Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Archive for the ‘Asia’ Categora

Historia de una fotografía: la guerra en calzoncillos rosas

Sunday, May 24th, 2009

Normalmente esta sección se dedica a fotografías históricas, con cierta enjundia, y por la que ha pasado ya el tribunal del tiempo, que suele ser bastante selectivo a la hora se salvaguardar las buenas imágenes en la memoria del público. En el caso de este post contamos la historia de una fotografía que llegó a ser portada el pasado 12 de mayo en The New York Times: en ella aparece un soldado estadounidense combatiendo contra los talibanes en calzoncillos rosas.

La fotografía fue tomada por el fotógrafo de AP Guttenfelder  (recomiendo que lean esta entrada en fotoperiodismo ciudad de Gijón) . La unidad del soldado Zachary Boyd fue atacada por los talibanes, mientras él dormía. En calzoncillos rosas y chanclas se lanzó a disparar contra los atacantes destrás de la trinchera. Lo grotesco y significativo de la escena, pero sobre todo el lema imprimido en su ropa íntima (I Love NY), hizo que New York Times eligiera esta fotografía para llevarla en portada, tal y como explica Michele McNally, assistant manager editor del periódico.

“Me resulta muy difícil calcular el impacto de las fotos mientras estoy fuera aquí en el monte”, aseguraba el foótografo David Guttenfelder desde Afganistán. Y el impacto de la fotografía ha sido grande. El propio secretario de Defensa se refirió el viernes en un discurso a la fotografía del soldado Zachary Boyd: “Cualquier soldados que vaya a la batalla contra los talibanes en calzoncillos rosas y chanclas tiene una especie de valentía. Solo imagínate viendo esto, un chico en calzoncillos y chanclas en tu punto de mira. Qué increíble innovación en la guerra psicológica”. Gates se le olvida que el valor propagandístico de la fotografía puede ser interpretado de muchas formas (desde que hace un chaval de 19 años disparando en Afganistán, hasta una dura crítica al pobre equipamiento de las tropas y al escaso número de las mismas).

La fotografía está llamada a pasar a ser un icono, como lo fue, por ejemplo, el caso del soldado que fumaba un pitillo durante la batalla de Fallujah. Al contrario que este ( cabreado por haber sido retratado de esa guisa) el soldados Boyd no le ha molestado ni lo más mínimo que su imagen haya salido en los periódicos de medio mundo en calzoncillos, con el agravante del color rosa (yo le hacía pasar por un consejo de guerra por lo hortera de los mismos). Su familia se consuela con un “es típico de él“, de este chico de 19 años con tan solo los estudios de instituto terminados.

Biblias en Bagram

Wednesday, May 20th, 2009

El pasado 4 de mayo, Al Jazeera en inglés emitió un reportaje sobre biblias en la base estadounidense de Bagram (Afganistán). Eran biblias no destinadas para el uso de las tropas porque estaban escritas en los idiomas locales, el dari y pastún.

Las normas del Ejército estadounidense prohíben taxativamente cualquier intento proselitista por parte de su tropa. Al Jazeera aseguraba en otro programa más extenso que no había tenido evidencias de que esas biblias hubieran sido destribuídas a la población local, aunque si se aludía a que en Irak si se habían destribuido.

El Pentágono requisó todas estas biblias y las ha quemado.El asunto había que cortarlo de raíz, porque podía incitar a una violencia mayor contra las tropas, que no solo son vistas como tropas de ocupación, sino como cruzados por parte de los talibanes. Y mejor no dar argumentos al enemigo por la insensatez de lo que el Pentágono asegura es asunto de un solo soldado.

Afghansty

Tuesday, May 19th, 2009

“Una nueva generación está apareciendo en el seno del Ejército francés, aquellos de los Afghansty, del nombre de los militares soviéticos que sirvieron en Afganistán de 1979 a 1989”: así empieza un post de Secret Defense, blog de asuntos de defensa en Liberation.

