Zapatero viaja en Ryanair
Monday, September 20th, 2010
Ayer viajé en Ryanair. Cuando el avión estaba a pocos minutos del aterrizaje, la voz del sobrecargo, dijo algo así: “Estimados pasajeros: les recordamos que pueden adquirir a bordo la lotería Ryanair, cuya recaudación íntegra va destinada a organizaciones de ayuda a la infancia. Llévese la mano al bolsillo por si tienen dos eurillos sueltos, que seguro que a usted no le sirven para mucho, para otros pueden hacer mucho con ellos. Además pueden ganar premios instáneos como un coche, dinero en efectivo hasta 40.000 euros” -no especificaba si te lo daban en metálico nada más llegar a tu destino – “viajes en Ryanair y un fin de semana para dos personas a Irlanda”, enumeró los premios en ese orden.
He de decir que el tono del sobrecargo era, digamos, algo apático. Quizá por eso nadie se avalanzó a levantar la mano tras indagar en su bolsillo en busca de dos euros.
Zapatero ha propuesto algo parecido en la Cumbre de Objetivos del Milenio de la ONU que tiene lugar en Nueva York. Ha calcado hasta la cantidad, pero en lugar de un coche, hasta 40.000 euros o un fin de semana en Irlanda, propone que el pasajero se lleve el inmaterial premio de la concienca tranquila.
El presidente del Gobierno también lleva otra propuesta para recaudar dinero para intentar cumplir con los objetivos del milenio, algo que se propuso hace 10 años y que es una colección de incumplimientos por parte de los gobiernos. Esa propuesta es implantar la llamada tasa Tobin para las transacciones financieras internacionales . Inciso: el economista Tobin que da nombre a la tasa no quería imponer este impuesto a las transacciones internacionales para ayudar al mundo subdesarrollado, sino como medida para frenar los movimientos especulativos a nivel internacional. La idea de tasa Tobin para financiar el desarrollo la tomaron a finales de la década de los 90 un grupo llamado Attac, en plena fiebre por la globalización, sin que hiciera ninguna gracia a los gobiernos de aquella época.
Pero – con Zapatero últimamente siempre hay un pero – “condiciona la aplicación [de dicha tasa] a su aceptación por el foro del G-20, donde tropieza con la oposición de las economías emergentes y de países desarrollados como Canadá o Australia“, no vaya a ser que cabreemos aún más a Wall Street y tengamos que hacer otra reforma laboral o dar los restos en la esperada reforma de las pensiones.
Así que el presidente del Gobierno, como Ryanair, propone que demos dos euros para ver si la buena voluntad de los ciudadanos puede sufragar la nefasta política de desarrollo de los países ricos, que ha hecho que los Objetivos del Milenio no hayan sido otro brindis al sol. Otra propuesta de low cost de Zapatero.
Actualización (3.03): Zapatero no ha hecho mención alguna a la propuesta del recargo (voluntario) de dos euros en los billetes de avión para financiar el desarrollo, y ha defendido la implantación de ” un impuesto inspirado en la llamada tasa Tobin”, implantación que defenderá ante el G-20. Esperemos a ver con qué éxito.