Argelia y Rusia firman un memorando en materia energética. La OTAN ya avisó de “la pinza” ruso-argelina. España quiere evitar la entrada directa de compañías rusas o argelinas en el suministro directo a los consumidores. Irán propone a Rusia la creación de un cártel: ¿nacerá en la reunión de productores de gas del próximo mes de abril?
Cuando por el Éste europeo hubo problemas con el suministro de Gas a Europa, ingenuos, respiramos tranquilos. Nuestro gas, el que consume España, proviene principalmente de Argelia.
La semana pasada, Víktor Jristenko se desplazó a Argelia y firmó con su homólogo argelino, Chakib Khelil, un memorando de entendimiento en materia de energía. Ambos señalaron que se estaba lejos de formar un cartel del gas, pero la UE ya lleva tiempo preocupándose de esta posible alianza.
Este acercamiento entre Rusia y Argelia es materia de seguridad para toda la UE, y por ende la OTAN. El pasado mes de noviembre, expertos contratados por la OTAN redactaron un informe secreto en el que mostraban la preocupación de esta pinza entre Argelia y Rusia.
El informe se filtró debidamente al Financial Times.
Argelia vende Gas a Europa, pero cada vez menos, reduciendo su coata de mercado al 44 %. Para España, sin embargo, sigue siendo la principal suministradora, vía gaseoducto.
El problema no termina en el suministro, sino también en la venta directa a los consumidores.
El gobierno español prepara medidas legales para frenar la entrada de las compañías no pertenecientes a la UE en el suministro directo, sino existe reciprocidad con las empresas españolas. Es el mismo sistema que se usó contra
Gaz de France, pero que ha tenido que ser revocado ante la insistencia de Bruselas en la creación de un mercado único de la energía, factor estratégico al que se siguen agarrando todos los estados.
Pero si debe preocupar la posible alianza entre Rusia y Argelia, aún no estaríamos hablando de un cártel del tipo
OPEP. La preocupación saltaba ayer cuando el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia,
Igor Ivanov, recogía de visita en Teherán una propuesta del líder iraní, el ayatolá Seyed Ali Khamenei, para crear un cartel semejante al de la OPEP, pero con gas. Irán y Rusia suministran más del 50 % del gas que se consume en el planeta. Además,
Ivanov se comprometía a terminar la planta nuclear proyectada en
Bushehr. La carta del gas era el arma que le faltaba a Irán usar en su pulso por dotarse de energía nuclear.
La guinda de este pastel energético la pone una reunión de los principales productores que se celebrará el próximo mes de abril en Qatar. Rusia ha anunciado su asistencia. ¿Se materializará la formación de un cartel? Los productores lo seguirán negando, pese a que tengamos evidencias de ello.