Desfile 12 de octubre
Thursday, October 12th, 2006
Lleno hasta la bandera. No solo por los familiares que ocupaban las gradas, sino por el público que se agolpaba en los laterales del madrileño paseo de la Castellana para ver el desfile del día de la hispanidad
Dos regulares frente al Club San Jorge
Banda Legionarios tocando un pasodoble
Un policía militar parece custodiar la sede Parlamento Europeo antes de empezar el desfile
Como todos los años, dos paracaídistas aterrizaron al pie de la tribuna de autoridades, portando uno de ellos la bandera nacional. Lejos del protocolo, el público agolpado en las vallas esperaba el paso de los militares.
Tras el paso de cazas – incluido el Eurofighter – , helicópteros y la Patrulla Águila cerrando la exhibición aérea emitiendo una estela de los colores de la bandera, el desfile terrestre comenzaba.
La Guardia Civil – dejando rencores de multas y puntos de carnet quitados – ha sido de las más aplaudida. En la zona un espontáneo echaba al aire un “¡viva la Guardia Civil!”, con el consiguiente “¡viva!” de parte del público.
Familiares del guardia civl “Cascón” dando ánimos desde las vallas
Los familiares se afanaban, con pancartas incluidas, en reconocer y animar a los suyos. En uno de las paradas que se suelen hacer para mantener el ritmo del desfile, un soldado tuvo la mala suerte de ir a parar frente de un grupo de amigos, que le comenzaron a gritar: “¡Manuel, estas allí por no estudiar!” Pero el soldado Manuel hacía oídos sordos y se mantenía concentrado en el desfile, entre las carcajadas de parte del público.
La bandera de Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Portugal y Suecia – países con mando en la KFOR – fueron recibidas con una gran ovación.
El desfile iba transcurriendo, con la llegada del nuevo cuerpo de emergencias, con boina amarilla, que pillaba a más de uno descolocado. En unos minutos, el paseo de la Castellana se quedaba vacío, y el público se impacientaba ante la llegada y el paso raudo y veloz de la Legión, con Blanquita al frente. Se escucharon vivas a la Lagión, seguidas de un viva España. Finalmente llegaron los Regulares, con paso igual de firme y veloz.
Quedaba la caballería, para cerrar el desfile castrense. Pero quienes realmente cerraron el desfile fueron los del Selur, el servicio de limpieza del Ayuntamiento, que no se llevaron su también merecido aplauso.
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