Un rambo para Afganistán
Moeh Atitar de la Fuente - Tuesday 12 de May de 2009
Obama ha decidido destituir al actual general a cargo de la misión en Afganistán. “Probablemente” será el final de la carrera de la carrera del general David D. McKiernan, en palabras de Robert Gates. Se trata de la primera destitución de un general en el mando de una operación desde que fuera distituido McArthur en la guerra de Korea. “Éste es el momento justo para realizar cambios. Nuestra misión requiere un nuevo enfoque por parte de nuestros líderes militares”, aseguró Gates.
El nuevo enfoque ha sido encargado al teniente general Stanley McChrystal, que ha sido comandante de las Fuerzas Especiales. A McChrystal se le apunta el tanto de la captura de Sadam y luego del líder de Al Qaeda en Irak Al Zarqaui, pero también tiene sus puntos oscuros.
El pérfil del liderazgo no encaja en la ‘visión renovada en Afganistán’: hasta ahora las operaciones más importantes en Afganistán las han llevado acabo operaciones especiales, en las que demandaban apoyo aéreo, responsable tantas matanzas de civiles; ha sido una manera de no arriesgar tropas terrestres, en operaciones presumiblemente quirúrgicas, pero con tantos errores que ha demostrado que falla la inteligencia sobre el terreno. Y se le da el mando a aquello que ha sido más representativo en la manera de conducir la guerra hasta ahora en Afganistán.
Que hayan puesto a alguien que viene del mundo de las Operaciones Especiales tiene más lecturas.
La guerra no convencional se suponía una especialidad suya. Y aunque después de la invasión de Iraq la Contrainsurgencia es creo que asunto “transversal” creo que poner a alguien que viene de operaciones especiales es una manera de hacer hincapié en ello.
Además en EE.UU. uno de los roles asignados a las fuerzas de operaciones especiales es el “Foreign Internal Defense” que consiste en el asesoramiento de las fuerzas armadas de otros países. Crear, armar y entrenar fuerzas locales ha sido una prioridad en Iraq y Afganistán casi desde el principio.