Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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El arte de titular: Noticias caninas en portada

Moeh Atitar de la Fuente - Thursday 25 de August de 2011

Dicen que los veranos todo vale. No hay noticias, así que la mano del director — o más bien su sustituto, porque él está disfrutando de su merecido descanso — se abre a historias de interés humano, expresión con la que se designa cualquier historia superflua que no tienen mucho interés.

Es verano, pero este no es un verano al uso. La crisis de la deuda, la reforma de la Constitución y la toma de Trípoli por los rebeldes son noticias que se merecen una primera página. Estos días no nos faltan ni temas, ni fotos.

Pero, ¿qué más da? El Periódico ha optado por la historia de Brut, un perro (no unperroflauta, ni un perropolicía ni un perropapa) “muy amante de otro tipo de aventuras se escapó tras una perra y se perdió” (¿a quién no le ha pasado en algún momento de su vida?”).

Brut vuelve a casa

Brut vuelve a casa

La crónica, a cuatro columnas y titulada Matt vuelve a ser Brut, no tiene desperdicio. Y justo al lado, la que columna de la izquierda, en pequeñito, se puede leer: “Rescatada una menor obligada a prostituirse junto al Camp Nou”.

PS: Con este post intentaremos hacer renacer el blog…

El nuevo negocio de Erik Prince

Moeh Atitar de la Fuente - Sunday 15 de May de 2011

El fundador de Blackwater no descansa. Tras cambiar su compañía de nombre (de Blackwater pasó a llamarse Xe Service) y dejar la dirección de la empresa que consiguió contratos multimillonarios para proveer de seguridad privada a EE UU en Irak y Afganistán con soldados de fortuna, Prince se retiró a Abu Dabi donde iba a escribir sus memorias.

Pero no solo de literatura y recuerdo del pasado vive Prince. Según una investigación del periódico New York Times, Erik Prince ha creado una empresa en los Emiratos Árabes Unidos cuya principal función es crear un compañía militar de elite formada enteramente por soldados extranjeros, en concreto y hasta ahora colombianos, para poder se usados por el país del Golfo, que cuenta con un Ejército reducido y inexperto, amenazado por la fuerza de Irán (de hecho mantienen un litigio sobre unas islas).

Al ser una empresa radicada en los emiratos no estaría violando la ley estadounidense, pero si lo podría estar haciendo al tener a estadounidenses formando a un ejército extranjero sin el debido permiso de Washington.

El presupuesto inicial de la compañía (conocida como R2) ha sido de 20 millones de dólares. Cada soldado cobra unos 150 dólares diarios.

Más detalles del nuevo negocio de Erik Prince en The New York Times

Los dos discursos de Obama

Moeh Atitar de la Fuente - Friday 13 de May de 2011

La madrugada del 1 al 2 de mayo Obama anunció que EE UU había matado a Osama Bin Laden. El discurso lo realizó frente a las cámaras de televisión. Los reporteros gráficos tuvieron que esperar a que terminara el discurso televisado para que Obama “recreara” los 30 primeros segundos del discurso. Aducían desde la Casa Blanca que los fotógrafos distraen la oratoria del presidente. La práctica no era nueva, y las recreaciones de discursos para fotógrafos se hace desde tiempos de Truman.

Obama, durante su discurso televisado (PETE SOUZA / White House)

Obama, durante su discurso televisado (PETE SOUZA / White House)

Varias agencias se han quejado de este trato y flaseamiento de la realidad. Desde la Casa Blanca se ha anunciado que esta práctica tan arraigada se va a eliminar, y se estudia ahora como los fotógrafos pueden realizar su trabajo sin ‘molestar’ al orador. Algo que en España pasa sin problemas. Para muestra, la declaración del presidente Zapatero tras el atentado de Barajas, con el sonido continuada de las cámaras.

Vía | PetaPixel

Después de Bin Laden

Moeh Atitar de la Fuente - Monday 9 de May de 2011

Ha pasado una semana desde que EE UU liquidará a su enemigo número 1. Quedan y quedarán muchas partes oscuras que resolver; algunas no se aclararán nunca, y seguirán dando pábulo a teorías de la conspiración, entretenimiento sesudo de muchos. Entre las hipótesis sobre la suerte de Bin Laden estos últimos doce años (el terrorista más buscado lo es desde sus atentados patrocinados en Kenia contra las embajadas de EE UU ) pocos imaginaba un final parecido. La mayoría manejaba la hipótesis, tal vez la leyenda de que Bin Laden estaba en una recóndita cueva, en la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán, pero nunca a un centenar de metros de la base militar donde se forma la oficialidad paquistaní.

El futuro de Al Qaeda. Desde el 11 de septiembre se describía a la red terrorista como una estructura descentralizada, nada jerarquizada y por ello más difícil de terminar con ella. La teoría que imperaba era que si se acababa con Bin Laden, Al Qaeda no iba a desaparecer. La red se ha adaptado y cambiado en estos 10 años de acoso en Afganistán, y menos en Pakistán. Perdió su papel operativo, o al menos eso se decía (ahora, según EEUU, la mansión de Abbottabad era el centro de planificación de atentados terroristas). Ganó más su papel como ‘vanguardia’, difusora de ‘ideología’ y si se quiere como franquicia de otros grupúsculos, como los de Irak (el primero en escenificar que se unía a Al Qaeda), o en el Magreb. El nuevo liderazgo, tal vez en manos del egipcio Al Zawahiri, puede generar ciertas disputas entre la central y estos satélites.

Una versión. Hemos tenido una única versión de todo lo ocurrido: la de EE UU. Información empaquetada y lista para consumir. Incluso hemos visto como se vivía desde dentro de la Casa Blanca la ejecución del ‘enemigo número 1’. Con el tiempo, las versiones y ciertas certidumbres irán saliendo a la luz. De momento nos queda, al periodismo, advertir que todo lo que ofrecemos se “según EE UU” y ver los videos de cómo Bin Laden hacía zapping.

La fotografía. La pasada madrugada se emitió la entrevista de Obama en el programa 60 minutes. Fue un adelanto de esta entrevista la que comunicó al mundo que no se iba a difundir la prueba de la ejecución: una imagen de Bin Laden con varios tiros en la cabeza, según la han descrito algunos senadores estadounidenses que han tenido acceso a ella. No parece que nadie cuestione la decisión: casi dos tercios de los estadounidenses están de acuerdo con esta decisión. Tardaremos en ver esta imagen, pero tarde o temprano será exhibida, quizá cuando hayan pasado años y la imagen no tenga réditos ni para Al Qaeda ni sea una amenaza para EE UU que suscite más dudas sobre una operación que poco se sabe.

El primer acto de campaña de Obama. Tras la ejecución de Bin Laden, la popularidad de Obama se ha disparado. Sin embargo le puede perseguir el mantea que acabó con Bush padre: “No es la guerra, es la economía idiota”. Fue Bush I el que perdió la reelección tras haber salido victorioso de la guerra del Golfo. La economía sigue siendo hoy el principal problema percibido por los electores estadounidenses.

Ilegalidades. La ejecución de Bin Laden es todo menos legal: violar la soberanía de un país, condena sin juicio y obtención de pruebas mediante torturas. “En la lucha contra el terrorismo no hay atajos”, dijo un día, subido a una atalaya de moralidad, el entonces jefe de la oposición José María Aznar ante el caso Gal, que ayudó a acabar con el Gobierno de Felipe González. La lucha contra el terrorismo que emprendió EE UU después del 11-S ha estado llena de atajos. Se decidió suprimir la libertad de sus propios ciudadanos en pro de la seguridad; se puso en marcha un sistema de detención ilegal en Guantánamo, donde se aplicó sin ambages la tortura y donde los sospechosos tenían pocas posibilidades de un juicio justo; los drones (aviones no tripulados) de EE UU ha actuado sin impunidad sobre territorio paquistaní, en muchas ocasiones liquidando a simples civiles, operaciones que empezaron con Bush, pero que sobre todo continuaron con Obama. Guerra irregular, respuesta irregular: así ha actuado EE UU sin que nadie se lo haya cuestionado, y con todas las felicitaciones habidas y por haber, incluida la de Consejo de Seguridad de la ONU y la del Gobierno español. Escribe José Yoldi en El País un excelente análisis sobre esta operación: “En ningún momento se trató de hacer justicia sino de escenificar una venganza”. Pasen y lean.

