con lo anterior sino con un factor de suerte, porque afortunadamente los fotógrafos españoles buenos pueden encontrar trabajo fuera de España.

Sorprende también la ausencia de fotografías de las vallas de Ceuta y Melilla, que han dado imágenes brutales. Está presente esa desesperación en esta imagen de G. Trippodo, de un emigrante escondido bajo un vehículo.

Un total de 97.912 imágenes realizadas por 5.692 fotógrafos han sido escrutadas por los miembros del jurado durante dos semanas. Las tribulaciones y diversiones de estos fotoperiodistas y editores las hemos podido seguir este año gracias a un perfil en Instagram.

El Jurado ha estado presidido este año por Michele McNally, editora de fotografía en The New York Times.  Entre los miembros del jurado destaca la presencia de Pamela Chen, editora jefa de la red social Instagram. De los 20 que lo componen, tan solo dos proceden del continente africano y otros dos del continente asiático, con una preponderancia anglosajona (9 jurados), que no deja de ser un reflejo del peso informativo a nivel mundial.

Según ha asegurado Lars Boering, director de los World Press Photo, un 20% de las fotografías que llegaron a la ronda final fueron descalificadas por manipulación. Cabe recordar que, para evitar escándalos de ediciones anteriores con premiados que luego eran descalificados, la organización elevó la exigencia para poder llegar a la ronda final.

Clasificación por marca de cámaras. Casi todos los trabajos premiados tienen adjunto la cámara con la que fueron realizados. Esta es la clasificación:

– Canon: Arrasa con 22 trabajos. El modelo más presente es la Canon 5d Mark III (no me extraña, es la más versátil). Llama la atención que la iraní Behboudi hizo su trabajo con una Canon 50D, una cámara que salió al mercado en el año 2008, y que ya está descatalogada.

– Nikon: A gran distancia de su máxima competidora nos encontramos a la otra marca japonesa, con tan solo 6 trabajos.

– Olympus: ocupa el tercer puesto con dos trabajos.

– Leica. Sorprende que entre las cámaras identificadas solo figure un trabajo hecho con una Leica.

– En cuanto a las cámaras de medio formato, Mamiya, Hasselblad y PhaseOne están presentes con un trabajo cada uno.

– También está presente el iPhone con esta foto. Juzguen ustedes mismos.

Boda eritrea, Foto con iPhone de M. FEZEHAI

Boda eritrea, Foto con iPhone de M. FEZEHAI

– No podía faltar los famosos drones. Para este proyecto, se ha contado con una cámara GR (Ricoch).

drone

Político: cuando tú no eres el protagonista

Tuesday, January 13th, 2015

El pasado sábado se reunieron en las calles de París más de un millón de personas (hay que eleva la cifra a cerca de los dos millones) y no más de 50 mandatarios de diferentes estados en la repulsa contra los atentados terroristas sufridos en París.

El protocolo de El Elíseo se debió de partir la cabeza para un encaje de bolillos como este. El primer ministro Netanyahu anunció su presencia, pero el propio Hollande le pidió que no asistiera para no despertar ningún tipo de polémica, según cuentan varios medios franceses. Tras ver que sus rivales en la campaña electoral israelí iban a asistir a París, Netanyahu hizo ineludible su presencia. Para compensar, El Elíseo invitó entonces al presidente de la Autoridad Nacional Palestina a la marcha. Lo dicho: encaje de bolillos.

Hoy el periódico ‘Haaretz’ publica un mordaz análisis de Asher Schechter sobre los fallos de comunicación de Netanyahu durante la marcha: “La presencia de Netanyahu en París fue un desastre de Relaciones Públicas“, titula el periodista. Desengrana todos los fallos del primer ministro israelí, desde la cara de impaciencia para subirse al autobús hasta sus movimientos para ponerse en la cabecera de la manifestación.

Pero no solo Netanyahu jugo al protagonismo. Sarkozy, que ambiciona presentarse a las siguientes presidenciales, elevó la apuesta en estos días: se presentó en El Elíseo con su esposa Carla Bruni. Era el único que llevó a su cónyuge (a excepción de los reyes de Jordania), algo que no estaba previsto por el protocolo de El Elíseo. Además, para colmo, saludó a Hollande en las escaleras del palacio presidencial y esperó junto a él a la llegada de los ex primeros ministros de la UMP, que suponía un cierre de filas entorno al líder, además de un cortejo plenamente presidencial.

