Guerra y Paz

Cuando los soldados son desplegados en un país extranjero llevan consigo un breve manual de bolsillo. En él se incluye las transcripciones de cómo dar órdenes en el idioma autóctono — desde cómo pedir la documentación, ordenar que un vehículo se detenga, o que el enemigo deponga las armas –, las costumbres — como saludar, por ejemplo, a la población civil –, que composición étnica, religiosa tiene cada zona… y todo condensado en una especie de guía turística para dummies.

A través de Danger Room, descubro la página Field Support Modules, dónde se presentan estos manuales para el terrenos clasificados por países, con una guía rápida — y bastante elemental — de la cultura y costumbres del país, mapa de las infraestructuras — también muy básico — así como un diccionario de términos clasificados por secciones.

La página contiene información de unos cuarenta paíse — no está España, pero si Bulgaria, Israel o Marruecos –, donde uno se puede entrenar con el idioma antes de llegar al terreno.

Me he detenido en la sección dedicada a Marruecos, y las transcripciones que hace de términos. Incluye un glosario de rangos militares, más jerga militar, localizaciones, unos términos básicos para interrogatorios, los números, los colores, los días de la semana, términos “para sobrevivir”… y un largo etc….Pero si intenta acceder a la guía de armas de Marruecos, le saldrá éste mensaje.

Creo que como introducción para ir un país estos recursos no son solo útiles para militares, sino también por ejemplo para cooperantes y periodistas que aterrizan en un lugar sin saber lo básico: cómo localizar el agua y la comida. Siempre queda el recurso universal: show me the money.

Ya no se podrá navegar por Internet en el cuartelillo. Defensa prohíbe en sus instalaciones la visita de determinadas páginas web en horario de trabajo. El personal civil y castrense no podrá ver periódicos deportivos digitales como As o Marca, ni consultar los interesantes reportajes de investigación de la revista Interviu. Tampoco podrán actualizar sus blogs.

Todos los medios se han hecho eco de la información, que al parecer surge de un teletipo de Europa Press. Sin ver la circular enviada a los cuarteles e instalaciones militares de los tres ejércitos, el teletipo asegura que es “para impedir la saturación de la red registrada en algunas ocasiones en horario de trabajo”.

Si esta es la razón dada por los mandos es llanamente ridícula: da la sensación de que por navegar por Internet, las Fuerzas Armadas dejan de tener acceso a “la red restringida”, afectando su operatividad. Si es así, quedamos a la altura del betún: las instalaciones militares deberían de tener toda la capacidad para acceder a Internet sin despeinarse como quien dice. Si no pueden navegar porque se colapsa la “red restringida”, damos una imagen bastante deficiente de nuestras instalaciones militares. Gila diría: “¡Por favor! ¿Tiene alguien puesto el emule? ¡Que lo desconecte que estamos en maniobras y queremos lanzar un misil!”

Las Fueras Armadas españolas no son las primeras en tomar una medida parecida. EE UU ya lo hizo hace tiempo. Además, muchos trabajadores de empresas privadas se verán identificados con esta situación: el messenger capado, al igual que cientos de páginas que los patrones consideran impropias y que pueden distraer al personal de su horario de trabajo. Nadie dice que se éste coartando su libertad, aunque a muchos nos parezca una medida ridícula.

La reacción a esta noticia — sin que al parecer nadie haya visto la dichosa circular — ha sido culpar a Chacón de la medida, cuando parece una decisión operativa, en la que los ministros de Defensa no entran (digo al parecer, que luego nunca se sabe). Dos ejemplos de cómo titulan los periódicos la noticia:

Marca, edición digital, en mayúsculas y con un fondo amarillo, titula: “¡¡Increible!! La ministra de Defensa, Carme Chacón, prohibe la lectura de Marca en los cuarteles”.

Y opinión: En Canarias 7, el director escribe una Francisco Suárez Álamo, escribe una columna titulada: “A Chacón no le gusta ‘Interviú’ “:

Suárez Álamo, termina su columna su columna intentando ganar a la audiencia de Marca: “En todo caso, si Chacón no ha bloqueado el acceso de los militares a la edición digital de CANARIAS7, vaya desde estas líneas un saludo a quienes me lean en la edición digital. Y, de paso, que accedan a la Sección de Deportes, que también damos los resultados del Madrid y del Barça, y a la de Gente, donde a veces pueden tener suerte y se incluye una foto de una señora o un señor ligeros de ropa.”

PS: En Israel han condenado a un soldado a 19 años de prisión por colgar fotos de bases militares en su Facebook.

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Son casi las 12 de la mañana. La noticia del día, quizá de la semana, es la visita de la ministra de Defensa Carme Chacón a Afganistán. Chacón — embarazada de siete meses — ha emprendido un viaje de 28 horas, primero hasta Kuwait en un A-310, y luego en un C-130 Hercules, un buen avión, pero que hace ruido y vibra como él sólo, hasta Herat, donde se encuentra el contingente español.