Gerónimo. Se ha escrito mucho sobre el origen del nombre que se dio a la operación. Me quedo con una leyenda urbana: Prescott Bush, padre de Bush I y abuelo del Bush II, sirvió durante la I Guerra Mundial en el fuerte donde estaba enterrado el jefe indio Gerónimo. Se dice, no hay certeza, que robó su calavera, y que está en manos de la hermandad secreta de Yale  Skull & Bones, a la que pertenecieron su hijo y su nieto. Enredemos más el rizo: elegir un nombre así puede ser un guiño a esta hermandad. Las teorías conspiratorias son, sobre todo, entretenidas.

Cómo informarse de un sitio cuando no te dejan informar

Moeh Atitar de la Fuente - Monday 25 de April de 2011

El primer paso para informar es informarse. Parece obvio, pero en muchas ocasiones es el paso más importante. El sentido común es quizá el mejor aliado, porque no exige mucho a cambio y sin embargo nos olvidamos de él en muchas ocasiones. Si lo has visto tu, si has lo has presenciado, solo tienes que contarlo. Cuando no, tienes que buscar a alguien que te lo cuente, y que se alguien tenga solvencia. En los coles de periodismo se repite hasta la saciedad que lo mejor es tener tres fuentes separadas entre si para confirmarte un hecho que no has presenciado (lo más puritanos lo exigen incluso cuando tu lo has presenciado, por si te da una alucinación). Se nota que los teóricos no han estado estos días en Siria.

Siria es un país informativamente cerrado para los periodistas, pero hay información para los periodistas. La nutre gente corriente con sus cámaras, sus móviles, con sus twitter, etc. No creo que estén haciendo periodismo, pero están informando (si están haciendo periodismo o no, en el fondo me da igual) ; una información interesada; una información parcial; pero la única información disponible y sin la posibilidad de buscar tres fuentes distintas que te la verifiquen. ¿Qué hacer? Los teóricos sesudos dirían que esa información no es válida, por mucho que la veamos por el Youtube y nos parezca verosímil. Saltan las dudas: ¿cuándo se hizo el vídeo?¿dónde se tomó? ¿quién lo grabó?

Si uno se deja llevar solo por los teóricos termina convertiéndose en un escéptico que duda de todo.

Por suerte alguien se le ocurrió la solución del parche, por si le colaban un engaño. La fórmula viene a ser algo parecido a: “Les ofrecemos el vídeo de la matanza de xxx; es una filmación recogida de youtube; este medio no ha podido confirmar la verosimilitud de su contenido”.

Todo esto tiene que ir acompañado de algo que tiene que estar en el adn de todo periodista, en al menos un par de genes. Se llama honestidad, que no objetividad. La honestidad viene a ser algo así como que lo que tu quieras contar sea lo que realmente crees que es real, sin ningún añadido ni ningún condimento que te beneficie o que realmente no sepas.

Me dejo para el final la utilidad de difundir este tipo de contenidos (vídeos e imágenes) no estrictamente verificables ni verificados. Hace unos años, ante hechos similares, habríamos hablado de ‘testigos presenciales dicen que’. Hoy esos testigos presenciales llevan una cámara y ya no lo tienen que contar al periodista sino colgarlo en Youtube, twittearlo o compartirlo en Facebook. El periodista ha perdido en muchos casos la mediación entre los hechos y los testigos. Su labor está ahora en escudriñar los contenidos producidos por otros.

