El último Rey de Escocia: un Idi Aminde cine
Moeh Atitar de la Fuente - Saturday 24 de February de 2007
Idi Amin Dada fue uno de los más devastadores dictadores que conoció el siglo XX. En Ébano Kapunscinski le dedica todo un capítulo: “Amin era un ejemplo clarísismo de la relación entre el crimen y el bajo nivel cultural”.
Era un tipo gordo que medía alrededor de 1’90. Por eso un día un oficial británico de los King’s African Rifles se fijó en él, y lo alistó para el ejército británico.
Los King’s African Rifles se nutrían de los bayaye, que era personas que pertenecían a otras tribus, y que se había instalado en una ciudad donde eran minoría, y vivían marginados. La razón para usar a estos era sencilla: al ser minoría extraña, exógena, no tenían la menor piedad para someter a la mayoría local.
Amin era un bayaye, y se mostró muy eficiente en las embosacadas y el cruel sometimiento a las tribus con las que el Imperio de su Majestad se iba manteniendo.
Era 1946, y tras la Segunda Guerra Mundial, tocaba el inicio de un largo final para el colonialismo. A los oficiales británicos se les acababa el chollo: había que “africanizar” los ejércitos antes de marcharse.
Usan el mismo esquema que todos los mandos – en distinto grado – antes de abandonar su colonia: nombrar a personas de su confianza, hasta ese momento obedientes y que no fueran muy capaces. Eligiendo a los más inefecaces pero fieles como oficiales, pretendían prolongar su presencia, y una vez estuviera fuera mantener su influencia.
Por eso Amín saltó de teniente a General, nombrado por los británcios antes la independecia de 1962. La Uganda independiente estaba gobernada por Milton Obote, con Idi Amín de jefe militar.
El de Obote fue un gobierno corrupto, que empezó a perseguir a minorías tribales. En una cosa como en la otra, participó activamente Amín. De hecho fue acusado por la prensa de haberse quedado con un botín de uno de los numerosos saqueos a las guerrillas rivales.
Portada del semanario TIME, del 7 de marzo de 1977: El salvaje hombre de África.
De su vida privada, se sabe que estaba casado con al menos cuatro mujeres, a las que iba repudiando a discreción. En sus masiones de Kampala, orgías y carnicerías sucedían por igual. En la prensa internacional se empezó a decir que Idi se comía a sus enemigos políticos, siguiendo los consejos ritualísiticos de chamanes africanos.
Amín tenía la costumbre de visitar las guarniciones esparcidas por todo el país. En tales ocasiones, los soldados se congregaban en la plaza de armas. El mariscal pronunciaba un discurso. Le gustaba hablar durante horas. Como sorpresa, solía traer consigo a un dignatario, civil o militar, al que acababa de acusar de traición, complot o atentado. Al reo, atado con cuerdas, previamente apaleado y paralizado por el terror, lo colocaban en una tarima. La multitud, excitada ante el espectáculo, entraba en trance y se ponóa a aullar. “What shall I do with him?”, Amín intentaba gritar más fuerte que la multitud. Y los cohortes contestaban: “Kill him! Kill him now!”.
Ébano, Ryzard Kapunscinski
Amin era tan cruel como loco de atar. Se lanzó en guerras con la mayoría de sus vecinos, llegando a mandar batallones a combatir en Sudáfrica contra el régimen del Aparheid.
El 27 de junio de 1976, un avión que cubría la ruta entre París y Tel Aviv, fue secuestrado por militantes palestinos. El avión fue desviado hasta Uganda, donde el dictador recibió y mostró su apoyo a los secuestradores.
Tras ser liberados los rehenes no judíos, Israel comenzó a diseñar una operación de rescate, que tuvo lugar el 2 de julio, cuando un comando de fuerzas especiales israelíes aterrizaron a bordo de dos C-130 y mataron a todos los secuetradores y liberaron a los rehenes.
Todo el mundo empezaba a mirar con recelo a un “salvaje” como Idi Amin. Además el ejército comenzó a debilitarse, tant que cuando, lanzó una ofensiva contra Tanzania, la acción se volvió en su contra y fue su final. Corría el año 79. Un año más tarde, Obote, su rival, volvía a gobernar tras un fraude electoral.
La película
El Rey de Escocia es una película ambientada en la corte de Idi Amín, donde llega un médico escocés recién licenciado, para convertirse en el médico personal del dictador.
El loco mandatario lo nombra su consejero, y comienza el periplo del joven por las maldades del régimen.