Sarkozy ha jugado en todo momento a dar un aspecto más presidencial que el propio presidente Hollande. En esta foto del encuentro en el palacio presidencial del 7 de enero y distribuida por El Elíseo, uno no alcanza a adivinar quién es el presidente.

presidentes

Unas horas más tarde, Sarkozy daba su propio discurso, adelantándose unas horas al presidente Hollande. La iconografía elegida, un fondo azul, bandera de Francia, y ninguna alusión a su partido, lo introducía en el marco presidencial.



En el discurso no hace ninguna referencia al presidente Hollande y marca todo lo que hay que hacer, con un tono de autoridad que busca transmitir solvencia y seguridad. La única referencia al rival político [Hollande y el Gobierno socialista] es esta: “El Gobierno debe tomar medidas fuertes contra el terrorismo, debemos elevar nuestro nivel de vigilancia y nuestra formación política apoyará sin reserva todas las iniciativas del Gobierno que vayan en este sentido, simplemente porque en estas horas trágicas es un imperativo de unidad nacional que nadie puede ni debe sustraerse”. Él marca lo que el Gobierno debe hacer.

En su perfil de Instagram, que se actualiza más bien poco, solo se ha subido esta foto de estos días:

Rencontre aujourd'hui avec Benyamin Netanyahou cc @Israelipm

Una foto publicada por Nicolas (@nicolassarkozy) el



La hiperactividad política de Sarkozy – ha estado presente en casi todo momento y casi en todos los escenarios – ha traído la consabida crítica, en forma de mofa en redes sociales. Bajo la etiqueta #jesuisnico , los internautas han compartido memes de Sarkozy en distintos lugares históricos, como la Conferencia de Yalta. En este tumblr se recopilan algunos de ellos.

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Acostumbrado al perfil bajo, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy no ha metido la pata en estos gestos. Fue el primero en anunciar su presencia el domingo en París y una vez allí pareció responder a la consigna a mi donde me digan, a mi donde me pongan, y no pienso salirme de allí, no vaya a ser que meta la pata. Tampoco llenó su perfil en Twitter de referencias a la manifestación.
< En París también desfilaron políticos que en sus países lideran la oposición. Es el caso de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, y Ed Melliband, líder del Partido Laborista británico. La estrategia de comunicación de ambos en Twitter ha sido la opuesta: mientras el británico ha difundido 4 tuits y dos fotos (con la alcaldesa de París y en la marcha con el propio Sánchez), el secretario general del PSOE difundió 14 tuits, con seis fotos más un combo de cinco. Además el PSOE contó con un fotógrafo en París que fue alimentado de más fotos el Flickr del partido.

Marcha Republicana: Una foto redonda

Monday, January 12th, 2015

Hoy he estado todo el día viendo la Marcha Republicana con la que Francia ha respondido, en las calles, a los brutales atentados terroristas que ha sufrido estos días. Confieso que llevo desde el miércoles oyendo, leyendo y viendo medios franceses. Poca atención – mal hecho – he prestado a los medios españoles o internacionales. Pero la prima lingua tira.  En unas horas, con más tiempo y el lunes ya puesto en orden, escribiré algunas reflexiones sobre estos días aciagos.

A estas horas quiero analizar una foto redonda.

Place République. Foto de S. Mahe, para Reuters.

He visto hoy muchas fotos de agencias; también muchas portadas y distintas elecciones. ¿Por qué esta es la foto más redonda? Juguemos al descarte:

– Nunca hubiera elegido la foto de los mandatarios situados en la cabecera para una portada de un periódico de papel. No eran los protagonistas, aunque han dado buenas fotos, cómo esta de Merkel y Hollande en El Elíseo. Son, aunque lo no parezca, actores secundarios, para una buena doble página interior. Si fueran Churchill, De Gaulle o Roosvelt, tal vez. Pero son quienes son. No hay talla para darles el protagonismo.  Esta es la opción por la que se ha decantado ‘ABC‘,  ‘Cinco Días‘, y menos la opción de ‘The New York Time‘ (edición europea), con dos fotos mal casadas. El protagonismo de la foto tiene que estar en aquella amalgama que llamamos ‘pueblo’.

