¿Qué pasa?
Friday, April 28th, 2006
No iba yo muy ilusionado al congreso sobre periodismo y blogs; cuando se organiza algo y todos quieren hablar, sin saber, pues pasa lo que pasa. Tienen que venir de fuera para que escuches cosas coherentes, como que la realidad social va por delante, mientras la universidad se queda atrás, muy atrás; la universidad ha sido punta de vanguardia; tiene que ser punta de vanguardia.
Hoy, atrasada, se queda lejos de esa realidad, peleando por mantener viejas estructuras, porque así es más fácil tener algo a que echarle la culpa.
No estuve en todas las comparecencias; lo que si vi era el empeño de distinguir el periodismo de los blogs, por parte del mundo de la universidad; se criticaba que los alumnos no usaran correo electrónico, pero autocrítica fuera, no se dice que pocos profesores de tarima y lección magistral saben enviar un correo y menos adjuntar un archivo.
No estuve en todas las comparecencias; lo que si vi era el empeño de distinguir el periodismo de los blogs, por parte del mundo de la universidad; se criticaba que los alumnos no usaran correo electrónico, pero autocrítica fuera, no se dice que pocos profesores de tarima y lección magistral saben enviar un correo y menos adjuntar un archivo.
Fotografía tomada del Flickr de Rosa
Atónitos se quedaron cuando la implacable Rosa hizo una magnífica intervención reclamando wifi para todos y señalando que no se deja ver el correo en las aulas de informática de nuestra facultad, salvo en una habilitada para tal cosa, en la que no puedes meter ni un pen drives. Si, como lo oyen, un congreso de blogs y periodismo en tinta y papel. Se quedan atónitos porque algunos no saben ni lo que es el wifi; ¿pero qué se le va a pedir cuando alguno no sabía ni quien era Urbaneja?
Luego reparten un papel para adherirse a unas normas éticas para el buen periodista bloguero, con principios de Perogrullo, y otros que te quedas simplemente atónito. Ejemplo: quieren que compruebes la identidad de los comentaristas. De firmarlo (cosa que va ser que no), me veo pidiéndole a mis lectores-comentaristas que vengan con el DNI en la boca.
Y todo porque siguen pensando en la profesión del periodista como pensaban en papel. En esto, a mi no ha sido la teoría la que me ha cambiado la manera de ver la realidad, sino la realidad la que me ha cambiado la manera de ver la teoría.
Claro que intentan que haya imagen, marca, y lo siento, en esto voy a ser implacable: azafatas vestidas de negro con un lazo morado, el color del congreso, al cuello con un calor que agobiaba. Soy un tiquimikis, y me fijo que los azafatos van simplemente de negro. Hubiera bastado que esas colaboradoras que no azafatas, hubieran venido vestidas como les diera la gana, y con la tarjeta en la pechera. Porque no son solo azafatas, sino compañeros de aulas y de facultad.
Por lo menos conoces a gente agradable, con los pies en el suelo: Christian, con su Dalequetepego; Antonio Fumero; Adolfo Estalella, en su ConTexto; y a Sergio, con su blog e-galeradas. Y es que en estas cosas el audotorio puede saber más que los ponentes.
La próxima parada en todo esto será el e-findex. No defraudará.
Luego reparten un papel para adherirse a unas normas éticas para el buen periodista bloguero, con principios de Perogrullo, y otros que te quedas simplemente atónito. Ejemplo: quieren que compruebes la identidad de los comentaristas. De firmarlo (cosa que va ser que no), me veo pidiéndole a mis lectores-comentaristas que vengan con el DNI en la boca.
Y todo porque siguen pensando en la profesión del periodista como pensaban en papel. En esto, a mi no ha sido la teoría la que me ha cambiado la manera de ver la realidad, sino la realidad la que me ha cambiado la manera de ver la teoría.
Claro que intentan que haya imagen, marca, y lo siento, en esto voy a ser implacable: azafatas vestidas de negro con un lazo morado, el color del congreso, al cuello con un calor que agobiaba. Soy un tiquimikis, y me fijo que los azafatos van simplemente de negro. Hubiera bastado que esas colaboradoras que no azafatas, hubieran venido vestidas como les diera la gana, y con la tarjeta en la pechera. Porque no son solo azafatas, sino compañeros de aulas y de facultad.
Por lo menos conoces a gente agradable, con los pies en el suelo: Christian, con su Dalequetepego; Antonio Fumero; Adolfo Estalella, en su ConTexto; y a Sergio, con su blog e-galeradas. Y es que en estas cosas el audotorio puede saber más que los ponentes.
La próxima parada en todo esto será el e-findex. No defraudará.
PS: Dos post y sus comentarios sobre la blogoesfera:
Jeremías: Porquéses