Guerra y Paz

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Moeh Atitar de la Fuente

Periodista, fotógrafo y blogger. Más sobre el autor.

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Archive for December, 2010

Triunfa la (tele)basura

Wednesday, December 29th, 2010

En media hora CNN+ echa el cierre. En el mismo canal se enchufará el canal temático de reality show de Telecinco. Gran Hermano. A todas horas. Triunfa la telebasura. Triunfa un modelo de televisión que ha hallado la tecla de la audiencia masiva, donde un personaje es la columna vertebral de toda la programación, donde importa muy poco el interés público y mucho la caja registradora.

“El periodismo tiene un papel esencial en la formación de la opinión pública”, es un mantra que se repite en las facultades de periodismo. Cada vez el periodismo está más arrinconado. Y lo peor es que parece que la ciudadanía, a esa que tenemos que ayudarle a formar su opinión independiente, de todos los signos políticos, no lo echa de menos. No es su culpa, algo estaremos haciendo mal los que nos dedicamos a esto.

El cierre de CNN+ no es solo Gabilondo, ni los empleados que se quedan en la calle, aunque ellos sufren de manera directa el golpe de un cierre. Es también un signo más, de que esta profesión va acumulando fracasos y desengaños con la sociedad. Perdemos todos. No parece que nos sientan necesarios. Y sin embargo, seguiremos, tropezaremos con más cajas registradoras e intentaremos recuperar la confianza de a esos a quien nos debemos, esa ciudadanía que se queda hoy con menos periodismo y más (tele)basura .

Ataques y la ciberguerra

Thursday, December 9th, 2010

A todo grupúsculo, sin capacidad real de enfrentarse de forma convencional un ejército organizado, le gusta que no se hable de ataques, atentados, sino de batallas y guerras. Cuando consiguen que se use el término guerra, ganan la otra batalla, la de las palabras, porque sus acciones sobrepasan de categoría y ganan en entidad. Si buscamos el término ‘infowar’ (ciberguerra) en google news, encontramos a esta hora más de 11.000 entradas referentes a los ataques a páginas de compañías que han cerrado el grifo a Wikilaeks. El origen de esa definición que muchos medios han comprado sin pestañear ha sido lanzado por individuos que participaban o incitaban a esos ataques: “The first serious infowar is now engaged. The field of battle is WikiLeaks. You are the troops. #WikiLeaks”, decía un Twitter muy repetido.

No estamos tampoco ante un grupo organizado que lanza un ataque. Buscamos siempre una referencia, una etiqueta para denominar todo. hackers Anonymous son el ‘viet cong’ de estas escaramuzas, y posiblemente los iniciadores. Le ponemos nombre a uno de los contendientes. En un lado, las empresas atacadas; y en el otro no podemos entender que no haya un grupo organizado, sino una red espontánea nada jerarquizada, a la que se van sumando individuos que no responden a una orden directa. Y su fuera radica en esta característica, en su asimetría frente al grupo que se enfrenta, que son organizaciones jerárquicas y definidas. Los ataques tendrán más fuerza, conforme más descentralizada este la red que se va nutriendo poco a poco. Y morirá, si va perdiendo adeptos.

Una vez hay una red de estas características detrás, sus movimientos son difícilmente predecibles. Hay quien se pregunta si Twitter puede ser el siguiente objetivo. Si nos encontrásemos ante ese grupo organizado, definido, jerárquico y no una red descentralizada, podríamos decir que se estarían pegando un tiro en el pie si lo hacen, porque está visto que usan esta herramienta como medio de difusión y propaganda. Pero como estamos enfrente de una red, puede que los que se hayan iniciado el ataque a MasterCard, les parezca absurdo atacar Twitter, mientras a otros les parezca una brillante idea y la ejecuten.

No estamos ante una guerra cibernética. Esta solo se dará antes de una guerra convencional en el mundo real, porque incluso los que responden a estructuras jerárquicas convencionales (los estados) entienden perfectamente que en el campo cibernético es más eficaz lanzar ataques de manera anónima y con apariencia nada jerarquizada para que funcionen (como los ataques que sufrió Estonia).