Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Archive for August 15th, 2006

Cantando victoria

Tuesday, August 15th, 2006

Los primeros refugiados retornan a sus casas. La lista de destrucción del Líbano, a fecha de 10 de agosto, antes de que empezara la gran ofensiva se eleva a unas 7.000 viviendas, unas 900 fabricas, 145 puentes, 29 instalaciones vitales, entre las que se encuentra el aeropuerto de Beirut, puertos como el de Tiro, depósitos y depuradoras de agua, así como centrales eléctricas que provocaron una marea negra en las playas del Líbano. Añadir a la lista estaciones de radio, televisión y telefonía, sitios religiosos bases y equipamientos militares. Largo trabajo para la conferencia de donantes que se celebrará en Suecia el 31 de agosto.
Volviendo a casa por carreteras destrozadas. Foto NYT

Casas destruídas en el sur de Beirut. Foto NTY

Alto el fuego frágil, con la muerte de 4 milicianos de Hezbollah en un incidente en Haddata, a 10 kilómetros al norte de la frontera. Hezbollah lanzaba Katiushas sobre posiciones del ejército israelí sin causar heridos. Se hace imprescindible un despliegue rápido de la fuerza internacional de interposición y del ejército libanés.
Unos niños abandonan un refugio en Haifa, Israel. NYT

Cantando victoria. “No os preocupéis. Desde el martes pondremos a vuestra disposición indemnizaciones para reconstruir las casas destruidas o para permitiros alquilar una vivienda. Nosotros os ayudaremos, nos daremos apoyo, no esperaremos al gobierno, que necesitará tiempo”, declaraba el líder de Hezbollah, siguiendo la política que le ha llevado a ser tan popular y a su organización ampliamente aceptada entre sectores deprimidos de la población que no reciben el sustento del gobierno libanés.
En ese mismo discurso, el líder de Hezbollah calificaba el final de los combates como una “victoria estratégica e histórica” para todos los libaneses.
Los milicianos de “Hezbollah resultaron derrotados en este mes de guerra contra Israel”, apuntaba Bush desde Washington, apuntando la victoria hacia “los defensores de la libertad, frente a los defensores del terrorismo”, señalando a Siria e Irán como patrocinadores de Hezbollah: “Siria apoya a Hizbulá porque quiere debilitar al Gobierno democrático libanés y recuperar su posición dominante en ese país.”
Preocupado por el fracaso de su proyecto de democracia para todos en Oriente Medio, Bush añadía que “Líbano no puede ser una democracia fuerte cuando hay un Estado dentro del Estado, y eso es Hezbollah.” Sentenciaba que la tregua declarada el lunes era una victoria y que va a prevalecer un nuevo poder en la región.
Más cauto se mostraba Olmert ante el parlamento israelí. Reconocía deficiencias en el transcurso de la guerra, así como asumía toda la responsabilidad. Al igual que Bush, aseguraba que “el Estado de Hezbollah dentro del Estado” fue inutilizado, así como añadió que Israel perseguiría a todos los lideres de la milicia estuvieran donde estuvieran. “Continuaremos persiguiéndolos en todas partes, todo el tiempo y no pretendemos disculparnos o pedir permiso a nadie” sentenciaba. El discurso no cantaba victoria, sino que iba en la línea de mostrar la fragilidad de la tregua.
El ministro de Defensa israelí anunciaba la apertura de una comisión para investigar los fallos de la guerra: “Ha habido contratiempos y tendremos que proceder a un examen de nuestros actos a todos los niveles. No vacilaremos en examinar lo que tenga que ser examinado y no esconderemos nada (…) Tenemos que hacer todo lo posible para que las cosas vayan mejor la próxima vez porque seguramente habrá una próxima vez.”