Guerra y Paz

Le Monde pasa por ser uno de los periódicos más reputados, serios, formales hasta en la maquetación, al menos en la edición impresa. Al abrir sus páginas nadie espera ver una innovación, ni tan siquiera publicidad mediante.

¡Ah pero con la edición digital hemos topado! En la era digital todo está permitido: show me the money y déjame poner publicidad literalmente en todos lados. Las bailarinas hawainas — en vardad son de Thaitï — que hoy invaden la página web del periódico francés no está celebrando la aprobación del plan de rescate de Wall Street aprobado esta noche por el Senado de los EE UU. La bailarinas y el hombre del cuerno son parte de una publicidad, extendida en el fondo de la web y en al menos tres banners de la página de inicio.

¿Se imagen a Le Monde en papel lleno de bailarinas promocianando Thaïti por toda la mancha? Hoy, que quieren que les diga, lemonde.fr no me ha parecido un periódico nada serio. Pero como esto de la publicidad en Internet es cambiante, con un poco de suerte dentro de media hora las bailarinas — no es nada personal — se han ido con el baile a otro periódico.

No tan al margen

— En el mismo Le Monde leo que Sarkozy pretende salvar a la prensa. Para ello ha creado una comisión que emitirá unas recomendaciones en el marco del congreso internacional de prensa escrita en francés, que se celebrará en el mes de noviembre. Hoy en el Elíseo se presentará esta comisión con el rimbombante “Estado General de la Prensa”. El nombre no puede ser más intencionado: Los Estados Generales tan solo fueron la primera etapa de la revolución francesa.

Nature pasa por ser una de las revistas más prestigiosas de temas científicos. “Según un estudio publicado en la revista Nature…” es una clásica coletilla periodística. El rigor es una de sus máximas. Pero Nature la hacen humanos, y a veces meten bien la pata, aunque sea una cuestión de portadas y contras.

La portada del número publicado el 25 de septiembre está dedicada a la concepción científica de los dos candidatos estadounidenses a la presidencia, Obama  y McCain, con la imagen de ambos. En la contra, dos cachorros de canes, uno negro, y otro blanco, en la misma posición que Obama y McCain:

Vía | Chiquiworld

El juez que investiga el accidente del 20 de agosto en Barajas requirió ayer a EL PAÍS para que entregara la grabación en vídeo difundida en su edición digital y que ayer reprodujeron otras muchas páginas digitales (incluyendo las de algunos medios que acompañaban la reproducción con críticas a este diario por haberla dado a conocer). Algunos dirigentes políticos y comentaristas calificaron la difusión como un acto “de desprecio a las víctimas”. Es una acusación injusta y sin base alguna.

Este vídeo contiene imágenes de interés sobre el accidente. No son morbosas u ofensivas para nadie. Y el periódico las ha obtenido por medios lícitos. La decisión sobre su publicación no podía ser más sencilla. No cabe imaginar que unas imágenes como éstas sean sustraídas al público una vez el medio de comunicación las ha obtenido. Sobre todo después de que altas instituciones del Estado tuvieran acceso a ellas antes que la autoridad judicial. ¿Acaso hay que vetar el acceso de los ciudadanos a unas imágenes que ya han visto el presidente del Gobierno y el Rey antes que el juez?

 Seguir leyendo el editorial de El País.

Por cierto, ya puede ir el juez a pedir el vídeo a cadenas extrajeras como la CBS que de paso lo colgaron en su canal en Youtube. Se dará cuenta de que además su medida es inefectiva.

Los medios de comunicación no son nada originales ilustrando noticias sobre crisis, pánicos, en las bolsas.  Es cierto que la cara de los inversores, los corredores de bolsa, son muy expresivas, y no disimulan que han perdido millones en unas pocas horas. ¿Por qué desaprovechar esos gestos?

Un ejemplo: A la izquierda, una fotografía del crash del 29, tomada de un photoessay de la revista TIME; a la izquierda, una fotografía de ayer de un corredor en Londres tras la quiebra de Lehman, publicada en una fotogalería de NYT, repleta de estos clichés.

