Fuerzas conjuntas de Irak y EEUU ha lanzado una operación contra la insurgencia suní en la provincia de Baquba, considerado como su bastión, y al que, según EEUU, se han desplazado unos 2.000 combatientes de Al Qaeda.
No supone una prohibición, como si lo era la de tener un blog, cortada de raíz desde agosto pasado.El Pentágono permitirá que los soldados puedan hacer uso de esos sitios, pero nunca desde los ordenadores de sus bases, única oportunidad para poder acceder a la red a militares destinados en lugares como Afganistán o Iraq. ¡A ver quien es el guapo soldado estadounidense que se va a un cibercafé de Bagdad a colgar/ver videos en Youtube o ligar a través del hi5!
Muchos vaticinaban que las guerras futuras iban a ser comunicadas por los soldados, que iban a llevar un portátil en el petate y que la información iba a fluir más o menos libremente. Estas medidas demuestran que los ejércitos tardan poco en adaptarse, y responde a su naturaleza: controlar/manipular toda la información para conseguir sus objetivos.
La próxima guerra — cuando acabe este ciclo de Iraq, Afganistán si es acaba algún día– será muy distinta desde el punto de vista informativo, y los soldados dejarán de ser productores / consumidores de la información de una manera tan libre.
La fotografía que ilustra este post ha sido tomada del flickr de Jayel Aheram, un soldado estadounidense que además tiene un blog — parado desde octubre hasta abril, fecha en la que ha retornado a EE UU –, un Twitter y hasta una sección de vídeos.
Como ya dije por aquí, el príncipe Harry se va a Iraq; pero Harry no participará en operaciones de reconocimiento, cómo si hacen el resto de sus compañeros, y para lo que él ha sido entrenado. Demasiado arriesgado mandar a un príncipe a patrullar por Basora, ciudad en la que sus compañeros ya llevan seis meses; Harry está al llegar.
Los vídeos se distribuirán a todas las televisiones y se colgarán en Internet, previa limpia de toda información que pueda llevar a la insurgencia iraquí a detectar donde esta el tercer miembro en la línea de sucesión de la corona británica.
Veremos al príncipe haciendo el inventario, pelando patatas o limpiando los fusiles de sus compañeros; yo, sinceramente, no entiendo este paripé. Para no
Los príncipes, antes, iban a la guerra, porque era su deber; ahora que vayan es noticia, y luego se convierte propaganda (antes también, pero tenía siempre algo de gesta, de heroicidad, y los cuadros de los emperadores los pintaba Tiziano y no un equipo de TV del ministerio de Defensa ).
Si sigue la misma tónica que en la primera vuelta, los primeros resultados se empezarán a conocer a las 20 horas, ya que muchos colegios electorales cierran a las 18 horas.
De momento la participación está siendo histórica, superando la de los últimos 25 años: el 34,11 % del electorado inscrito ya ha ido a votar hasta las 12 horas. Tomemos nota en otras latitudes: hace bueno y van a votar.
Recta final para la primera vuelta de las elecciones francesas. Todo está por decidir. Sondéos y estrategias encima de la mesa. Royal no ha entendido el medio web; Sarkozy sí.
Una encuesta elaborada por Ifop asegura que los jóvenes – menores de 30 años – prefieren a Sarkozy (30 %), Bayrou (23 %) y Roya (22 %). El discurso de Royal – más innovador, más renovador, más cool – no ha calado en el electorado joven, según éste sondeo.
A Royal se le puede ir todo al garate por la intromisión de un compañero de partido – para que tener enemigos con compañeros como estos – Michel Rocard – solo fue primer ministro – que está empecinado en que Royal y Bayrou firmen un acuerdo anti Sarko. Todo este ruido constata que Royal es más débil que Sarko, o así lo puede percibir el electorado. Recuerden que en comunicación política no hablamos de realidades sino de percepciones.
Sarko ha ido adaptándose como nadie en la página web, mientras Ségolène Royal no ha cambiado: frente a discursos muy segmentados de Sarko, de poco más de cinco minutos, ¡Royal cuelga un mitin entero! ¿Hay algún ciudadano ajeno a un partido que pueda soportar un mitín?¿Y encima soportarlo por Internet en minúscula pantalla? Más MTV y menos discurso.
Con estrategias comunicativas como estas no me extraña que los jóvenes prefieran a Sarko.
Pero con tan poco distancia y tan poco movimiento en los sondeos es difícil asegurar qué va a pasar el domingo y quién va a pasar a la segunda vuelta.
Lo acabo de escuchar en la SER, en el programa de Toñi Garrido, Hoy por hoy Madrid.
Garrido, un fuera de serie que tiene un programa que de radio que es un blog, ha entrevistado a una responsable de la agencia de publicidad que ha diseñado la campaña. Ellos habían elegido el lema “Telemadrid, reflejo de lo que somos”.
Blair saca algo de pecho ante Irán, pero sin pasarse: “Espero que (Irán) se dé cuenta de que tiene que ponerlos en libertad. Si no, entonces pasaremos a una nueva fase”
Una nueva fase, de nuevo lanzándose mensajes a través de los medios. A lo mejor Blair se refiere a llevar el caso al Consejo de Seguridad, ese lugar al que acuden todos, pero que ya nadie le hace el mínimo caso. ¿No estará planteado Blair una operación de comando para rescatar a los 15 marines? A los británicos – hay que reconocerlo – no les tiembla el pulso, pero tal y cómo están las cosas por Iraq, mejor no lanzarse sobre Irán.
Arabia Saudí quiere ser el líder de los países árabes. Al menos la reunión de la Liga Árabe va a tener lugar en Riad, donde aún se le saca rédito a los acuerdos de Meca que puso fin a las hostilidades entre Hamás y al Fatah.
Oriente Medio está plagado de problemas: Irak, Palestina, el desafío nuclear iraní – que rivaliza con Arabia Saudí para hacerse la potencia predominante en la región – Iraq, etc.
“Tenemos que mostrar al Mundo que somos capaces de resolver nuestros propios problemas”, ha asegurado el jefe de la diplomacia saudí. Pues eso, a ver si es verdad…
Cincuenta años del tratado de Roma. Yo no esperaba nada de la declaración formal que hicieron los primeros ministros europeos en Berlín. De nuevo un brindis al sol, que no consigue lo fundamental: atraer a los ciudadanos europeos. Alan Sked titula su análisis en FPel show de los payasos.
Zapatero no convenció a mucha gente en el programa tengo una pregunta para usted: preguntas concretas, respuestas generales. En estos encuentros, más allá de decir la verdad – que siempre tiene que estar en boca de uno – hay que seducir, mirar a los ojos y no soltar las respuestas que preparan sesudos expertos en las distintas materias, pero que olvidan algo fundamental: comunicar.
Las respuestas fueron demasiado largas, tanto que Lorenzo Milá le tuvo que pedir en varias ocasiones que ciñera sus respuestas, llegando a decirle: “si no me hace caso a mi ¿qué credibilidad va a tener ante los 100 ciudadanos?”
Para próximos programas, los preguntantes tienen que concretar mucho sus intervenciones. Le daría agilidad a un programa que sino resulta algo soporífero – cuando le toque a Rajoy me voy a poner el pijama, porque seguro que me quedo dormido.
En noches como las de ayer se echa de menos, al menos comunicativamente, a Felipe González.
Pero ya saben: desde la barrera, todo se ve muy fácil.
Este tipo de programas son los que demanda la gente en la televisión pública. La audiencia lo demuestra: un 30 % de cuota de pantalla, casi 6 millones de espectadores. El presidente ganó a Los Serrano y al Doctor House.
Un resumen del programa en la hora crítica. La viñeta de JRMora, el café de ZP (por cierto, yo sé de un sitio donde ponen el café a 15 céntimos, pero ni bajo tortura diré dónde…).
Parece que en España hemos descubierto el Mediterráneo con el formato de entrevista al que hoy se someterá el presidente del Gobierno, José Luis Zapatero, y dentro de unas semanas el líder del PP, Mariano Rajoy.
Desde luego es la primera vez que se usa en España, pero el formato tiene una larga tradición. Un referente lejano son los debates de los candidatos en las elecciones de Estados Unidos en los primeros años de la democracia. Los dos candidatos iban a una taberna, donde los electores podían entrar y fusilar a preguntas a los candidatos a puestos como sheriff, gobernador, senador, representante, etc.
Con el aumento del electorado, éste tipo de debates fue perdiendo sentido, hasta que apareció la televisión, que ha recuperado este formato.
En las elecciones francesas está siendo utilizado ampliamente. Las preguntas son de todo tipo, muchas de ellas, con el perdón, cabronas. Y es allí donde radica el interés de las mismas.
Quiero poner un ejemplo reciente de este tipo de entrevistas colectivas, realizada en la BBC de Londres a John Bolton, ex muchas cosas, entre ellas embajador de EE.UU ante la ONU. En este fragmento editado, Bolton es fulminado por las intervenciones del público, iraquíes en su mayoría.
En la primera secuencia, una iraquí niega que los iraquíes tengan una memoria selectiva para olvidar lo duro que fue el régimen de Sadam, y argumenta que Estados Unidos dejo escapar a Sadam Hussein en 1991 porque le interesaba mantenerlo. Bolton se defiende como puede. La replica de su interlocutora es fulminante: “Tengo familiares chíes, suníes y cristianos que han vivido bajo la dictadura de Sadam durante 30 años. Yo he perdido más familiares en estos últimos cuatro años que en los 30 años de dictadura, así que usted no me puede decir a mi lo duro que era vivir bajo la dictadura de Sadam.”
Celebro que éste formato haya llegado a España, y que solo sea una antesala a los debates políticos en televisión.
Veremos esta noche el resultado de esta primera experiencia. Estoy convencido de que más de una pregunta será comprometedora para el presidente porque precisamente de eso se trata.
El ciudadano tiene en Internet una herramienta fundamental para poder participar en la vida pública de su país. Esa participación va afectando poco a poco a todas las esferas de la vida pública, desde la administración pública, pasando por la educación hasta llegar a los propios partidos políticos que deben usar Internet como mejor herramienta para estar en contacto con la sociedad. Hoy mismo hemos visto como Ségolène Royal ha presentado su programa articulado a través de la participación ciudadana, principalmente a través de la llamada Segosphere.
En la ciudadanía digital estamos todos en pañales porque esto no ha hecho más que empezar, y aún nos queda por explorar la mayor parte del potencial que guarda Internet para el ciudadano. Hay que reflexionar, enseñar y educar en esta nueva herramienta, para ayudar a crear ciudadanos con mayor capacidad de partipación, lo que hará, sin duda, más sana la democracia.
Así que si te interesa el tema, apúntate a las jornadas sobre ciudad digital.