Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Archive for September, 2013

Una mierda en el metro

Wednesday, September 18th, 2013

Podría ser solo una anécdota. Me topé con la mierda antes de verla: la olí. Un tremendo pestazo llegaba por el pasillo, y se hacía mayor conforme me iba acercando a la defecación humana. Estaba al borde de la escalera, justo en un recoveco, en una esquina, de tal manera que lo más fácil era pisarla. Pero allí estaba, intacta y desafiante.

Subí hasta el vestíbulo del metro de Ruben Darío, salida Serrano / Castellana. No había nadie: de un tiempo a esta parte los recortes han hecho que sea hasta difícil encontrarse con un trabajador del metro en las taquillas. Irá a peor: ayer los sindicatos (defensores del empleo) llegaron a un acuerdo con la empresa para que se vayan a su casa 673 personas, eso si de manera voluntaria, que para echarles a la fuerza siempre hay tiempo. Así que usé el interfono amarillo, que hace unos años era solo para emergencias, y ahora sirve hasta para ‘explicaciones’. Apreté y salió la voz de una mujer de la caverna para avisarme, retumbando en todo el vestíbulo, que no me oía. No funciona y nadie lo arregla.

Pensé en largarme y no avisar. Me vino a la cabeza una pobre señora, anciana, con bastón, que pisaba sobre la plasta y resbalaba. O en ese niño con zapatos nuevos, recién estrenados para el inicio de curso, llegando a casa con ellos hechos mierda. O en esos tacones de aquella pija con la que me había cruzado esta mañana y que iba a toda prisa porque llegaba tarde. Me imaginé el disgusto al ver su Manolos de palo teniendo por fin algo humanamente original. Pero subí, salí a la superficie, dejé que el sol me cegara, y me dirigí al otro vestíbulo, este en la glorieta de Ruben Darío, donde suele estar el trabajador de la estación que aún no han recortado. Le indicó el problema y la localización. “¿Otra vez? Nos pasa mucho. Es que los indigentes que viven debajo del puente [de Castellana] entran a hacer sus cosas aquí. Pero ahora mismo avisamos”.

Sería una sola anécdota si uno no se hubiera fijado en que en Madrid hay basuras por todos lados. Vivo en esta ciudad desde hace 13 años, y visitándolo con frecuencia desde que no tengo memoria. En esencia esta ciudad hay mucho guarro: gente que mea sin rubor en una esquina, que tira un papelito al suelo, que pega con un periódico a su perro en el hocico si se le escapa una gotita de pepí en casa, pero que no recoge la mierda en la calle, que deja una litrona apoyada sobre una papelera o que hace mudanza y deja toda la porquería que no quiere en un contenedor reservado para cartón y vidrio. No creo que el número de puercos haya aumentado en esencia: pienso que su rastro es más visible.

Los recortes de este Ayuntamiento en recogida de basuras y mantenimiento de la ciudad la hace más sucia cada día. Lo normal era antes encontrarse a barrenderos, camiones cisterna, que limpiaban con bastante regularidad las calles. Aún así tenías que sufrir la horda de meadores y vomitadores en las calles del centro, especialmente los fines de semana. Queda patente que gastamos mucho menos que antes echando un vistazo a los contenedores de cartón, llenos a rebosar, porque se retiran poco. Sucede lo mismo con las papeleras. De las mierdas, en todas las formas y procedencias, ya hemos hablado suficiente.

Es muy sencillo: más recortes, menos dinero, menos limpieza, más mierda. Ríanse porque desde hace un par de años los vecinos de la villa con casa en propiedad pagan un nuevo impuesto de basuras (Tasa por prestación del servicio de gestión de Residuos Urbanos, para ser precisos) creado por Gallardón.

Pero no todo queda reducido a la calle. Veo esta noticia en La Sexta: ambulatorios llenos de basura por la nueva adjudicación del servicio de limpieza. ¡Ratas en un centro médico!

