Sarkozy, un discurso sin papeles
Tuesday, April 28th, 2009
Hasta hoy, la visita del presidente de la República Francesa, se había reducido al aspecto más llamativo: su esposa Carla Bruni. Las cámaras la buscaban a ella.
Hoy Sarkozy ha hecho su primer discurso delante de diputados y senadores en el Congreso de los Diputados. Le precedió en sus palabras, el presidente del Congreso, José Bono, en un discurso muy típico del político manchego. “Su personalidad no deja indiferente a los españoles”, le ha dicho Bono a Sarkozy, en una lectura de su glosa sobre su personalidad escrita en una serie de folios en los que iban los agradecimientos a Francia en la lucha contra el terrorismo, pero también los reprohces la falta de apoyo en las infraestructuras que separan los Pirineos (el tren de alta velocidad y las conexiones energéticas), haciendo un repaso a la historia entre Francia y España (“la libertad no se impone con las bayonetas, la imponen los ciudadanos”, ha recordado Bono en referencia a la guerra de la independencia y a Napoleón, un personaje histórico en el que se puede mirar y pueden mirar a Sarkozy).
A Sarkozy no le ha hecho falta leer los papeles para responder a Bono; rara vez los ha consultado; su discurso ha sido fluído, nada enquilosado, y con la sensación de que precisamente no estaba solo frente a un discurso, sino ante una respuesta. No le ha hecho falta estar erguido. Ha gesticalado, ha modulado la voz, y se ha dirigido a la camara como un gran orador, con independencia de que nos guste más o menos su postura política. Es la escuela que diferencia a muchos políticos franceses de casi todos los políticos españoles: no hay papeles con discursos cerrados que leer.
Sarkozy ha revalidado el apoyo de Francia en la lucha contra el terrorismo ante los senadores y diputados, “con independencia de los colores políticos”, si bien es cierto que la lucha conta ETA no ha estado nunca mejor que ahora, bajo su presidencia. Solo hay que revisar las detenciones que se han producido.
Si estas palabras eran de rigor, el presidente francés no tenía porque mostrar un apoyo tan cerrado como lo ha hecho a la presencia de España en el G–20: “España tiene que ser un miembro del G-20”, ha sentenciado sin matices el presidente francés, para alivio de Zapatero, porque una cosa es que se sepa y otra que lo repita hasta en el Congreso.
Pero también ha entonado el mea culpa cuando se ha referido a las infraestructuras entre los Pirinéos (tren de alta velocidad y conexiones eléctricas), reconociendo que 15 años para ponerse de acuerdo es mucho tiempo: “Menos discursos y más decisiones”.
En referencia a la glosa que ha hecho Bono sobre él, Sarkozy ha asegurado que los ciudadanos deben “juzgarnos por nuestras decisiones”, y así ha querido interpretar esas referencia a la personalidad de Sarkozuy. El presidente francés insiste en querer entrar en esa puerta que llaman historia (y por la cual tantos pierden la cabeza) con la “refundación del capitalismo” para hacerlo más moral, también presente en este discurso en el Congreso.
Sarkozy es arrollador, dejando al margen su política con tintes muy populistas, muchas veces sensacionalistas (recuérdese el repaso que hizo de los líderes europeos en una cena privada, de la que transcendió lo que pensaba de Zapatero), y sobre todo personalistas. Solo hay que ver como ha sido la presidencia francesa de la UE, y como ha sido el catalizador de las reuniones y cumbres económicas a nivel internacional. Su discursos llaman a la acción, sacude al auditorio. Con los papeles en la mesa como guía, pero sin leerlos, el presidente francés ha sacudido a nuestros senadores y diputados.
PS: Cuando El Elíseo cuelgue el video de esta intervención lo enlazaré aquí. Algún día habrá que hablar de cómo usa la presidencia francesa internet para mostrar esa hiperactividad sarkoziana. De momento, soberbio Buenafuente anoche en su monólogo sobre la visita de Sarkozy:
PS2: “Por fin España está a la altura de Francia”, retoque fotográfico de la Fragua: