Un tribunal con encanto
Moeh Atitar de la Fuente - Monday 5 de October de 2009
En la posmodernidad de la posmodernidad hemos acuñado nuevos valores que se acumulan o sustituyen a los que venían integrados en nuestro ADN. Antaño, el summum de la categoría eran las estrellas: hoteles cinco estrellas, restaurantes tres estrellas Michelin… hasta cerveza cinco estrellas. Pero hace algunos años alguien acuñó el encanto como valor y criterio de decisión. Así, en muchas ocasiones preferimos un hotelito con encanto, con vistas a una cala solitaria donde la puesta de sol es sólo para nuestros ojos y donde podemos llevar un atuendo cómodo para nuestras vacaciones, que ese Grand Hotel magnífico, de extra lujo, con tantas estrellas como el firmamento y en el que para no desentonar tienes que ir casi de etiqueta.
¿Que por qué digo esto? Porque, puestos a elegir, si yo fuera delincuente me gustaría que me juzgara un tribunal con encanto. No uno cinco estrellas con jueces que se supieran la ley y la hicieran cumplir, ¡qué formal y qué aburrido!
Continuar leyendo Un tribunal con encanto, o como Camps fue juzgado por un tribunal sin que importaran las estrellas, por José Yoldi.
Se ha demostrado una vez más que la posmodernidad ha decidido no hacer un alto en algunas paradas.El encanto, desde mi punto de vista, va difrazado de billete, en sus múltiples formas.
De todas formas, lo que yo quiero es un trabajo con encanto…Y creo que no soy la única.