Así que Madrid empieza a apestar. A todos los niveles.

Un típico caso de propaganda

Sunday, September 15th, 2013

Llego a este información: “Arabia Saudí envió a 1.200 condenados a muerte a la guerra de Siria“. Me sobresalto. Arabia Saudí es uno de los países que más aplica la pena de muerte y de manera más cruel si cabe. Busco datos de cuántos presos hay ahora en el corredor de la muerte, porque la cifra es más que disparatada. Hay en estos momentos unos 147 según esta ONG. La información ya es falsa.

Sigo leyendo la información:

“Según un memorándum secreto, Arabia Saudí ha enviado unos 1.200 condenados a muerte de varias naciones a luchar contra el régimen de Al-Assad en Siria a cambio de conmutar sus condenas, según informa la Agencia Internacional de Noticias Siria”

Primera fuente de esta falsa noticia: “un memorándum secreto”. ¿Y quién lo dice? “La Agencia Internacional de Noticias Siria”. Rastreamos un poco, y nos encontramos esta otra información. No es la Agencia Internacional Siria, sino la Agencia Internacional ASIRIA. Y vamos ya por curiosidad de ver el origen de la noticia, a la agencia en si. Lo mejor de todo es que este teletipo, estrambótico, sin fuente alguna, todo secreto y anónimo, es de enero pasado. Uno se pregunta: ¿y por qué no salen por patas una vez llegan a Siria? El teletipo tiene la respuesta: los saudíes tienen secuestradas a todos los miembros de su familia, así que no les queda otra que ponerse a dar tiros en una guerra ajena. Se olvidan que Arabia Saudí tiene una dura política migratoria, que hace imposible que esos 1.200 extranjeros tuvieran todos a sus familias en el país.

Hay una base fundamental para la propaganda: hinchar las cifras. Mucho. Si hubieran dicho 120, aún podía colar, pero no es tan llamativo como 1.200.  La noticia original habla de 1.239. Inconscientemente, al ver ese 39, tendemos a creer que es precisa. Y si encima hay un documento redactado con membrete como prueba fehaciente, pues mejor que mejor.

Dicen que la primera víctima de la guerra es la verdad. Los periodistas, muchas veces de manera inconsciente, nos convertimos en colaboradores necesarios de ese homicidio.

Según cuenta, o el periodismo en diferido

Wednesday, September 11th, 2013

La noticia era terrible: “Una niña yemení de 8 años muere en su noche de bodas por lesiones sexuales“; el origen, un periódico kuwaití; de la noticia se hizo eco el digital Huffington Post en su versión británica; de allí saltó a otros medios que citaban al Huffington Post y al periódico kuwaití. Nadie se paró primero a ver el origen de la noticia – en árabe – ni a preguntarse cuáles eran las fuentes en las que se sustentaba, algo básico en el sentido común del periodismo. En la noticia se citaba a la agencia Reuters, que había recogida las supuestas declaraciones de un activista. Ni rastro de esas declaraciones. Si alguien encuentra el teletipo, que me lo haga llegar.

Leí comentarios indignados sobre la noticia. No es para menos. Los matrimonios infantiles son una lacra extendida en Yemen, que solo ampara una pederastia legalizada. Y la práctica no se limita a Yemen.

Pero la noticia tiene todos los visos de no ser cierta. El periodista Saeed Al Batati, corresponsal de Gulf News en Yemen, hizo lo que otros no hicieron y se fue a preguntar por la historia. Las autoridades negaron el caso y aseguraron que el padre había sido localizado, la niña, Rawan, estaba viva, nadie la había violado y mantenía la soltería. El periodista fue más allá y preguntó a SEYAJ, una de las ONG más importantes de protección a la infancia en Yemen. En una investigación preliminar negaban el caso. Así que Al Batati acudió al origen de la noticia, Mohammad Radman, periodista freelance, para que le aclarara la noticia. Radman sigue manteniendo que es cierta. ¿Cuál es su fuente? Los vecinos, una única fuente endeble. Si todos los medios que han publicado la noticia hubieran rastreado un poco (que para eso están) habrían tenido serias dudas y no habrían publicado la noticia.