– La siguiente elección lógica dentro de este planteamiento sería una foto donde se viera la muchedumbre que ha desbordado la protesta. Han optado por esta opción, y con foto a cinco columnas y generosa en altitud, ‘El País‘. A mi parecer, el titular (“Unidos por la libertad”)  hace perder fuerza a la foto, y esta portada no será recordada, que es a lo que tendría que haber aspirado una portada hoy. Con la misma fórmula, la de la muchedumbre, funciona mejor ‘Le Figaro‘  con un titular tan redondo como “Francia en pie” o más rematado en el caso de ‘La Croix‘, con un simplemente “En pie”.

– Fotos originales de la jornada las ha proporcionada JR, un artista francés del que os he hablado varias veces en este blog, y que ha estado presente con unas grandes gafas en forma de pancarta. Se ha especulado si eran las gafas de Charb, director de Charlie Hebdo y uno de los asesinados. Charb usaba gafas metálicas, y no estas de pasta. La interpretación es libre.

 

 

 

Las gafas de JR están presentes en las portadas de ‘La Vanguardia‘ o de ‘The Guardian‘. Siendo las fotos muy buenas, creo que en las portadas no tan funciona y distrae. “¿Unas gafas?”, podría preguntarse el lector. Entonces habría que darle la respuesta en el pie (no alcanzo a ver si lo hacen).

– Llegamos de nuevo a la foto redonda, firmada por Stephane Mahe y distribuida por Reuters. Es la Libertad, que asoma solo la mano, blandiendo la bandera, guiando al pueblo y de paso a la propia Marienne. Es un Delacroix actualizado. El fotógrafo ha encontrado la foto porque tenía la referencia del cuadro. La composición es redonda. Los protagonistas reflejan la diversidad de Francia tan repetida estos días. “Aux armes citoyennes”, parece que les dice, como les decía Marienne en el cuadro.  Pero en lugar de los mosquetes del lienzo, corona la foto un gran lápiz y pancartas de “Yo soy Charlie”. La foto rezuma ‘République’. Foto redonda.

Place République, Stephane Mohe
No tan al margen: ¿Algún periódico español ha mandado algún fotógrafo propio a París? Será que está muy lejos y es muy caro. Déjà vu. También observo cada vez menos originalidad y atrevimiento en las portadas de papel en España, que deberían ser, sobre todo en días cómo estos, más imaginativas y aspirar a permanecer.

Actualización: No había visto la portada de La Razón hasta bien entrada la mañana (gracias por el aviso, Lara). Han usado la misma foto, pero en una configuración a doble página, que le infiere un carácter muy épico si cabe.

Es vespertino Le Monde también ha elegido esta foto para su portada

Lemonde

Artsy, una red social para el arte

Saturday, January 3rd, 2015

Hace unos días recibí un correo de esos que uno sospecha, al ver el asunto, que acabará en la papelera (‘reaching out about guerraypaz.com’). Lo abrí y lo que empecé a leer me gustó. El tipo que me escribía trabajaba en ‘Artsy‘, una suerte de red social que conecta a artistas, galerías, coleccionistas, educadores, estudiantes y consumidores de arte. Habían localizado un post mío de 2010 sobre el artista JR (en el correo me hace la pelota y me dice que es fantástico, aunque sospecho que no se lo ha leído bien del todo) y proponían que incluyera un enlace a su perfil en esta suerte de repositorio de artistas. Su lema: “Haciendo el mundo del arte accesible a cualquiera que tenga una conexión a internet”.

Artsy ofrece a galerías y artistas poder mostrar sus trabajos. Fotógrafos como Martin Schoeller o Vee Speers ya tienen perfil en esta red social del arte.

 

Perfil de Martin Schoeller en Artsy.

Perfil de Martin Schoeller en Artsy.

 

Como mero usuario sin pretensiones (te puedes hacer un perfil y conectarlo con otras redes sociales como Twitter o Facebook), uno sigue a artistas o temáticas, cómo esta de “retratos contemporáneos“. También tiene una sección para el sector educativo, con artículos algo básicos destinados más bien a estudiantes de instituto.

Artsy también ofrece contenido específico sobre artistas, como este post delicioso sobre el estudio del artista JR.

Si uno ve quién está detrás de Artsy (grandes coleccionistas, mecenas, profesionales del arte como galeristas o curadores, millonarios como la ex del magnate Murdoch, o el fundador de Google, Eric Schmidt, el de Twitter Jack Dorsey…) verá que esta web creada en 201o tiene un gran potencial, con unos 20.000 artistas. Su negocio radica en poner en contacto a artistas, galerías y compradores, con una comisión por las ventas.

2014 fotográficamente hablando

Tuesday, December 30th, 2014

El ser humano tiene costumbres fijas: todos los años, cuando arranca el mes de diciembre, los medios de comunicación publican sus especiales del año. Es la primera dosis de nostalgia para un año que aún no terminado. “Balance informativo de un año que termina”.

Nos forzamos a recordar lo que acabamos de vivir como si formara parte de una historia muy pretérita. En los medios digitales, dentro de estos especiales, hay una sección que no falta: las fotos del año. Y existen, básicamente, dos maneras de abordar la selección: dar muchas o dar las justas. La primera opción responde, básicamente, a una llamada loca a las visitas; la segunda corresponde más a tener cierto criterio fotográfico, a veces no compartido por todos, para hacer ese balance de la nostalgia.

El germen de todas estas fotos que vemos repetidas en especial tras especial son las agencias. Cuando arranca el mes doce estas agencias lanzan a sus abonados su propia selección con etiquetas como “Pictures of the year“, resumido en el acrónimo POY. Su criterio es tan ancho como compresible, porque vende su producto y la mejor manera es sacar pecho con todo lo hecho en el año. Muchos medios se limitan simplemente a volcar ese material, para que el lector se encierre a ver ‘tropecientasmilquinientasventiochenta’ fotos que se repiten en muchos medios por igual.

Explicado lo anterior, el propósito de este post es hacer unos apuntes sobre lo que ha sido fotográficamente el año. Para facilitar la labor abordo los temas para contar con qué me quedo. Esto es una mera selección, y posiblemente haya temas ‘gordos’ que me haya saltado.

Ébola. Ha sido el tema periodístico de este año. TIME eligió a ‘los luchadores contra el ébola‘ como personaje de estos 365 días. Por los países afectados han pasado los mejores fotoperiodistas del momento. Sería difícil seleccionar uno solo. Allí está la fotografía de Samuel Aranda, que acabó en la portada de la web y de papel del NYT.

 

 

También está el trabajo incesante de Alberto Rojas, de El Mundo, que ha demostrado que no basta con ir, sino que hay que volver y no dejar de ir. Rojas ha hecho, para mi, el mejor seguimiento sobre la epidemia a pie de tiendas de campaña. Cuando escribo estas líneas, El Mundo publica su reportaje titulado ‘Diario del ébola en Liberia‘.

 

Diario del ébola de Alberto Rojas

Diario del ébola de Alberto Rojas

Quizá quien ha sabido captar mejor la angustia, el abandono y la desesperación que ha generado el ébola ha sido John Moore, fotógrafo de la agencia Getty. Es, quizá, el fotógrafo que más pronto siguió la historia, con las primeras fotos que movieron la consciencia contra la desidia informativa. Moore llegó de los primeros, pero además de manera brillante.

 

 

Moore fue además uno de los fotógrafos que inmortalizó a Saah Exco, el niño de 10 años desnudo a la que nadie asistía en las calles de Monrovia porque estaba infectado de ébola.

 

 


Siria. Los fotoperiodistas se han ido replegando de Siria ante los secuestros y la falta de seguridad ante una fraticida guerra civil y religiosa, con los bandos enfrentados sin querer testigos. Una de las fotos del 2014 es la llegada de Javier Espinosa a Madrid, tras el secuestro durante meses junto al fotógrafa Ricardo García Vilanova.

En este resumen quiero destacar dos fotos difundidas por trabajadores de organismos internacionales. La primera es esta, del niño Marwan.

Fotografía de Marwan, publicada por Andrew Harper.

Fotografía de Marwan, publicada por Andrew Harper.

La foto fue difundida en Twitter por uno de los jefes de la UNCHR y se convirtió en viral a los pocos momentos. Aquí ya contamos cómo la negligencia periodística y oportunista obvió que el niño venía acompañado de su familia, y los medios la difundieron como si Marwan hubiera atravesado él solo el desierto. Pasados los días, poco nos importó la suerte de Marwan.

La segunda foto es esta, del campo de refugiados de Yarmouk, en las afueras de Damasco. Muestra el momento en el que la ayuda humanitaria llega a este campo de refugiados palestinos, cercado, sin comida ni agua, durante semanas.

