Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Archive for the ‘Irak’ Categora

La ingratitud británica con sus intérpretes en Irak

Tuesday, August 7th, 2007

Lo cuenta el periódico The Times: El Reino Unido niega el asilo a 91 intérpretes iraquíes que han trabajado al servicio del ejército de su Majestad.

“Los británicos nos han convertido en una fácil comida cerca de la boca del león”, dice Kinani, un intérprete que ha trabajado desde el 2004 con las tropas británicas, ahora reducidas y en retirada.

Intérpete en Iral. Foto: DoD

Un intérprete traduce a un soldado estadounidense una pintada antiamericana. Foto: DoD

Nada tiene que ver la actitud tan ingrata de los británicos con lo que hicieron los daneses hace poco más de un mes, al sacar en secreto a unos 200 civiles iraquíes que trabajaron con ellos antes de retirarse, o lo que tiene previsto hacer EE UU.

Pero en España también tenemos el affaire del intérprete y la muerte de los espías del CNI, que contó Gervasio Sánchez.

Mercenarios, el segundo ejército en Irak

Tuesday, July 17th, 2007

Faluya, 31 de marzo 2004: dos vehículos en los que viajan varios agentes de seguridad privada son atacados por la insurgencia; escoltaban un convoy con alimentos para el ejército de EE.UU. Mueren cuatro de ellos (todos vinculados anteriormente con el ejército estadounidense), y sus cuerpos quemados son arrastrados y colgados de un puente por una multitud enfurecida.

Cinco días más tarde, el 4 de abril Najaf, los medios de comunicación se hacen eco de que el cuartel general de los EE.UU en Nayaf fue defendido no por soldados sino por otros agentes de seguridad privada.

Tanto los que murieron en Faluya, como los que hicieron frente a los ataques de la milicas chiíes en Nayaf pertenecían a la misma compañía de seguridad privada: Blackwater.

La mayoría de los medios se refirió (y se refiere) a ellos como “contratistas”. En este término genérico se engloba a todo aquel civil contratado por EE.UU o la Coalición para llevar acabo alguna función, principalmente en Irak o Afganistán; una gran parte de estos contratistas son agentes de seguridad privada, considerados por muchos como simples mercenarios.

El Departamento de Estado reconoce que tiene contratos con al menos 28 compañías de seguridad privada; por su parte, el Departamento de Defensa, no ha hecho pública ninguna relación de empresas con las que tiene contratos en vigor.

Blackwater en la Zona Verde de Bagdad

La privatización de la guerra no es un fenómeno nuevo, pero, tal y cómo relata un informe de junio de 2007 realizado por el CRS para el Congreso de los EE UU (informe en pdf) , es la primera vez que EE.UU tiene que recurrir a contratistas para labores de seguridad.

Se calcula que sólo en Iraq hay entre 20.000 y 30.000 contratistas encargados de tareas de seguridad, pertrechados con las más modernas armas, vehículos blindados, helicópteros y la más alta tecnología en comunicación. Sea cual sea la cifra verdadera, el número supera a los 9.000 efectivos que tiene desplegados en el Reino Unido en Irak.

Hacen funciones que van desde la escolta a personalidades, pasando por distribución de logistica para el ejército, la vigilancia de recintos oficiales, hasta llegar a la vigilancia de los campos de petróleo. Dos ejemplos son esclarecedores: la seguridad del recinto de la embajada de los EE UU, situada en la Zona Verde, corre a cargo de la compañía de seguridad privada Triple Canopi, mientras que el embajador es escoltado por la ya citada Blackwater.

Esta última empresa es el paradigma de la empresa de seguridad privada que opera en Irak. Con un campus de entrenamiento de 970 hectáreas en Carolina del Norte, la empresa cuyo emblema es una huella de oso, no solo proporciona seguridad, sino que también es una especie universidad, con cursos sobre manejo de armas, conducción de vehículos, primeros auxilios, y hasta iniciación al árabe iraquí y urdú.

Las ofertas para trabajar en estas empresas son sustanciosas: un empleado estadounidense o británico de estas compañías puede llegar ganar entre unos 1.000 y 1.500 dólares al día (los mejores pagados son antiguos miembros de cuerpos de élite de los EE UU o el Reino Unido), frente a los entre 140 y 190 dólares que gana un soldado bajo pabellón estadounidense. No es de extrañar que las ofertas de trabajo por Internet, con intermediarios, proliferen por la Red; tampoco debe extrañar que los soldados estadounidenses y británicos prefieran licenciarse y ser contratados por estas empresas de seguridad.

Paul Bremer escoltado por guardaespaldas de Blackwater

Pero ni los estadounidenses ni los británicos son mayoría entre las filas de este segundo ejército en Irak. Muchos de los empleados son iraquíes, o proceden de terceros países que ni tan siquiera tienen tropas desplegadas ni en su día apoyaron la guerra.

Ya en enero de 2004, el periódico La Tercera de Chile recogía un oferta de trabajo de la empresa RedTáctica para ex miembros de las fuerzas armadas (“preferentemente de fuerzas especiales, con salud compatible, y con dominio del inglés”); su destino iba a ser Irak, y la empresa iba a ser acusada de mantener campos de entrenamiento clandestinos en territorio chileno, por no hablar de la fuga de dos hermanos que lograron escapar de Irak y denunciaron los impagos además de las pésimas condiciones de trabajo. El sueldo iba a ser entorno a los 3.000 dólares, cantindad notablemente inferior al que cobraban los soldados de fortuna ingleses, estadounidenses, gurkas nepalíes, filipinos, colombianos o españoles, como daba cuenta el periódico ABC en septiembre de 2004. De nuevo, la empresa que estaba detrás de la contratación era Blackwater, a través de un intermediario chileno.

Mercenario_irak

Pero el negocio no es solo personal: quienes se lucran con la prestación de estos “servicios de seguridad”, son la empresas: el informe del CRS para el Congreso señala que solo la empresa británica Aegis Defence Services Limited ha acumulado contratos por valor de 292 millones de dólares, y espera otros por valor de 400 millones de dólares.

Otro informe, este de la Cámara de Representantes, calcula que solo las actividades que realiza la empresa Blackwater cuesta entre tres y diez veces más si esas mismas actividades de seguridad fueran realizadas por tropas regulares estadounidenses. Es, por tanto, un negocio más que ha proliferado alrededor de la invasión de Irak.

No se sabe cuántos de estos soldados de fortuna han fallecido en Irak. Iraq Coalition casualities tiene recogidas 411 muertes recogidas por medios de comunicación. El propio Congreso de los EE.UU eleva esa cifra a 917 fallecidos (146 en los primero meses de 2007), y unos 12.000 heridos.

La impunidad es otro punto controvertido junto al mero negocio: estos mercenarios o agentes de seguridad no pueden ser juzgados por los tribunales iraquíes; el propio Congreso de los EE.UU duda si los tribunales internacionales pueden considerarlos como mercenarios, y esacapan de la definición de la Convención de Ginebra de 1977, de la que, además EE UU no es firmante; así, los ciudadanos estadounidenses dedicados a estas labores de seguridad solo podrían ser juzgados por tribunales federales estadounidenses o tribunales militares.

De la impunidad con la que algunos de estos agentes operan (ni tan siquiera tienen el freno de una cadena de mando oficializada), da cuenta un vídeo que muestra a supuestos empleados de Aegis disparando contra vehículos de civiles iraquíes sin mediar ni amenazas ni palabras, cómo si de un deporte se tratara.

Un caso similar es el de Washbourne (el que aparece en la fotografía con el brazo tatuado apuntando a un objetivo), un ex marine que trabaja para una de estas empresas: “Quiero matar a alguien hoy“, dijo a su unidad un día por ser el último antes de sus vacaciones. Y terminó disparando contra dos vehículos de iraquíes.

