Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Archive for the ‘África’ Categora

Frase del día: Medvédev y la nueva guerra fría (con el Papa y los condones)

Tuesday, March 17th, 2009

“El año pasado conseguimos pertrechar con equipos modernos a una serie de agrupaciones y unidades y a partir de 2011 comenzará el rearme a gran escala del Ejército y la Armada”

El presidente ruso anuncia el rearme del Ejército, ante “la cercanía de la infraestructura de la OTAN”. “El primer objetivo es incrementar la preparación de nuestras fuerzas para el combate de nuestras fuerza. Lo primero de todo, nuestras fuerzas nucleares estratégicas”, ha añadido Medvédev.

Corrección:  Me he equivocado. La frase del día no es la de Medvédev. Le ha superado Benedicto XVI hablando sobre el SIDA en su viaje hacia África, continente con países diezmados por el virus:

“[el SIDA] no se puede superar con la distribución de preservativos, que, al contrario, aumentan los problemas”

El problema es que a éste hombre que ha dicho esta sandez le hace caso mucha gente. Sugiero la lectura detenida de este post de Algarabía.

El dictador que baila

Thursday, March 5th, 2009

La Corte Penal Internacional decidió ayer ordenar el arresto de Omar el Bashir, dictador que dicta desde hace dos décadas en Sudán, acusado de crímenes de guerra, que se traducen en 300.000 muertos en Darfur. Sospecho que los marines no irán a detenerlo, máxime cuando EE UU no es signatario de la Corte; tampoco irá China, quien ha sido el máximo valedor (inversor) de Bashir en los últimos años. El dictador sudanés tiene la mejor garantía de sustento, mientras la sepa usar: el petróleo.

Al Bashir recibió ayer la noticia bailando, ataviado con el uniforme de general, y cantando un “Down, Down USA!”, en inglés, para que se le entienda. EE UU fue de los primeros en hablar de genocidio, con las estrellas de Hollywood lanzados hace unos años a una campaña que llevó a dedicar un capítulo entero de la serie Emergencias a la situación en Darfur. Pero Al Bashir seguirá bailando. Las leyes internacionales no van con él: ya se ha saltado de manera flagrante el embargo de armas, llegando a usar aviones maqueados como si fueran de la ONU para hacer llegar suministros a las milicias de los janjaweed, su punta de lanza en Darfur.

También le dio refugio (cursando la invitación de Turabi) al mismo Osama Bin Laden tras la guerra del Golfo. A cambio, le construyó bastantes obras públicas, como alguna que otra autopista. Al Bashir demostró entonces que lo que le importaba era él. La presión de Egipto y Arabia Saudí — no de EE UU, como antes se señalaba en estas líneas —   obligó al dictador a deshacerse del terrorista más buscado, que saltó a Afganistán.

Al Bashir seguirá bailando, hasta que la tarta que reparte ahora con China y demás socios la distribuya otro. Queda también pendiente que EE UU resuelva su incoherencia con respecto a la Corte Penal Internacional.Escribe hoy Ramón Lobo en El País un perfil de Bashir, que titula el golpista sin carisma:

A Omar al Bashir le gusta vestir el uniforme, sobre todo en los mítines, en las sesiones fotográficas y en los momentos de dificultad, como el actual. Es como si detrás de esas medallas, algunas ganadas en las filas del Ejército egipcio con el que luchó contra Israel en 1973, se sintiera seguro. Los que le conocen sostienen que es un hombre más agradable de lo que aparenta, aunque huidizo, sin carisma, sin demasiada educación, y que siempre ha envidiado la inteligencia y capacidad del intelectual islamista Hasan al Turabi, con quien mantiene una relación compleja (admiración mezclada con órdenes de arresto domiciliario). Tampoco se llevó bien con el líder de la guerrilla del sur, John Garang, que también le superaba en brillantez, y a quien convirtió en su vicepresidente forzado por los acuerdos de paz de 2005 y que semanas después pasó a mejor vida en un extraño accidente de aviación.  