Distribución de ayuda en el campo de refugiados palestino en Yarmouk, en febrero de 2014. Foto UNRWA

Distribución de ayuda en el campo de refugiados palestino en Yarmouk, en febrero de 2014. Foto UNRWA

La fotografía fue distribuida por la UNRWA. Hace unos días el fotógrafo y editor gráfico de El País Gorka Lejarcegui se preguntaba quien era el autor de la foto. La agencia de la ONU para Palestina había distribuido la fotografía pero no había desvelado la foto. A través de un contacto en la UNRWA pude confirmar que el autor de la fotografía no podía ser desvelado por motivos de seguridad.

La desesperación de las fronteras. Muchas fotos que marcan este 2014 están protagonizadas por persona que huyen de su presente en busca de un futuro, de un dorado más allá de vallas y mares que marcan fronteras. La foto de Massimo Sesitini, con africanos y sirios llenando una barcaza en el Mediterráneo, quedará como una de esas instantáneas difíciles de olvidar del 2014. Sesitini es un fotógrafo veterano, que muchos clasificarían como paparazzo.

Las fronteras de Ceuta y Melilla ha generado fotos duras, derivadas de la respuesta policial. Sucede que, como muchos de estos temas tratados en este resumen es la misma foto repetida muchas veces. Eso puede hacer que nos anestesiemos ante un tema, incluso que lo veamos como normal. El efecto ha de ser el contrario. Esas fotos, esas imágenes, aunque se repitan hasta la saciedad, son solo muestra patente de nuestra miseria humana.

Hacemos prensa mala”, ironizaba el fotoperiodista Juan Ríos, uno de los que ha estado presente en este 2014 en la valla de Melilla. Una labor informativa que sale pese a los esfuerzos de policías que ‘solo’ cumplen ordenes de políticos para que no haya testigos de sus golpes y de esa ‘imagen tan negativa’.

También ha funcionado las fotografías por contraste. La vida y la otra vida: la fotografía de José Polazón muestra a unos jugadores de golf disfrutando de su partida mientras unas personas se aferraban a lo alto de la valla de Melilla. La imagen fue difundida por la ONG Prodein.  Indignación absoluta a golpe de twitts, como si los culpables de esa valla fueran solo los golfistas, insensibles a esa escena para ellos normal y diaria. “Hay que seguir con la vida”, decía un golfista en un informativo.

Hong kong. Si van a hacer una revolución hoy, como ayer, busquen una frase, un lugar y algo que simbolice su movimiento. Los hongkoneses lo entendieron con el paraguas, símbolo de sus protestas ante la reducción de libertades por parte de China.  Como llovía, los manifestantes tiraron de paraguas. Y los medios se agarraron a ese recurso. La revolución de los paraguas. Y el reguero de fotos no paró.

 

Portada de TIME sobre 'La Revolución del Paraguas'

Portada de TIME sobre ‘La Revolución del Paraguas’, con la foto de Xaume Olleros, fotógrafo español afincado en Hong Kong

La abdicación y coronación.  Si algo es la Monarquía, cómo institución, es imagen. 2014 quedará como el año en el que un rey vivo le cedió el testigo a su hijo. La abdicación de Juan Carlos I y la llegada de Felipe VI ha producido una serie de fotos, aunque no tendría claro cual es las pocas fotos que representan ese momento.

Allí está el desastre de las fotos que distribuyó la Casa Real con el rey Juan Carlos firmando su abdicación. Habían pensando en todo menos en la imagen. Un desastre no digno de una institución que debe cuidar sobre todo las formas. Ese estilo desfasado quizá comienza a superarse con la llegada de los nuevos reyes, con nuevos avances como contar con profesionales acreditados. Los retratos oficiales firmados por Gorka Lejarcegi son una prueba de ello. Estos nuevos reyes han mostrado cierta sensibilidad a la fotografía, contando ya de príncipes con las cámaras de Cristina García Rodero o Dany Virgili.

Los fastos de la coronación dieron lugar a muchas imágenes. La foto que llenó la portada de El Mundo, de Carlos García Pozo el día de la proclamación del nuevo monarca; o la fotografía de Froilán hablando por el móvil en una ventana tomada por Juan Carlos Cárdenas; o la posteriomente archifamoso saludo real del Pequeño Nicolás al nuevo rey; o las instantáneas tomadas en la calle de policías cayendo sobre ciudadanos que blandían banderas republicanas en el paseo real por las calles de Madrid.