Otra dos firmas de seguridad, Titan y Caci International, estuvieron implicados en los abominables casos de tortura y abusos de la prisión de Abu Ghraib. Pese a que tres de sus empleados fueron acusados formalmente de tener “una conducta abusiva hacia los prisionerios” (es decir, torturas), el Pentágono siguió firmando contratos con las dos empresas.

Estos mercenarios no solo operan en Irak: Afganistán también ha sido su destino. En junio de 2004 las autoridades afganas detuvieron a Jonathon Keith Idema, un ciudadano estadounidesne acusado de mantener una carcel ilegal y de someter a los prisioneros a torturas; EE UU, a través de un comunicado, se disviculó del detenido. Condenado a 10 años por un tribunal afganos, fue amnistiado por el presidente Karzai, y ya está de vuelta en EE.UU.

La privatización de la guerra es tan antigua como la misma guerra; siempre hubo soldados dispuestos a ofrecerse por una buena soldada que por los fines propios de la guerra; pero la privatización de la guerra es un fenómeno en auge desde el final de la Guerra Fría, con la reducción de los efectivos en los ejércitos, el cambio de la naturaleza misma de las guerras, donde las línea entre población civil y ejércitos se ha diluído y de un proceso de privatización generalizada de todo lo estatal, como señala el profesor Peter W. Singer en Outsourcing War.

Irak ya es el paradigma de la privatización de la guerra: el segundo ejército en efectivos desplegado no pertenece a una nación, sino a empresas privadas.

La primera fotografía es cortesía de El Tirador Solitario.

Post publicado simultáneamente en Blog de Bloggers de El País.

Al Jazeera inside Iraq: Mercenarios en Irak

Monday, July 2nd, 2007

Al Jazeera inside Iraq es un programa de la cadena qatarí en su versión inglesa. En este caso, dos invitados debaten sobre los llamados contratistas en Irak, para unos agentes de seguridad privada, para otros simplemente mercenarios que actúan sin ningún límite y con toda la inmunidad, por mil dólares al día.
En el debate se enfrentan Brad Blakeman, republicano, analista político y antiguo asesor de la Casa Blanca, y Phyllis Bennis, investigadora en el Instituto de Estudios Políticos de Washington y autora de Challenging Empire.

Vía| Roads to Iraq/ Enlace al Vídeo.

En unos días publicaré un post más detallado sobre los mercenarios en Irak.

Dónde ponga Vietnam, lean Irak

Wednesday, June 27th, 2007

Las analogías entre la guerra del Vietnam y la guerra de Irak son muchas. Foreign Policy ha cogido uno de los memorándum de la CIA desclasificados recientemente (no solo se han desclasificado las Joyas de la Familia disponible en PDF), y ha sustituido Vietnam por Irak; comunistas por insurgentes; los soviéticos por los iraníes; la insurgencia comunista, por los terroristas… la adaptación al lenguaje (con una extrema simplificación) y la selección de los términos es redonda: parece que el memorándum ha sido escrito por un agente de la CIA actual dirigidio a general Hayden, y no al mítico director de la CIA de esos años, Richard Helms.

Nixon, vietnam; Bush, Irak

El resultado es el esperado: encaja el análisis con 40 años de diferencia. El memorándum se titulaba “Resultado desfavorable”, y fue expedido el 11 de septiembre de 1967. En el también se avisaba de la extensión del problema por el sudeste asiático, solo evitado, paradójicamente, por la salida de EE UU de Vietnam.