Jean-Dominique Merchet asegura que la guerra en Afganistán “hoy hace vibrar a los militares” y que todos quieren ir a servir en esas misión. “Los soldados franceses de Afganistán se parecen exteriormente a los militares americanos”, dice, pero sin olvidar que están en una misión bajo mando estadounidense con el cotidiano apoyo aéreo también estadounidense. Secret Defense no se mete en si será mejor o peor, porque quiere incidir en que esta generación de nuevos militares (desde la soldadesca a la oficialidad) va a estar marcada por esta guerra, distinta a la anterior, que tuvo que superar los estigmas de la Guerra Fría para enrolarse en misiones de paz, sobre todo en los Balcanes.

Puede que Afganistán contribuye a despejar esa visión que se tiene de los Ejércitos como ONG que llegan a un sitio a repartir caramelos a niños sonrientes. Es la visión dulce que nos han hecho llegar a través de gabinetes de prensa y toda la maquinaria con la que se narcotiza a una sociedad reacia a pensar en guerras. ¿Qué sucede en Afganistán con esta proyección pública? En el caso español, nada de nada. No hay caramelos, pero tampoco leches. Parece instalarse la tendencia de “mejor que no sepamos que están haciendo en Afganistán nuestros chicos”.

Lo que bien señala Merchet es trasladable al caso español. Las Fuerzas Armadas quedarán marcadas por esta misión, pero aún es demasiado pronto para saber cómo. Los ejércitos aprenden a hacer lo suyo (ya lo llamemos guerra o imposición de paz) haciéndolo. Cambian, modifican y pretenden mejorar. Valga un ejemplo de apariencia banal: la primera vez que el Ejército británico entró en Afganistán allá por el siglo XIX lo hizo con su uniforme rojo. Cayeron como chinches: el color se disimulaba poco sobre el terreno árido y amarillento, y los afganos, con ropajes que mimetizaban con el terreno, podían disparar desde las colinas sin mucha dificultad. La siguiente vez los británicos entraron con uniformes marrones, cambiando la moda cromática que ha llegado hasta nuestro días.

Un rambo para Afganistán

Tuesday, May 12th, 2009

Obama ha decidido destituir al actual general a cargo de la misión en Afganistán. “Probablemente” será el final de la carrera de la carrera del general David D. McKiernan, en palabras de Robert Gates. Se trata de la primera destitución de un general en el mando de una operación desde que fuera distituido McArthur en la guerra de Korea.  “Éste es el momento justo para realizar cambios. Nuestra misión requiere un nuevo enfoque por parte de nuestros líderes militares”, aseguró Gates.

El nuevo enfoque ha sido encargado al teniente general Stanley McChrystal, que ha sido comandante de las Fuerzas Especiales. A McChrystal se le apunta el tanto de la captura de Sadam y luego del líder de Al Qaeda en Irak Al Zarqaui, pero también tiene sus puntos oscuros.

El pérfil del liderazgo no encaja en la ‘visión renovada en Afganistán’: hasta ahora las operaciones más importantes en Afganistán las han llevado acabo  operaciones especiales,  en las que demandaban apoyo aéreo, responsable tantas matanzas de civiles; ha sido una manera de no arriesgar tropas terrestres, en operaciones presumiblemente quirúrgicas, pero  con tantos errores que ha demostrado que falla la inteligencia sobre el terreno. Y se le da el mando a aquello que ha sido más representativo en la manera de conducir la guerra hasta ahora en Afganistán.

El ticket afgano

Tuesday, May 5th, 2009

Con Karzai tenemos que poner siempre cara de sorpresa, y no solo por sus coloridas túnicas. Parece siempre querer jugarse el sostén de quien le apoya (EE UU, la misión de la OTAN en Afganistán, occidente, o como le quieran llamar), porque está convencido de que es imprescindible. Da igual que firme una ley que rebaja a la mujer a la calidad de animal doméstico en la comunidad chií. Da igual que su hermano esté metido en asuntos turbios relacionados con la amapola. Es un hijo de puta, pero como siempre, es nuestro hijo de puta.

La última de Karzai es presentarse a las elecciones del 20 de agosto junto al tayico Muhammad Qasim Fahim. Su trayectoria responde al perfil político afgano: señor de la guerra, uno de los comandantes que combatió junto a Ahmad Sha Massud durante la guerra contra los soviéticos, acusado de crímenes de guerra durante la contienda civil posterior a la marcha de los rusos y que terminó con la llegada de los talibanes a Kabul. El puesto no le es nuevo: Qasim Fahim ocupó el puesto de vicepresidente de Karzai en 2001, cuando fue sentado en el poder, para luego darle una patada en las primeras elecciones.

