Ceuta y Melilla: parecidos razonables con Gibraltar
Saturday, November 3rd, 2007
La visita de los Reyes de España a Ceuta y Melilla ha hecho que Marruecos llame a consultas a su embajador en Madrid, Omar Azziman, en señal de protesta. La llamada a consultas de un embajador es un formalismo que sirve para eso, para mostrar el malestar. Se puede llamar a consultas tanto al embajador de la otra parte, como al propio en ese país, en un grado más de protesta.
Un ejercicio, sin ser lo mismo, pero con parecidos razonables: sustituyan en todas las noticias aparecidas estos días, las ciudades de Ceuta y Melilla por la de Gibraltar, y a los Reyes de España, por los monarcas británicis. ¿Qué pasaría? Pues que España activaría sus mecanismos de protesta como los que ha activado Marruecos, para avivar un poco ese sentimiento nacionalista que despierta tanto el Peñón – territorio soberano británico – como Ceuta y Melilla – territorio soberano español.
Así sucedió cuando en el año 2004 la princesa Ana visitó Gibraltar, en la primera visita en 50 años al peñón de un miembro de la famila real británica. España llamó a consultas al embajador británico acreditado en Madrid el 26 de junio para manifestar el “disgusto y contrariedad” del Gobierno español. Una semana después, Exteriores volvió a llamar de nuevo al mismo embajador para manifestar enérgica protesta y su “contrariedad” por la visita de ministro de Defensa del Reino Unido, Geoff Hoon (ver El País, 1 de agosto de 2004).
Todo este asunto no puede ni debe enturbiar las relaciones con Marruecos, al igual que no lo hizo con el gobierno británico. Los que seguramente aplaudieron más la decisión de España de llamar a consultas a su embajador (que por cierto, al igual que el marroquí ahora, el del 2004 era un Gobierno casi en estreno) son los que ahora consideran que Marruecos ha sacado los pies del tiesto. Nacionalismos absurdos hay en todos lados.