Los marines de Somalia, una empresa de piratas
Moeh Atitar de la Fuente - Saturday 26 de April de 2008
Las negociaciones con los piratas que mantienen secuestrados a los 26 tripulantes del atunero español Plaia Bakio se están llevando a cabo en Londres, posiblemente con la intermediación de abogados.
Los responsables del secuestro parecen ser los autodenominados Marines Somalíes, también señalados como responsables del secuestro del yate de lujo francés Ponant hace tan solo tres semanas. Parte de estos secuestradores fueron capturados por Francia, tras el pago del rescate y cometer errores de principiantes.
Los Marines Somalíes usan, como ya hemos señalado, barcos de pesca de gran envergadura como buques nodriza desde los que lanzan sus ataques. Según señala el cámara francés Gwen Le Gouil — secuestrado en tierra por este mismo grupo — se trata de antiguos pescadores reconvertidos en piratas, que “sólo conocen una ley, y esa ley es el dinero”.
Armas y granadas requisadas a piratas por el Gobierno de Puntland
Armados de AK-47, lanzagranadas, y a bordo de unas lanchas rápidas, los Marines Somalíes son uno de los mayores grupos dentro de los otros tres que rivalizan por el pirateo en la zona, según señala Andrew Mwangura, presidente de la asociación de socorro del puerto de Mombasa, Kenia. Todos los secuestrados señalan que este grupo se caracteriza por tratar bien a los secuestrados, ya que es la única manera de pedir un rescate. El otro grupo mayoritario en esta zona es el autodenominado los Guardacostas Nacionales Voluntarias — Voluntary National Coastguards.
Estos piratas son solo un negocio más para los señores de la guerra que imperan en Somalia y que al tiempo se disputan el poder. Todos estos grupos tiene su presencia mayoritaria en la región semiautónoma de Puntland. El gobierno de esta región niega cualquier relación con los piratas, y de vez en cuando — tal vez para maquillar, tal vez para someter a grupos que escapan de su control fiduciario– lanza operaciones contra ellos, como la de hace unos días, que permitió la liberación de un buque de Dubai.
A nadie le tiene que sorprender, por tanto, que los piratas negocien la liberación en Londres, a través del señor de la guerra y del hombre de negocios al que obedecen. Si se paga un rescate — algunas fuentes han hablado de un millón de euros — no es de extrañar que éste dinero termine siendo blanqueado en cualquier lugar del mundo, y luego invertido, porqué no, en la bolsa. Estos piratas son tan solo una punta de un negocio, donde tampoco le extrañe a nadie que estén detrás bastantes europeos.
Mientras que los que asaltan los barcos son poco más que carne de cañón, los jefes viven en el lujo más absoluto.
Si robas para comer es una cosa, si pides millones no es para ayudar a los pescadores que algunos dicen que no tienen trabajo porque el primer mundo les ha esquilmado sus recursos pesqueros.
Muchos barcos asaltados se repintan, se les hace documentación falsa en Hong Kong y se revende en África o Asia.
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[…] 2008 Siempre se dice que no hay que pagar a los secuestradores. De hecho me parece que es ilegal. Con “El Playa de Bakio” parece que hemos desembolsado 1.2 M$ (suerte que el tipo de cambio es positivo en este […]
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