Yo soy partidario de difundir vídeos e imágenes en estas condiciones. Exige, como siempre, tener el sentido común encima de la mesa y poner esos parches, dejando claro a tu público que no has podido verificar el contenido no porque seas un vago sino porque te enfrentas a una dictadura que te lo impide. Es la única manera de imponer un discurso ante un régimen dictatorial que reprime de manera feroz. Los téoricos te acusan, peorativamente, de haber dejado el periodismo de lado y de haberte convertido en un activista.

Apuntes sobre le bombardeo en Libia

Moeh Atitar de la Fuente - Tuesday 22 de March de 2011

El eterno dilema Hablábamos hace unos días de la cuestión del intervencionismo. Hay quien quiere recuperar el llamado ‘No a la guerra’ que nació de la guerra de Irak, si bien la situación, el contexto, la justificación y consenso internacional son bien distintos. ‘El no a la guerra’ se entiende, por unos, como un rechazo a cualquier intervencionismo. El argumento más repetido es que por qué no se interviene en otras zonas donde se están atropellando al mismo nivel que en la Libia de Gadafi. Añaden que todo es cuestión de intereses, como si los intereses no tuvieran que contar.

Por partes. En Irak se fabricaron las causas para ir a la guerra (las armas de destrucción masiva); los mismos (o sus hijos) que en el año 91 tuvieron a tiro a Sadam, lo dejaron en el poder, pese a que el sur se levantó contra el dictador y nadie les apoyó; en Libia hay una fuerza desproporcionada de Gadafi contra una milicia popular. ¿Deberíamos de abrir un calendario de intervencionismo contra todo dictador? Antes de eso podíamos exigirle a nuestros gobiernos y representantes políticos que no le bailen el agua a tanto dictador suelto (un ejemplo, la visita de Bono a Guinea Ecuatorial). Si fueran sinceros nos dirían que todo es cuestión de intereses; pero algo que hay que aprender de todas estas revueltas sociales y políticas en el mundo árabe es que la presión a los dictadores debería ser una política de las democracias.

Rebeldes libios llegan del frente de la ciudad de Ajdabiya, al sur de Bengasi, tras una ofensiva fallida./ANJA NIEDRINGHAUS (AP)

Rebeldes libios llegan del frente de la ciudad de Ajdabiya, al sur de Bengasi, tras una ofensiva fallida./ANJA NIEDRINGHAUS (AP)

El fantasma afgano de los años 80 Cuando el enemigo era el comunismo, EE UU no dudó en apoyar a una amalgama de grupúsculos en Afganistán; pero lo hizo sin dar la cara, sin apostar por unos o por otros, situación que fue bien aprovechada por Bin Laden y los talibanes. El fantasma de Al Qaeda ha sido azuzado por Gadafi en todos sus discursos. Como señalábamos hace unas semanas, Bengasi fue el origen de muchos combatientes de Al Qaeda con destino a Irak. Es impensable que ahora se sustraigan de la realidad de su pueblo, de su ciudad, pero presuponer que todos son o pertenecen a Al Qaeda hay un trecho bien largo. Como sucedió en Afganistán, terceros países (Egipto o Arabia Saudi, según diversas informaciones) son los que están armando a esa resistencia popular. Francia y Reino Unido reconocieron a los rebeldes como legítimos interlocutores, quizá precisamente en querer cerrar las puertas a estos últimos.