Dimitir por deber

Sunday, February 8th, 2009

El pasado 27 de octubre, el general español Díaz de Villegas, dimitía de su puesto como jefe de los 17.000 cascos azules en la Misión de Naciones Unidas para la República Democrática de Congo (MONUC), la mayor operación en curso de la ONU. Solo estuvo siete semanas al mando. La decisión llegó tan solo 24 horas antes de que el líder rebelde NKunda lanzara una ofensiva que forzó el éxodo de más de 250.000 personas. A su vuelta a España, perdió su tercera estrella de general, y pasó a la reserva, poniendo fin a su carrrera.

Las razones de la dimisión del general Villegas  se habían quedado en el mero oficialismo que despachó el tema como “motivos personales”. Hoy El País  publica el informe que el general Villegas entregó a la ONU el pasado 15 de enero, con sus motivos, que son todo menos personales.

La ONU no queda muy bien parada: según el general Villagas, los responsables políticos de la MONUC (sin contar con Villegas) urdieron junto al Gobierno de Kabila un plan de separación para imponer una zona dismilitarizada entre el ejército gubernamental y el grupo rebelde de NKunda. Según este plan, los cascos azules se encargarían de imponer el plan a los rebeldes en una ofensiva. Pero los cascos azules no tenían “ni mandato ni capacidad” (falda de material básico, como aparatso de visión nocturna,  armas pesadas, helicópteros, material médico e incluso munición) . “Sentí que era mi deber dimitir del mando para llamar la atención y no asumir la responsabilidad de las potenciales consecuencias [de aplicar el Plan de Separación]”, asegura en el informe el general español.

Más en El País

Sirius Star I presume?

Friday, November 28th, 2008

Henry Morton Stanley fue enviando en 1871 por New York Herald a buscar al explorador Dr Livingstone, que se había dejado perder por el continente africano. La expedición fue seguida hasta por la competencia, y el propio Stanley escribió cartas a periódicos como el NYT para contar su progreso (pdf del artículo de Stanley publicado en NYT en julio de 1872). Cuando por fin encontró al explorador en Ujiji en las orillas del lagoTanganyika , Stanley le dijo: “¿Dr Livingstone supongo?”, y se convirtió en una de las anécdotas más cacareadas del periodismo

137 años después me he acorado de esta anécdota porque The Guardian publica una fotografía por satélite del Sirius Star, el petrolero saudí captura por piratas. No ha hecho falta mandar a un Stanley; solo ha tenido que contratar a una empresa que hace fotos por satélite por encargo, y acertar:“Latitud 4.595N, Longitud Latitude 4.595N, Longitud 48.085E 48.085E: Hemos encontrado al Sirius Star“. Ya no solo los aventureros encuentran cosas perdidas, secuestradas.

 No tan al margen:

Una inversión redonda. El secuestro del Sirius Star puede haber costado a los piratas unos 25.000 dólares, entre armamento (Ak-47 y RPG) y lanchas rápidas. Piden 25 millones de dólares por liberarlo.

Dos periodistas secuestrados en Somalia: José Cendón y Collin Freeman (el primero freelance español, el otro reportero del Telegraph) se suman a otros dos periodistas secuestrados también en Puntland.

Morir por “un par de reportajes de color“: es lo que acaba de reconocer la propia BBC, que mandó a una de sus periodistas a la capital de Somalia, pese a que su propia gente creía que era uno de los más arriesgados. “¿Merece la pena?”, se preguntan ahora.

La Armada de Sierra Leona también mata piratas.

El barco que no era pirata

Wednesday, November 26th, 2008

Hace una semana la India anunció a bombo y platillo que había hundido un barco pirata en el Golfo de Adén. ‘Tuvieron que llegar los indios para poner a los piratas en su sitio’, oí / leí en varios sitios. En otros lados se ensalzaba el nuevo papel de India, la potencia emergente.

Pues resulta que no eran piratas: era el  Ekawat Nava 5, un barco pesquero tailandés que pasaba por la zona, con 16 tripulantes a bordo, como ha denunciado Wicharn Sirichaiekawat, el propio armador. Como prueba tiene a un testigo: un marinero camboyano que logró sobrevivir al ataque indio y que se recupera en un hospital de Yemen.

