Los analistas del Pentágono al descubierto
Moeh Atitar de la Fuente - Sunday 20 de April de 2008
“Escondidos detrás de una apariencia de objetividad es en realidad un aparato de información del Pentágono que ha usado a estos analistas en un campaña para generar una cobertura de la información favorable para la administración en tiempo de guerra, según una investigación realizada por le New York Times“.
Estos analistas se han paseado por las televisiones de EE UU para contrarrestar mensajes como los de Amnistía Internacional que calificaba a Guantánamo como “gulag de nuestro tiempo”. El NYT asegura que Bush usó a estos analistas objetivos como “caballo de Troya” para llevar mensajes favorables a su administración en la llamada “guerra contra el terrorismo”, que incluye la campaña en Irak y Afganistán.
Para ello, tenían acceso a información secreta, además de tener reuniones con los principales asesores de la Casa Blanca sobre qué decir y cómo decirlo. “No estoy aquí representando a la administración”, repetía Jeffrey D. McCausland, analista militar de la CBS.
Además de propagandistas del Pentágono, esta docena de analistas han actuado como lobistas para las compañías del sector de defensa.
El rotativo estadounidense se apoya en una documentación de 8.000 páginas, en la que se incluyen copias de correos electrónicos y resúmenes de la sesiones de adoctrinamiento.
El extenso reportaje incluye en la web una versión realizada en vídeo. De nuevo un ejemplo de cómo se deben de hacer las cosas.
Sinceramente, no me parece que el NYT haya descubierto nada nuevo. En todo caso, el mérito es aportar toda esa documentación al respecto, porque siempre se ha sabido que la mayor parte de los analistas trabajan a sueldo de la propia administración o movidos por sus propios intereses empresariales. Y el NYT podía hacer un poco de autocrítica, porque durante la cobertura previa a la guerra de Iraq los acogió con entusiasmo en sus páginas. ¿O se han olvidado de cómo apoyaron las tesis de las armas de destrucción masiva y los vínculos de Saddam con al-Qaida basándose en “fuentes fiables”? Esas fuentes fiables son los mismos analistas a los que ahora ponen en la picota, y no me creo que el NYT, pobrecito, fuera ingenuamente engañado.
Todo esto me suena a justificación velada del penoso papel de comparsa que este periódico desempeñó durante la preparación de la guerra de Iraq. ¿Qué habría pasado si medios con tanta influencia como el propio NYT o el Washington Post de verdad hubieran cumplido con su labor de obrar como contrapoder, hubieran desenmascarado las mentiras y no hubiesen apoyado la guerra? Supongo que también tiene mucho de estrategia empresarial: ahora vende estar en contra de la guerra, vistos su desastrosos resultados.
Un saludo
Algarabía: no puedo estar más de acuerdo contigo…Esto es tan antiguo…
La investigación es muy buena, pero desde luego la prensa estadounidense debería de “hacerselo mirar”, porque han tragado con muchas mentiras, o al menos no se la han cuestionado…
Ahora toco enmendar la plana, y de paso ¿vender más?