Horst Faas (1933-2012), un grande del fotoperiodismo
Moeh Atitar de la Fuente - Friday 11 de May de 2012
Hoy ha muerto uno de los grandes fotógrafos de guerra. No soy nada mitómano, y si puedo, lo soy menos cada vez, pero Horst Faas es de los que sin duda se puede llevar el término de ‘grande’. Se llevó dos premios Pulitzer, primero en 1965 solitario, por su cobertura de la guerra del Vietnam (no por una única fotografía) y luego, en 1972, por un reportaje realizado con Michel Laurent sobre las torturas de la guerrilla independentista de Bangladesh.
Como editor y jefe de AP en el Sureste Asiático, Horst Faas fue el responsable de que muchas fotografías sobre el horror de la guerra vieran la luz, siempre con la máxima de distribuir las mejores fotos. No dudó, por ejemplo, en distribuir la fotografía de la niña abrasada, pese a que su autor, Huynh Cong “Nick” Ut, dudara en enviarla porque la niña esta desnuda.
Santiago Lyon, vicepresidente de AP y director de fotografía de la agencia, citado en un extraodinario obituario dice:
“Horst Faas era un gigante en el mundo del fotoperiodismo cuyo compromiso con la extraordinaria dificultad para contar historias fue único y extraodinario (…) Era un talento excepcional con la cámara y edintado el trabajo de otros, e incluso en las circusntacias más sobrías siempre se aseguraba de vivir la vida al máximo (…) Lo vamos a echar mucho de menos, especialemnte el reducido grupo que cubrió con él conflictos, en particular la generación del Vientnam”.
Cuentan que Faas, cuya infancia quedó marcada por el magnetismo de la guerra, tenía organizado a sus fotógrafos como si fuera un auténtico Ejército, con él como general. “Generalmente teníamos que ir algo lejos sobre el terreno, pero había situaciones en el que la guerra venía a nosotros, justo en la puerta de al lado”, solía contar el que fuera responsable de la agencia AP en Vietnam.
Pero reducir el trabajo de Faas al mero calificativo de ‘fotógrafo de guerra’ es obviar buena parte de su carrera. “Hice otras fotos que no era de Vietnam, pero se han olvidado (…) Ahora solo interesan las fotos de Vietnam”, decía. Allí deja los retratos a Muhamed Ali en el Zaire, la visita de Nixon a Egipto, o el secuestro en los JJ OO de Munich de la delegación israelí.
Desde el año 2005 Faas estuvo encaramado a una silla de ruedas, lo que no le impidió acudir a muchos encuentros con otros profesionales e intentar compartir su larga experiencia. Aquí, un vídeo donde cuenta en primera persona: