McCain no ha ganado aún las elecciones del próximo mes de noviembre. Pero el candidato republicano a la presidencia ya ve lo que va a pasar al final de su primer mandato, en 2013. No usa el tiempo condicional en su discurso. Se transporta en el tiempo hasta dentro de cinco años y asegura que EE UU ya ha ganado la guerra en Irak, ha capturado o matado a Bin Laden y EE UU no ha sufrido ningún ataque:
“Para enero de 2013, Estados Unidos ha dado la bienvenida a casa a la mayoría de los hombres y mujeres de servicio que se han sacrificado terriblemente para que Estados Unidos pueda conservar su libertad (…) La guerra en Irak ha sido ganada. Irak es una democracia que funciona, aunque todavía sufre de los duraderos efectos de décadas de tiranía y siglos de tensión sectaria (…) El aumento de acciones de inteligencia que produjo la contra insurgencia llevó a la captura o muerte de Osama bin Laden y sus principales lugartenientes (…)
Ya no hay lugar en el mundo que Al Qaeda pueda considerar un refugio seguro (…)
Todavía no ha habido ningún ataque terrorista importante en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001”.
Mientras, el presidente Bush se pone al servicio de la causa republicana, y dispara contra Obama (ésta es quizá la mejor confirmación de su nominación) desde Israel, donde se celebra el 60 aniversario de su creación:
“Algunos parecen creer [ OBAMA] que deberíamos negociar con terroristas y radicales, como si algún argumento ingenioso fuera a persuadirlos de que estuvieron equivocados todo el tiempo (…)
Hemos escuchado antes esta ilusión tonta. Mientras los tanques nazis cruzaban a Polonia en 1939, un senador estadounidense declaró: ‘Señor, si sólo hubiera podido hablar con Hitler, todo esto podría haberse evitado (…)
Tenemos una obligación de llamar esto como lo que es: el falso consuelo de la contemporización, que fue repetidamente desacreditado en la historia”
Y a Obama responde con la declaración convencional:
“Es decepcionante constatar que el presidente Bush utiliza un discurso ante la Knesset (Parlamento israelí) en ocasión del 60 aniversario de Israel para lanzar un ataque político infundado”.
Los republicanos sitúan de nuevo la política exterior en el campo de batalla, y lo mejor es que es el tema donde parece que los demócratas pueden ser más fuertes. Puede pasar como sucedió con Kerry: mientras se dejaban litros de saliva en la guerra de Irak, los republicanos ganaron gracias a un discurso ultraconservador que caló en el estadounidense que no ve más allá de lo que pasa en su pequeño pueblo.