OTAN. EE UU quiere que la Alianza Atlántica tome el mando; lo haría, como siempre un general estadounidense; solo cambiaría el ropaje, la apariencia de no ser ellos los que deciden; Francia no quiere que la OTAN tome el mando. Dice el Gobierno francés que no son los países árabes no quieren el mando de la Alianza. Es histórica la desavenencia de Francia con la Alianza; París ha querido ser siempre el contrapeso, la vanguardia hacia una política de defensa común europea, cuya principal escoyo es la Alianza, que ya cumple esa función de defensa, con el liderazgo de EE UU. Hasta la llegada de Sarkozy, Francia estaba fuera de la estructura militar de la OTAN, por una disputa que duraba décadas. Turquía y Alemania, por razones bien distintas, tampoco quieren que la Alianza, de la que forman parte, tome el protagonismo de la misión. Mientras Berlín se ha mostrado en contra de la intervención (los negocios imperan en Trípoli), Ankara quiere jugar la baza de intermediario y líder en el mundo musulmán y es un canal directo con el gobierno de Gadafi. A todo este cóctel, le sumamos a la Italia de Berlusconi, que amenaza con retirar sus bases del operativo si no se establece claramente quién manda.

Japón: un tsunami sin muertos visibles

Moeh Atitar de la Fuente - Tuesday 15 de March de 2011

Llevo los últimos días viendo muchas fotos de la catástrofe de Japón. A esta hora, solo con fotos producidas hoy, tengo para consultar unos 1.600 fondos bajo la búsqueda ‘Japan’. Seamos generosos, descartemos la mitad de esos fondos, para cribar declaraciones de políticos sobre el país asiáticos y cosas que nada tengan que ver con la catástrofe pero que contenga la palabra Japón. 800 fondos. Así, los últimos cinco días. 4.000 fotos, aproximadamente. Sigo buscando a un muerto visible, con rostros, sin manta, que no encuentro. Y el balance sube hasta los 3.000 muertos.

Hace un año, con el terremoto de Haití, nos cansamos de ver la muerte en estado crudo, tremendas, dolorosas, crueles, pero grandes fotos. Me viene a la cabeza este de Olivier Laban-Mattei:

Mientras, en Japón, no hemos visto ninguna situación parecida. Las comparaciones son siempre odiosas, pero esta foto de Andrees Latif marca la diferencia con la anterior:

¿Hay un doble rasero entre una tragedia y otra? Por supuesto, pero en toda la cadena. Que nadie venga ahora solo a flagelar al editor que las elige y al medio que las publica.

Por un lado está la toma. El fotógrafo decide qué fotografiar. En Japón, la inmensa mayoría de los fotógrafos son japoneses. Documentan como nadie la tragedia, pero son más que pudorosos con la muerte. No la van a buscar en su estado más crudo (algunos pensaran que escabroso). Lo mismo pasa con las agencias, que criban, que seleccionan, qué servir y qué no servir al cliente.

Siguiente eslabón, el del escenario, el de la cultura, la sociedad donde está la tragedia. Todos los muertos que he visto en Japón se ha preocupado alguien de taparlos. Es un enfrentamiento a la muerte totalmente distinto al de otros sitios, incluido Haití. ¿Veríamos a un sanitario japonés arrojar un cuerpo a una pila? Lo dudo, sin que el haitiano se convierta por ello en peor o mejor. El fotógrafo ve lo que sucede. Para el caso, la foto que ilustra el post, hecha por alguien que no es japonés.

A los medios no les llega ningún muerto. Pero pongámonos en el caso de que llegaran fotos duras de muerte. ¿Alguien cree que los medios dejarían de dar fotos del estilo de Olivier Laban? Yo — y es mi opinión — lo dudo.Denunciaría que Japón está sobrepasado, que la tragedia se les ha ido de las manos, que necesitan ayuda…

Ahora cambiemos de tema. Hace una semana vi una de las imágenes más desagradables que he visto en mi vida: el rostro deshilachado, desfigurado, de un piloto de Gadafi derribado por los rebeldes. La foto no aportaba absolutamente nada, y se decidió no publicarla (nos queda a los editores el papel de criba).

Y así muchos casos, a diario,  ante el siempre recurrente tema de la muerte, de la tragedia, del dolor, en la que solo hay una premisa: el caso de hoy, es distinto al de ayer y al de mañana. Ojala esto consistiera en aplicar simples recetas.