Imagen del buque en llamas tras el ataque difundida por el ministerio de defensa indio

Sirichai Fisheries, la empresa propietaria del buque, recibió una llamada de socorro de los tripulantes asegurando que estaban siendo atacados por dos lanchas rápidas. No sé sabe que pasó entre medias. Puede que los indios llegaran, vieran el jaleo y confundieran al barco pesquero con un buque nodriza, y no con un buque rehén.  Sea como fuera, la INS Tabar decidió no perder el tiempo con abordajes y lo hicieron volar por los aires.

En la India el ministro de defensa, el día en que anunció la acción, comunicó que el Tabar pidió al barco que se detuviera, pero los supuestos piratas les dispararon y, en defensa propia, procedieron a hundirla. El ministro de defensa afirmaba que los piratas iban armados con armas y lanza granadas que no dudaron en usar contra los valientes marines indios

Va siendo hora de que la llamada comunidad internacional se ponga las pilas en las aguas en el océano índico, con un mando internacional serio y único, y no a la libre decisión de la tripulación de una fragata  que actúa por su cuenta y riesgo.  España mandará a un la fragata Victoria a la zona, y más tarde un petrolero de aprovisionamiento, además de tomar en abril el mando de la flota europea destinada a aguas del Océano Índico.

Gracias por el aviso y las anotaciones, Carlos.

El Congo, o la guerra en breves

Tuesday, October 28th, 2008

La República Democrática del Congo es el país número 12 en cuanto a extensión. Pocos países han sido tan inestables. Sólo hay que fijarse en los cambios de nombre: el Congo Libre — estado privado del colonialista rey Leopoldo de Bélgica –, el Congo belga, el Congo-Leopolville, Congo-Kinshasa, Zaire (con el dictador Mobutu a la cabeza) y finalmente República Democrática del Congo.

Viejos enemigos, nuevas amenazas: así titulaba The Economist un artículo hace un par de semanas. El Congo no ha dejado de ser escenario de conflictos étnicos, sobre todo en su zona fronteriza con Uganda, Burundi y sobre todo Ruanda, con los mismos enemigos de siempre, que ponen encima de la mesa su pertenencia a un grupo étnico. 17.000 cascos azules velan por acuerdos que todas las facciones se han saltado. La región de Kivu es ahora escenario de los movimientos del grupo rebelde , liderado por el general Nkunda, un psicólogo metido a militar, actor en la guerra de Ruanda, y ahora metido a señor protector de los Banyamulenge, los tutsis del Congo.

Laurent Nkunda, de 41 años, licenciado en psicología. Durante la guerra de Ruanda a principios de los 90 fue fiel aliado del ahora presidente ruandés Paul Kagame, otro tutsi que desde el exilio llegó al poder, en un avance que ponía fin al genocidio de los tutsi de mano de los hutus. Nkunda se quedó en la región de Kivu, como guardián, protector de los tutsis, frente a la presencia de hutus huidos de Ruanda y el propio gobierno del Congo, protagonizando la primera y segunda guerra del Congo. En 2003 se negó a que su grupo rebelde se integrara en el Ejército congoleño como se estipulaba en los acuerdos de paz. Contra él pesa una orden internacional de detención por crímenes de guerra. Siempre ha negado responder a las órdenes del Gobierno de Ruanda, aunque admite que Kagame es su aliado. Un factor importante para entender a Nkunda es su retórica llena de carga religiosa: “Cuando ellos luchan, Dios está de su lado”, dice el líder hablando de sus propios soldados en un reportaje del NYT de 2007, realizado en el territorio de este señor de la guerra .

Sin oposición, de momento. La inoperacia de los cascos azules se ha puesto encima de la mesa cuando una turba ha atacado su cuartel general, cansados de que los soldados que están para protegerles no lleguen a tiempo o no quieran llegar. El general de brigada español, Vicente Díaz de Villegas, comandante de la misión, presentó su dimisión ayer por “falta de medios”. Hoy la ONU anuncia la retirada de su personal humanitario ante el avance de las tropas de Nkunda. El Ejército estatal también cede el paso. Vía libre para Nkunda, cuya tropa está a tan sólo 20 kilómetros de Goma, ciudad fronteriza con Ruanda.

