Un matrimonio desde los cuatro años
Moeh Atitar de la Fuente - Thursday 7 de February de 2008
Leo en Le reporter – un revista semanal que se edita en Marruecos – un reportaje sobre las bodas colectivas en Anegfou, un pueblo aislado situado en el Atlas Medio. Hace un año, esta recóndita localidad saltaba a las páginas de la prensa marroquí por la muerte de una veintena de niños, debido a una ola de frío.
Las bodas colectivas son una tradición en muchos pueblos amazighe – bereberes – que chocan con las costumbres del resto de Marruecos. Este año se han casado un total de 15 0 parejas de la región. Le Reporter destaca en el reportaje que en estas bodas colectivas hay novias decuatro años de edad. Mediante esta ceremonia que dura unos días, los contrayentes sellan su unión. El matrimonio, aseguran, no se consumará hasta que la joven tengan 16 años. Se casan entre los miembros de la misma tribu, y así, dicen, se garantiza la cohesión del grupo y sobre todo la supervivencia.
La unión se pacta en verano entre las familias; la mayor parte cuenta con una dote de poco más de 10 euros para la familia de la chica . La jamáa – el consejo – es la que autoriza los matrimonios, con castigos para la parte que no cumpla su compriso.
Estas tradiciones ancestrales chocan con la mudawana, o código de la familia, aprobado por el Estado marroquí en 2004 y que supone un avance con respecto a los derechos de la mujer, aunque siguen sin tenerlos en pie de igualdad con los del hombre. En la mudawana se eleva la edad legal para el matrimonio hasta los 18 años, y solo un juez puede autorizarlo para menores de esa edad.
El debate existe en la sociedad marroquí cuando un reportaje como éste ocupa la portada de un medio semanal. Estas tradiciones – tribales y ancestrales – chocan con las tradiciones del resto del país y del sentido común.
La excusa es la de siempre, cuando la costumbre choca con la razón: así ha sido siempre, y así seguirá siendo.
Interesante, interesante…
Mientras la gente siga pensando que una minifalda es atuendo de prostituta, las cosas no avanzarán. Une pena….
En nuestro mundo occidentalizado y correcto ocurre algo similar. ¿Cuántos niños han sido violados?¿Cuántas páginas de pronografía infantil existen?
El ” exceso” de información nos puede. A ellos les puede no tenerla. Y tan sólo a unos kms de aquí