Y dejamos a su suerte a los que pudieron acabar con Gadafi

Moeh Atitar de la Fuente - Monday 14 de March de 2011

El Ejército de Gadafi avanza sin pausa hacia la capital rebelde Bengasi. Ha seguido el guión de la superiodad. Una superioridad aérea, frente a un ejército rebelde que tenía cada vez poco menos de ejército.

Batería antiaérea rebelde, desplegada cerca de una rifinería de Ras Lanuf./ JOHN MOORE (GETTY

Batería antiaérea rebelde, desplegada cerca de una rifinería de Ras Lanuf./ JOHN MOORE (GETTY

Contaban los rebeldes con poca fuerza, con pocas armas. Se había ya encargado Gadafi de quitarle todo el peso militar posible a la zona, empezando por la academia donde el mismo se formó en la ahora casi sitiada Bengasi. Los carros de combate bajo control rebelde, los T-55, son obsoletos y poco tienen que hacer frente a los 2-S21 y menos frente a los modernos T-62 y T-72 que Gadafi bien se guardó de tener bajo control en Tripoli. En los primeros días del alzamiento, Gadafi neutralizó a los cuarteles en Tripoli que podían ponerse de lado de los rebeldes, con un bombardeo atroz sobre las instalaciones militares. La base aérea Gamal Abdul el-Nasser, en el este a 16 km de Tubruk, y bajo control rebelde, tenía aviones o helicópteros operativos cuando llegaron los insurrectos. A los rebeldes alzados solo les quedaba además de los viejos tanques, arsenales con armas ligeras (Ak-47), RPG, alguna batería de Katiusha, los misiles antiaéreos SA-7 Grail de la clase “dispara y olvida” así como antiaéreas ZSU 23mm. Los rebeldes han intentado seguir la táctica de la Guerra de los Toyota, desarrollada por Chad en 1986 contra la propia Libia, usando las pickup Toyota  para trasladar a la tropa o para montar en ellas armas pesadas y armas antieaéreas, manejadas no por duchos y formados soldados, que poco tenían que hacer frente a los cazas MIG-23 y los helicópteros MI-24. Los rebeldes solo han conseguido en estos días de guerra derribar a un único aparato.

Batería de Katiusha rebelde en las cercanías de Ras Lanuf./ GORAN TOMASEVIC (REUTERS)

Batería de Katiusha rebelde en las cercanías de Ras Lanuf./ GORAN TOMASEVIC (REUTERS)

Con esta aplastante superioridad, Gadafi ha rehusado cualquier batalla cara a cara, ordenando un inteligente repliegue de sus tropas leales en los primeros días de avance de los rebeldes, y usando simplemente la fuerza aérea. De allí que desde el primer momento se pidiera una zona de exclusión aérea (que implica bombardear a la fuerza aérea de Gadafi así como sus defensas antiaéreas) que la comunidad internacional se ha visto incapaz de llegar a un consenso para lograrla. Puede que, a las puertas de Bengasi, ya sea demasiado tarde.

Batería antiaérea montada en un pickup desplegada en las afueras de Brega./ Nasser Nasser (AFP)

Los rebeldes no han contado con ningún apoyo significativo del exterior. Puede que el fantasma de Al Qaeda azuzado por Gadafi en sus delirantes discursos haya surtido algún tipo de efecto, sobre todo cuando EE UU veía con recelo al este, al ser una suerte de cantera para combatientes de Bin  Laden mandados a Irak. Sobre el terreno, cierto es, que no se ha significado de momento ningún movimiento de radicalidad. Ahora bien, el abandono a su suerte, sin ningún tipo de apoyo por parte de la UE o de EE UU, y a la espera de una resolución del Consejo de Seguridad más que tardía, puede hacer que estos grupos ganen más protagonismo, en una guerra de escaramuzas y más irregular y asimétrica todavía de la que estamos viendo estos días.