El artículo de FP concluye: “Cinco meses después de que el memorándum fuera escrito, la Ofensiva del Tet ( en Guerra Eterna, una analogía con Irak), una serie de operaciones ofensivas contra Vietnam del sur realizada por soldados de Vietnam del sur y las guerrillas del Vietcong, cogió a las fuerzas estadounidenses y al público americano por sorpresa. La secuela de este contratiempo fue que el General William Westmoreland, comandante de ls tropas en Vietnam, fue reemplazado y la estrategia americana cambió de las operaciones convencionales a las de contrainsurgencia. En muchas maneras, el cambio de estrategia llegó demasiado tarde para alterar el resultado de la guerra. Treinta mil efectivos adicionales murieron en Vietnam antes de la retirada final”.

Irak, como en un videojuego

Wednesday, June 20th, 2007

Fuerzas conjuntas de Irak y EEUU ha lanzado una operación contra la insurgencia suní en la provincia de Baquba, considerado como su bastión, y al que, según EEUU, se han desplazado unos 2.000 combatientes de Al Qaeda.

En total unos 10.000 efectivos, en la operación más importante desde que comenzó la guerra. De momento el mando de EEUU en Irak ha asegurado que ha dado muerte a 30 militantes de Al Qaeda.

Esto en el norte, porque en el sur ha sido el ejército iraquí, apoyado por tropas del Reino Unido (o viceversa), el que ha lanzado una ofensiva contra el chíi ejército de Mahdi. (more…)

Blair ataca a los medios y The Independent responde

Wednesday, June 13th, 2007

La despedida de Blair ha sido atacando a los medios de comunicación. Acusó a los medios de “destrozar la reputación de las personas como bestias salvajes“. Especial ataque tuvo haca The Independent:

La opinión y los hechos tienen que estar claramente separados. La verdad es que hoy una larga de los medios no hacen esta separación y esto, por supuesto, no importa . En otras palabras, no es una excepción. Es la rutina. La metáfora de este tipo de moderno periodismo es el periódico The Independent . Quiero dejar claro que está bien editado, un papel animado y tiene absolutamente el derecho a imprimir lo que quiera, cómo quiera, sobre Oriente Medio o cualquier otra cosa. Pero comenzó a ser un antídoto a la idea del periodismo como punto de vista, no como noticia. Esto es lo que se ha llamado The Independent. Esto es lo que es de forma declarada un viewpaper, y no simplemente un newspaper. La consecuencia final de todo esto es que es raro encontrar un equilibrio en los medios”.

La respuesta de The Independent ha sido la siguiente portada, y un artículo de su editor, Simon Kelneral, al saliente Blair:

“¿Estaría diciendo esto, señor Blair, si hubiéramos apoyado su guerra en Iraq?”

Bastaría decirle a Blair — como a tantos otros que con o sin bigote se fueron del poder — que ellos no son imprescindibles, que vendrán otros que lo hagan mejor o peor, pero que. sobre todo, los periódicos les suelen sobrevivir y tienen una vida más larga que sus meteóricas carreras políticas.

La nueva embajada de EE UU en Bagdad

Monday, June 4th, 2007

La nueva embajada de EE UU en Bagdad está construyéndose dentro de la Green Zone por unos 900 empleados, ninguno de ellos iraquíes; el coste del proyecto se eleva a más de 500 millones de dólares, y se espera que este terminada en septiembre.

El viernes pasado los medios de comunicación estadounidenses recogían la noticia de que “detalles” de la nueva embajada habían sido difundidos por Internet, mostrando incluso una reconstrucción virtual del futuro recinto.

Vistas las fotos que han sido difundidas por los medios, llegamos a una conclusión: el embajador tendrá piscina .

Un portavoz de la compañía Louis Berger Group, con una parte importante del proyecto, asegura que no da pistas a los enemigos de EE UU: “La información que ha sido difundida era puramente conjetura y conceptual en su naturaleza. Google Earth puede darte mejores fotografías de lo que el lugar parece en tierra.”

La página web Berger Devine Yaeger, el estudio de arquitectura responsable del proyecto, está caída. Para más detalles, recomiendo la lectura del post de Danger Room sobre el asunto.