Karzai y  Qasim Fahim se hace la fotografía de rigor para registrarse en las elecciones presidenciales. No es gratuita la elección de quien hace la fotografía: una mujer. Así, la foto importante, la que hacen los reporteros, es la de una joven capturando el rostro de su presidente. Se ve que los asesores de imagen llegan hasta Afganistán.  (Foto NYT

Para la otra vicepresidencia del país (en un país con tanto magnicidio político es necesario tener garantizado varios relevos) Karzai cuenta con el actual vicepresidente, el chii Mohammad Karim Khalil, un ex aliado de Teherán durante su oposición al gobierno talibán, que se distanció convenientemente de Irán cuando la administración Bush comenzó a acusarles de colaborar con los talibanes.

La elección de Qasim no ha sentado, de manera extraoficial, muy bien a la ONU.  “Una decisión como esta puede cortar a Karzai el apoyo de la comunidad internacional y del pueblo afgano. Las Naciones Unidas quieren que los jefes de la guerra pasen el testigo a las fuerzas políticas más modernas”, asegura un diplomático de la ONU que se mantiene, como no, en el esperado anonimato. ¿De qué partidos más modernos habla?

El único rival serio que tenía Karzai era el gobernador de la provincia de Nangarhar, el pastun Gul Agha Shirzai. De nuevo, como señor de la guerra, sus credenciales políticas era lo mucho que combatió contra los talibanes en la ofensiva de EE UU en 2001, tomando Kandahar, fuedo de los talibanes y de Al Qaeda, y  una de las batallas más cruentas. Hablamos en pasado porque Shirzai decidió el domingo no presentarse a la contienda, ya que para concurrir a las elecciones debía de dimitir de su actual puesto de gobernador, y mejor tener algo que perder frente al hombre de las túnicas y la barba milimétricamente cortada y aseada.

Paradojas de la vida: la principal cantera de la oposición a Karzai en estas elecciones son precisamente ex miembros de su gobierno, que dicen querer unirse en un frente común.

Este es el mapa de la democracia en Afganistán. ¿Alentador verdad?

No tan al margen:

— Afganistán puede pasar a un relativo segundo plano: los talibanes en Pakistán están a las puertas de Islamabad. El gobierno pide a los residentes del valle de Swat que evacuen la zona. El acuerdo entre los talibanes e Islamabad (imponer la sharia, y que los extremistas sean quien la impongan) ha saltado por los aires, y una operación militar está en ciernes. Si muchos muyahidines primero contra la URSS, y luego talibanes contra la OTAN, encontraron refugio en Pakistán, ahora Afganistán está destinada a alimentar la ofensiva taliban en Pakistán.

War Lord of Afghanistan : una página curiosa con biografáis sobre los dirigentes reales de Afganistán.

Una historia de drogas

Thursday, April 16th, 2009

Ella tiene 30 años y seis hijos. Vive en una casa de los suburbios de la capital junto a otros familiares, comos sus padres, también adictos a la droga. La mayor de todos sus hijos tiene 12 años. Es la encargada de ir a buscarle, a comprarle la droga. Heroína o hachís. “Mi madre me da la lata para que vaya a coger hachís o heroína para que pueda ser feliz. Sino usa esto, se enfada y nos pega”, dice la niña. “Cuando fumo esto, no siento infelicidad. Mis nervios se calman. Si no hago esto me vuelvo loca”, justifica la madre.

Los niños no van al colegio, y sufren de malnutrición. La de 12, tiene una talla y un peso de una niña de 6; han sido fumadores pasivos de heroína desde que nacieron. De hecho, la ONG que intenta sacarla de las drogas encontraron un día a la mayor dándole una calada a un porro de la madre. En su desesperación por conseguir dinero para las drogas, esta madre intentó incluso vender al menor de sus hijos.

La madre se llama Karima; la niña de 12 años, se llama Fahima; viven en Kabul. A lo mejor así alguien entiende mejor la historia. Yo no.

