Minutemen es el nombre de la milicia creada por las 13 colonias de América del Norte, luego fundadoras de los EE UU, en 1644. Estaba formada por jóvenes que se comprometían a estar listos en un minuto para defender sus recién conquistadas tierras, por la amenaza de la población originaria. En tiempo de paz, se reunían cuatro veces al año para entrenarse. Si un día pelearon junto a las tropas británicas contra los indios, durante la guerra de la independencia, pasaron a enfrentarse a ellas.
El nombre de esta milicia ha sido tomado en la actualidad para otro uso: en abril de 2005 nació Minutemen Project, una organización de personas dedicadas a vigilar la frontera entre Estados Unidos de América y los Estados Unidos de México. No son ni militares, ni guardias fronterizos. Son ciudadanos a la caza de inmigrantes que atraviesan la frontera en busca de una vida mejor. Los minutenam intentan impedirlo. Para ello lo mezclan todo, y aseguran que no quieren otro 11-S.. Por ello, de forma voluntaria, patrullan la frontera, y denuncian la entrada ilegal de personas.
La idea de este proyecto partió, entre otros de Jim Gilchrist – un neoconservador aférrimo – y Chris Simcox – un maestro de escuela que ya en 2002 llamaba desde periódicos locales a formar una milicia para vigilar la frontera.
El proyecto de Gilchrist y Simcox es construir un muro que separe fisicamente las dos fronteras, y que impida le entrada de personas de forma de ilegal. Acusado de racista y de pertenecer a la extrema derecha, le dio un ultimatum al propio presidente de los EE UU: si el Estado no construía el muro, él recaudaría dinero – unos 50 millones – y en terrenos privados ellos lo contruirían.
Las acciones de los Minutenmen solo puede calificarse como de caza del inmigrante. Además, estos individuos se encargan, si pueden, de humillar al inmigrante que ha entrado de forma ilegal. Tanto que el propio Gobierno mexicano ha protestado por las actividades de este grupo.
En este reportaje, uno se puede hacer idea de la mentalidad de estos tipos:
“Estoy completamente de acuerdo”, dijo Michael. “Subes allí con un rifle y empiezas por disparar a cuatro o cinco por semana; los otros cuatro mil o cinco mil que vienen tras ellos lo pensarán dos veces antes de cruzar esa línea”.
Sosteniendo una salchicha asada en una mano y un visor nocturno barato en la otra, Johnny escudriñaba la maleza del lado mexicano, a muy corta distancia de él.
“Lo que hay que hacer es tirar los cuerpos a unos cuantos metros dentro de los Estados Unidos y dejarlos allí, con luces sobre ellos por las noches”, propuso. “Es un mensaje de ‘Prohibido el paso’ en cualquier idioma.”
Estos individuos rechazan todo tipo de regularización o ley que reconozca derechos a los inmigrantes. En las próximas elecciones presidenciales grupos como estos – basicamente racistas y contrarios a todo tipo de inmigración – harán mucho ruido. La postura sobre la inmigración de los candidatos será clave, ya que por un lado puede dar votos, pero por otro lado quitarlos: el voto latino no se irá fácilmente con un candidato con un discurso excesivamente duro contra la inmigración.
Hay ex compañeros dentro del proyecto que ya les acusan de quedarse con el dinero [reportaje de la CNN]. Del proyecto de muro separador, de momento, nada de nada.