Se ha equivocado Señor Ministro
Moeh Atitar de la Fuente - Sunday 2 de July de 2006
No hay duda: la clase política (gobernante) francesa está en crisis; se mueven de escándalo a escándalo, con ruido de sables digno de la España decimonónica. Citemos el caso Clearstream, las revueltas en los banlieue con la inoperancia del Ministro del Interior y del Primer Ministro, enfrascados en la lucha por suceder a un decrepito Chirac, las continuas huelgas de los jóvenes por una legislación laboral juzgado como neoliberal (que en la realidad española sería considerado estatalista y superproteccionista, todo sea dicho de paso), la venta de acciones de EADS por parte de vicepresidentes (franceses) que sabían que no se podían entregar a tiempo los pedidos de aviones…
El periódico Le Monde está siendo especialmente beligerante con el gobierno, haciendo la labor que todo el mundo espera de la prensa.
Hoy he leído el artículo de Rober Solé, le mediateur (el defensor del lector, ombudsman) de éste periódico, respondiendo a una doble página escrita el 28 de abril, dedicada al ministro de Asuntos Exteriores francés, Philippe Douste-Blazy.
El perfil escrito por la periodista Raphaëlle Bacqué no tiene desperdicio. El titulo no puede ser otro: “Mister Bluff au Quai d’Orsay”. Paso a enumerar algunas deficiencias / negligencias:
– No habla ni español ni inglés, y se consuela con el francés como única lengua. Esto le ha llevado a ser escoltado por un asesor-traductor que intercede por el ministro. Hace unos meses le llamó Conodolezza Rice; era un viernes y el ministro estaba en Toulouse sin traductor ni asesor a la vista. El Departamento de Estado se quedó perplejo cuando escuchó al Ministro decirle que mejor le llamarán después del fin de semana.
– No habla ni español ni inglés, y se consuela con el francés como única lengua. Esto le ha llevado a ser escoltado por un asesor-traductor que intercede por el ministro. Hace unos meses le llamó Conodolezza Rice; era un viernes y el ministro estaba en Toulouse sin traductor ni asesor a la vista. El Departamento de Estado se quedó perplejo cuando escuchó al Ministro decirle que mejor le llamarán después del fin de semana.
– Ha confundido varias veces Tailandia con Taiwán y Kosovo con Croacia
– Cuando el 16 de agosto de 2005 un avión se estrelló en la Martinica, el ministro se dispuso a coger un avión para asistir a los franceses sobre el terreno; el Palacio del Eliseo le tuvo que llamar a toda prisa para recordarle que el asunto no estaba en sus funciones: la Martinica era territorio soberano francés
– En junio de 2005, hizo una visita a Palestina e Israel. En éste último, visito el museo de Yad Vashem de la Soah, en Jerusalén. Dicho museo esta consagrado al recuerdo de las víctimas del holocausto. Delante de un mapa europeo, donde se señalaba la persecución nazi contra los judios, el ministro francés preguntó sino había judíos asesinados en Inglaterra. El director del museo le respondió: “pero señor ministro, Inglaterra no fue ocupada por los nazis”. El ministro francés sentenció: “pero hubo judíos expulsados de Inglaterra.”
– Su vida privada también ha sido objeto de escrutinio público, porque la discreción no es una de sus virtudes. El 23 de marzo, Le Canard Enchaîné, periódico satírico, publicaba que el 31 de diciembre de 2005, el ministro se encontraba en el hotel Mamounia en Marrakesh, símbolo del lujo frecuentado por la clase política mundial ya desde tiempos de Churchill, que pasaba largas temporadas pintando en la ciudad marroquí. estaba acompañada de su pareja, una productora de televisión. En la madrugada, se armó una gran bronca en la habitación 312, la que ocupaba la pareja. El ministro terminó ligero de ropa en el pasillo del hotel. A las 5 de la mañana, salió escopetado camino de Casablanca para coger un avión de vuelta a Paris, evidentemente, sin su pareja. Detrás dejaba, supuestamente, un gasto de unos desperfectos valorados 30.000 euros en la suite, consecuencia de la reyerta. Pocos meses después, la oposición en el parlamento recibía al ministro con gritos de “Mamounia! Mamounia!”
– Su vida privada también ha sido objeto de escrutinio público, porque la discreción no es una de sus virtudes. El 23 de marzo, Le Canard Enchaîné, periódico satírico, publicaba que el 31 de diciembre de 2005, el ministro se encontraba en el hotel Mamounia en Marrakesh, símbolo del lujo frecuentado por la clase política mundial ya desde tiempos de Churchill, que pasaba largas temporadas pintando en la ciudad marroquí. estaba acompañada de su pareja, una productora de televisión. En la madrugada, se armó una gran bronca en la habitación 312, la que ocupaba la pareja. El ministro terminó ligero de ropa en el pasillo del hotel. A las 5 de la mañana, salió escopetado camino de Casablanca para coger un avión de vuelta a Paris, evidentemente, sin su pareja. Detrás dejaba, supuestamente, un gasto de unos desperfectos valorados 30.000 euros en la suite, consecuencia de la reyerta. Pocos meses después, la oposición en el parlamento recibía al ministro con gritos de “Mamounia! Mamounia!”
El ministro de Asuntos Exteriores, Philippe Douste-Blazy
Le Monde respondió ayer a sus lectores sobre éste demoledor perfil publicado a doble página. Le Monde asegura que el ministro francés no ha usado su derecho de réplica. Ante las quejas de los lectores por recoger asuntos de la vida privada del ministro, Le Monde responde:
“Hace 20 años, la pregunta no hubiera sido planteada: Le Monde guardaba silencio de la vida privada de los personajes públicos. Pero los medios franceses han evolucionado en esta materia, animados algunas veces por sus propios intereses, poniendo en escena su intimidad cuando esto es influyente.”
Joder, que divertido, es como tener a Mr Bean de ministro de Exteriores.
jajaja…si pero con la cara del Dioni…
Joer con el ministro ¿Pero la culpa es de él o de quien le puso en el cargo?
¿De quién es cuñao este buen hombre? 😀
Demoledor. Por cierto, tu que piensas sobre el asunto de ventilar las intimidades de los cargos publicos? (nada de acentos que estoy en EEUU)
Carlos: claro que es la culpa de quien le ha puesto. Pero a mi me llaman para ser ministro de Sanidad, por ejemplo, y le dería a Zapatero que mejor se busque otro/a más competente y que entienda algo de medicina…Cada ministro tiene que conocer sus propias limitaciones, digo yo…
Stralunato: pues ni idea de quien es cuñao 😉 pero creo que es un poco primo…
Paco: ¡qué envidia! Vas a pasar el 4 de julio en EE.UU Si ya me dices que estas en Nueva York, te corro a palos…
Lo de la intimidad: la intimidad es lo que más hay que respetar por parte de la Prensa; es lo intrínseco a la persona. Solo puede saltarse por una razón: la relevancia de la persona, en el contexto de ese acto. Parece ser que el ministro acudía con las vacaciones pagadas (se negó luego este extremo) por parte del gobierno francés. Además, es el ministro de AA.EE, representante máximo de un país en el extranjero, que debería dar muestra de un exquisito comportamiento. Es dificil marcar la línea entre la intimidad y el derecho de información. La línea es siempre muy sútil, y de entrada no hay que pasarla, pero a veces…
Por cierto, Paco, no te pierdas el siguiente Post…es sobre el 4 de julio 😉