Es lo que tiene el periodismo en diferido, por delegación. No hay, supuestamente, dinero para mandar un periodista a Yemen. No hay tampoco especialistas, como Al Batati, que descuelguen teléfonos y hablen con fuentes. Pero nos lanzamos a hacer un periodismo precedido de un ‘según cuenta’. ¿Por qué? Porque no vamos a perder la oportunidad de contar una historia que nos va a dar muchas visitas con casi ninguna inversión.

En un mundo ideal, comme il faut, esta noticia habría servido para poner simplemente en alerta a una redacción, y tal vez habrían decidido mandar a alguien a investigar  y escribir sobre el matrimonio infantil en Yemen. Tema hay para rato, desde luego. Eso sería en un mundo ideal.

Lo más curioso es que el Huffington Post (la versión original, la madre de todas sus versiones) ya lleva las dudas sobre esta noticia. Veremos si el resto de medios que han dado la noticia a bombo y platillo hacen un poco de autocrítica. Lo dudo.

PS: En lo personal diré que la noticia no me olía bien, porque uno lee cada vez con más escepticismo las noticias precedidas de un ‘según cuenta’. Fue Calamity Jane quien me alertó de que esto podía ser un bulo. Calamity es una de las personas que más sabe del mundo árabe y sobre todo de Yemen. También tiene sentido común. Recomiendo que la sigan.

Actualización (Domingo 15 de septiembre de 2013): “¿Una boda, un funeral o una cortina de humo?” reportaje de Saeed Al Batati, que ha ido hasta el lugar (una aldea remota), donde ha entrevistado a la supuesta niña y a su padre (desmienten que se haya casado) vigilado por las autoridades (también desmienten el caso), así como otros vecinos (que se mantienen en el anonimato) que le han asegurado que esa no es la niña y que si que ha muerto de manera salvaje. Hay una investigación oficial en curso. Veremos en qué queda.

Poca guerra en el Instagram de los Assad

Friday, September 6th, 2013

Asma Al Assad rivalizaba hasta hace bien poco con Rania de Jordania por el título de la máxima elegancia en Oriente Próximo. Al menos iban a mejorar, con total seguridad, la belleza de sus sendas estirpes. Lo tenían bastante fácil.

En diciembre de 2010, con su marido ya reprimiendo manifestaciones en las calles, la revista Vogue le dedicó un inexplicable artículo: ‘Asma, la rosa del desierto’. Para más inri, el fotógrafo que firmaba las dulces imágenes era el afamado James Natchwey, curtido en guerras. Por 5.000 dólares una agencia de relaciones públicas de Washington había puesto en contacto a los Assad con la publicación, según el NYT.

Año y medio más tarde, la todo poderoso editora de Vogue, Anne Winrtour, se disculpaba en un comunicado sobre este artículo. La periodista que firmó la pieza no fue renovada, y como acto de despecho, contó lo que no había contado de la entrevista. Todo un sainete periodístico.

Asma Al Assad ya no es glamurosa. Las revistas de moda ya no se fijan en ella. Se había llegado a especular con que ella y sus hijos habían abandonado Siria. Lejos de ser real: la primera dama, la rosa marchita del desierto, sigue siendo la imagen del régimen, y donde más la explota es en la red social Instagram. La vida sigue y de aquí no nos mueven, parece el mensaje propagandístico que quieren lanzar al mundo, entregando premios a los bachilleres que mejor nota han sacado en el bachillerato. Si pueden estudiar, ya saben, aquí no pasada nada.

