Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Ruanda, 1994

Moeh Atitar de la Fuente - Tuesday 10 de April de 2007

Lo recordaba ayer D. Basteiro en una “ventana internacional”: por estas fechas, hace 13 años tenía lugar el genocidio en Ruanda.

Corría el año 94 cuando el Frente Patriótico de Ruanda del hoy presidente Kagame – compuesto por tutsis en el exilio allá en la vecina Uganda – comenzó una marcha hacia la capital, Kigali. El ejército ruandés, entrenado por el expertos militares franceses, para contrarrestar el poder de los guerrilleros, entrenó milicias civiles, conocidas como Interhamwue – los que atacan juntos – y Impuzamugambi – los que tienen un solo objetivo -. Estas milicias serán protagonistas clave para el genocidio.

Genocidio Rwanda

El gobierno, de mayoría hutu, promocionó un genocidio en toda regla, con una Francia diciendo un “ya será menos” y minimizando los horrores que sufría los tutsis.

La radio fue un elemento clave para la extensión del terror hutu contra los tutsi; el gobierno, antes del genocidio, repartió gratuitamente receptores de radio para que los ciudadanos escucharan la única radio del país: Radio Rwanda. Sin embargo, pronto vio la luz una emisora privada: Radiotélévision Libre de Milles Collines.

Desde esta emisora no pararon de emitirse mensajes antitutsis, que llamaban directamente a la exterminación. Las matanzas, a golpe de machete, sacudieron todo el país.

¿Qué hacían gobierno y diplomáticos de trajes caros? Mirar para otro lado. Así de sencillo.

Francia estaba desarrollando la operación Turquesa, hoy señalada por el presidente Kagame cómo una misión para proteger a los genocidas.

Estados Unidos miró para otro lado porque acababa de salir el marzo anterior de Somalia, con una derrota a todas luces, con un presidente Clinton recién llegado -llevaba poco más de un año – y era muy difícil vender a la opinión pública, con las imágenes de los Black Hawk derribados y los cuerpos de soldados estadounidenses arrastrados por las calles de Mogadiscio, otra intervención en África. Recomiendo la lectura de esta entrevista a Madeleine Albright, donde se lamenta de lo poco o nada que hicieron. De hecho fue ella, como embajadora de EE.UU quien aseguró en los primeros días que era muy difícil establecer si lo que estaba pasando era genocidio.

La guerra la ganaron los tutsis, y un hutu, Pasteur Bizimungu ocupó la presidencia, aunque el hombre fuerte fue – y es- el hoy presidente Paul Kagame.

Unos 250.000 hutus se refugiaron en el entonces vecino Zaire, reconvertido desde el año 97 en la República Democrática del Congo, y allí siguen muchos, siendo factor de inestabilidad para toda la región.

Hoy, la ONU, cuyos socios, los Estados, no hicieron absolutamente nada, recuerda el genocidio con una exposición en su cuartel general. A ver si los actuales embajadores se pasean por ella, les sacude un poco su conciencia y hacen algo más la próxima vez.

Recomendación, una película: Hotel Rwanda. Explica de manera excepcional toda la situación.