Puede que esta haya sido la lectura que haya hecho Sarkozy y con la que ha convencido a Gordon. De momento el eje París Londres — ¡junto a la Liga Árabe!, sorpresas te da la vida — son los únicos que han abogado abiertamente por una acción militar encaminada hacia la zona de exclusión aérea. Con Gadafi a las puertas de Bengasi — la prueba es que la mayoría de la prensa extranjera se ha replegado, como no podía ser de otra manera, a Tubruk — esta medida puede que llegue demasiado tarde. En un tiempo, la UE y EE UU, se tirarán de los pelos por no haber hecho algo antes, como podían haber hecho con Sadam en 1991. Dejaron a un dictador en su sitio, cuando tenían la posibilidad de ser vistos como libertadores; en la siguiente, puede que sean vistos, de nuevo, como invasores.

Día de la mujer trabajadora

Moeh Atitar de la Fuente - Tuesday 8 de March de 2011

8 de marzo. Día Internacional de la Mujer Trabajadora. 1943. EE UU se bate en guerra contra la Alemania nazi. Mientras miles de jóvenes combaten en las trincheras de Europa y asaltan las islas ocupadas por los japoneses, la retaguardia tiene que sustentar la economía de guerra. Y esa retaguardia está compuesta fundamentalmente por mujeres: ellas construían con sus manos los aviones, trabajaban en las fábricas de armamento, hacía de operadoras de radio…

Dejo aquí una colección de fotos propagandísticas en las que se muestra a esa mujer trabajando en factorías de la aviación estadounidense.

This girl in a glass house is putting finishing touches on the bombardier nose section of a B-17F navy bomber, Long Beach, Calif. She's one of many capable women workers in the Douglas Aircraft Company plant. Better known as the "Flying Fortress," the B-1

A young woman employee of North American Aviation, Incorporated, working over the landing gear mechanism of a P-51 fighter plane, Inglewood, Calif. The mechanism resembles a small cannon (LOC

Woman working on an airplane motor at North American Aviation, Inc., plant in Calif. (LOC)

Pearl Harbor widows have gone into war work to carry on the fight with a personal vengeance, Corpus Christi, Texas. Mrs. Virginia Young (right) whose husband was one of the first casualties of World War II, is a supervisor in the Assembly and Repairs Depa

Assembly and Repairs Dept. mechanic Mary Josephine Farley works on a Wright Whirlwind motor, Naval Air Base, Corpus Christi, Texas (LOC)

Carefully trained women inspectors check and inspect cargo transport innerwings before they are assembled on the fuselage, Douglas Aircraft Company, Long Beach, Calif. (LOC)

Todas las fotos son de Palmer, Alfred T (Librería del Congreso de EE UU)

…To the shores of Tripoli

Moeh Atitar de la Fuente - Wednesday 2 de March de 2011

From the Halls of Montezuma,To the shores of Tripoli (desde los Salones de Montezuma, a las costas de Tripoli): Así arranca el himno de Marines de EE UU, haciendo referencia a las dos primeras misiones en las que se vio implicado este cuerpo de infantería de los EE UU.

La de Tripoli fue la historia de un fracaso. El siglo XVIII acababa, con una nueva nación emancipada de su colonia. EE UU emergía recomponiéndose de su propia guerra de la Independencia. No tenía ni siquiera una Armada capaz de garantizar la seguridad de sus buques comerciales. Fue primero Francia la que le brindó el apoyo naval, defendiendo a los mercantes estadounidenses y de paso meterle el dedo en el ojo a Inglaterra. Los piratas surcaban casi sin problemas el lado sur del Mediterráneo. Tenían como refugio los actuales Marruecos, Argelia, Libia y Túnez. Con Marruecos la cosa se solucionó con un tratado y algunas monedas. Los otros países siguieron siendo bases para ataques a piratas. Todo se solucionaba con dinero, pero al contrario que ahora en Somalia, los secuestros duraban años, a veces décadas, y los capturados pasaban a ser directa y llanamente esclavos.