Vía | National Public Radio, que tiene una impresionante fotogalería sobre drogadictas en Kabul. Recomiendo también la lectura de éste post de Hernán Zin que escribió sobre los adictos al opio ( y su segunda parte) también en Kabul el pasado mes de junio.

Parte afgano (II)

Monday, March 30th, 2009

Nueva cumbre. Escenario: La Haya; participantes: 71 participantes y 11 organizaciones internacionales; dos protagonistas: EE UU y su plan y la presencia de Irán, vecino clave para un éxito de la nueva estrategia de la OTAN en Afganistán.

Teoría del dominó.  Escribe Cole en Salon que el discurso de Obama recuerda demasiado a la teoría del dominó de la Guerra Fría: el terrorismo internacional, la yihad global, se puede extender por el mundo a partir de Afganistán y Pakistán. El presidente de EE UU casi calcó los discursos de Bush: en Pakistán Bin Laden tiene gente preparándose para atacar EE UU. Además de la amenaza real, puede que sea el discurso que mejor funcione cuando el rechazo a la intervención en Afganistán ronda el 50% de los estadounidenses.

Nada que ver con Vietnam. Por si empiezan a aflorar los paralelismos con Vietnam, el enviado especial de Obama a la región se muestra claro: “El Viet Cong y los vietnamitas del norte nunca fueron una amenaza para Estados Unidos y su territorio”.

Número de efectivos. Actualmente la OTAN tiene desplegados más de 70.000 soldados, de los cuales 33.000 son de EE UU. A estos hay que sumar el despliegue de los 17.000 efectivos aprobados por Obama en febrero y otros 4.000 destinados al entrenamiento de la policía y las fuerzas militares afganas. El objetivo anunciado por Obama es que los efectivos autóctonos (entre policías y ejército) pasen de los 82.000 a los 134.000 en 2011. Queda por ver en qué medida participará cada país, pero el computo final dista mucho de, por ejemplo, los 50.000 soldados que la OTAN llegó a tener aprobados en Kosovo para 10.887 km², frente a los 652.225 km2 que tiene Afganistán, y sin contar con la orografía ni el grado de rechazo al despliegue tropas extranjeras. Los errores históricos también pueden ayudar: la URSS llegó a tener más de 200.000 efectivos en Afganistán para terminar saliendo peor de lo que entró.

La decisión española. 1.- El Gobierno aumenta el número de efectivos que pueden participar en misiones interacionales; 2.- El Gobierno anuncia la salida de Kosovo. El Ejecutivo se ha complicado aún más cualquier decisión sobre el aumento de las tropas en Afganistán: enviar más tropas a Afganistán puede ser interpretado por muchos sectores como un “vamos a contentar a Obama”. Quizá sea conveniente que el Gobierno también aclare a su opinión pública que papel quiere jugar en esta estrategia, que ha sido construida con todo el consenso que puede  venir de un plan unilateral plantado por Washington.

Irán. EE UU se reunirá con representantes de 90 países, incluidos China, la India, pero sobre todo Irán. En qué medida Irán puede ayudar a la estrategia de EE UU en Afganistán está por ver, máxime cuando Teherán y Washington mantienen abierto el contencioso nuclear, y el músculo e influencia de los ayatolás en Oriente Próximo molesta tanto a EE UU como a sus aliados sobre el terreno.

Los vecinos enfrentados . No se puede evaluar el problema de Afganistán sin tener en cuenta que es uno de los escenerios donde Pakistán y la Indian se juegan su liderazgo en la región. Mientras los dos países sigan a la greña (y no es baladí cuando hablamos de dos potencias militares) Afganistán será solo un apéndice de esas disputas.

Pakistán. El discurso de Obama y el esbozo de la estrategia de EE UU en Afganistán va más allá. La visión del ahora vicepresidente Biden parece haber imperado: no se resuelve nada en Afganistán si no se opera también en Pakistán, donde el movimiento talibán va controlando provincias, frente a un estado casi inválido que no controla todo su territorio. En Pakistán, EE UU tiene que andar con píes de plomo, sobre todo en las regiones fronterizas y permeables con Afganistán.

