World Press Photo o la polémica que no debió de existir
Moeh Atitar de la Fuente - Wednesday 15 de May de 2013
Alimento. Más que de fotografía deberíamos de hablar primero de periodismo. Últimamente, cuando nos juntamos más de dos periodistas, hablamos de lo mal que está la cosa; hace unos años hablábamos del modelo de negocio que teníamos que seguir para evitar llegar a donde hemos llegado, sin ser conscientes de que esas decisiones, en el fondo, no las tomamos nosotros y no tenemos ni idea de negocio. Lo nuestro debería ser contar historias y discutir de cómo las hemos contado. Vayamos a lo segundo.
Ayer nos despertábamos con un post publicado el lunes (tardamos en llegar a él) en el que se aseguraba que la foto ganadora del World Press Photo, Entierro en Gaza, era en realidad una composición de varias imágenes, y por lo tanto, una manipulación inaceptable de la realidad. El blogger aseguraba que Hansen no había proporcionado el archivo raw, esencial para hacer un análisis digno de llamarse así. Y sin embargo él mismo, sin archivo raw (el archivo crudo, bruto, de la fotografía), se lanzaba a hacer un análisis forense (la foto está más muerta que nunca, aquí una constatación) para dictaminar que Hansen había manipulado todo y que la foto premiada procedía de haber mezclado varias imágenes. El premio debería de ser retirado y Hansen condenado al ostracismo fotográfico por mentiroso.
Unos días antes el otrora prestigioso Spiegel escribía un artículo diciendo que Hansen no había proporcionado el archivo raw. No había ninguna coletilla de ‘según ha confirmado la propia organización’ y lo daban por sentado. Además añadían:
Pro-Israeli bloggers and journalists, in particular, had accused him of manipulation and embellishment. Other photographers have also been critical of the photo’s selection for the World Press Award. Some fear that the boundaries are becoming blurred between journalistic photography, on the one hand, and artistic and commercial image design, on the other. Industry publications like Freelens Magazin have also voiced criticism of the trend.
Sospecho que si la foto ganadora hubiera retratado una procesión de la Semana Santa Sevillana, esta polémica solo hubiera sido alimentada por los ‘expertos en fotografía’, y no hubiera sido ni de lejos tan amplia. Se reduce, entonces, no solo a la técnica, no solo a la postproducción, sino al tema que se retrata: el dolor palestino no puede ser premiado, no puede ser reconocido. Así que lancemos, con el perdón, más mierda sobre la foto. Porque todos sabemos que los palestinos son unos actores excelentes, que cuando entierran a unos niños porque una bomba israelí lo has asesinado, son lágrimas de photoshop (aviso, es ironía, que últimamente la gente no la capta muy bien).
Así que con todo esto, un supuesto análisis y la acusación (sin confirmación de la propia organización) de que Hansen no había entregado el raw, los medios se lanzaron a hacerse eco del escándalo, de la mentira y de la manipulación. Ningún medio citaba a un experto serio en la materia, que hubiera ponderado ese supuesto análisis. Acudieron, como mucho, a fotógrafos o editores que dieron su opinión ‘estética’ sobre la foto. Algunos, osados, daban por verdadero ese análisis. Es difícil que un fotógrafo sepa hacer un análisis sobre la manipulación del raw. Necesita una formación específica, que roza casi con la informática, para poder hacer un análisis conveniente. Y no era el caso. Un experto hubiera dicho que sin raw, no hay análisis y que lo hecho por el blogger era más bien conjeturas sin fundamento.
La fundación World Press Photo quiso zanjar el tema, y emitió a las 14h44 un comunicado sobre el caso diciendo que pese a que “no tenían dudas sobre las explicaciones” de Hansen, habían decidido, con la cooperación del fotógrafo, someter a la fotografía a otro análisis más detallado realizado por dos expertos. A las 19h33 el dictamen era concluyente: la manipulación no existía.
Y esto solo fue el alimento de muchos medios durante todo el día de ayer. Muchas visitas. Nadie espera. Nadie pondera que detrás de esa acusación no hay sustento alguno, no hay periodismo, no hay fuentes. ¿Llamar a un experto? ¡No! No vaya a ser que nos estropee la polémica y las visitas del día. No hacemos periodismo, porque nuestro alimento, en forma de visitas, es llevar exactamente lo que lleva el otro. Los ingleses lo llaman ‘me too’. Y claro, una vez resuelto que no había polémica, no vamos a desmontar todo el tinglado que llevábamos todo el día montando. Dejemos que la duda fluya.
