Trigésimo día de guerra
Moeh Atitar de la Fuente - Friday 11 de August de 2006
Número de fallecidos israelíes: alrededor de 82 soldados y 38 civiles. Fuente Le Monde
Acciones de guerra. “Israel continua machacando el Líbano”, es el titular de Le Monde. 11 civiles muertos en un raid de la aviación israelí sobre un puente en Akkar, al norte del país. La aviación hizo una primera pasada para destruir el puente y, cuando se concentraba la población para ver los daños causados, volvió a bombardear causando semejante carnicería. Tampoco se libraría de los bombardeos el pueblo vecino de Habbchit, pero tampoco la ciudad de Trípoli. La carretera que conduce al puesto fronterizo norteño con Siria (Mansaa) ha vuelto a ser bombardeada.
Los bombardeos sobre la capital habían sido precedidos del lanzamiento de panfletos donde se avisaba a la población de los barios del sur que iban a sufrir la caída de las bombas. Arma de múltiple filo: por un lado, es cierto que avisa a la población civil; por otro lado, justifica que ya había avisado a los civiles dándole carta verde para destruir infraestructuras y edificios; pero también es igual de cierto que consigue es aterrorizar a la población civil.
En el sur, más bombas. La carretera que une las poblaciones de Saïda y Tiro ya había sido bombardeada y inutilizada el lunes. Pues bien, ayer volvió a ser bombardeada.
En NYT informa que Israel ha pedido a EE.UU. el envío urgente de cohetes M-26, que contienen munición de racimo. Desde Israel se dice que ese tipo de proyectiles son adecuados para atacar los puestos desde los que se lanzan los Katiushas por parte de Hezbollah. Los proyectiles de racimo contienen en su interior miles de pequeñas bombas que al estallar se dispersan destruyendo todo lo que hay en un determinado radio. EE.UU. ha retrasado el envío, debido a que el uso de estos provocaría bajas civiles de ser lanzado en aéreas pobladas. Los M26 son lanzados desde vehículos MLRS.
Los combates por tierra en el sur no cesan sino que se intensifican. Ayer fallecieron dos soldados israelíes, y otros 7 resultaron heridos.
El plan de gran ofensiva sigue en un impás, o al menos eso se asegura desde Israel. De llevarse a cabo dicha operación, aprobada ya, supondría la ocupación de poblaciones en el sur del Líbano hasta el río Letani, y la presencia continuada de tropas israelíes. Se calcula que Hezbollah posee cerca de 4.000 efectivos desplegados al sur del río Letani.
La misma tónica continúa con los Katiushas lanzados por Hezbollah sobre norte de Israel. Solo ayer llovieron unos 185 Katiushas.
Movimientos. Rusia lanzaba una propuesta de cese de las hostilidades durante 3 días, con el objetivo de hacer frente a la crisis humanitaria. La respuesta llegaba en boca del embajador israelí ante la ONU. “Pensamos que es una mala idea” declaraba el embajador después de reunirse con su homólogo ruso para explicarle explicarle que “un alto el fuego de este tipo sólo serviría para un propósito: permitir a Hezbolá reagruparse y recuperarse.”
Las negociaciones entre los bastidores diplomáticos entre Francia y EE.UU. continúan para poder aprobar una resolución. Lo que habría que preguntarse es si EE.UU. tiene voluntad de poner fin a esta escalada. Según fuentes francesas citadas por Le Monde, se habría introducido un párrafo destinado conseguir el beneplácito del Líbano: “Las tropas libanesas deberán comenzar a desplegarse al sur del Líbano en coordinación con la FINUL, en el momento en el que las fuerzas israelíes comiencen a retirarse detrás de la Línea Azul.”
La guerra doméstica israelí. El apoyo a los gobiernos se mide a golpe de encuestas. La popularidad del Primer Ministro ha caído del 75 % al 48; su ministro de defensa, Amir Peretz, ha pasado del 65 % al 37. Todo ello según una encuesta realizada por Haaretz.
Sin abandonar el periódico israelí, leemos un artículo de opinión de Ari Shavit que el titulo lo dice todo: “Olmert no puede permanecer en el puesto de primer ministro.” Las críticas parecen aflorar en Israel porque no se ven resultados de esta guerra. Ello podría llevar a la siguiente lectura: si se baja en las encuestas, auméntese la acción: más bombas.
Y mientras, en los blogs. Veo en Algarabia esta entrevista a Galloway en Skynews. Desde luego, no se muerde la lengua.
Aquí todos los actores saben que no se ciñen al Derecho internacional, sino a una serie de juegos de presiones y amenazas. Israel golpea primero, y golpea dos veces; va a vender muy caro el sacar a sus soldados de ahí.
Al final el Libano nunca quedará igual, gradualmente irá perdiendo posiciones en la negociación, por eso el Presidente libanés tiene miedo de desactivar con dureza a los terroristas de Hezbolá; desgraciadamente esos terroristas son una de sus últimas bazas para negociar.
Por eso es peligroso poner al Libano entre la espada y la pared, su gobierno se verá obligado a buscar ases debajo de la manga poco recomendables, y que a la comunidad internacional no le convienen en absoluto.
Sería mejor volver al Derecho internacional más estricto, pero sabemos que a Israel no le va ese juego, y eso es muy preocupante.
Lo mejor sería que volviera al menos algo de Derecho Internacional…