Ronald Biggs ha pasado a la historia como el cerebro del robo del tren de Glasgow, conocido como el robo del siglo. Biggs y su banda se agenciaron en el robo del año 63 más de dos millones de libras, jamás recuperados. Consiguieron huir, pero poco después fueron capturados.
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Fotografía de la ficha policial de Ronald Biggs
Biggs se llevó una condena de 30 años de prisión, pero como en las películas malas — en las buenas los presos se escapan con un túnel hecho con una cucharilla — se escapó saltando el muro con una cuerda hecha con su propia ropa. Primero París, con cirugía estética incluida, luego Australia, de nuevo capturado y poco después fugado otra vez, y de allí a Brazil, donde logró embarazar a Raimunda Rothen, brasileña, bailarina de profesión. Su paternidad es importante porque cuando lo cazó el detective Slipper — su madero antagonista, que le soltó nada más atraparle la frase “hace tiempo que no te veía, Ronnie. Supongo que sabes quien soy…” — en 1974 no pudo ser estipulado porque los que tienen un hijo brasileño no pueden ser extraditados, cosa que no hizo nuestro Dioni, pero mejor no comparemos. A Biggs también lo atrapó un grupo de mercenarios que se lo llevaron a Barbados para venderlo al mejor postor, pero las autoridades de barbacudas, lo liberaron y se negaron a extraditarlo, así que se fue de nuevo al paraíso brasileño.
Pero el cerebro del gran robo del siglo, cansado ya de caipirinha, echaba de menos una cosa: “Soy un hombre enfermo. Mi último deseo es entrar en un pub como un inglés y pedir una pinta de cerveza”. Así que escribió un correo a la Scotland Yard pidiendo un pasaporte. Biggs, el ladrón, llegó en avión privado, y fue detenido nada más poner sus pies en tierra.
Hoy leo en The Guardian que Ronald Biggs — que en 2002 aprovechó para casarse con su brasileña — está cada vez más enfermo, y que su familia cree que será liberado nada y más y nada menos que el próximo día de San Valentín, el punto casi final de un hombre que robó 2,6 millones de libras jamás recuperadas de un tren que iba a Glasgow.