El hombre en color, el de hoy, tiene un gesto más desesperado que el de sus abuelos, quizá porque los primeros no sabían que era eso de una crisis financiera, el segundo se ha acordado enseguida de lo que pasaron los primeros, en forma de fantasma.

Otro ejemplo de la falta de originalidad: en todo hundimiento de las bolsas no puede faltar una fotografía de un gráfico en el que se muestra como se ha desplomado la bolsa. Es la opción por la que ha optado, entre muchos, Le Monde, para ilustrar como ha recibido la quiebra de Lehman las bolsas asiáticas. Por cierto, les ha dado un poco igual  que el gráfico empieza peor de lo que está al final:

Dentro de esta falta de originalidad en los medios quizá la mejor fotografía es la que lleva NYT, tomada durante la conferencia de prensa del secretario del Tesero de los EE UU, Henry M. Paulson Jr., esa suerte de marine cabreado:

Con esto de las crisis pasa igual que con los muertos de las guerras: el público ya no es sensible a este tipo de estímulos, y no muestra la menor empatía con el susdicho, salvo que tenga sus ahorros invertidos en bolsa. En ese caso le da igual la fotografía: solo tiene que ir a su cuenta bancaria para ilustrar su crisis particular.

No aburro más con la crisis en los mercados financieros, con la quiebra de Lehman Brothers como última entrega. Sólo una recomendación: la columna de Enric González de hoy.

El que puede pasar a ‘los ojos del mundo’ como uno de los peores presidentes de los EE UU — y pese a ello reelegido en 2004 — está ya en sus últimos meses  como morador de la Casa Blanca, que sigue buscando inquilino. Los dos candidatos, Obama y McCain, le llevan robando el protagonismo varios meses.

Hoy, el Magazine de NYT publica un artículo titulado, Los días finales. El reportaje es extenso — de esos que merece la pena imprimir –y traza la relación con McCain, las frustraciones — no demasiadas — sobre determinados temas, como la guerra de Irak, la comparación con su padre — éste, ganó una guerra a Irak, pero no fue reelegido por la economía — , y …

Acompaña al artículo una serie de viñetas que ilustra a la perfección el contenido del reportaje:

Bush, con cara de aburrimiento, tal vez de tristeza, ve por la televisión una comparecencia de McCain

Los medios  le dan la espalda: la noticia  la  protagonizan otros

 

Pese a todo no debe de dar pena. Hay que estar pendientes — sobre todo si gana Obama — de los últimos días en la presidencia de este desastre para la Humanidad, porque aprovechará para firmar esos decretos que serán patatas calientes para el siguiente en ocupar el Despacho Oval.

La guerra entre Georgia y Rusia está dando impresionantes fotografías. El fotógrafo ruso Yuri Kozyrev ha estado acompañando al Ejército ruso en sus operaciones en Osetia. Las fotografías las publica la revista TIME.

Un soldado georgiano herido y hecho prisionero es atendido por médicos rusos en un hospital de campaña

Kozyrez es un fotógrafo veterano de las guerras. Ya hablamos de él aquí, cuando una de sus fotografía en Bagdad fue elegida como una de las mejores fotografías del año 2006 en la misma revista TIME.

Además del trabajo de éste fotógrafo ruso, en Noorimages encontramos otro gran trabajo fotográfico del conflicto realizado por Jan Grarup.

Vía | From The Frontline

Impresionante serie fotográfica de David Guttenfelder, reportero de la agencia AP, sobre hijos de reclusas en la cárcel de Pul-e Charki, Kabul. Gunttenfelder ganó en 2006 el premio BOP, por esta fotografía. En esta página se puede ver parte del trabajo de esta gran fotógrafo, mucho del cual transcurre en las guerras de Irak, Liberia, Afganistán  …

No sé si es una moda, una herramienta, una maravilla, un excremento, la mejor fórmula para contar pequeñas cosas, un patio de vecinos para que todo el mundo se entere de lo que estas haciendo… Se llama Twitter y ya decir que causa furor es un tópico.