El momento de esta ofensiva del tutsi Nkunda no es casual. El presidente ruandés Paul Kagame, que combatió a principios de los 90 con Nkunda para que los tutsis tomaran el poder después del genocidio hutu, revalidó su poder en unas elecciones más o menos limpias en el mes de septiembre. Nkunda acusa al gobierno del Congo de apoyar a la guerrilla Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR, siglas en inglés), un grupo armado formado por hutus, responsables del genocidio tutsi de 1994. La intencionalidad de Nkunda — en consonancia o no con Kagame — es dar una vuelta más a un conflicto en una región es fuente de minerales tan importantes como el coltán, con el que se fabrican móviles, consolas o ordenadores, tal y como se retrató hace unos meses en un sensacional documental , Blood Coltan. No habrá aventura humanitaria, pese a los 200.000 refugiados desplazados en la región. El coltan — a precio más o menos barato — seguirá en el mercado, lucrando a unos u otros.

Será un guerra que ocupará breve espacio en los medios de comunicación, tal y como sucedió hace unos meses ante avances de estos mismos rebeldes. Los periodistas harán malavares para que la noticia pueda interesar algo, no destacando la muerte de los civiles, sino la suerte que corran los gorilas, otras víctimas del conflicto. Es así: al público le puede interesar más la suerte de unos primates que la de sus congéneres.

Los piratas se hacen mayores en Somalia

Monday, September 29th, 2008

El pasado jueves los piratas somalíes apresaron un carguero de bandera de conveniencia de Belice, aunque realmente es ucraniano. La carga del Faina hace que el secuestro sea algo distinto a los más de 50 secuestros producidos este año en aguas de Somalia: 33 carros de combate rusos T-72 entre otro armamento destinado al Ejército de Kenia, según ha informado el propio ministerio de Defensa ucraniano. Ayer se informó de que buques de guerra — entre ellos un destructor estadounidense y un patrullero ruso — rodeaban o estaban próximos a la zona donde los piratas llevaron el buque, muy cerca de las costas somalíes, para preparar una fácil huida.

Por las fotografías que ha proporcionado la Armada de los EE UU, se ve que los piratas han realizado el ataque siguiendo las mismas tácticas con las que secuestraron cargueros similares a este, pero llenos de ayuda humanitaria deliberada por la ONU, lo que motivó que se estableciera una escolta de estos convoyes marítimos. Los piratas se acercaron el jueves al Faina con lanchas rápidas y con armamento ligero, incluyendo algún RPG. No hace falta ni más ni menos.

Fotografía proporcionada por la US NAVY, en la que se ve las embarcaciones ligeras de los piratas amaradas a la parte de proa del Faina.

Sin ninguna escolta militar el Faina estaba a su merced en esas aguas. Ahora se suscita la duda sobre el destino de la carga, y al parecer se empieza a hablar de que todo ese armamento no iba destinado a Kenia, sino a los rebeldes del sur de Sudán, opuestos al Gobierno de Jartum. “Pura propaganda de los piratas”, se puede leer en la BBC. No hay que olvidar que estos piratas proceden de la región de Harardhere, controlada por los islamistas, más cercanos sin duda al Gobierno de Jartum.

Con el apresamiento del Faina los piratas se hacen mayores, no porque tengan más medios, sino por la carga que tiene el buque, que ha motivado la movilización de varios buques militares en la zona. Parece mentira que en una zona donde operan estos bucaneros un carguero lleno de armamento vaya sin ningún tipo de escolta militar, cuando si la llevan los buques con ayuda humanitaria. O algo huele podrido (la hipótesis de que no iba al Ejército keniata), o aquí ya nadie piensa.

Los piratas han pedido entre 20 y 35 millones de dólares — la cifra varía dependiendo de qué portavoz de los piratas hable con qué agencia o medio de comunicación — por liberar el buque. Pero tal vez con este golpe se le acabe parte del juego a los piratas y se reaccione internacionalmente.

No tan al margen

— El pasado 25 de septiembre el USNS JOHN LENTHALL abrió fuego contra dos pequeñas embarcaciones que se acercaban a sus inmediaciones cuando navegaba en el Golfo de Aden, según informa la propia US Navy. La Armada de los EE UU tiene pánico a un ataque suicida contra uno de sus buques en estas aguas, y le viene al recuerdo el ataque contra el USS Cole en Yemen.