Estética no es ética. Esta fotografía ha sido objeto de una absurda polémica desde el primer momento. Se le acusaba a Hansen de haber hecho mucho photoshop y de que esa foto no existía, no tenía validez, porque no era como la había tomado su cámara y que era fruto de la postproducción. Recréense en la palabra: postproducción.
Todo se reduce a que en el mundo de la fotografía actual (y adyacente) convivimos gente que nuestro cuarto oscuro es el photoshop, mientras otros no han salido físicamente del cuarto oscuro, donde siguen intentando descifrar cuál es el fijador y cuál es revelador. No controlan las herramientas actuales, y siguen creyendo que las fotos que se positivaban en el laboratorio son pura verdad. Y no se enteran de que en el laboratorio se hace exactamente lo mismo que en photoshop, con la salvedad de que no hay líquidos de por medio.
La discusión aceptable puede moverse en el campo de la estética. Discutamos si la imagen funciona o no, si está contrastada, si hay demasiado detalle en las sombras…En definitiva, si nos gusta o no. Y quedaría reducido a una discusión muy parecida a si un trabajo tiene más gancho en blanco y negro o en color.
Pero es absurdo decir que esa foto no es verdad. Hablemos mejor de honestidad. El fotógrafo retrata una parte de lo que es testigo, con un aparatito que ya distorsiona por si solo todo eso: desde la lente que utiliza, el ISO al que tira, diafragma, velocidad… Manipula con su cámara lo que tiene delante para tener ese trozo. El resultado es honesto o no si ha querido poner más invención de la necesaria.
Insisten los detractores del ‘retoque’ que esa imagen no debería de procesarse más allá de lo aceptable. Parecen no entender que la misma cámara tiene distorsiones de color, de luz, etc… Que esas distorsiones tienen que ser corregidas, mejoradas y arregladas, porque la fotografía, al igual que un texto periodístico, es lo más subjetivo que hay. Entendemos la diferencia que hay entre un teletipo y una crónica de autor, pero parece mentira, en la fotografía, no sabemos distinguir nada. Aceptamos que un periodista, jugando a literato, plague su crónica de adjetivos. Pero pobre del fotógrafo que saque detalles de las sombras…
Les dejo, finalmente, con una foto honesta, retocada como le dio la gana al autor, y que ha ganado el World Press Photo 2013:
PS: Recomiendo la lectura de este post: “Cuando la cámara señala los niños muertos, los necios miramos el RAW”
PS2: Para que vean que detrás de la imagen no hay actores, aquí un post escrito por Miguel Ángel Medina que visitó a la familia.
completamente de acuerdo
Muy grande tu reflexión, Mou. Nos dejamos llevar.Hacemos lo mismo unos y otros. Al final, todo es periodismo. O no. Abrazos
http://blogs.elpais.com/miradas-arabes/2013/04/silencio-salon-vacio-world-press-photo-gaza-2012-ganadora.html
Es lo mejor y más razonable que he leído sobre la famosa polémica. Algunos se han lanzado a la piscina, sólo por hacer ruido. La vanidad personal, es mala consejera.
Enhorabuena
Lo mejor que he leído sobre esta polémica
Un artículo muy claro sobre la foto ganadora del World Press Photo 2013
http://guerraypaz.com/2013/05/15/world-press-photo-2013-retoque-manipulacion-falsa-polemica/
Totalmente de acuerdo señor.. Pero que algunos borregos siguen sin enterarse o no se quieren enterar, o les da pereza.
Gran artículo!!
Pues me parece excesivamente postproducida, sí, aunque no te guste la expresión. Pero todos son gustos. Para mi, este tipo de manipulaciones tan sobreproducidas, lo que hacen es alejarme de lo que estoy viendo, una escena real en la que se debe plasmar el sufrimiento de esas personas. La imagen se acerca, para mi, a la ilustración y se distancia del fotoperiodismo. Creo que la exageración en el tratamiento de tonos y contrastes es fruto del relativo poco tiempo que llevamos con el procesado digital, vaya, es como el síndrome del nuevo rico. Al igual que en los 30 se utilizaba la solarización, estos efectos creo que pasarán de moda una vez se hayan visto hasta la saciedad (y nos vamos acercando a este punto. Aparte de estas reflexiones, quiero dejar bien claro que, aunque personalmente no me guste la opción estética, acepto estas manipulaciones porque no han alterado la verdad de la imagen. Otra cosa sería la inclusión o eliminación de personas (que tan bien se hacían en tiempos de Stalin y con laboratorio analógico) o la fusión de varias imágenes.