Leo en el blog de Daniel Bennett – reporting the war – un post sobre el uso de Twitter en el atentado múltiple de Bangalore, la India. Cuenta el caso de Mukund Mohan, un ciudadano, informático para más señas, que estaba cerca de donde explotaron las bombas, y se acercó para contarlo en su Twitter.

 

Bennett recoge reacciones que aseguran que  la plataforma fue el primer lugar dónde se recogió el atentado, a través de usuarios que estaban cerca. Mohan, uno de ellos, fue contándolo paso a paso, y luego hizo una reflexión en su blog, metiendo cierta caña a los reporteros de televisión y con lecciones finales de lo que tiene que hacer un reportero espontáneo.

 

El uso periodístico de estos testimonios a mi me suscita muchas dudas. En primer lugar se trata de una fuente más, a la que hay que tratar con muchas reservas, porque nadie puede garantizar que esté en el lugar de los hechos y no sea alguien con ganas de notoriedad. Es además una fuente limitada: no tiene el mismo acceso a las diversas fuentes que, por ejemplo, tiene una agencia de información que ha mandado a un reportero al lugar de los hechos. A este último se le presupone profesionalidad, discernimiento en lo informativo, pero sobre todo tiene además toda una estructura reconocida, que puede acceder a información oficiosa fiable (por ejemplo una fuente policial habitual) que el testigo twittero no es normal que pueda llegar a alcanzar. Además la agencia o el reportero tienen una responsabilidad sobre lo que cuentan, mientras que el ciudadano no está sujeto a esa labor informativa.

 

Confundimos en muchas ocasiones el medio con la finalidad: ¿qué diferencia hay entre este ciudadano miniposteando desde el lugar con el testigo presencial que llama a una redacción para contar lo que ha visto? Se debe establecer, por tanto, los mismos filtros. ¿Significa todo esto que hay que desechar estos testimonios? No, pero deben de ser tratados con el mayor rigor posible, tal y cómo debería haberse hecho siempre. El periodista se enfrenta ahora a este reto: tener a ciudadanos con capacidad de generar información propia y ser testigos mediáticos (con teléfonos móviles, cámaras digitales, Twitter) que, en el momento preciso, son solo eso: testigos que han presenciado algo y que se pueden usar para recomponer un hecho informativo.

Una imagen de todos los periódicos nacionales tomada por el hijo del ex presidente Suárez. En ella el Rey sale con Adolfo Suárez, durante su visita privada. Es un pequeño homenaje a este gran hombre. Creo que muchos se asustarían de lo que se escribía en la prensa sobre él en los últimos meses de su Gobierno. Ahora llega un merecido homenaje más.

Los medios de todo el mundo se hicieron ayer eco de la noticia: Irán había lanzado cuatro misiles de medio alcance ( de unos 2.500 kilómetros) con los que podía alcanzar Israel y gran parte de los estados vecinos.

Irán, efectivamente, lanzó cuatro misiles, pero uno de ellos más tarde que el resto. Para no estropear la fotografía, el Gobierno iraní tiró de photoshop y pintó ese cuarto que tardó en salir, como revela NYT:

La prueba de que cuatro misiles fueron lanzados ayer se puede ver en el vídeo difundido por el Gobierno iraní: en él se ve efectivamente como son solo lanzados tres misiles, sin rastro del cuatro pintado:

 Pero poco después se ve la estela del cuarto misil, de color más oscuro, en la parte inferior de la imagen:

Sepah News ha retirado la imagen, y solo aparecen los tres que fueron efectivamente lanzados. Lo mismo ha hecho AFP. Y es que si quieres que un bulo llegue a todo el mundo solo tienes que colarsela a una agencia de las gordas.

Como uno había fallado, ¿qué mejor que pintarlo? El bulo se amplía cuando la Agencia AFP toma la fotografía de la Sepah News – aparato propagandístico de los guardianes de la revolución. Y de allí a las principales cabeceras del mundo.

De nuevo un bulo generado a partir de la difusión de una fotografía por una agencia de información.