Todo el mundo conoce la polémica acerca de las declaraciones del Papa; se asegura desde muchos sectores que se han sacado las frases de contexto del Obispo de Roma. Lo mejor, por tanto, es
leer la polémica intervención y que cada uno juzgue.
La conferencia trataba sobre la razón y fé. A mi juicio, creo que los dos párrafos donde se concentra la polémica sobraban, no añadían nada al discurso filosófico. Me parece significativa esta frase: “El emperador explica así minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional.” El Emperador es Manuel II, emperador bizantino, y hace referencia al periodo entre 1394 y 1402.
Lo cínico e hipócrita del discurso es que no hay una mínima crítica a lo que la Iglesia Católica ha hecho durante siglos, olvidándose de la imposición de la fé, no usando precisamente la razón, sino la violencia. Hubiese sido fácil acordarse de la evangelización de América, las cruzadas, la Santa Inquisición, la persecución a los judíos, y un largo etcétera. No creo que estuviera para dar lecciones históricas sobre este tema.
Quizá una de las reacciones más acertadas que he visto, ha sido
la carta que el rey de Marruecos ha enviado al Papa, recordándole quienes llevaron a una Europa sumida en el tenebrismo de la Edad Media, el pensamiento griego clásico, así como pensamientos filosóficos que permitían conciliar fé y razón:
“Marruecos ha conocido, a través de su historia, a eruditos que han transmitido una parte de la cultura griega al occidente cristiano en la Edad Media, y que han constatado, en sus tratados filosóficos, la posibilidad de la cohabitación entre la razón y la religión, la primera siendo el medio para aprender la segunda, verdad corroborada, además, por grandes orientalistas e historiadores de diferentes países occidentales.”
Con esta polémica, de nuevo, solo tienen voz los extremistas, y solo nos fijamos en las reacciones desairadas y lunáticas. Bastante Razón nos hace falta.