 

Asma Al Assad reparte los premios a los bachilleres que han sacado mejor nota, según el Instagram

Asma Al Assad reparte los premios a los bachilleres que han sacado mejor nota, según el Instagram


 

 

"Con la familia del mártir Abdel Raouf Mohsin Tabich", se lee en el pie de esta imagen de abril

“Con la familia del mártir Abdel Raouf Mohsin Tabich”, se lee en el pie de esta imagen de abril

 

 

Asma Al Assad reparte comida entre desplazados, según el pie de la foto.

Asma Al Assad reparte comida entre desplazados, según el pie de la foto.

Esta solo es una pequeña muestra. Pasen y vean. Llama la atención que en ninguna imagen aparece junto a su marido, que en este Instagram aparece reunido con ministros iraníes, visitando a las tropas o siendo aclamado por las masas.

El Instagram es pura propaganda, como lo puede ser cualquier Instagram de un político, con la salvedad de que esta es propaganda pura de guerra de un dictador. La elección de una red social como Instagram sorprende. En cualquier momento puede ser cerrado – la empresa es estadounidense – pero a la vez los comentarios están abiertos, lo que da rienda suelta a que detractores y seguidores.

Tampoco les pidan un sentido estético a la oficina de propaganda: ninguna de las fotos tiene filtro alguno. Mejor así. Más crudo todo.

Hollande y la vuelta al cole

Wednesday, September 4th, 2013

Las agencias Reuters y AFP sirvieron ayer una foto de Hollande en un aula de Denain, con motivo del primer día de colegio. La foto de fue ampliamente difundida por Twitter:

 

"Una cosa que decir: gracias al fotógrafo re Reuters por esta foto de Hollande"
 

Tras enviarlas a sus clientes, tanto Reuters como AFP, mandaron una orden a sus clientes para retirar las fotografías.  La agencia francesa argumentó una “decisión editorial” para su retirada.

La fotografía deja al señor presidente de la República Francesa en ridículo sin aportar ninguna información. Solo es un gesto captado por un fotógrafo. El error fue, desde luego, distribuir una imagen que caricaturiza a un personaje, pero que no añade ninguna información. Ridiculizar por ridiculizar no debe de ser la función de un periodista. El problema es que el error se ha intentado subsanar con una retirada, lo que levanta los fantasmas de las presiones del poder y la censura, además de no arreglar nada ya que la imagen ya la puede ver todo el mundo y el efecto rebote es peor: pedir que no se hable de una fotografía es incitar a que se hable aún más de ella.

Las agencias tienen un primer filtro, el de su criterio periodístico, sin una connotación editorial excesiva para servir ampliamente a sus clientes, de todo pelaje y condición. Luego recae en los medios y sus editores gráficos (si los tienen, si se han salvado de los recortes) dar o no determinadas imágenes. Con los gestos, los editores tienen un gran aliado para destrozar la imagen de un personaje. Un gesto es una milésima de segundo: tocarse la nariz porque algo molesta, una mueca…y sacarlo de su contexto es fácil para ridiculizar. Y ese tiene que ser un límite del editor gráfico: damos información no destrozamos imágenes.

Aunque siempre esta el extremo de las fotografías proporcionadas por el mismo poder, donde todo es perfecto y adulador. Aquí la fotogalería de esa misma vista realizada por el fotógrafo de la presidencia francesa.

Actualizción: La agencia AFP ha explicado en este post porque decidió retirar la foto, cuyo criterio comparto al 100% y tal y cómo escribí esta mañana :

AFP tieme como regla nunca difundir imágenes que rediculizan gratuítamente a la gente. Decidimos publicar una fotografía pro su valor informativo, nunca por la violencia, la ocurrencia, el ridículo que pueda generar. Por ejemplo, sucede frecuentamente que nuestros fotógrafos, en conferencias internacionales, sorprenden a dirigentes mundiales en posturas poco ventajosas, metiéndose el dedo en la nariz o otras. 

Vía | L’Express 

PS: no puedo dejar de recomendar una entrevista en JotDown a Santiago Lyon, responsable máximo de fotografía y vicepresidente de AP.