Atentados y falta de seguridad. Los ataques en Afganistán y Pakistán pueden ir en aumento conforme se vaya ejecutando esta estrategia. El ejemplo puede ser el de hoy mismo y el ataque a una comisaría en Pakistán. Puede que los talibanes de un lado y otro de la frontera se hayan planteado más derribar a los gobiernos de Kabul e Islamabad que al terrorismo internacional promocionado por Al Qaeda.

Rutas. EE UU y la OTAN siguen sin resolver del todo las rutas de abastecimiento ante este aumento de tropas. Tayikistán parece el punto de acceso elegido por la OTAN, con el compromiso de que se pasen solo mercancías no militares.

Una pizza en Pyongyang

Monday, March 16th, 2009

Las excentricidades del dictador norcoreano no tienen límite. Es el malo ideal para una película de James Bond, o para una desternillante comedia que se ríe de los estereotipos de las películas de acción. Leo hoy en The Guardian que el General Kim Jong-il va a permitir la entrada de la pizza en Corea del Norte. “El General Kim Jong-il dijo que hay que la gente también tiene que poder comer los mundialmente famosos platos”, según un periódico editado en Japón por Pyongyang (siempre tiene que haber de todo en un kiosco).

La excentricidad llega ahora: el régimen dictatorial ha tardado diez años en permitir que se abra un restaurante de pizza. La aventura culinaria empezó a finales de los noventa, cuando Corea del Norte contrató a un grupo de chef para que instruyeran a oficiales del Ejército en la cocción del famoso plato italiano. A los chefs se les pasó por rayos-x, se les hizo análisis de sangre y orina, antes de entrar en contacto con la superioridad. Y fue entonces cuando un oficial de alto grado les preguntó cual era la distancia que tenía que mantener una aceituna de la otra.

Recordar que Corea del Norte es uno de los países más pobres del planeta. A mediados de la década de los 90, murieron más de dos millones de personas de hambre. Y ahora el dictador les abre una pizzería en la capital.

EE UU no tiene manos

Monday, March 16th, 2009

La llegada de Obama a la Casa Blanca puede hacer cambiar una doctrina militar implantada desde hace dos décadas: EE UU, según estas líneas de actuación no escritas, podía conducir dos guerras a la vez sin problema. La doctrina bebía de la euforia del final de la Guerra Fría, y no contaba con que las guerras se iban a diluir en combates asimétricos, y que determinadas potencias, como China o Rusia, iba a discutir su poderío; ellos tenían el papel de gendarme del mundo, y nadie les podía hacer frente.

Paradójicamente, la guerra de Afganistán y la posterior invasión de Irak (con 170.000 soldados desplegados actualmente) pone en evidencia que EE UU no puede estar en dos guerras abiertas a la vez ; guerras, que son, además, de condición asimétrica, con un enemigo diluido y una imposibilidad de formular una victoria clara y permamente.  Leemos en éste artículo de NYT como la doctrina de la administración Bush impuso hace cuatro años que el Ejéricito, el Pentágono, tenía que responder a guerras de invasión, a la defensa del territorio, al combate del extremismo, etc. La llegada de Obama puede ser un punto de inflexión, pero el debate hacia donde va la doctrina militar de la hiperpotencia no está claro, máxime con desafíos que pueden plantear potencias como China o Irán, que responden a un paradigma bien distinto al de las guerras asimétricas, así como la presencia militar [no tan] soterrada de EE UU en África.

La materialización de éste cambio — sin saber aún hacia donde — empieza con el traslado de las fuerzas y esfuerzos militares de Irak a Afganistán. El Pentágono se enfrenta ahora a un desafío logístico: es dificil hacer llegar fuerzas militares a un país, pero más dificil va a resultar la retirada. La mayor parte del material militar que EE UU tiene en Irak no volverá a casa. Se distribuirá en parte por el Golfo Pérsico (EE UU quiere que Irán siga notando su aliento en la región), y sobre todo hacia Afganistán, donde no tiene aún resuelto del todo la ruta para hacer llegar todo ese material, sobre todo con los ataques en Pashwar (Pakistán) contra los convoyes con material militar. Y esos ataques, con la salida del invierno, se verán intensificados.