Mientras, la Zona Verde ya no es tan segura: llueven morteros sobre ella, o al menos la insurgencia lo intenta.

The fixers: los ojos y los oídos en la guerra

Sunday, May 20th, 2007

Desde que comenzó la guerra en 2003, al menos 176 periodistas y profesionales de la comunicación han sido asesinados en Irak, según Reporteros Sin Fronteras.

Dos periodistas de la cadena ABC News fueron asesinados el jueves por desconocidos después de que su vehículo cayera  en una  emboscada. Eran el cámara Alaa Uldeen Aziz, de 33 años, y el técnico de sonido Saif Laith Yousuf, de 26.

Los dos eran iraquíes, como la inmensa mayoría de periodistas que recaban información en Irak, ya que los periodistas occidentales simplemente no pueden circular libremente por Irak sin ser objetivo de las partes implicadas en la guerra civil.

Alaa y Saif eran lo que en el mundo periodístico se conoce con el término inglés fixers (fijadores): son nacionales que viven en una zona de conflicto que se ofrecen a los medios extranjeros para hacer de todo, desde guía y traductor, pasando por técnicos de sonido, cámaras o fotógrafos, hasta llegar a ser los redactores de esos medios sobre el terreno.

Hablaba hace poco del trabajo de estos profesionales iraquíes y del poco o nulo reconocimiento que se le da; vaticinaba que no iban ganar ningún premio (espero equivocarme), y que muchas veces eran directamente anónimos en su labor informativa, pero también en su muerte.

El Instituto de Prensa Internacional baraja la cifra de 46 periodistas (quizá el término más adecuado sea el de profesionales de la información, ya que engloba no solo a periodistas sino técnicos de sonido, cámaras, fotógrafos etc) muertos en Irak durante el año 2006. De esos 46, 44 eran iraquíes (artículo de Reuters firmado por un periodista iraquí precisamente).

Los fixers no es algo nuevo de Irak, y es inherente a todos los conflictos. Un ejemplo actual es Afganistán, donde estas personas son en la mayoría de las veces la única vía para recabar información entre el entramado tribal; el conflicto de Yugoslavia es otro claro ejemplo de cómo los medios dependieron de estas personas.
En un artículo del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), firmado por Elisabeth Witchel, se describe la labor de estas personas en varios conflictos, a través de testimonios tanto de los propios fixers como de profesionales de los medios con los que trabajan.

“Los corresponsales extranjeros piensan que escriben para cierta audiencia, y que no estan poniendo a sus fixers en riesgo. Pero ahora cualquier señor de la guerra puede coger un artículo por Internet,  y son frecuentemente traducidos a la lengua local y puestos en circulación. Si la historia ofende a alguien, el fixer recibirá una visita”, relata en dicho artículo un fixer afgano que se mantiene, por obvias razones, en el anonimato.

Quizá el anonimato sea una de las características que define al fixer. En un artículo de Dean Reynolds publicado en ABC News (con motivo de la muerte de sus dos fixers), y en que hace un repaso sensacional a la labor de estas personas, el vetarano corresponsal termina con esta frase: “Les diría sus nombres, pero no los conocerían”.

Muchos de estos fixers no ha recibido una formación específica relacionada con el periodismo. Muchos de ellos comienzan su relación con los medios porque conocen el idioma, y porque se ofrecieron en su momento a la puerta de los hoteles de la prensa; la guerra, además, agudiza el ingenio, y la posibilidad de recibir un sueldo bastante más alto del resto de sus compatriotas,terminan desembocando en una labor informativa arriesgando sus vidas allá donde el periodista extranjero no puede entrar.

Por eso, algunos aparejan el término fixer con el de periodista paracaídas , pudiendo llegarse a poner en duda, de manera injusta, la calidad de un trabajo a todas luces imprescindible.