Lo siento mucho, porque el artículo de Moeh refleja una reflexión muy, muy seria, pero creo que ese relativismo que expresa -producto, lamentablemente, de la tecnología- no conduce a ninguna parte. Tengo que decir que esa foto me pareció falsa el primer día. Conozco Gaza -he estado bastantes veces-, tengo muy en cuenta todo lo que puede pasar cuando se pone en juego un tema palestino, como es el caso… Pero esa foto no me la creí en su día ni me la creo ahora: no me parece natural o auténtica. Llevo 27 años de periodista, y veo fotos todos los puñeteros días.
Hola desde el primer momento yo y me imagino que muchos nos preguntamos, quien puede estar detrás de todo esto? quien gana con esto? lo siguiente era buscar detras del apellido del presunto “estudioso” y claro salta la liebre uno de los secuaces del estado genocida que quiere ocultar sus crimenos y seguir con el p. discurso de vistimas que tan buen resulrado les da .
Ahora el boomerang se vuelve contra estos capullos, amigos y altavoz de los genocidas.
Muy razonada y razonable la exposición del caso. Sin ser parte del gremio, me parece completamente claro y sensato. Gracias por compartir tus reflexiones
Gracias por todo! Abrazo
La foto es veraz. Al menos eso aquí no se discute…
[…] Atitar de la Fuente, M. (2013) “World Press Photo o la polémica que no debió de existir”. Guerraypaz.com, [en línea], 15 de mayo. Disponible en: http://guerraypaz.com/2013/05/15/world-press-photo-2013-retoque-manipulacion-falsa-polemica/ […]
Para mí esta comparación lo dice todo: http://m.flickr.com/#/photos/gunthert/8485283411/sizes/o/ No es un collage, pero ciertamente la imagen ha sido manipulada
[…] http://guerraypaz.com/2013/05/15/world-press-photo-2013-retoque-manipulacion-falsa-polemica/ via Facebook http://guerraypaz.com/2013/05/15/world-press-photo-2013-retoque-manipulacion-falsa-polemica/ […]
Tengo que estar de acuerdo al 100%: la retirada de una bolsa (entre muchas otras) de una fotografía ganadora del National Geographic me supuso la descalificación y produjo una, absurda, polémica. La descalificación, justa por infrinjir la norma. La polémica.. absurda.
Mohe dixit: ” La discusión aceptable …El fotógrafo retrata una parte de lo que es testigo, con un aparatito que ya distorsiona por si solo todo eso: desde la lente que utiliza, el ISO al que tira, diafragma, velocidad… Manipula con su cámara lo que tiene delante para tener ese trozo…”
Como muy bien dice Carles, la foto ha ganado merecidamente. No entiendo que no os parezca real a algunos. La perspectiva es de inmersión, hecha con un gran angular un 24mm. probablemente, o hasta inferior. Muy utilizado en fotoperiodismo para dar esa impresión de estar ahí, al igual que los teles se usan para estar a salvo de las balas (salvando perspectivas,, desenfoques y otros temas plásticos). Todo lo hecho a esta foto se hacía antes en laboratorio. La fotografía química entregaba un producto diferente al que presentaba un negativo. Se utilizaban filtros en laboratorio para dar más o menos contraste, aclarar sombras exponiendo más en determinadas zonas (reservas), papeles diferentes que daban a su vez diferentes acabados, incluso líquidos para dar tonalidades. A su vez antes de sacar la foto ya elegíasxel carrete qye iba a ser más o menos sensible, contrastado, riqueza tonal, de color cálido o frío y hasta se ponían filtros para degradar cielos, difuminar y muchos otros usos. Algunos aún los emplean aunque otros prefieren posproducirlo luego con photosop. En definitiva esta foto podría ser tan química como digital y como dice también Carles el oreenador es el nuvo laboratorio de los fotógrafos digitales. Por último deciros que meresulta curioso que a algunos les resulte irreal la foto ya que el ojo humano es el mejor fotocaptor que tenemos unido a nuestro cerebro que procesa todas las imágenes. Si hubiésemos estado ahí a esa distancia lo hubiéramos visto exactamente igual porque nuestro cerebro reconstruye y aclara todas esas sombras (a no ser que el sol nos ciegue) otra cosa es la saturación del color que ya es más personal del resultado que ha querido obtener el fotógrafo. Es su imagen y le ha dado su estética sin hacer trampa que es de lo que se trata.
Plas, plas! Muy buena reflexión compañero. Como diría Gervasio “El problema son los niños muertos, no los fotógrafos”.