Triple agente
Moeh Atitar de la Fuente - Tuesday 5 de January de 2010
Los servicios de inteligencia occidentales lo han tenido siempre dificil para infiltrar a alguno de sus agentes en Al Qaeda y grupos como los talibanes. Son grupos herméticos, en los que no cuesta mucho ser simpatizante, cercano, pero es difícil acceder a una cúpula reducida que es la que decide todo el juego, todas las operaciones.
En la película Red de mentiras, un jefe de la CIA tiene que fiarse de la información que de primera mano le pasa el servicio secreto jordano. A veces la ficción se parece de sobremanera a la realidad: el suicida que se llevó por delante la vida de siete agentes de la CIA no era, como se dijo en un primer momento, un soldado del ejército afgano. Era Khalil Abu Mulal al-Balawi, un doctor jordano de 36 años, detenido en 2007 en su tierra por actividades terroristas, y que fue convencido por los jordanos para que se pasara al servicio de la CIA para actuar como informante. La CIA lo envío a Afganistán, y así se convirtió en un agente triple, al que no se le cacheó a la hora de entrar en la base porque se creía que era uno de los suyos. El hecho supone que sea un golpe aún mayor para la inteligencia estadounidense, porque le puede hacer cuestionarse todos sus informantes a los que intuía seguros.
Dos cosas que me han llamado la atención:
1- Estoy acostumbrado a pensar en los terroristas suicidas como fanáticos con poca educación. Me preocupa que el suicida haya sido un médico capaz de desempeñar una tarea tan delicada como colaborar con dos servicios de inteligencia a la vez y para Al Qaeda al final.
2- Es más corriente, pero no deja de impresionarme: dos de los agentes muertos eran contratistas de Blackwater.
Un saludo.