En el artículo publicado hoy en The Guardian, se ofrece un resumen de los frentes en Irak. Con todo, seguimos sin pensar en clave de guerra civil, materialización del desastre que ha supuesto la ocupación en si, así como está ha sido llevada a cabo.
Para The Guardian hay cinco frentes:
Insurgentes contra la coalición liderada por EE.UU. Octubre ha sido uno de los meses más mortíferos par las tropas estadounidenses desde que George Bush declaró el final de la hostilidades el 1 mayo de 2003. En total han muerto 96 soldados estadounidenses en lo que va de mes. Insurgentes nacionales, incluyendo milicias tribales sunies y chiíes, asi como miembros del ilegalizado partido de Saddam Hussein el Baas, están llevando un sofisticada e implacable campaña contra las fuerzas multinacionales, atacando con bombas en las cunetas, con morteros, cohetes y francotiradores. “Operamos donde quiera que estén las tropas extranjera”, declaraba un antiguo insurgente en Bagdad a The Guardian.
Suníes contra Chiíes A pesar de las fuertes medidas de seguridad llevadas a cabo por EE.UU y las fuerzas iraquíes, Bagdad va camino de convertirse en dos partes bien diferenciadas, la de los suníes y la de los chiíes. Solo en el último día del Ramadan se saldaba con más de 30 iraquíes muertos. La revista Lancet ha cifrado en 650.000 los iraquíes muertos desde que comenzó la guerra. La violencia llevada a cabo por los grupos chiíes por un lado, y los jihadistas suníes y miembros del antiguo Baas por el otro, han hecho que barios anteriormente mixtos se hayan convertido en barios completamente chiíes o suníes. Esa violencia, que no es ni espontánea ni popular y es percibida como intolerante y genera gran desconfianza entre las dos comunidades, está creciendo especialmente en la ciudades más pequeñas. La violencia entre suníes y chiíes se está extendiendo a ciudades como Balad, Bacuba o Mahmudiya.
Chiíes contra chiíes. Los dos principales protagonistas en la batalla por la supremacía chií en el sur de Irak son las brigadas de Badr, ligadas al Consejo Supremo de la Revolución en Irak, y el ejército del Mahdi, leales al clérigo radical Muqtada al-Sadr. Las luchas entre los dos, vistas el pasado fin de semana en Amara, amenazan con minar la unidad de la Alianza Chii que gobierna en Bagdad. Simplificando, es una lucha entre el chiísmo con fuertes lazos con Irán – representado por el Consejo Supremo – y el chiísmo autóctono – representado por los leales a Muqtada al Sadr.
Árabes contra Kurdos. Los choques étnicos se materializan en la ciudad de Kirkuk, situada en el norte rico en petróleo, con una oleada de atentados suicidas, coches bombas y asesinatos políticos. En la ciudad hay una creciente tensión entre los kurdos, que la reclaman como su capital histórica, los turcomanos, que rechazan las reivindicaciones kurdas, y los árabes, muchos de ellos trasladados a la zona en los años 80 y 90 dentro del plan de Sadam para arabizar la zona. Varios grupos suníes, como Al Qaeda, Ansar al Islam o Ansar al-Sunna, están detrás de la mayoría de los ataques, al tiempo que las tribus suníes de la cercana Hawija proclaman su lealtad a Sadam y atacan a las fuerzas de seguridad iraquíes y a las tropas estadounidenses. Además de estas luchas con un componente étnico, los ataques contra los oleodúctos es algo continuado, con suspensión de los suministros hacia Turquía.
Líderes tribales suníes contra Al Qaeda. Hartos de la actividad de jihadistas árabes extranjeros en Irak, y mostrando sus dudas para atacar las comunidades civiles chiíes, líderes de tribus suníes en la provincia de Anbar, al oeste de Bagadad, han decidido librarse de los activistas de Al Qaeda en la región. Estos líderes insisten en que es un deber solo de la insurgencia doméstica expulsar a las fuerzas extranjeras de Irak. No obstante, grupos radicales sunnis en Anbar continúan escenificando su fuerza en ciudades como Ramadi o Falluja.
Nota: en rojo apuntes añadidos.