1 de mayo
Monday, May 1st, 2006
La fiesta del trabajo se celebra desde que un grupo de obreros en Chicago reclamó jornadas de 8 horas. Era el año 1886, y aún se veía con normalidad el trabajo infantil y hacía poco, apenas cincuenta años, que Inglaterra había abolido la esclavitud; EE.UU no lo hizo hasta 1868; y en Cuba, parte entonces de España, no se abolió hasta 1886, y trajo consigo grandes protestas de la oligarquía cubana. Ni que decir tiene que, aunque leyes no lo amparan, en muchos países la esclavitud sigue en vigor de facto.
La manifestación de 1886 fue duramente reprimida; tres años más tarde, la II Internacional declaraba el 1 de mayo día mundial del trabajo.
La reclamación de la jornada de 8 horas fue el embrión de este día; en España no llegó hasta el 3 de abril de 1919. Se consiguió tras la posición de fuerza que había tomado el movimiento obrero en España durante la Primera Guerra Mundial, en la que fue neutral, y por eso pudo vender a los dos bandos. Un crecimiento de la economía sin precedentes, que sirvió para que la oligarquía aumentara sus beneficios, los obreros mejoraran momentáneamente su posició y para que la clase media se frustrara, pero que no fue aprovechado para invertir en infraestructuras. Terminada la guerra, y recuperadas las industrias europeas, la obsoleta industria española ya no era tan competitiva porque tenía competencia.
Pero todo esto es historia. Hoy sigue habiendo injusticias relacionadas con el trabajo: aquí, nos movemos cada día más en la temporabilidad, con las mujeres cobrando menos por hacer lo mismo, con una juventud cada día más formada, con una generación bautizada como mileuristas (“¿1.000 euros? ¡Ni de coña!”, me dijo una amiga tras leer un reportaje que a todos estremeció, y eso sin saber que la situación suele ser peor). Y en el Mundo nos vestimos gracias a la explotación de obreros en el resto del mundo, en países que todos conocemos. Y la cola muerde al pez, porque con menos de 1000 euros es lo único que mucha gente se puede permitir…
Hoy en EE.UU se ha declarado “el día sin emigrantes”, que es como decir el día sin hispanos, que es como decir el día sin curritos. En NY, lo único que conozco, no te mueres de hambre si hablas en español. Pero si no trabajaran estas personas, ya puedes hablar latín al revés que no comes. Lo mismo sucedería en España sin emigrantes, sin los precarios.
La manifestación de 1886 fue duramente reprimida; tres años más tarde, la II Internacional declaraba el 1 de mayo día mundial del trabajo.
La reclamación de la jornada de 8 horas fue el embrión de este día; en España no llegó hasta el 3 de abril de 1919. Se consiguió tras la posición de fuerza que había tomado el movimiento obrero en España durante la Primera Guerra Mundial, en la que fue neutral, y por eso pudo vender a los dos bandos. Un crecimiento de la economía sin precedentes, que sirvió para que la oligarquía aumentara sus beneficios, los obreros mejoraran momentáneamente su posició y para que la clase media se frustrara, pero que no fue aprovechado para invertir en infraestructuras. Terminada la guerra, y recuperadas las industrias europeas, la obsoleta industria española ya no era tan competitiva porque tenía competencia.
Pero todo esto es historia. Hoy sigue habiendo injusticias relacionadas con el trabajo: aquí, nos movemos cada día más en la temporabilidad, con las mujeres cobrando menos por hacer lo mismo, con una juventud cada día más formada, con una generación bautizada como mileuristas (“¿1.000 euros? ¡Ni de coña!”, me dijo una amiga tras leer un reportaje que a todos estremeció, y eso sin saber que la situación suele ser peor). Y en el Mundo nos vestimos gracias a la explotación de obreros en el resto del mundo, en países que todos conocemos. Y la cola muerde al pez, porque con menos de 1000 euros es lo único que mucha gente se puede permitir…
Hoy en EE.UU se ha declarado “el día sin emigrantes”, que es como decir el día sin hispanos, que es como decir el día sin curritos. En NY, lo único que conozco, no te mueres de hambre si hablas en español. Pero si no trabajaran estas personas, ya puedes hablar latín al revés que no comes. Lo mismo sucedería en España sin emigrantes, sin los precarios.
Vaya, que hay mucho que revindicar y poco que celebrar. Pese a todo: ¡Feliz día del trabajo!