“John tiene razón”: esta ha sido una de las coletillas que más ha usado Obama para empezar sus respuestas contra McCain. Los republicanos han puesto el resto en un debate que de antemano tenían perdido: McCain dejo en el aire su participación en el debate por la falta de acuerdo para salvar Wall Street. La percepción es que McCain tenía miedo al debate, y por tanto no tanto que ganar. Las expectativas eran más altas para Obama, que paradójicamente tenía mucho menos que ganar. Por poco bien que el republicano lo hiciera esta noche el rédito iba a ser mejor, y no lo ha desaprovechado.
Obama ha estado nervioso durante el debate; no estaba cómodo. Interrumpía a su oponente y gesticulaba sin parar mientras este intervenía. Por el contrario, McCain ha tomado una postura más relajada, más segura, sin apenas titubear en sus intervenciones, y con un semblante quieto mientras hablaba su oponente.
Este es un resumen de los temas tratados, entre los que se ha echado de menos cualquier tema sobre América Latina –Cuba principalmente — aunque es seguro que estará en el paquete del siguiente debate.
Crisis económica– La crisis económica y el plan para salvar Wall Street se ha colado durante más de media hora, pese a que tocaba hablar sobre seguridad nacional y política internacional. McCain ha insistido en el ahorro de la administración y en asegurarse que todas las agencias reguladoras hagan su trabajo; Obama ha sacado su propuesta de recortar los impuestos al 95% de las familias, contraponiendo al recorte de McCain, encaminado más hacia las empresas. “Este es el veredicto final para ocho años de políticas fracasadas promovidas por el George Bush y apoyadas por el senador McCain”, ha asegurado Obama, quien le ha echado en cara a McCain el apoyo a todos los presupuestos de Bush. Mientras, McCain ha tirado por el discurso más populista para vender el plan de salvación: “Hablamos de la quiebra en MAin Street y de la gente que va a perder su trabajo y sus créditos y sus casas si no arreglamos la mayor crisis fiscal de nuestro tiempo. Este no es el principio del final de la de la crisis, es el final del principio”.
Irak. El candidato republicano se ha puesto la medalla “del frágil éxito del aumento en las tropas”; para ello ha citado en varias ocasiones al general Petreus, y ha acusado a Obama de no estar en contra de este aumento. “El próximo presidente de los EE UU tendrá que decidir cuando nos vamos y que dejamos detrás”, ha sentenciado un McCain que ha acusado de no “querer reconocer que estamos venciendo en Irak”. Y es en ese momento cuando McCain ha empezado a tirar de su veteranía — para otros señalada como simple vejez — citando todos sus viajes desde el año 2003 y acusando a su rival de no haber visitado Irak hasta hace bien poco.
“Yo me he opuesto a esta guerra (…) La lección debe de ser que nunca debemos vacilar en usar la fuerza militar (…) Pero tenemos que usar nuestro ejército sabiamente y tendremos que usar nuestro ejército sabiamente en Irak”, ha asegurado Obama, quien ha insistido en que el teatro de operaciones contra el terrorismo debe de ser Afganistán. Así, Obama ha acusado a los republicanos de empezar la guerra en Irak “sin haber acabado el trabajo en Afganistán”. Y Obama se puso entonces vaquero: “Hay que ir a Afganistán para capturar y matar a Bin Laden.”
Afganistán. Obama, tal y como hiciera desde el verano, ha tomado Afganistán como foco de la lucha contra el terrorismo internacional. “Necesitamos más tropas en Afganistán y estas no están porqué están en Irak” . El candidato demócrata ha insistido en que la solución pasa también por reforzar el Gobierno afgano, pero también la cooperación con Pakistán.
McCain ha tirado de astucia y se ha mostrado en contra de los ataques sobre territorio pakistaní. En este apartado McCain ha tirado de su hoja de servicios — mientras Obama usaba el “cuando yo sea presidente”, McCain ha tirado de “cuando sea comandante en jefe” — y ha recordado su “experiencia” en Líbano, Guerra del Golfo, Bosnia y Kosovo al tiempo que ha recordado que se pidió que la intervención en Somalia fuera de imposición de la paz.