Las otras fotografías del 2014.  Quedan muchos temas que merecerían la profundidad de los aquí mencionados. Ucrania, dónde la escuela rusa de fotografía se ha puesto patente con unas brutales imágenes; Gaza, que ha dado lugar a unas fotos bestiales de la destrucción y opresión de un pueblo que parece no tener límite; la huida desesperada ante el avance del Estado Islámico en Irak; la revuelta de Ferguson y las protestas contra el racismo en EE UU; esas imágenes que da el fútbol, sobre todo en un año de Mundial y en el año en el que el Real Madrid alzó su cacareada décima (fotos que no verán en este blog, por razones de sentimiento atlético)…

¿Y cómo resolver todas omisiones? Recomendado algunos resúmenes del año.

Gettyimages. La agencia distribuye un especial del año muy denso, con cientos de fotos, en las que invita a los lectores a votar. De esa selección, estas son las 10 más votadas, entre ellas varias del ya citado Moore y su trabajo sobre el ébola.

TIME. Me gusta la mesura de la revista estadounidense que ha seleccionado tan solo 10 fotografías de este año.

El País. Ha optado por clasificar las imágenes de manera cronológica, dando unas 120 fotografías para resumir todo el año.

Google. Merece la pena pararse un momento en el especial del gigante de internet, sobre todo por el formato y distribución de las imágenes.

Autobombo. No podía dejar de cerrar este post de 2014 con una selección de 10 post dedicados a la fotografía:

– La fotografía ha muerto…¡viva el documentalismo!. En este post analizo las nuevas fronteras del documentalismo relacionado con la imagen.

– Un editor gráfico llamado Immanuel Kant. O los límites éticos sobre las fotografías del ébola.

– Cuando se gana a un gigante. La lucha de la fotógrafa iraní Tavakolain contra un mecenas que quería mandar en su proyecto, contando en dos post I y II.

La sesión de Platon a Snowden.

Historia de una fotografía: Taxi al infierno.

Getty Images, un gran y atrevido movimiento, donde analizo el paso de este gigante de la fotografía que permite insertar sus fotos en páginas sin fines comerciales.

Cuando Putin marcó un gol a toda la prensa mundial con su propaganda.

Sebastião Salgado: el empacho de la perfección.

– Reflexiones sobre el World Press Photo.

Pam, la mujer que engañó a Franco y Hitler

Y esto solo es un resumen de todo un año que termina.

La fotografía ha muerto: ¡Viva el documentalismo!

Wednesday, December 3rd, 2014

El título que acaban de leer es falso. La fotografía no ha muerto. Va muriendo un tipo de fotografía. O al menos seguirá existiendo con un poso de fotografía zombi. Y los zombis gustan mucho. Me explico.

Hace unos días leíamos la noticia de que la agencia Reuters había comenzado a estructurar su departamento de fotografía en América. Estructurar significa despedir. Cómo son gente un poco más seria, han empezado despidiendo a dos jefes, pero en su memoria ya avisaba que es una senda que seguirá, pese a que aumenta el presupuesto en un 1% para su departamento. Ese dinero irá dirigido al video y a una app para tabletas y smartphones.

La rentabilidad es la que mueve a Reuters a hacer estos pasos. El vídeo tiene, al menos, dos ventajas frente a la fotografía en las webs: puede llevar publicidad previa (pasta) y es más cuantificable (podemos saber exactamente cuantas personas han visto un vídeo, cosa que es más complicada en el caso de la fotografía que suele ir acompañado de un texto, un reportaje, que se lleva el premio de la visita).

Se espera que si Reuters apuesta por el vídeo hará unos vídeos de calidad profesional,  aunque sea para el consumo anecdótico del hecho anecdótico de la actualidad anecdótica. No es el caso de la mayoría de los medios en España, cuyos vídeos distan en general de una calidad aceptable, no solo en la factura sino también en el contenido. ¿Quién no ha visto una entrevista con un sonido deficitario o un vídeo realizado por el osado reportero con el móvil? Los medios españoles han entendido las dos premisas anteriores de los vídeos, llenan sus webs con vídeos, pero en lugar de dar una calidad decente, que restaría dinero, han apostado por “dar un lo que sea”, que suele coincidir con no invertir más.