Corría el año 1801 cuando el Gadafi de turno, Yusuf Karamanli, a la sazón pachá de Tripoli, decidió pedir 250.000 dólares para dejar de atacar a los buques con la bandera estadounidense, cuando el presupuesto de todo EE UU ascendía a unos míseros 22 millones (eran pobres, pero pujantes). EE UU no cedió, y Thomas Jefferson, tercer presidente de la nueva nación, decidió enviar dos fragatas con infantes de marinas (marines), un cuerpo de proyección nacido de un cuerpo creado en la guerra de la Independencia, y cuya misión era proteger buques y realizar desembarcos.

La guerra duró poco más de cuatro años. EE UU no cesó de mandar buques de guerra. Era un empeño personal de Jefferson hacer notar que no era fácil atacar a un buque estadounidense. La nueva nación no podía tolerar que se le amenazara el comercio internacional, ya desde entonces su gran baza. EE UU llegó a desembarcar en tierras libias, y tomó el control de la localidad de Derna. Fue la primera vez en la que la bandera de EE UU hondeó tras una victoria militar fuera de su territorio. Acosado por el avance hacia Tripoli, el pachá firmó un tratado de paz en el que se ponía fin al chantaje de los secuestros.

Más de dos siglos después, otro USS Entreprise, esta vez un portaviones, se ha dirigido a las mismas aguas; también ha enviado al buque anfibio USS Kearsarge; de nuevo, a bordo unos 2.000 marines.  EE UU ha decido subir un escalón más la presión contra el régimen dictatorial de Gadafi, tomando la delantera en el patio trasero de la Unión Europea, esa suerte de unión comercial, monetaria y poquito más cuya capacidad diplomática es nula (la responsable es la siempre inútil Baronesa Lady Ashton) y de poder militar ni hablemos. La UE ha salido en espantada en un país donde tenía presencia comercial y donde no había disimulado lo más mínimo en hacer negocios con el que ahora llaman dictador. EE UU gana el terreno a la UE. Los europeos somos tan lúcidos que hemos convocado una “reunión de urgencia” para tratar el tema para el ¡11 de marzo!

La duda es la de siempre: ¿está justificada la intervención militar por la injerencia humanitaria? EE UU no tiene una buena experiencia que digamos en la zona (el desastre de Somalia) y su imagen de invasor sigue pesando en el mundo árabe tras la guerra de Irak. Pero si no hace nada, unos le señalarán por haberse quedado parado; si hace algo, el resto le recordará su imagen de invasor.

Viendo a los nuevos reclutas del ejército de los insurrectos a Gadafi la injerencia estaría más que justificada:

Reclutas del nuevo Ejército. Fotos de: Kevin Frayer (AP) y las otros dos de Marco Longari (AFP)

¿Va a poder este ejército, con un armamento anticuado, imponerse a las fuerzas fieles a Gadafi? Hoy, el Ejército leal al dictador ha recuperado el control de varios enclaves en el este, después de varios días de ineficiencia en la ofensiva, lo que algunos nos ha hecho dudar de las fuerzas reales con las que cuenta el dictador. Los rebeldes saben bien que sin la ayuda exterior resistir será cuestión de mucha voluntad. Se enfrentan a un ejército bien armado, que concentra fuerzas acorazadas y de elite, muy fieles al dictador. Por eso estudian ya pedir directamente a la ONU que ordene bombardeo sobre la fuerzas leales a Gadafi.

Está por ver si finalmente EE UU interviene y, a remolque, los países europeos decidan, tras cincuenta reuniones, que cada país haga lo que quiera a modo individual. Aunque hoy parece remoto ver a marines desembarcar de nuevo en tierras libias, yo no le recomendaría a nadie apostar su fortuna en contra.”Primero luchamos por lo justo y la libertad”, dice otra de las estrofas del himno de Marines de EE UU.

PS: La viñeta de El Roto de hoy: