Txetxo Yoldi tiene memoria
Moeh Atitar de la Fuente - Tuesday 23 de September de 2014
Conocí primero a Txetxo Yoldi por su firma. Era una de esas firmas que se repetían en la páginas de ‘El País’, el periódico del que he sido lector siempre lector.
Solo he hecho una vez en mi vida una cobertura de un juicio: el de los atentados del 11-M, para 20 Minutos. Yo no tenía prácticamente ni idea de qué iba un juicio, y la idea general que tenía se remitía a las películas americanas. Me sirvió de ayuda la letrada (y además amiga) Paloma Llaneza, que me proporcionó el teléfono de Txetxo. “Para lo que quieras y necesites”, me dijo Txetxo en una breve llamada. “Ya nos veremos en la sala”, añadió. Hubo un silencio incómodo cuando le dije que lo iba a cubrir desde la redacción. Años después Txetxo no se acordaba de esa llamada.
Esta breve anécdota resume quién es Yoldi: un tipo que siempre está dispuesta a ayudar y nunca con la boca pequeña.
Hoy escribo de él porque estrena memorias periodísticas: Peor habría sido tener que trabajar, editado por libros.com . Las memorias se leen en 2.40, lo que dura un vuelo entre Madrid y Bruselas, sin levantar la vista, porque engancha. Se agradecen los capítulos someros, al grano, muy a su estilo, pero añadiendo sus expresiones y citas de otros, que tanto le gusta colar. Además es elegante, porque en su larga trayectoria no sale mal parado casi nadie, salvo los que salen mal parados por acción propia.
Yo he sido un privilegiado por ver trabajar a Yoldi de cerca en la redacción de ‘El País’. Los lunes no tenía que leer su columna en las hojas del periódico porque siempre tenía el privilegio de leerlas los jueves o los viernes, impresas en un Din-3 y precedido de un “¿a ver qué te parece la columna?”, dejándola sobre mi teclado. Tras su lectura se establecía un diálogo donde yo preguntaba sobre alguna cosa que deslizaba en el texto. “¡Pero por cómo no sabes eso! ¡Qué joven eres!”, me soltaba (y me sigue soltado). También le vi manejar la bomba de relojería que era el ‘Caso Divar’, del que da cuenta en las memorias en su capítulo final. Hoy me tengo que esperar, como todos, a que lo publique en su blog ‘El último recurso.
En resumen, compren y lean el libro. Les divertirá y les reconciliará con el oficio de periodista, tanto si son lectores como ejercientes.
No creo en los maestros, pero sí en los ejemplos. Para mí, Txetxo Yoldi es todo un ejemplo.
Queda pendiente que me diga qué moto me tengo comprar.
Gracias Moeh:
Con los amigos siempre es fácil quedar bien, y si además el fotógrafo es tan bueno como tú, el retrato es la viva imagen de Brad Pitt o George Clooney, no sé por cuál decidirme.
El un privilegio y un gran honor ser tu amigo.
Gracias por todo, ras de bacor. (la cagaste cuando me dijiste que tu padre te llamaba así)
Abrazo enorme.
Txetxo Yoldi