Pero el enemigo de la fotografía no es el vídeo. Tampoco lo es la profusión de cámaras y de ojos. De hecho esa profusión es una ayuda: en un alarde optimismo inusual de quien escribe, pienso que tanta ‘amateurización’ (que hace fotos porque las ama) hará que la ‘otra fotografía’ destaque de tanto estiércol. No digo mierda, porque la mierda no sirve, mientras el estiércol tiene un función necesaria. Sin ir más lejos, yo mismo soy productor de estiércol, de anécdotas sin fondo.

¿Y cuál es la ‘otra fotografía’? Es un tema largo, pero al menos dejo unos apuntes sobre mi punto de vista, del todo rebatible y discutible.

Por un lado el aspecto estético y técnico se le presupone a la ‘otra fotografía’. Las fotos bonitas, encuadradas y el axioma ‘una imagen vale más que mil palabras’, es tan viejo como no estrictamente necesario. La fotografía no puede ni debe renunciar al texto. El fotógrafo virtuoso, de estampas, no vale por sí solo. Formaría parte de esa fotografía zombi, de ese estiércol necesario.

El fotógrafo que se ocupa de ‘la otra fotografía’ tiene que ser un documentalista y no un mero cazador de imágenes bonitas. Cada foto tiene que tener un reflejo del conocimiento del tema que se inmortaliza, pero incluso tiene que tener un soporte textual que la haga ir más allá de la mera imagen. Eso requiere que el fotógrafo se lo estudie, se lo empape, se lo sepa, sin depender de un redactor. El mismo tiene que ser su propio redactor, aunque trabaje con otro redactor.

Estamos hablando, evidentemente, de una fotografía documental, del reportaje de profundidad. Y ese reportaje está en peligro de extinción, al menos en España, porque no se invierte en él desde los grandes medios. Como sucede en el caso del vídeo, se prefiere la foto rápida, que sea un apoyo al texto, una mera ilustración, que un valor en si mismo y un maridaje necesario con el texto. Tampoco existe una dirección eficiente desde los medios, en los que al fotógrafo se le guíe hacia donde quiere llegar y sobre, se le deje tiempo para trabajarlo. La inversión en tiempo es casi tan necesaria como la inversión en dinero.

Esta ‘otra fotografía’ no puede tener en el vídeo a un enemigo sino a un aliado. Muchos fotógrafos han creado una resistencia brutal al vídeo, primero porque entienden que es un lenguaje distinto, al que hay que adaptarse, y segundo porque les quitaría tiempo para hacer las fotos que quieren hacer. Es comprensible. Pero creo que el documentalismo actual necesita, aunque parezca un contrasentido, del vídeo para profundizar en su labor. Si estamos para contar una historia, procedamos a usar todos los instrumentos, pero hagámoslo bien. Nos tocará a muchos seguir estudiando.

Si repasamos un poco lo apuntado hasta ahora se nos debería de hacer plantear el estado de la cuestión en los medios [españoles] cuando tenemos que dejar blanco sobre negro que la fotografía no debe renunciar al texto ni al vídeo, y que desde los medios directamente ni se piensa ni se invierte en periodismo documental (en fotos o vídeos), cómo si hacen medios como NYT o The Guardian. Echénle si quieren un vistazo a MediaStorm ¿Por qué solo copiamos o directamente fusilamos reportajes y no copiamos su estilo?

¿Y dónde radica actualmente este documentalismo? Se sitúa, en España, en los proyectos personales, que con arrojo sacan muchos fotógrafos documentalistas adelante a costa de dedicarle horas y su propio dinero, porque los medios digitales están más a ver que cazan gratis en redes sociales para hacer titulares cómo ‘el vídeo del que todo el mundo habla’, sin querer apostar por hacer ellos mismos el contenido, el vídeo y/o la fotografía de la que todo el mundo habla.

Es más barato que lo hagan otros y que yo simplemente lo enlace y explique (un poquito) el fenómeno. Y encima casi sin pensar. Que pensar cansa.

Un editor gráfico llamado Immanuel Kant

Sunday, October 12th, 2014

Las fotos de Teresa Romero en la habitación del hospital de Carlos III, donde está aislada recibiendo tratamiento para hacer frente al ébola ha abierto, de nuevo, la polémica sobre la idoneidad de la publicación de unas fotos.