— En el International Maritime Bureau han mejorado su página web, y ahora tienen un mapa actualizado de los ataques piratas. Por delante de Somalia están Nigeria, Indonesia y Tanzania en cuanto a número de ataques registrados.

Un avión para asustar a piratas

Thursday, September 18th, 2008

Defensa enviará a Yibuti un avión P-3 Orion para vigilar a los piratas somalíes que amenazan a los pesqueros españoles en aguas del océano Índico, materializada en el secuestro del Plaia Bakio. Dicen que tiene más lógica enviar un avión que una fragata, que no solo tardaría mucho en llegar a cualquier punto del Índico, sino que necesitaría al menos un relevo para poder repostar.

Difícil misión va a tener este avión patrulla, no solo por lo extenso del área (el área con más amenazas tiene una extensión de más de 5.000 kilómetros), sino también porque los buques pesqueros van cada uno por su lado. Ésta medida sirve para mostrar que se hace algo de cara al sector (que no descartan la seguridad privada), aunque ese algo no va a servir para mucho. Javier Garat, secretario general de la Federación Española de Organizaciones Pesqueras (Feope), dice en El País: “Esperamos que tenga capacidad para defender los intereses de los atuneros y utilizar las armas si las lleva, para asustar a los piratas“.

España no puede hacer frente a un dispositivo efectivo para proteger a los cerca de 30 atuneros españoles que faenan en aguas del Índico. “Tiene que ser una fuerza militar multinacional a la fuerza. No podemos ser sólo dos. No es falta de voluntad, es falta de capacidad”, dijo el ministro de Defensa francés hace poco más de un mes para descartar incluso un dispositivo conjunto.  Y Defensa, a falta de socios, envía un avión.

Angola, China y el petróleo

Monday, September 15th, 2008

Angola ocupa el puesto 162 de 177 en la lista de la ONU sobre desarrollo humano. Pero es también uno de los mayores productores en África, continente del que EE UU espera obtener en 2015 una cuarta parte de sus importaciones de petróleo.  Angola es miembro del cartel de países productores de petróleo OPEP, con una producción similar a países como Brasil o Argelia, pero con un valor añadido para la industria: se calcula que en los próximos años uno de cada tres barriles de petroleo nuevos extraídos procedan de este país, y que en el año 2011 esté al nivel de Kuwait. A esta ecuación hay que añadirle que Angola es uno de los países más corruptos del mundo, según la mayoría de rankings sobre la materia.

Si las grandes compañías estadounidenses y europeas han desembarcado en el país africano, lo mismo ha hecho China. De hecho, desde el año 2006, Angola ha desbancado a Arabia Saudí como principal suministrador de petróleo al gigante asiático.

Parte de la estrategia con la que China desembarca en países africanos  sigue el mismo patrón: compra petróleo a cambio de infraestructuras. Con este mix de compra más infraestructuras China salva en parte la fluctuación del dolar. Mientras Europa ofrece proyectos de desarrollo en las que tiene que haber presencia de trabajadores del país destinatario, China no las maquilla con la etiqueta de “proyectos de cooperación” y trae a sus propios obreros para construir las carreteras, viviendas o lo que el país petrolero demande. Este reportaje de Al Jazeera en inglés es esclarecedor:

Hay que estar muy pendiente del continente africano. Ya está siendo escenario de una feroz competencia por el control de sus recursos. La inestabilidad de muchos de esos países — incluida Angola que ha sufrido casi 30 años de guerra civil — sumada a esta disputa por los recursos hace que el continente africano siga siendo escenario de cruentas guerras.

Documentando un golpe de estado en Guinea Ecuatorial

Wednesday, July 9th, 2008

Cada vez que se conocen más detalles sobre el intento de golpe de estado en Guinea Ecuatorial del año 2004, la realidad se parece más a la novela Los perros de la guerra, de Forsyth, una buena novela para estos tiempos de calor y asueto.

The Independent publico ayer un artículo de James Brabazon, un director de documentales, con una misión dentro del golpe: filmar la llegada del nuevo presidente –no menciona el nombre de Severo Moto, líder opositor guineano ahora detenido en España bajo la acusación de tráfico de armas— para darle al golpe la apariencia de que era algo gestado en la misma Guínea Ecuatorial.