Ya en Afganistán, el Pentágono tiene que hacer frente a una realidad indiscutible: al invasor ni agua, y menos información. Es lo que trasluce este artículo de  Rajiv Chandrasekaran sobre en Washington Post.  El escenario es bien distinto a Irak, y la tan cacareada the surge (aumento de tropas) puede que no funcione por la falta de un pilar fundamental en esta estrategia: las milicias paramilitares que se crearon en Irak entre la población suní (a golpe de dólares) para luchar contra Al Qaeda y satélites no puede ser trasladada con tanta facilidad en Afganistán; se puede dar la circunstancia de que para combatir a los talibanes se haga fuerte a determinados señores de la guerra, tal y como hizo la URSS, cuya lealtad no está ni mucho menos garantizada.

La doctrina Bush — que el Pentágono se encargue de todo — impera con fuerza en la mente de muchos en Washington. El ejemplo es México, donde la guerra estatal lanzada contra los cárteles de la guerra se plantea en sus mismas puertas. Ya hay quien habla de que EE UU tiene ofrecer más ayuda militar a su vecino del sur.

La doctrina militar de EE UU choca como nunca con la realidad. No puede responder de igual manera al desafío que le pueda plantear una potencia como China (véase los últimos incidentes de las dos armadas) o Rusia, a los ataques de una guerra de guerrillas de los talibanes o la lucha contra el narcotráfico, que en la mayoría de los casos es solo una cabeza de puente para mantener su influencia en los países del sur. Por eso suena desde el Pentágono y/o expertos militares fórmulas que incluye sobre todo la versatibilidad y la adaptación a las circunstancias, cuestiónandose la propia hiperpotencia su propia condición.

 No tan al margen: 

El mulá Omar, líder de los talibanes derrocados en 2001, está dispuesto a negociar, según un antiguo amigo de Bin Laden, ex combatiente contra la URSS en Afganistán, y hoy mediador de la propuesta saudí de paz.  Obama lanzó hace unos días la propuesta de manetener un diálogo con elementos moderados de los talibanes, en un “claro divide y vencerás”. Por eso parece que, en el trato con Omar, será el presidente Karzai quien juegue la baza.

Las comparaciones pueden ser odiosas

Tuesday, March 10th, 2009

Por ley, desde hace nueve años, EE UU emite un informe anual del avance de China en materia militar. El blog War is Boring hace una comparación entre los avances del Ejército de Liberación Popular y los que ha hecho EE UU.  

China:  

— China ha construido siete buques de guerra para combates en superficie (cruceros, destructores, fragatas y corbetas) en los dos últimos años , por un total de 49 buques.

— Dos nuevos submarinos de propulsión nuclear “van a entrar pronto en servicio” que se suman a otros cinco ya existentes.

— Nuevos y mejorados FB-7, J-10 y cazas Su-30 han empezado a entrar en servicio; alrededor de 500 aviones tienen base cerca de Taiwan.

— China ha desplegado cerca de 2.000 soldados en el mundo para misiones de estabilidad y de entrenamiento (a otros ejércitos).

— El desarrollo militar china refleja una “comprensiva transformación” a una fuerza “capaz de luchar y ganar conflictos cortos e intensos a lo largo de su periferia contra adversarios altamente tecnificados.

Y mientras, EE UU:

— En 2007 y 2008 la U.S Navy adquirió dos destructores y una corbeta de alta velocidad, para combate en superficie, con un total cercano a 100 buques con 75 misiles cada uno, comparado con los 20 que tiene cada buque chino.

— La U.S. Navy ha adquirido un submarino nuclear de ataca cada año en la última década, y ahora su flota asciende a 50, lejos de los seis que tiene China.

— Los EE UU mantienen cinco líneas de producción para aviones tácticos, incluidas dos solo para la exportación; el Comando del Pacífico dispone d e 1.800 aviones, incluyendo 220 caza bombardeos más dos escuadrones de F-22, con un tercero de camino.

— EE UU mantiene miles de soldados en guarniciones en Europa y Asia.– Cerca de 200.000 soldados están implicados en combate activo en tres zonas de conflicto en África, Asia y Oriente Próximo.