Los vuelos a Guantánamo: una vergüenza, dos gobiernos
Sunday, November 30th, 2008
EE UU avisó a Aznar del paso por España de presos para Guantánamo: es el titular a cinco columnas de EL PAÍS. Por primera vez hay constancia documentada de que el Gobierno de José María Aznar sabía que los vuelos secretos de la CIA iban a hacer escala en territorio español: el informe 3329/02, realizado por el director general de Política Exterior para América del Norte del Ministerio de Asuntos Exteriores, Miguel Aguirre de Cárcer, y clasificado como “muy secreto”.
En él Cárcer informaba al ministro de Exteriores, Josep Piqué, y a su secretario de Estado, Miquel Nadal, sobre una entrevista en la embajada de EE UU en España, tan solo cuatro meses después del ataque contra las Torres Gemelas: “Los EE UU van a iniciar muy próximamente vuelos para trasladar prisioneros talibanes y de Al Qaeda desde Afganistán hasta la base de Guantánamo, en Cuba (…) Estos vuelos se realizarán con aviones de largo alcance y, en consecuencia, sin escalas (…) Sin embargo, en caso de que por razones no previstas fuera necesario realizar un aterrizaje de emergencia, el Gobierno de EE UU quisiera disponer de autorización del Gobierno español para utilizar algún aeropuerto de nuestro país”.
Los dos gobiernos, primero el de José María Aznar y luego el de José Luis Rodriguez Zapatero, negaron insistentemente la existencia de estos vuelos. El ministro actual de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, llegó a asegurar que no había indicios de delitos en los vuelos secretos de la CIA, y fue más allá para guardar la espaldas al ejecutivo presidido por Aznar: “el Gobierno en absoluto participó por activa ni por pasiva en la supuesta operación de la CIA de traslado de prisioneros“.
Lo hoy relevado destaca que el Gobierno si participó al menos de forma pasiva en estos traslados: el gobierno de Aznar sabía que se estaban produciendo esos vuelos, y miró para otro lado: en el año 2002, que coincide con la fecha de este documento, el Ministerio de Defensa dejó de preguntar sobre la carga que llevaban los vuelos de EE UU que pasaban por el espacio aéreo español. De hecho, el primer vuelo inaugural hacia la base de Guantánamo — la muestra más evidente de la guerra sucia contra el terrorismo practicada por Bush violando los derechos humanos — coincidió con esta autorización. Ese primer vuelo de la vergüenza hizo una escala en la base aéra de Morón.
Pero durante el gobierno del PSOE — que ha negado tener conocimiento sobre el uso de territorio español para traslado de presos– los vuelos a Guantánamo continuaron: en 2007, al menos dos aviones usaron la base de Rota con destino a Guantánomo. Defensa aseguró que las dos aeronaves no eran de la CIA sino del ejército de los EE UU y que no transportaban preso alguno. ¿No iban a poner “luz y taquígrafos” sobre este escandaloso tema?
El caso de los vuelos secretos de la CIA está siendo investigado por el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. Este documento deja constancia de que el gobierno sabía que esos vuelos se iban a producir, y decidió mirar para otro lado y dejar cancha libre a estos traslados hacia una prisión, que representa solo una mínima parte de las cárceles flotantes, de los secuestros, de la puesta en custodia de prisioneros a países laxos en la tortura y un largo etc de la guerra sucia contra el terrorismo que ha protagonizado la adminstración Bush.
Hoy resuenan unas palabras: “No hay atajos en la lucha contra el terrorismo”. Lo decía Aznar para condenar los GAL. Hoy se puede aplicar el cuento.
PS: El diplomático Miguel Aguirre de Cárcer fue el encargado en 1999 para entrevistarse con el fiscal británico sobre el caso de la extradición del dictador Pinochet. “Su posición es inaceptable“, le dijo el fiscal después de que Aguirre le comunicara que el Gobierno de Aznar no tenía claro aún si iba a recurir en el caso de producirse un fallo contra la extradició. El pasado 21 de noviembre, el Consejo de Ministros nombró a Miguel Aguirre de Cárcer embajador en misión especial para el desarmey políticas de desarrollo.