Ausentes y otros vencedores de los World Press Photo
Moeh Atitar de la Fuente - Sunday 15 de February de 2015
Los grandes ausentes. Llama la atención que este año ni un solo fotógrafo de las agencias Associated Press o Reuters se hayan llevado algún reconocimiento en los WPP. Y ha sido un año con mucha información de carácter internacional, principalmente Ucrania, la crisis del ébola en África o el Mundial de Fútbol en Brasil, donde estas agencias reinan. AFP se ha alzado con dos, los mismos que la European Press Agency (EPA); Gettyimages, otras de las grandes, solo se ha llevado un premio en la categoría de deportes. En este caso es sangrante la ausencia de John Moore, el fotógrafo que bajo mi criterio ha cubierto como nadie la crisis del ébola.
Si este es el análisis entre las grandes, la de información generalizada, la del fotoperiodista que cubre lo que mande su agencia, también nos tenemos que parar en las agencias más de autor, donde prima más los proyectos personales del fotógrafo que el encargo de la propia agencia. En esta clasificación está Magnum Photos, VU o Contrasto. Las tres agencias se han alzado con dos premios cada una. En el caso de Magnum, los dos premios se los lleva el fotógrafo Jérôme Sessini por dos temas realizados en Ucrania (en la plaza Maidan y sobre el derribo del avión malasio).
Los otros vencedores. WPP son también una oportunidad para husmear entre los trabajos de las agencias premiadas:
– La italiana agencia Contrasto, con sus dos premios (con una foto de un emigrante escondido bajo un coche en Melilla y un reportaje en Mongolia)
– Prime Collective, que se lleva el único premio a un tema relacionado con el ébola.
Panos, que se ha llevado el premio gordo.
– VIIphoto, con un solo premio, es una de las agencias que tiene proyectos fotográficos más interesantes.
– Moment Agency, con un premio, es más bien un colectivo de fotografía sueca. Y se nota su aire nórdico [desconocida por servidor hasta ahora].
– Oculi, agencia australiana [desconocida por servidor hasta ahora] con un premio.
– Luz Photo, otra agencia italiana que se ha llevado un premio con un trabajo bastante potente en la sección de retratos [desconocida por servidor hasta ahora]
¿Qué pasa con los periódicos y las revistas de toda la vida? Hay una escasa presencia de trabajos comisionados o encargados por medios tradicionales. The New York Times, con una de sus jefas de fotografía como presidenta del jurado, se ha llevado dos premios, ambos realizados durante el bombardeo israelí sobre Gaza (una foto del bombardeo a niños mientras jugaban en una playa y este excelente reportaje del día a día durante el bombardeo) . San Antonio Express News, el Clewinston News y los chinos ‘Chengdu Economic Diary y City Express son los otros periódicos con un trabajo fotográfico premiado. National Geographic sigue reinando en temas de bichitos con tres galardones.
Puede haber varias razones para explicar esto: la primera, más obvia, es que los medios, las publicaciones, tiran más de los trabajos de agencias que de sus propios fotógrafos ¿Por qué? Básicamente porque donde primero se ha recortado en la estructura de las publicaciones para ahorrar durante la crisis ha sido en correctores y en fotógrafos. También algo tendrá que ver la falta de talento en la dirección fotográfica de los medios, que no apuestan por trabajos propios netamente fotográficos o multimedia.
Se impone, así, dos tipos de manera de trabajo: comisionado a través de una agencia, con más o menos libertad en el tema, y ‘a lo loco’ y por libre, sin encargo ni estructura alrededor. Tanto para lo primero como para lo segundo, además de ser bueno, no vendría mal trazarse una estrategia: se sorprenderían de cómo hay fotógrafos que trabajan principalmente pensando en qué premios pueden obtener.
La cacareada manipulación. Estos premios son la máxima distinción en lo que a fotoperiodismo se refiere. Casi uno de los primeros datos que se hicieron públicos fue que el 20% de las fotografías que había llegado a la criba final habían sido descalificadas por “manipulación”. Dicho así podríamos pensar que la ‘trampa’, la ‘fechoría’ está extendida en la profesión. La respuesta es muy ambigua: depende. Y en este caso solo depende de las normas estrictas que se han ido imponiendo a base de que se les fueran colando en otros años caraduras y grandes falseadores de la realidad. La cuestión es muy recurrente y el debate se hace cansino, pero la duda nos asalta cuando vemos una fotografía ganadora tan perfectita que se nos hace imposible no pensar en un posado. ¿Esa manipulación vale? Para mí sí, pero entonces ya deberíamos empezar a pensar en saltarnos otros canones del fotoperiodismo y no olvidarnos que la fotografía es manipulación en sí misma. Tanto como la de un titular o el arranque melodramático de una crónica. Lo malo es cuando nos pasamos de frenada y plasmamos una realidad que no existe.
EN ANTERIORES CAPÍTULOS DE LOS WORLD PRESS PHOTO…
– Reflexiones sobre el World Press Photo 2014
– World Press Photo o la polémica que no debió de existir