Hace hoy 50 años que la URSS tocaba el cielo; y no solo en el sentido literal, sino también en el figurado: con el lanzamiento exitoso del Sputnik 1 (Compañero 1) la URSS conseguía ponerse por delante en la carrera por la conquista del espacio en plena Guerra Fría. Si EE UU había ganado la carrera por la bomba atómica (aún sin estar la Guerra Fría en marcha), Rusia iba camino de hacerlo por la conquista del espacio.
EE UU iría perdiendo las primeras batallas por la conquista del espacio: en 3 de noviembre de 1957, Laika se convirtió en el primer animal en salir de la Tierra y el 12 de abril de 1961 Yuri Alekséievich Gagarin pasaría a la historia como el primer ser humano en salir de la atmósfera terrestre, con viaje de ida incluido. La única manera que tenía EE UU de superar a la URSS fue lo que finalmente hizo: mandar a ser humanos a la luna, pero esa es otra historia.
Cincuenta años después, se calcula que hay 900 satélites en órbita, pertenecientes a más de 40 países, según Spacemen are from Mars, un artículo de The Economist. Y la mayoría de ellos no miran hacia el espacio, sino al planeta Tierra, y gracias a ellos podemos contar con una herramienta como Google Earth, inimaginable cuando se lanzó el padre de todos los satélites y durante el resto de Guerra Fría. Precisamente una de las maneras de sufragar la supremacía armamentística de EE UU y la famosa Guerra de las Galaxias que terminó con la Guerra Fría fue comercializar los satélites y que no fueran solo de uso militar.Pero esa también es otra historia.