La relación de Brabazon con el golpe de estado comienza unos años antes, en Liberia, donde va a filmar la cruenta guerra civil. Ahí, según asegura, contrata a un mercenario para su seguridad: Nick du Toit, un ex soldado del South African 32 Battalion, cuerpo de élite especializado en la contrainsurgencia, que el gobierno blanco de Sudáfrica uso a destajo, hasta su disolución en 1994. Muchos de los soldados y oficiales que servían en ese batallón pasaron a ser soldados de fortuna, al servicio del mejor postor.

Nick du Toit en la cárcel de Playa Negra, Guinea Ecuatorial . Fotografía tomada de un interesante artículo del Daily Telegraph sobre esta prisión.

En Liberia, Brabozon y du Toit forjaron una gran amistad, a base de salvarle el pescuezo el soldado la vida al documentalista. Fue unos años más tarde cuando du Toit llamó a su amigo y en una cita en Bruselas le comentó parte de los planes para el golpe de estado en Guinea Ecuatorial, bajo la cobertura de un negocio: “Le dije que eso me sonaba como una novela de Frederick Forsyth. De hecho, él me corrigió, es el argumento de una novela de Frederick Forsyth: una versión real de Los Perros de la Guerra”, cuenta Brabozon.

En una segunda cita, esta vez en un pueblo cercano a París, du Toit le presentó a Simon Mann, jefe del operativo. Du Toit iba a ser el encargado de ir a preparar el terreno desde la misma Guinea Ecuatorial; mientras Mann iba a reclutar a mercenarios para llevar a cabo el golpe certero. Detrás del derribo del dictador Obiang estaban varios financiadores, desde empresas, algún estado – los gobierno de España y Reino Unido han sido nombrados por los mercernarios en las sesiones del juicio celebrado en Malabo – hasta el hijo de Margaret Thatcher.

La misión de Brabozon era sencilla: “Si el exiliado presidente del nuevo gobierno necesitaba ganarse el reconocimiento internacional, el golpe tendría que parecer un heroico alzamiento local. Nick iba a reclutar soldados africanos negros para la operación, llevada acabo por una pequeña vanguardia de notorios mercernarios blancos. Yo iba a estar todo el tiempo allí, en el terreno antes de que el contingente aterrizara, y según me informó, mi trabajo iba a consistir en filmar la llegada del nuevo presidente, flanqueado por mercenarios negros, para que pareciera que eran unos soldados rebeldes locales – y no el remanente de una unidad de fuerzas especiales de la era del apartheid –. Esta grabación – las únicas imágenes de televisión que iban a existir – serían dadas a todos los medios del mundo, comprando tiempo para que el nuevo régimen se asentara en las instituciones del Estado. A mi vuelta, tendría el acceso exclusivo para filmar todos los aspectos del golpe para mi documental en el que podría contar que Nick fue contratado por el nuevo presidente.”

Pero el plan se vino a bajo: demasiados financiadores para el plan de poner a un nuevo presidente en un país asentado sobre una gran bolsa de petróleo. Servicios de espionaje occidentales, según Brabazon, grabaron sus conversaciones; él acusa a uno de los financieros de ser una agente doble del dictador Obiang; otros aseguran que fue el Gobierno de Sudáfrica quien dio el chivatazo para tener a Obiango contento; nadie sabe realmente cómo se enteró Obiang. Lo cierto es que el 7 de marzo de 2004 Nick du Toit fue arrestado en Malabo, y poco más tarde confesaba ante las cámaras de televisión su participación y los planes del golpe; a la vez, Mann fue arrestado en Zimbabue junto a un avión con los mercenarios negros que iban a trabajar de guardia pretoriana para el nuevo presidente.

El lunes Mann fue condenado en Malabo a 34 años de cárcel por este intento de golpe de estado; los otros cuatro años anteriores los pasó en una cárcel de Zimbabue; idéntica pena se llevó Du Toit, que ahora cumplen su condena en la prisión de Playa Negra, una de las peores del mundo.

Gracias, Carlos, por mandarme el reportaje.