Guerra y Paz

Ayer me fui a cenar con la gente de Las Ideas. Tuve suerte de compartir mesa y mantel con viejos y grandes amigos, como Alfanhuí, Carlos, Rosa o Carmen, que solo nos pudo acompañar en la avanzadilla.
A otros, los conocía por sus blogs: a Jacinto, parecía que lo conocía de toda la vida. Todo un portento del diseño; la conversación con Rafael Estrella fue de lo más interesante e instructiva; con Eulalia, segundo encuentro tras el grög, me reí mucho y bien; Martínez Soler va más allá de sus análisis diarios de la prensa (hoy tiene un post colgado de obligada visita para refrescar la memoria histórica); con Lobo intercambiamos pareceres sobre batallitas (bueno, en verdad yo escuchaba, porque de armas quien sabe es él); a J.L Prieto me salió darle un fuerte abrazo, debido desde una noche de domingo en que me echó un gran cable por correo-e; a Manolo Saco le pido que un día nos postee sobre las setas y los vinos, lo que a él realmente le gusta, y descanse por un día de tanto troll-energúmeno; eché de menos al gran César: no es como el romano, porque no le hacen falta las legiones.

Gracias a todos por esta noche.