Déjà vu en Líbano. Los acontecimientos de las últimas décadas en el Líbano como si se repitieran, y en verdad nunca vienen a ser lo mismo que la crisis anterior. Leemos por todos lados la cacareada frase “Líbano está al borde de la guerra civil”. Los actores de ese país y los de la región — Siria, Israel… – parecen siempre decididos a llevar a la gente al abismo. La crisis de estos días se inicia por un pulso de Hezbollah ante la decisión del Gobierno de desmantelar su sistema de comunicaciones, pero esta solo es la escusa para desestabilizar a un gobierno que parece todo menos Gobierno. El discurso de Sayed Hassan Nasrallah de ayer iba en ese sentido; pero también lo de los otros actores atacando a Hezbollah. Quien mejor lo explica, como no, es Robert Fisk en The Independent. Beirut está en guerra, con 11 muertos, el aeropuerto y puerto paralizados. Reuters titula: Hezbollah controla amplias zonas de Beirut, y ha dirigido sus acciones hacia los medios de comunicación de sus oponentes. Beirut vive su peor momento desde el periodo de la guerra civil, se lee también en el teletipos. Todos déjà vu, con algo nuevo.
Nuevo líder de Al Qaeda en Irak. La noticia hoy es que el hasta ahora líder de Al Qaeda en Irak ha sido detenido mientras dormía, dato significativo y resaltado por todos lados. Otro golpe para Al Qaeda, que supone que vendrá otro a ocupar el puesto de éste, que ya en noviembre lo dieron por muerto.
Soldado desnudo para protestar contra la Patriot Act. Con la fuerza de la palabra basta, al menos en este caso. ¿De verdad sirve de algo ponerse en bolas por una causa? Vale que se reproduce el caso hasta la saciedad y con ello la causa, pero ya es una anécdota más de colorín.
Harvard en abierto. Tomen nota las caducas universidades españolas, si es que no están demasiados ocupados en mirarse al ombligo.
La expulsión con la zurda. “La mejor manera de que no exista racismo es echar a los negros. Ése ha sido, en bruto, uno de los argumentos más utilizados por la derecha europea para alejar los miedos de su electorado. Hace ya años que la derecha descubrió que podía aplicar ese principio a la inmigración en general, especialmente en cuanto se empiezan a sentir los efectos de una crisis económica y comienza a aumentar el paro entre los nacionales, que son, precisamente, quienes ejercen el derecho a voto. La novedad ahora es que la izquierda, muerta de miedo ante el indudable efecto que todo lo relacionado con la inmigración tiene en su propio electorado, ha empezado a descubrir el mismo guión. Eso sí, con un toque muy suyo: en el fondo se trata de expulsarlos por estrictas razones humanitarias.” El toque de la izquierda, por Soledad Gallego-Díaz (Gracias por la recomendación). Ahora dicen que la ampliación del plazo de detención para los ‘sin papeles’ lo llevaban en el programa…el fallo fue no leerselo antes.