Codornices ahumadas con Risotto de la quinoa y membrillo, regado con un Chardonnay “Damaris Reserve” 2006 (40 dólares la botella).
Cordero asado con tomillo acompañado de una fondue de tomate, hinojo y berenjena, con Shafer Cabernet “Hillside Select” 2003 (300 dólares la botella) de caldo
Crostini de ensalada de lechuga roja (Lolla Rosa), roble rojo, endivias aliñadas con una vinagreta de sidra y nueces;
Tarta de pera con salsa de arándanos, con un Chandon Étoile Rosé (30 dólares la botella) como caldo
Éste es el menú con el que el presidente Bush ha agasajado a los líderes mundiales que se han ido hasta Washington para reunirse y hablar cada uno, como mucho, unos 7 minutos. Pero esa reunión será mañana. Hoy los líderes cenan en la Casa Blanca, entre ellos Zapatero. Pero para su cena no hay crisis. Acorde con estos tiempos de recesión económica, Bush tenía que haber organizado una merienda cena, con barbacoa, y unas cervezas Budweiser como mucho. Hubiese sido solo un mensaje, pero así habríamos empezado a creernos que esta cumbre servirá para algo, más allá de que los lideres se saluden, marquen su discurso de como mucho siete minutos y mojen sus labios en un vino de 300 dólares.
Fotografía: El presidente Bush se dirige a los líderes asistentes (sin consortes) a la cena dada en el comedor de estado