Aquel 28 de agosto de 1963
Moeh Atitar de la Fuente - Wednesday 28 de August de 2013
En el lugar más alejado del memorial, donde la gente estaba menos apretujada, encontré a una vieja negra de pelo grisáceo. Se apoyaba contra un árbol mientras tapaba sus ojos con una mano y lloraba silenciosamente. Me acerqué para interesarme por lo que le sucedía. Se llamaba Hazel Mangle Rivers, nacida en Athens, Goergia, en el sur profundo. Crió en Birmingham seis hijas y dos hijos.
— Es la primera vez que salgo de Birmingham, Alabama, tengo ochenta años y hace un momento, un hombre blanco que iba con prisa me ha pegado un empujón…–¿Le ha hecho daño? — pregunté creyéndola herida.
— ¡Oh, noooo!- pero me dijo: “Excuse me Madam!” (perdón señora). “He called me…Madam” (Me llamó señora). Nunca me había pedido perdón un blanco y me habían empujado muchas veces. El largo viaje ha valido la pena.
Le ofrecí mi brazo para acompañarla hacia donde iba la marabunta. Lo aceptó y, tras secarse las lágrimas con el revés de su mano, me sonrió con la gracia y coquetería de una Dama del Sur. Quise borrar siglos de afrenta y me despedí de ella con un beso en la mejilla. “Good luck…Madam“.
Extracto de las memorias de Enrique Meneses ‘Hasta aquí hemos llegado’. Tuve la suerte de oír a Enrique contar con todo lujo de detalles aquella jornada histórica en le que Luther King pronunció su famoso discurso. Para mí ese día lo asociaré siempre a las palabras y las fotos de Enrique.