Líbano. Ayer un atentado sacudió de nuevo el Líbano: un coche bomba mató al general François el Hajj, jefe de operaciones del Ejército libanés durante la ofensiva contra los milicianos de Fatah al Islam en Nahr el Bared, considerada la primera operación del ejército libanés, y saldada con una victoria. El atentado contra el general Hajj se convierte también en el primer atentado contra un jefe del Ejército libanés, la institución más respetada del país.
En El País , Maruja Torres escribe desde Beirut: “Quienquiera que se encuentre detrás del atentado -y las acusaciones y los rumores y las hipótesis son inagotables: de Siria a Israel, pasando por asuntos internos del propio Ejército y facciones del ala dura maronita- ha cortado el cuello a esa palabra que aquí se pronuncia tanto y vale tan poco: consenso.”
En Le Monde crónica radiada de Mouna Naïm. Optimista en el titular cuanto menos: “El atentado en Libano, el primero que golpea la cabeza del ejército, puede acelerar la elección del presidente”.
Y hoy, a Fisk, no lo he podido leer aún porque el enlace, a esta hora, está roto.
Los líderes políticos libaneses – esos que irresponsablemente no se ponen de acuerdo en nada – han condenado el atentado. Una crónica especulativa sobre quien pudiera estar detrás de este atentado, podría titularse “sospechosos habituales”.
Cambio de estrategia de los británicos en Afganistán. The Independent anunciaba ayer que Brown, el premier británico, quiere hablar con los talibanes. Hoy, en The Times, vemos que Brown niega que quiera negociar, y asegura que lo que pretenden es que los talibanes se pongan a su lado. El precio: 5 libras al día. Mientras, los estadounidenses están enfadados con el poco compromiso de sus aliados en Afganistán.
Obama, por delante. Los demócratas se llevan la atención de la prensa estadounidense; los republicanos parecen agazapados. Pero solo de momento. En la batalla por la Casa Blanca, Obama va por delante, pero tiene que mostrar más para consolidares. Clinton es mucha Clinton: la guerra sucia, con drogas de por medio, sigue…
Habrá debate en las elecciones generales. La mejor fórmula, la estadounidense: señal para todo el mundo, y no en una sola cadena. Por cierto, una ronda de preguntas con periodistas incisivos también estaría bien, y con más candidatos. Que quieren que les diga: será un momento emocionante dentro de una pesada campaña.
Juntos, mejor que separados. Los bancos centrales de Europa y EE UU pactan medidas conjuntas para hacer frente a la crisis. Pero…¿hasta cuándo EE UU sostendrá un precio tan bajo de su moneda? Vender, vender, vender…
Sarkozy, dialogante. “Francia tiene que hablar con todo el mundo“: con esta frase zanja el Presidente de la República Francesa la visita de Gadafi y las consiguientes críticas. Prepárense en España: el sábado, Gadafi planta su jaima en Madrid. La oposición no podrá decir ni “mu”: Aznar fue uno de los primeros líderes europeos en visitar a Gadafi, cuando aún no era tan bueno.
Pyongyang y su ayuda al terrorismo. Un informe del Congreso de los EE UU señala que Korea del Norte, “a lo mejor”, ayudó a Hezbollá y a los Tigres Tamiles.
Los bobbies reaccionan en los blogs. Los bobbies quieren una subida de sueldo. Brown se niega a que sea por encima de la inflación. Ellos responden en sus blogs.
Tratado de Lisboa. Se firma hoy. Pues vale: otro tratado más para aprenderse.