Forest Withaker hace el papel de General, y por ello ha sido nominado para el Oscar como mejor actor principale. Según las quinielas, es muy probable que se lleve el premio.
Si Withaker borda el papel, la película es un tanto flojilla. La sensación es la misma que con Diamantes de Sangre: cuando pasas por el tamiz de Hollywood una historia cruel, la crueldad como que no es tanto como la que debería reflejar. Es una sensación personal, pero hará falta meter más tesión a éste tipo de películas para que sacuda alguna conciencia.
Cuando termina uno de ver la película se puede ir perfectamente a cenar, porque no te afecta demasiado lo que has visto, ya que la dosis de crueldad no sobrepasa el humbral necesario.
La frase: “Estamos en África. La violencia genera violencia. Recurre a otro recurso y estas muerto”.
Israel, donde se había entrenado en la Fuerza Aérea, fue el otro país que apoyó de inmediato el golpe de Estado, y es probable que participara en su organización: http://www.afrol.com/es/articles/14401
Después vio cómo el dictador se le escapaba de las manos. ¿A qué me suena?
Curioso el reciente interés de Hollywood por África. A ver cuándo dedican unos cuantos kilómetros de celuloide a mostrarnos, por ejemplo, las aventuras y desventuras de la saga saudí, guardiana de los tres santos lugares (Meca, Medina e Ikea, donde también se produjo una avalancha con muertos el día de su apertura), en palabras del sarcástico Assad Abukhalil 😉 o los tejemanjes del sha Pahlevi. Lo dudo. Hollywwod tiene de siempre su propia visión edulcorada y oportunista de la historia.
Un abrazo, Moeh.
Bufff… no se lo que le hace falta a tu conciencia para sacudirse pero a mi la violencia implicita de la película me resulta más que suficiente para hacerme una idea del personaje. El retrato que hacen de este psicópata me resulta lo suficientemente convincente como para intuir las barbaridades que hizo sin necesidad de que me las muestren de forma explícita. Lo agradezco incluso.
A mi me ha gustado mucho. La interpretación de Whitaker (no entiendo lo suficiente como para saber si debe de ser así pero hasta el ‘acentazo’ africano estaba muy conseguido) me pareció fabulosa y la película me convenció y me conmovió.
Algarabía,no sabía yo lo que apuntas sobre la formación del general…a mi se me ocurren bastantes ejemplos cercanos…
Otra abrazo para ti Algarabía.
José María, creo que me explique mal: este tipo ha sido tan asesino, tan criminal, de tal calamidad, que la película lo deja a la altura de de Disney…
No creo que haya que enseñar violencia, pero aquí no cuentan el genecidio sistemático que este fulano y sus acólitos hacía a su pueblo…es demasiado Light comparada con lo que hizo, que para algo está basada en hechos reales.
Vi la pelicula hace unas semanas y me parecio una basura absoluta. de acuerdo, Forest Withaker esta inmenso, pero es lo unico que se puede decir en favor de la pelicula. Han convertido una delas mayores tragedias de los ultimos tiempos en casi una aventurilla para mochilerso adictos a la Lonely Planet. Decia Jean-Luc Godard que un travelling es una cuestion moral, si eso es verdad (que lo creo) la eleccion estetica de la pelicula, con su aire de videoclip de grupo afrobeat, es profundamente inmoral. Ademas, elguion es bien flojo y mas bien parece el tipico thriller con sanguinario dictador africano en lugar de, digamos, traficante de drogas colombiano, espia ruso o terorista islamico…
Buen repaso y me quedo ya sin ganas de ver la película. Me preocupo poco por los Oscar y me pregunto si debería esforzarme por ver Babel. Comparto el interés y escalofrío por lo que cuentas así como por la capacidad de Withaker que me gusta desde Crying Game a Ghost Dog. Pero de momento y leido lo leido no creo que me toque verlo. Hablando de la brutal África colonial ¿tuvisteis la oportunidad de ver en su día Lumumba, la película? Saludos,
Daniel
La semilla de todo este tipo de gentuza la pusieron los últimos resquicios del colonialismo occidental. Se les da a incompetentes totales; o locos simplemente, la tarea de dirigir un país. Pero el poder corrompe, más que nunca a quien nunca la ha tenido. En África hay hoy en día muchos Idi Amin.
En cuanto a la película, no sé si será buena o mala porque no la he visto. Lo que sí sé es que con el cine también se puede hacer conciencia social.
Saludos.
Aquí os dejo mi aportación desde OjO de buey:
http://elhilodepenelope.blogspot.com/2007/03/el-ltimo-rey-de-escocia.html