Más allá de las opiniones desaforadas, las sensatas y toda la riada de reacciones que éste viaje va a suscitar, hay algo que se repite siempre: cuando la agencia EFE tiene que cubrir un viaje oficial como estos, la fotografía, que es la parte fundamental de la noticia puede tardar siglos en llegar a las redacciones de los medios digitales. Y ni decir de los vídeos de las agencias como Atlas, quizás más preocupados de que entren en los telediarios de TV que en los digitales. El pan nuestro de cada día: son casí las 12 y la imagen de la noticia aún no ha llegado.

Louis Lowell McGuinn tiene ahora 68 años. Durante los últimos cuarenta ha estado vendiendo su historial como hereo en la guerra del Vietnam.

McGuinn se paseaba por actos militares con condecoraciones en su pecheracomo el Corazón Púrpura, La Estralla de Plata, cuando en verdad no había pasado de ser un soldado raso con más pena que gloria. Y todo ello, asegura, fue para mejorar un poco su CV para encontrar trabajo…

Ahora ha sido condenado por hacer uso de estas condecoraciones. Desde luego no es el primer caso, ni el último, en una sociedad donde los militares están muy bien considerados.

Lo acabo de oír en La Ventana, de la Cadena SER: Un blindado del Ejército, en la misión en Kosovo, con el conejito de Play Boy, en una foto que hoy publica EL PAÍS:

La Foto es de AP

Las navajas suizas (también conocidas como SAK, Swiss Army Knife) es “el arma predilecta del neutral ejército suizo”; es una muestra, además, del nacionalismo suizo, ese país que, parafraseando a Orson Wells en el Tercer Hombre, después de 500 años de democracia y paz solo dio el reloj de cuco, los Swacht y estas navejas.s

De hecho, el origen del SAK viene de que a un tal Karl Elsener le sentó mal que los saldados suizos fueran pertrechados con navajas hechas en Alemania, e inventó y desarrolló las navajas suizas, que desde el siglo XIX fabrica la empresa Victorinox.

Si Elsner levantara ahora la cabeza, le volvería a dar un ataque aún mayor de nacionalismo, si finalmente el ejército suizo encarga estas navajas no a la empresa que siempre las ha fabricado, sino a una empresa china. De momento, han sacado a concurso la fabricación de 65.000 navajas, en cumplimiento de las normas de la Organización Mundial del Comercio.

Puede que las navajas suizas se fabriquen en China o, porque no, en Albacete. ¡Cosas de la globalización!

Artículo publicado en El País de hoy:

La Unidad Militar de Emergencias (UME), la fuerza de élite creada por el Ministerio de Defensa para hacer frente a catástrofes, actuará “bajo la dependencia del ministro del Interior” en los supuestos de emergencias declaradas de interés nacional, mientras que en los restantes casos dependerá de los responsables de protección civil de las comunidades autónomas. El ministro de Defensa se reserva la potestad de autorizar caso a caso la intervención de la UME, a petición del ministro del Interior, según el decreto que prevé aprobar mañana el Gobierno.Continúa leyendo el artículo de Miguel González en El País.

La Unidad Militar de Emergencias, desfilando el pasado 12 de octubre en el paseo de la Castellana. Foto Moeh

Cuando se creó esta unidad, algunos la bautizaron como”la guardia pretoriana de Zapatero”, ya que su intervención tiene lugar “cuando lo decida el Presidente del Gobierno, o el ministro en quien delegue, para contribuir a la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas”, según el dossier de prensa del ministerio de Defensa para el desfile del 12 de octubre.

No debería escandalizar a nadie que actúe bajo decisión del presidente del Gobierno – ahora el ministerio del Interior – ya que en la gestión de catástrofes y desastres entran en juego múltiples ministerios y administraciones tanto autonómicas como locales.

En el decreto, se insiste en que la unidad se encuadra dentro del organigrama de las Fuerzas Armas, dependiente del ministerio de Defensa. De hecho será el ministerio de Defensa quien ordene su intervención, por delegación del presidente del gobierno.

En el supuesto de que una comunidad autónoma pida la intervención de la UME por catástrofe, será el ministerio del Interior quien decida primero la conveniencia del envío de efectivos, seguida del ministerio de Defensa.

La unidad tendrá 4.310 efectivos a finales de 2008, cuando esté plenamente operativa, y “en el cumplimiento de sus misiones, gozarán del carácter de agente de la autoridad”, pudiendo utilizar recursos tanto públicos como privados y requisar temporalmente bienes con derecho a indemnización de los propietarios.

Su bautismo de fuego será precisamente apagando fuegos este verano.