La cotidianidad de la pobreza
Moeh Atitar de la Fuente - Monday 16 de October de 2006
Madrid, un sábado cualquiera en un bario céntrico . Un día radiante, ideal para casarse. Los invitados de la boda esperan, elegantes, la salida de los recién casados. Los transeúntes, al pasar giran la cabeza y observan a los invitados, quizás buscando a los bienaventurados protagonistas del día:
Pero lo que realmente está pasando es esto:
Me quedé un rato observando a quienes pasaban delante; la mayoría giraba la cabeza hacia la boda; la persona que está en el banco es como si no existiera, como si fuera algo totalmente cotidiano, algo más del paisaje que no llama la atención tanto como una boda con toda su tradicional elegancia.
Somos uno de los países de la UE donde la distribución de la renta es más desigual. En España viven un millón de personas con menos de 1 dólar diario. Se estima, que si tenemos en cuenta la pobreza relativa, la cifra aumenta a más de 8 millones de personas.
Es decir, un número de personas tan cotidianos como un banco, un cajero o un puente sus verdaderos hogares. Solo hay que pasearse por Madrid.
Esta bien eso de levantarnos en contra de la pobreza, pero mientras la veamos como algo cotidiano, y lo asociamos tan solo a una realidad ajena a nosotros, no tenemos nada que hacer.
Somos uno de los países de la UE donde la distribución de la renta es más desigual. En España viven un millón de personas con menos de 1 dólar diario. Se estima, que si tenemos en cuenta la pobreza relativa, la cifra aumenta a más de 8 millones de personas.
Es decir, un número de personas tan cotidianos como un banco, un cajero o un puente sus verdaderos hogares. Solo hay que pasearse por Madrid.
Esta bien eso de levantarnos en contra de la pobreza, pero mientras la veamos como algo cotidiano, y lo asociamos tan solo a una realidad ajena a nosotros, no tenemos nada que hacer.
La pobreza es como una bola de nieve; cuando empiezas cuesta abajo, más grande es el problema y más dificil te será subir de nuevo.
Te pagan poco, por lo tanto puedes consumir menos; matriculas de Universidad, moverte hacia entrevistas de trabajo lejanas, cursos en Academias privadas, menos relaciones sociales porque no puedes consumir en cafeterias por lo tanto menos probabilidades de conocer gente que pueda conseguirte trabajo … piénsalo bien.
¿Quedarte sin trabajo?, ejemplo más claro, impago de hipotéca, impago de alquiler, deshaucio, comer mal (solo algunos Ayuntamientos de España tienen comedores sociales, no hay plazas suficientes y no dan las tres comidas al dia), albergues para vagabundos (no hay plazas suficientes), hueles mal porque no te duchas (piensa bien todo lo que conlleva), el frio que hace por las noches (piensa en las enfermedades derivadas del frio, la humedad), luego piensa en el equilibrio psicológico (depresiones, te sientes una mierda porque no eres útil para la sociedad), de ahi podemos pasar al alcoholismo (las horas pasan más rápido y te ayuda a combatir el frio), las drogas….
Al final, te destruye como persona, te alejas más de tus posibilidades de reinserción social, estás perdido para la sociedad que te expulsó… imaginate el coste en dinero y servicios para recuperar esas personas; duchas, comedores, albergues suficientes, asistencia psicológica constante, cursos de capacitación laboral, etc..
Normalmente la pobreza extrema es minoritaria, pero hay grados, y situaciones que no suponen dormir en un banco por la noche, pero igualmente delicadas.
Personas de mediana edad, divorciados, que tienen que mantener a 3 hijos con un sueldo de 600 euros; eso supone solo hacer 2 comidas al día, hacer que los hijos dejen Bachillerato para trabajar desde los 16 años, con lo cual es condenarlos a trabajos temporales para los cuales no requieren cualificación académica, trabajos mal remunerados, inestables, etc…
La pobreza se perpetua, se agranda, se condensa y se hereda.
El gasto social per cápita necesario para recuperar a estas personas sería, y es, brutal, y no siempre tiene éxito porque están muy perdidos… sin embargo, podemos mantener una serie de derechos sociales universales (Sanidad, Educación continua y gratuita, estabilidad laboral con salarios minimos y promocion de los contratos indefinidos, prestaciones por desempleo, etc…) que eviten esta bola de nieve hacia el abismo, que son sostenibles, y que impiden estos caminos hacia la exclusión social, porque te mantienen conectado a la sociedad.
un maldito circulo el de la pobreza…
Buen post, Moeh.
Saludos desde una obligada ‘ausencia’ transitoria, aunque he encontrado un hueco para pasarme por aquí.
Un abrazo
Siempre es usted bienvenido, Don Jesus. Espero que pronte retome su actividad bloguera 😉