Con gran parte de la tropa desplegada fuera del país el recurso a los veteranos de guerra no podía faltar: mientras McCain contaba que un veterano de Irak le ha pedido que su esfuerzo no fuera en vano, Obama ha tirado de la madre de un soldado muerto en la misma guerra que le pedía que no se mandara de forma tan gratuita a los hijos al frente.
Irán. McCain no tiene de momento los tambores de guerra tan afinados como Bush y resto de desaparecidos neocon, así que ha propuesta una “liga de democracia compuesta por un grupo de países que tengan en común intereses y poder económica para poder presionar a Irán” en el tema nuclear. McCain ha asegurado además que Irán está detrás de ataques a las tropas estadounidenses en Irak.
Y Obama ha contratacado asegurando que “la influencia de Irán ha crecido precisamente por la intervención en Irak”. El candidato demócrata ha querido sumar a la liga de las democracia de McCain a China y Rusia, que tienen “intereses económicos en Irán”y pueden presionar más a Irán.
En uno de los momentos más apasionantes del debate McCain ha recordado como Obama aseguró que si fuera presidente se entrevistaría con Ahmadinejad y Raúl Castro sin condiciones previas. El candidato republicano se ha mofado de su oponente: “Y le dirá [Ahmadinejad] vamos a borrar a Israel de la faz de la tierra y le diremos ‘no, no vamos’, por favor”, y más serio “no podemos permitir otro Holocaustro”. Obama respondía: “No podemos esperar resolver ningún problema sin conversaciones previas”. El candidato demócrata ha asegurado que esta misma postura es la que tenía Kissinger. “El señor Kissinger es amigo mío desde hace 35 años y le aseguro que esa no es su postura”, le ha cortado McCain, apoyado poco después por un comunicado del propio Kissinger en este mismo sentido.
Rusia. McCain se ha mostrado claramente a favor de Georgia durante la guerra de este verano. El candidato republicano ha asegurado que “Rusia tiene que entender que EE UU va a apoyar la entrada de Ucrania y Georgia en la Otan”, y ha centrado el problema en el uso que hace Rusia de sus capacidades energéticas para someter a sus vecinos. Los reflejos de Obama han estado en este caso más atentos que en el resto del debate y le ha servido para defender una nueva política energética con energías alternativas como la solar y eólica “sin descartar por supuesto la energía nuclear”. El demócrata ha acusado a su oponente de haber votado en contra de las energías alternativas. El mensaje para Moscú del candidato demócrata ha sido claro: “No puedes pretender ser una superpotencia del siglo XXI y comportarte como una dictadura del siglo XX”.
11-S. Jim Lehrer, veterano periodista de la pbs que ha moderado el debate, ha preguntado a los candidatos si estaba cerca otro 11-S. De nuevo McCain ha intentado despegarse de Bush: “América es ahora más segura que el 11-S. Pero tenemos un largo camino que recorrer para declarar América como segura”. McCain — que fue torturado cuando fue apresado en Vietnam — ha insistido en que EE UU no puede “torturar nunca, nunca más en interrogatorios”. McCain ha defendido una inversión en inteligencia. Esta postura ha sido compartida por el candidato demócrata que ha asegurado que el principal desafío del próximo presidente es recuperar la visión en el mundo de EE UU.
¿Y el ganador es…? Las dos maquinarias de los partidos ya están trabajando en el post debate, casi tan importante como el debate mismo. La tendencia general de las encuestas que ya se está empezando a hacer dirá quien se ha impuesto y sobre todo quien gane las elecciones: entonces veremos las respuestas como claves para la victoria. Mi percepción es que McCain podía haberlo hecho mucho peor y que Obama lo podía haber hecho muchísimo mejor.