Las imágenes son obra de la fotógrafa Andrea Comas de la agencia Reuters. Ayer esta agencia internacional las distribuyó y la mayoría de medios, decidió publicarlas en sus webs, en grande, bien destacadas e incluso en forma de galería dando toda la secuencia. Mención especial merecen ‘El País’ y ‘El Periódico’, que decidieron retirarla y, al menos en el primer caso, pedir públicamente disculpas por su publicación. Esto último difícilmente se hubiera producido de no tener a las redes sociales echando humo. Queramos o no, las redes sociales se convierten en ese susurro, ruido o jaleo que marca en muchos casos el devenir de la publicación de una información: no es muy bonito que te saquen los colores públicamente.

Criterios para no publicarla. Cuando vi ayer la foto, avisado por dos amigas periodistas (coincide en que ambas tienen sentido común afilado)  que me la mandaron casi al unísono por WhatsApp acompañada de mensajes de indignación [periodística], no tuve ninguna duda: la foto no era publicable porque no añadía nada significativo a la información. La imagen viola, además, el derecho a la intimidad, consagrado en la Constitución y que solo puede ser violentado en caso de ser información de pública relevancia. Hay muchas sentencias del TC al respecto, donde limita expresamente el ámbito privado, incluso estamos en un sitio tan ‘público’ como un hospital, que es sobre todo privado. Y lo de saltarse las leyes está un poco feo. [Por cierto, que un olé a las autoridades por no cuidar la intimidad del paciente y que haya sido tan fácil saltarse todas las barreras]

También hay un punto que no es ligero: la foto está tomada con un teleobjetivo largo, lo implica cierto esfuerzo por vulnerar esas barreras de privacidad. ¿Qué diferencia hay en, por ejemplo, haber cogido un dron y haberse colocado frente a la ventana para tomar un vídeo o unas fotos más cerca y con más calidad?

Kant sirve para todo. Más allá de mi criterio de no publicarlas busqué el libro de estilo de la propia agencia Reuters y que tenía que decir sobre el derecho a la intimidad (privacy). La agencia viene a decir que si hay leyes sobre la intimidad – como el caso español – hay que ser escrupuloso en su cumplimiento, con la puerta siempre abierta del ‘interés informativo’. De no haber leyes o de tener serias dudas la agencia escribe:

It is difficult to lay down any specific guideline in this instance. A good rule of thumb may be to put yourself in the shoes of the subject of the image and consider whether you would feel your privacy was invaded if the image were to be published, and whether you would be able to defend publication on the ground of public interest if we were to publish the image.

En román paladino, en caso de duda, hay que ponerse en la piel del fotografiado: ¿nos hubiera gustado vernos en la cama de un hospital mientras luchamos contra una enfermedad? Creo que todos tenemos la respuesta.

Conecta este criterio con el imperativo categórico de Kant: “Obra solo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal”, que es otra manera de formular la regla de oro de la ética: “Trata a los demás como querrías que te trataran a ti (en su forma positiva) o no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti (en su forma negativa)”.

La lejanía de las fotos. La conexión entre las fotos de la infectada española y los infectados en África es clara. Hemos visto innumerables fotos de africanos agonizando en algún hospital o en la calle, donde ya no solo nos da igual sacarlos, sino que no nos interesamos en ni en cómo se llaman. Pueden suscitar dudar, pero entiendo el argumento fundamental para publicarlas: esas fotos ponen encima de la mesa la falta de medios y las condiciones con las que afrontan la enfermedad en esos países. Aunque Kant nos tiraría de las orejas y creo que tampoco nos dejaría publicarlas, porque pasamos a usar a las personas como medios para un fin (el de la denuncia, que ayudaría al colectivo frente al individuo) y dejaríamos de ser ‘legisladores universales’ (lo que nos vale para el caso de Teresa, no nos vale para el caso de un africano).  Yo en todo caso publicaría siempre las menos escabrosas.

‘Me too’ . En el ámbito anglosajón se llama el efecto ‘me too’ (yo también) cuando en el ámbito empresarial uno quiere hacer lo mismo que la competencia. Este efecto queda patente en los medios digitales: ¿cómo puedo yo dejar de publicar una fotografía que lleva la competencia? Hemos caído en andar como pollos sin cabeza, en tener que dar información a cada minuto antes que el otro y si no tenemos información vale de todo, sobre todo la especulación y el sensacionalismo.

Al final la responsabilidad de la publicación de estas fotografías está en cada uno de los medios. “La crisis del periodismo”, leía ayer en twitter, “no es solo del papel”.  Quizá nos hemos olvidado para qué estamos.