Pero en el fondo los fixers son ante todo y sobre todo rentables para los medios con los que se vinculan (usar el verbo contratar sería dejar a muchos de ellos fuera): tener a un corresponsal propio en una zona de conflicto es caro, muy caro; si además tiene que ir acompañado de un equipo técnico, el precio se eleva; si añadimos a esto que a los empleados hay que tenerlos asegurados y con mínimas medidas de seguridad (es lo que debería de ser, pero en muchas ocasiones incluso los periodistas enviados a una zona de conflicto se tienen que costear el chaleco antibalas y el casco, el seguro puede brillar por su ausencia y el trabajo se hace más por pasión que por sueldo) el fixer sale muy barato.

La ecuación es clara: al principio las guerras interesan a todo el mundo, y el riesgo/inversión merece la pena; conforme el conflicto se prolonga, el interés decrece y con ello la inversión. Mejor tener a un fixer que arriesgue su vida para que todo el mundo pueda recibir la información. Además su muerte, desgraciadamente, pesará menos.

Pero no olviden que sin ellos  — se hace difícil imaginar que no existan en cualquier guerra– no tendríamos ni imágenes, ni sonido ni información. Son los ojos y los oídos de los medios y de sus audiencias en la guerra.

El príncipe Harry no irá a Irak

Thursday, May 17th, 2007

Henry Charles Albert David, Principe Henry de Gales (no confundir con su padre que es Carlos de Gales, pero también el Príncipe de Gales), no irá a la guerra de Iraq con su regimiento de los Azules y Reales, que han sido desplegados en Basora.

El general en jefe Sir Richard Dannatt hacía pública su decisión mediante un comunicado:

He decidido hoy que el Principe Harry no será desplegado como comandante de su escuadrón.
He llegado a esta decisión final siguiendo una larga ronda de consultas, incluyendo una visita que yo mismo hice al final de la semana pasada a Iraq.

Había numerosas amenazas específicas — algunas directas otras indirectas– que estaban relacionadas directamente con el Pricipe Harry como individuo.

Estas amenazas no solo le exponían a él sino también a las personas que le redean a un grado de riesgo que estimo ahora inaceptable.

El comunicado termina dando las gracias a los soldados y sus familias porque ellos si que terminan yendo a la guerra.

Los soldados se quedan sin MySpace

Tuesday, May 15th, 2007

El Pentágono va a impedir la entrada desde su red fuera de Estados Unidos a sitios como youtube, 1.fm, pandora.com, photobucket.como, myspace.com, live365.com, hi5.com. metacafe.com, mtv.com, ifilm.com, blackplanet.com, stupidvideos.com y filecabi.com.

La razón: impedir que puedan recibir malas noticias o que ellos la den, revelando información al enemigo.

No supone una prohibición, como si lo era la de tener un blog, cortada de raíz desde agosto pasado.El Pentágono permitirá que los soldados puedan hacer uso de esos sitios, pero nunca desde los ordenadores de sus bases, única oportunidad para poder acceder a la red a militares destinados en lugares como Afganistán o Iraq. ¡A ver quien es el guapo soldado estadounidense que se va a un cibercafé de Bagdad a colgar/ver videos en Youtube o ligar a través del hi5!Fotografía tomada del Flickr de Aheram

Muchos vaticinaban que las guerras futuras iban a ser comunicadas por los soldados, que iban a llevar un portátil en el petate y que la información iba a fluir más o menos libremente. Estas medidas demuestran que los ejércitos tardan poco en adaptarse, y responde a su naturaleza: controlar/manipular toda la información para conseguir sus objetivos.

La próxima guerra — cuando acabe este ciclo de Iraq, Afganistán si es acaba algún día– será muy distinta desde el punto de vista informativo, y los soldados dejarán de ser productores / consumidores de la información de una manera tan libre.

La fotografía que ilustra este post ha sido tomada del flickr de Jayel Aheram, un soldado estadounidense que además tiene un blog — parado desde octubre hasta abril, fecha en la que ha retornado a EE UU –, un Twitter y hasta una sección de vídeos.